La noticia del fin de semana para el boxeo argentino no sucedió en un ring sino en la bañera de un hotel cinco estrellas de Nueva York. Cubierto de espuma y mediante un video de un minuto subido a las redes sociales, Marcos Maidana confirmó que habrá de volver a los rings en 2019. 

Según trascendidos extraoficiales, el ex campeón welter junior y welter de la Asociación, habría firmado un contrato de 15 millones de dólares por tres peleas con la cadena televisiva ESPN y la empresa promotora Premier Boxing Champions del poderoso asesor Al Haymon e iniciaría muy pronto su puesta a punto en el gimnasio que el entrenador Robert García tiene en Riverside (California). Lo espera una dura tarea: su peso de calle en la actualidad se sitúa cerca de los 100 kilos, 34 por encima de los que supo portar en las últimas dos peleas de su campaña ante Floyd Mayweather 

Sólo Maidana y quienes lo rodean saben las verdaderas motivaciones del regreso. A los 35 años, el santafesino ha sabido asesorarse bien e invirtió adecuadamente los 15 millones de dólares que ganó en sus históricas topadas ante Mayweather y Adrien Broner. Pero es muy posible que se haya hastiado de su vida reposada y de los innumerables asados con los amigos y necesite sentir el cosquilleo de las grandes noches. Ni siquiera sus experiencias como promotor de boxeo parecen haberlo colmado. El peleador quiere volver a pelear. Y hacia allí irá. Sin escuchar la palabra de nadie, sólo los dictados de su instinto.

La apuesta es muy riesgosa. Y en este caso, vuelven a cobrar vigencia aquellas viejas y sabias palabras que alguna vez pronunció Jack Dempsey, el legendario rival de Luis Angel Firpo: “Nunca se vuelve”. Es cierto que Maidana no está golpeado y que cuatro años de parate son más que suficientes para borrar de su cuerpo las intensas batallas que caracterizaron su carrera. Pero también representan demasiado tiempo sin actividad. Y habrá que ver de qué manera su físico responde a las exigencias de un entrenamiento que, en una primera etapa estimada en tres o cuatro meses, tendrá un único objetivo: eliminar el sobrepeso y volverá a activar los músculos herrumbrados. Después se verá.

Será imposible que Maidana recupere los 66,600 kilos con los que enfrentó a Mayweather y sería una proeza que el preparador físico Alex Ariza lo haga llegar hasta los 69,850, límite de los superwelters. Algunos observadores suponen que el retorno, estimado para el segundo semestre de este año, podría darse entre los 71 o 72 kilos, o sea dentro de los límites de la categoría mediano. Y allí estriban los peligros más grandes: Maidana volvería dos categorías por encima de la suya y tendrá dificultades para imponer su gran pegada de otrora. Sin embargo, parece dispuesto a hacer el esfuerzo. Tal vez porque además de la gloria renovada, 15 millones de dólares parecen estar esperándolo al final del camino.