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"ABUSO DE PODER", DE LEE TAMAHORI

LOS POLICÍAS SON LOS LADRONES

El director neocelandés que saltó a la fama con "El amor y la furia" incursiona en el policial negro al estilo Hollywood.

ABUSO DE PODER 6 PUNTOS

(Mulholland Falls) Estados Unidos, 1995.

 

Dirección: Lee Tamahori.

 

Guión: Lee Tamahori.

 

Fotografía: Haskell Wexler.

 

Música: Dave Grusin.

 

Intérpretes: Nick Nolte, Melanie Griffith, Chazz Palmintieri, Michael Madsen, Chris Penn, Treat Williams, Jennifer Connelly, Daniel Baldwin, Andrew McCarthy, John Malkovich, Bruce Dern, Rob Lowe.

 

Estreno de ayer en los cines Monumental, Santa Fe, Patio Bullrich, Paseo Alcorta, Belgrano, Rivera Indarte, Cinemark 8 (Puerto Madero).

Por Luciano Monteagudo

t.gif (67 bytes) El impacto de crítica y público que causó el director neocelandés Lee Tamahori en 1995 con su primer largometraje, El amor y la furia, lo catapultó inmediatamente a Hollywood, donde los productores Richard y Lili Fini Zanuck le hicieron una oferta que no pudo rechazar. Se trataba de un policial negro, ambientando en Los Angeles, a mediados de los años '50, con un elenco impresionante, encabezado por Nick Nolte y Melanie Griffith e integrado, entre muchos otros, por Chazz Palmintieri, John Malkovich, Bruce Dern y dos de los Perros de la calle de Quentin Tarantino, Michael Madsen y Chris Penn. ¿La fotografía? Haskel Wexler, nada menos, el iluminador de La conversación de Coppola, entre otras maravillas. ¿Clima de época en la música? Dave Grusin, el creador de la estupenda banda de sonido de Los fabulosos Baker Boys. Parecía que no faltaba nada. Pero faltaba un guión...

Basado en un artículo periodístico que revelaba la existencia, cuarenta años atrás, de un escuadrón de policía de elite en L.A., llamado "The Hat Squad", por el lujo de sus trajes y particularmente de sus sombreros, el novelista Peter Dexter (París Trout) imaginó, a partir de esos datos de la realidad, una historia demasiado alambicada y ambiciosa, que no sólo nunca termina de funcionar en la pantalla sino que además está minada por una serie de inverosimilitudes difíciles de disimular. Como en todo film noir que se precie de tal, en Abuso de poder también hay, como le gusta decir a James Ellroy, "hombres blancos haciendo cosas malas", en este caso policías y militares chocando sus chapas y sus jurisdicciones e involucrados en un caso de sexo, extorsión y asesinato. Pero a diferencia de la magnífica adaptación que hizo Curtis Hanson de Los Angeles: al desnudo, de Ellroy, donde cada una de las piezas del puzzle terminan encajando y formando un mosaico impecable, en Abuso de poder quedan demasiadas piezas sueltas por el camino.

Si la comparación con L. A. Confidential es pertinente, no deja también de ser injusta. No se trata solamente de que el film de Hanson es muy superior, sino que detrás de la película de Lee Tamahori se evidencia la falta de una idea rectora que la sustente. En todo caso, queda para disfrutar de Mulholland Falls (el título original de Abuso de poder, que alude a una colina de Los Angeles desde la cual "La Brigada del Sombrero" arrojaba a sus víctimas) la autoridad y el peso --literalmente-- con que Nolte, Palmintieri, Madsen y Penn componen a esos policías, la forma cadenciosa en que saben entrar a un restaurant de lujo y sacar a las trompadas a un gángster proveniente de Chicago, al que quieren expulsar de la ciudad. "No pueden hacer esto, estamos en Estados Unidos", se queja el gángster. "Esto no es Estados Unidos, es Los Angeles", le responde el policía que compone Nick Nolte, con una voz tan alcohólica como ominosa. Esos pequeños detalles típicos del género son los que animan una película por lo demás lamentablemente fallida.

 


 

LOS AMORES DE FARROW

La actriz estadounidense Mia Farrow afirmó a la televisión chilena que se equivocó "totalmente" con Woody Allen y reveló que perdió la virginidad con Frank Sinatra, a quien definió como el "único" amor de su vida. Entrevistada en la cadena TVN, Farrow habló de su vida privada y del dolor que le causó que Allen la engañara con su hija adoptiva, Soon Yi. "El dijo que era una pérdida de control y que lo sentía mucho. Me negó la relación hasta que siete meses después lo anunció en la televisión...", sostuvo Farrow y no dudó en confesar que la joven "sigue siendo muy especial" para ella. Por otra parte, la actriz de El bebé de Rosemary expresó que "siento que la humanidad es como el `Titanic', se hunde y a veces creo que yo tengo el único salvavidas", dijo. De esa manera, intentó explicar las razones que la llevaron a adoptar niños minusválidos y a criar 14 hijos, diez de los cuales son adoptados. En otro tramo de la entrevista, la actriz, de 53 años, no ocultó su cariño por su primer esposo, Frank Sinatra, y confesó que fue por él que perdió su virginidad. "Frank está muy enfermo, muy frágil. No está bien, ojalá pudiera decir lo contrario", expresó, luego de manifestar su "gran amor" por él.

 


 

"EL MENSAJERO", DE KEVIN COSTNER

TU CARTA NUNCA LLEGÓ

 

EL MENSAJERO 4 PUNTOS

("The Postman") Estados Unidos, 1997

 

Dirección: Kevin Costner

 

Guión: Eric Roth y Brian Helgeland, basado en el libro de David Brin

 

Fotografía: Stephen Windon

 

Música: James Newton Howard

 

Intérpretes: Kevin Costner, Will Patton, Larenz Tate, Olivia Williams, James Russo, Tom Petty, y otros.

Por Martín Pérez

t.gif (67 bytes) Fue el alucinado que sacó al escritor más famoso de EE.UU. de su encierro para construir una cancha de béisbol. Fue un golfista panzón desperdiciando su talento. Fue un delincuente que detuvo su huida para comprarle un disfraz de Gasparín a su pequeño rehén. Fue también Robin Hood, Eliott Ness y Wyatt Earp. Kevin Costner esta vez se calzó el uniforme de cartero para protagonizar y dirigir la película que debía revalidar los Oscar ganados con su debut Danza con Lobos. Al menos ese era el plan. Pero El Mensajero es un mamarracho que --hacia el final de sus decepcionantes tres horas-- insta a pensar que difícilmente Costner merezca dirigir nada. La anécdota es sencilla: en un Estados Unidos posapocalíptico, un vagabundo descubre un uniforme y un bolso lleno de cartas, y los utiliza para conseguir alojamiento y comida.

Pero la esperanza que despierta en los pobladores y los acontecimientos que desencadena lo terminan obligando a aceptar un destino mítico. A El Mensajero no le faltan escenas recordables, responsabilidad de los guionistas de Forrest Gump (Eric Roth) y L. A. Confidential (Brian Helgeland). La mejor: cuando al falso cartero le preguntan el nombre del actual presidente de los Estados Unidos que dice representar, y responde con el nombre real del Beatle Ringo, Richard Starkey. "Su lema de campaña fue: las cosas están mejorando todo el tiempo", agrega, utilizando el estribillo de "Getting Better", un tema del Fab Four.

Claro que El Mensajero que quiso filmar Costner no es una pequeña fábula, sino una gran épica. Ambicioso, artificialmente sentimental y de narración errática, Costner intenta inyectar los peores trucos de Robin Hood con un resultado patético: hacia la segunda mitad, las escenas se suceden casi sin razón de ser. Se llega así a un ridículo final heroico, en el que el Mensajero se enfrenta con el señor de la guerra que domina la región.

 

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