Los diagnósticos y patologías que convierten en déficit las etapas naturales en la vida de las mujeres. Quemaría el “síndrome premenstrual” para que todas podamos llorar, gritar, enojarnos o estar sensibles antes del período sin que nos mediquen por eso, para que el ciclo menstrual vuelva a ser un don y no un “síndrome”.

Tiraría de una a la hoguera la palabra “menopausia”, que deriva del griego y significa “interrupción del ciclo mensual”, asociando esta etapa a la ausencia brusca de la menstruación cuando en realidad dura muchos años e implica una delicada trama de cambios que trascienden el cese del período. 

Quemaría todos los fármacos, terapias sustitutivas y antidepresivos con que alegremente se medica a las mujeres para invisibilizar las etapas naturales del ciclo femenino.

Quemaría la creencia de que la salud de las mujeres está en manos de los profesionales, de los que “saben” y no de nosotras mismas.

* Abogada, mediadora y orientadora familiar. Integra a su profesión la práctica del tai chi, meditación e I Ching, da retiros en la naturaleza y talleres de chi kung terapéutico espaciocasalinda.com