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ALBERTO PIERRI OPINA SOBRE LA GUERRA ENTRE CARLOS MENEM Y EDUARDO DUHALDE

El presidente de la Cámara baja pronosticó "un futuro negro e incierto para el peronismo" si se profundiza la pelea. Sostuvo que es impensable la renuncia de Duhalde a la candidatura y que Menem debería pensar en soledad qué es mejor "para el país, para el peronismo y para él".

Entornos: "Esto ocurre por la lucha por el poder, obviamente. Pero no es sólo la lucha por el poder entre ellos. Los entornos también influyen".

Pólvora: "Yo pensaba que la reelección era sólo fuego de artificio. Reconozco que me equivoqué. No descubro la pólvora con esto".

Voto: "Cuando votamos, todos sabíamos que éste era el último mandato del presidente Menem. El constituyente que le diga que no es así, miente".

"ASÍ, EL PERONISMO SE ROMPE"

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Alberto Pierri, titular de la Cámara de Diputados, quiere que Menem y Duhalde sean amigos.

"Los dos juntos fueron la fórmula de la victoria. La pelea nos lleva a la derrota en el '99".

Por Ernesto Tenembaum

t.gif (67 bytes) Una vez que el grabador se apagó, después de dos horas de reportaje, Alberto Pierri miró hacia el alto cielorraso del comedor de su despacho y confesó: "Hay cosas que no puedo decir. Soy como un equilibrista en el trapecio". Por venir de él, se trataba de una metáfora para nada despreciable. Pierri se refería a su condición de presidente de la Cámara baja: es duhaldista, tiene que conciliar todo el tiempo con el bloque de Menem, dialogar con los ministros, ver al Presidente una vez por semana. En suma, no puede quedar mal con nadie. Sin embargo, la imagen del equilibrista es aplicable hoy a muchos dirigentes peronistas que se aterrorizan ante la guerra entre Menem y Duhalde. No es su pelea. No quieren optar porque siempre existe la posibilidad de equivocarse y quedar mal parado. Y temen que los efectos de la pelea sean devastadores para el

Partido Justicialista, que es como decir la empresa que a todos ellos les da poder, riqueza, prestigio, un lugar en la vida política. Hoy por hoy, pareciera que Menem lleva la ofensiva pero ninguno de los gobernadores, ni el vicepresidente Carlos Ruckauf, ni el senador Eduardo Bauzá, ni el presidente del Senado Eduardo Menem, ni tampoco Alberto Pierri desprecian la capacidad de Duhalde para dañar a Menem si éste sigue adelante. Y, se pongan de un lado o del otro, temen lo que les pueda pasar. Por eso empiezan a surgir voces conciliadoras que difícilmente sean escuchadas mientras uno de los dos, Menem o Duhalde, no claudique ante el otro y retire su candidatura.

Estas son algunas de las cosas que Alberto Pierri, el equilibrista, dijo a Página/12:

* "La profundización de la pelea entre Menem y Duhalde sería la pérdida de la unidad del justicialismo y un futuro negro e incierto para el peronismo. Desde mi punto de vista, sería la coronación de esta situación que no comparto y que me aflige".

* "Esto ocurre por la lucha por el poder, obviamente. Pero no es sólo la lucha por el poder entre ellos. Los entornos también influyen. Quienes están alrededor de ambos intrigan, difunden versiones, los medios las amplifican, la oposición naturalmente las aprovecha. A veces parece que se están rompiendo todos los códigos".

* "Es claro que la pelea surge por la cada vez más evidente intención de Menem de ser candidato. Yo pensaba que esta posibilidad eran fuegos de artificio a partir de una estrategia política. Hoy reconozco que me equivoqué. No descubro la pólvora con esto. Lo sabe todo el mundo".

* "Creo que Menem sobresale tanto frente a Duhalde como frente a Alfonsín... en la audacia. Es más audaz. Por eso pudo transformar el país como lo hizo".

* "Seguiré acompañando a Duhalde. Pero aspiro a que me escuche. Creo que hoy mucha gente del peronismo está mal, está desconcertada".

 

--¿Duhalde ya fue?

--De ninguna manera. Duhalde sigue siendo el candidato más importante del justicialismo.

 

--¿Más que Menem?

--Que yo sepa, todavía no ha dicho que va a ser candidato. Digo todavía porque si nos atenemos a los rumores parecería que puede ser precandidato. Además la Constitución se lo prohíbe.

 

--¿Qué pasará en el peronismo si la pelea entre Menem y Duhalde se acentúa?

--Sería consolidar una situación que hoy comienza a vislumbrarse cada día con más claridad. Sería la pérdida de la unidad del justicialismo y un futuro negro e incierto para el peronismo. Desde mi punto de vista, sería la coronación de esta situación que no comparto y que me aflige a mí y a la mayoría del peronismo en todo el país. Son los dos políticos más importantes del peronismo y su pelea diezma nuestras posibilidades para el '99.

 

--¿Los conoce bien a los dos?

--Sí. Más a Duhalde que a Menem.

 

--¿Por qué se llega a esto?

--Es la lucha por el poder, obviamente. Esto viene desde mediados del año pasado, lo que pasa que ahora todo ha salido a la superficie. Así, no hay ninguna posibilidad para el peronismo en el '99. Ellos dos han sido la fórmula del éxito del peronismo. Una controversia dura, cruenta como la que se está produciendo en estos momentos nos lleva a la derrota. Pero no es sólo la lucha por el poder entre ellos. Los entornos influyen. Quienes están alrededor de ambos intrigan, difunden versiones, los medios las amplifican, la oposición naturalmente las aprovecha. A veces parece que se están rompiendo todos los códigos. Así, el peronismo se rompe.

 

--¿Se refiere a las amenazas del menemismo de investigar el Fondo del Conurbano y las del duhaldismo de investigar el PAMI?

--Por ejemplo. Y yo estoy seguro que esto no lo ha dicho ni Menem ni Duhalde, sino gente que camina alrededor de ellos o trabaja cerca de ellos. Estas cosas se dicen, después se potencia. Esto le hace daño al peronismo, a ellos dos y a la gente. Cuando alguien en el entorno de Menem o Duhalde dice "vamos a hacer tal cosa" la gente mira y dice "fijate lo que se dicen entre Menem y Duhalde", y entonces se va a la Alianza. Estamos empujando a la gente para que se vaya a la oposición.

 

--No parece difícil de resolver. Con que uno de los dos retire su candidatura ya está.

--Concretamente, las únicas candidaturas que hay hoy desde el peronismo son la de Duhalde, la de Palito Ortega, la de Reutemann que parecería que se está apagando. Es claro que la pelea surge por la cada vez más evidente intención de Menem de ser candidato. Yo pensaba que esta posibilidad eran fuegos de artificio a partir de una estrategia política. Hoy reconozco que me equivoqué. No descubro la pólvora con esto, lo sabe todo el mundo.

 

--Entonces... ¿Menem es el que desencadena la guerra?

--Prefiero hablar de conflicto. Es un conflicto muy serio. Ojalá prime la sensatez...

 

--¿Usted es equidistante?

--No me gusta verlos competir, casi pelear. Mi viejo decía que pelear, pelean los perros. Nunca pensé en que esto podía suceder.

 

--¿En una interna usted jugaría con Duhalde?

--Hace muchos años que vengo trabajando en la provincia de Buenos Aires para desarrollar un proyecto político. Seguiré acompañando a Duhalde. Pero aspiro a que me escuche. Creo que hoy mucha gente del peronismo está mal, está desconcertada.

 

--¿Usted cree que hay otra solución que no sea la renuncia de uno de los dos a su candidatura?

--Por ejemplo, que se defina esto rápidamente. Que termine de una vez. Se va a una interna y, como decía Perón, el que gana conduce y el que pierde acompaña. Eso siempre funcionó en el peronismo.

 

--¿Por qué está la sensación de que Menem siempre lo puede a Duhalde?

--No creo que sea así. Ya en el '94 Duhalde estaba en posibilidades ciertas de ser candidato a presidente del justicialismo y resignó la posibilidad frente al acuerdo que firmaron Menem y Alfonsín. Bueno, resignó esa posibilidad. Y no se equivocó porque el peronismo logró más del cincuenta por ciento de los votos. En política debe primar siempre la realidad. Y la realidad...

 

--Y ahora está de nuevo a punto de ser candidato a presidente y Menem se le aparece otra vez...

--Bueno, todavía no se sabe qué va a hacer Menem.

 

--Pierri, usted mismo lo reconoció y lo vio a Menem junto a Palito...

--Bueno, por eso, hay que ver quién gana una interna y entonces le podré contestar si Menem siempre lo puede a Duhalde o no.

 

--¿Quién gana esa interna?

--(Sonríe) Ehhhh...

 

--Un duhaldista diría Duhalde.

--Yo tengo un enorme respeto por el Presidente. Ha sido el gran transformador de la Argentina. Esto va a quedar en la historia. Quizás hoy eso no se reconozca. Pero nadie puede dejar de reconocer que esta Argentina es mucho mejor que la del '89 que dejó Alfonsín. Era una Argentina quebrada económica y socialmente, al borde de la guerra civil. Ahora la cuestión de Menem y Duhalde sería una provocación y yo quiero jugar otro rol. Lo que tenga que decirles a ambos se lo diré a ellos en privado. No quiero pensar en quién gane, porque esa pelea sería la ruptura del peronismo.

 

--¿Usted acepta que si Duhalde retira su candidatura termina su vida política, pierde toda su autoridad?

--Es una hipótesis que no me pasa por la cabeza. Yo no la escuché nunca.

 

--¿Le pasa por la cabeza que Menem frene?

--Es muy difícil ubicarse en el pensamiento de Menem. Porque es él y sólo él. Pero quiero imaginarme que yo pudiera decidir por Menem o que yo fuera Menem. Yo partiría de la hipótesis de que la realidad es la única verdad. Sería importante para Menem, en la soledad de sus pensamientos, solo, escuchar a los que a veces lo rodean... sería importante que pusiera arriba de una balanza todo lo que el gobierno le va a dejar al país, y todo lo que le costó a él lograrlo, todo lo que dejó en el camino. Creo que Menem debería... si yo fuera Menem, pondría arriba de la balanza todo eso. Ese es su patrimonio, su haber, lo que él tiene en su alforja. Y si yo fuera él, pensaría qué es lo más conveniente para mí, para el país y para el justicialismo. Y ésa sería la decisión.

 

--¿Y qué decisión tomaría?

--...se lo digo en otro reportaje...

 

--Usted le está rogando a Menem que se baje, es obvio.

--Yo estoy diciendo solamente en qué pensaría si fuera él.

 

--¿Usted está hablando del Menem real o es sólo una fantasía?

--¿A qué se refiere?

 

--Chacho Alvarez dice que sólo piensa en él y por eso fuerza esta situación que debilita al resto del peronismo.

--Alvarez representa la posición de la Alianza. Yo respeto mucho a Menem y creo que es muy generoso.

 

--¿Usted cree que la Constitución es inconstitucional?

--¿Cómo? No (ríe), ¿cómo una Constitución va a ser inconstitucional?

 

--¿Cree que el primer mandato de Menem no existió?

--Mire, yo no soy jurista ni abogado, sólo un humilde maestro de escuela, pero fui vicepresidente de la Convención Constituyente. Y cuando votamos, todos sabíamos que éste era el último mandato del presidente Menem. El constituyente que le diga que no es así, miente. No había ninguna duda. Y quiero que se respete eso. Lo he dicho cada vez que me lo preguntaron.

 

--¿Duhalde está al nivel de Menem o de Alfonsín?

--No, creo que Menem sobresale frente a Duhalde como frente a Alfonsín... en la audacia. Es más audaz. Por eso pudo transformar el país como lo hizo. Fíjese el poder que tenían los militares en 1989 y el que tienen ahora, o el que tenían los sindicalistas...

 

--Bueno, los empresarios tienen más poder...

--No, no, los únicos que tienen más poder que en 1989 son los periodistas (ríe). O el periodismo, no los periodistas. Porque no es lo mismo, ¿no?

 

--Si Duhalde no es tan audaz y Menem sobresale, ¿cree que podrá ser tan buen presidente como usted piensa que es Menem?

--Son momentos más difíciles. En 1989 la gente esperaba soluciones de conjunto. Que la economía sea estable, que crezca, que el desorden se transformara en un país. La gente consumió todos esos logros. A nadie van a votar porque haya logrado la estabilidad o porque haya records de cosecha, de producción de energía. La gente está en la búsqueda de otra cosa, de las demandas individuales. Le interesa lo propio, lo individual. Los dos gobiernos de Menem van a ser difíciles de equiparar porque la gente no quiere esperar, la gente quiere respuestas ya, ahora...

 

--¿Usted cree entonces que a Menem le conviene irse ahora y volver cuatro años después como Gardel?

--Ya me hizo esa pregunta. En el próximo reportaje se lo contesto.

 


POR TELÉFONO 

"No me consta que Duhalde se haya reunido con Chacho Alvarez. Lo que me contó el gobernador es que hablaron por teléfono. Eso es habitual entre dirigentes políticos. Ellos mismos estuvieron en contacto permanente cuando se resolvió la intervención a la Policía Bonaerense y la Alianza resolvió apoyarla. No debería extrañar la existencia del diálogo. Es bueno para la democracia. Pero eso no quiere decir que pueda haber una confluencia entre la Alianza y nosotros, como erróneamente se dijo", señaló Alberto Pierri, en un tramo del reportaje, cuando se lo consultó si, en su enfrentamiento con Menem, Duhalde puede llegar a participar de una campaña contra la re-reelección que también incluya a la Alianza. Pierri sostuvo que se sentiría más cómodo si hay reconciliación con el presidente Carlos Menem.

 


Aliancistas y duhaldistas reconocen contactos cotidianos y dejan a salvo que no irán juntos más allá que para oponerse a Menem.

Carlos "Chacho" Alvarez, uno de los principales protagonistas del acercamiento al gobernador bonaerense.

Los radicales Federico Storani y Leopoldo Moreau también dialogan con el duhaldismo.

NO LOS UNE EL AMOR SINO EL ESPANTO (A LA RE-RE)

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t.gif (67 bytes) Sólo los une el espanto (a Carlos Menem). Los intentos re-reeleccionistas del Presidente acercan objetivamente a los protagonistas del más importante enfrentamiento electoral del 26 de octubre pasado. Los aliancistas y el duhaldismo dialogan cada vez más a menudo. El gobernador bonaerense niega haber tenido reuniones personales con referentes aliancistas, pero reconoce la existencia de una preocupación común: la re- re. Los aliancistas informan que han existido reuniones del gobernador con Carlos "Chacho" Alvarez, Federico Storani y Leopoldo Moreau. "Los contactos entre la Alianza y Duhalde continuarán a medida que avance la campaña antirreeleccionista" señalaron fuentes aliancistas, y precisaron: "Este acuerdo con Duhalde es sólo porque ambos estamos en contra de Menem, no implica que él participe de un futuro gobierno de la Alianza".

"Chacho habla cotidianamente con Duhalde, pero no tiene el monopolio de la relación. También dialogan con él Leopoldo Moreau y Federico Storani" indicaron fuentes de la Alianza que sostienen que "en el tema de la re-reelección estamos todos del mismo lado. Ni nosotros ni Duhalde queremos un tercer período de Menem".

El ex presidente Raúl Alfonsín estuvo de acuerdo en el espíritu de las reuniones con el gobernador bonaerense, aunque se preocupó en señalar que sólo se trataba de acuerdos tácticos; "no se trata de formar un frente antimenemista sino de evitar la destrucción del orden institucional en la Argentina".

El diputado nacional e integrante del "grupo de los cinco" Rodolfo Terragno, habitualmente crítico de las posturas de la Alianza, consideró positivos los acercamientos al peronismo bonaerense en la medida en que éstos no se traduzcan en acuerdos electorales, ya que "Duhalde es continuidad del actual modelo económico-social, impulsado por el presidente Menem". "En octubre derrotamos a Menem y a Duhalde --añadió Terragno--; no es sensato que ahora reflotemos políticamente a uno de ellos".

Del otro lado del mostrador, tal vez preocupado por ser tildado de "gorila", Duhalde desmintió haber tenido reuniones personales con los dirigentes de la Alianza, pero reconoció compartir un objetivo común: preservar el orden institucional: "Si la Corte Suprema le habilita un nuevo mandato al presidente Menem, estaríamos frente a una actitud golpista contra la Constitución".

Los contactos entre los dirigentes de la Alianza y Duhalde comenzaron a ser regulares a partir de la visita que Duhalde le realizó al jefe de Gobierno, Fernando de la Rúa. Los diálogos cada vez más frecuentes contra la campaña re-reeleccionista impulsada por el Gobierno nacional se inscriben dentro de la búsqueda de la Alianza para establecer acuerdos con los más amplios sectores para garantizar la "gobernabilidad" de un futuro gobierno de la Alianza. Alfonsín y Chacho Alvarez comparten la idea de un futuro cogobierno en el '99; cada uno en su lenguaje ratificó esta idea durante los últimos quince días. Al líder frepasista sigue obsesionándolo la necesidad de sumar una "pata peronista" a la Alianza. Alfonsín piensa más en términos de un gobierno de coalición. De todos modos, los dos "armadores" de la Alianza tienen un ojo puesto en el peronismo no menemista.

Oficialmente los dirigentes del Frepaso invitaron a Duhalde a sumarse al acto de protesta que realizarán el próximo 23 de abril frente al Paraninfo de Santa Fe. Para ese día la Alianza convocó a todos los constituyentes que participaron de la reforma constitucional. Duhalde todavía no contestó; si acepta ir, sería un guante en el rostro del Presidente. Fuentes cercanas a Chacho Alvarez se entusiasman con esa perspectiva que hace un mes hubiera parecido un disparate y ahora empieza a parecer posible.

 


 

DESAYUNO CON LA SIEMENS

Graciela Fernández Meijide, Fernando de la Rúa, Raúl Alfonsín y Rodolfo Terragno compartieron ayer un desayuno de trabajo con el presidente de Siemens internacional, Henrich von Pierer y el vicepresidente ejecutivo de la filial local, Luis Rodolfo Schirado. La empresa alemana que el año pasado facturó por quinientos millones de dólares se ubica entre las diez empresas industriales más importantes que operan en el país. Siemens provee los generadores para Yacyretá y las centrales térmicas y en los últimos meses ganó la licitación para la confección de los nuevos DNI.

Esa licitación fue duramente cuestionada durante muchos meses por los diputados frentistas Juan Pablo Cafiero y Darío Alessandro, porque argumentaban que estaba hecha a la medida del empresario Alfredo Yabrán. Sin haberse modificado los pliegos, el Estado nacional otorgó a un consorcio que lideraba la empresa alemana la confección de los documentos de identidad, de los padrones electorales y la informatización de los controles aduaneros. Yabrán desapareció de escena. La reunión de los popes de Siemens con la Alianza duró aproximadamente una hora y cuarto y se realizó en el Hotel Intercontinental. Terragno fue el encargado de responder sobre aspectos técnicos, mientras que Fernando de la Rúa y Fernández Meijide explicaron al alemán aspectos de la política doméstica. A Alfonsín lo elogiaron por iniciar durante su gobierno el proceso de privatizaciones.

 

 

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