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EL ABOGADO DE YABRÁN PRETENDE QUE CABEZAS FUE ASESINADO PARA FRUSTRAR LA CARRERA POLÍTICA DE MENEM. ARSLANIÁN RESPONDE: "DESCABELLADO, DELIRANTE, SURREALISTA".

CRIMEN Y POLÍTICA

El abogado Pablo Argibay Molina sostiene que Cabezas fue asesinado para frustrar la carrera política de Menem. Menciona un legajo de Inteligencia sobre Yabrán elaborado por la policía provincial, del que sostiene que faltan las fojas con las escuchas telefónicas que luego se habrían utilizado para hacer público el vínculo de Menem con su cliente. El ministro de Justicia y Seguridad de Buenos Aires, Carlos Arslanián, responde que se trata de una hipótesis descabellada, delirante y surrealista, que el legajo de Inteligencia sólo contenía recortes periodísticos, que nunca hubo recursos técnicos para otra cosa y que sólo faltan dos líneas de una foja, porque estaba doblada cuando se fotocopió.

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Por Horacio Verbitsky

t.gif (67 bytes) El abogado Pablo Argibay Molina, que representa en varias causas judiciales al hombre de negocios dudosos Alfredo Enrique Nallib Yabrán sostiene que el fotógrafo José Luis Cabezas fue asesinado como parte de una operación política destinada a frustrar la carrera política del presidente Carlos Menem. El primer acto de ese plan se habría cumplido con el arresto del habitué del Polideportivo de Olivos Guillermo Cóppola "para golpear al entorno presidencial". Según Argibay, una operación similar acabó hace tres lustros con las ambiciones políticas del entonces almirante Emilio Massera, mediante el asesinato del publicista Marcelo Dupont, cuyo hermano Gregorio había tenido duros enfrentamientos con el ex dictador. En apoyo de su pretensión, Argibay exhibe el legajo policial que la Dirección Central de Inteligencia comenzó sobre su cliente, más de dos años antes del asesinato. "Por las características del personaje, que no se cuidaba en nada, sabían de memoria con quién hablaba, de qué hablaba, cuáles eran los negocios en los que podía estar vinculado. Conocían la relación de Yabrán con Menem, con Corach, con Jassan y la utilizaron", dice Argibay Molina. Como responsables señala al ex ministro de Economía Domingo Cavallo y al gobernador de Buenos Aires Eduardo Duhalde. El representante de Yabrán sostiene que el legajo de Inteligencia remitido al juez José Marquevich está incompleto, presume que ello es intencional y solicitó al magistrado de San Isidro el secuestro de los originales. También pidió el secuestro de los posibles legajos de Inteligencia sobre los periodistas Mario Bonino, Hernán López Echagüe, José Luis Cabezas y Andrés Klipphan. El ministro de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Carlos Arslanián descalifica esas afirmaciones como "descabelladas", dice que el legajo de Inteligencia sólo contiene recortes periodísticos y que no está incompleto: si una página aparece trunca en el ejemplar que tiene Argibay Molina, ello se debe a que el original estaba doblado cuando se tomó la fotocopia. Arslanián añade que no existe constancia alguna de que la policía de Buenos Aires hubiera practicado escuchas telefónicas. "Carecían de capacidad y equipos para tal cosa", dice. Arslanián disolvió por resolución ministerial la dirección de Inteligencia, que tampoco figura en la nueva ley orgánica enviada a la Legislatura.

La acusación

El legajo fue enviado por la policía al juez federal Roberto Marquevich, quien entiende en la causa por las amenazas al fiscal Pablo Lanusse, que inicialmente estuvo a cargo del juez Conrado Bergesio. Según Argibay Molina, a raíz de declaraciones periodísticas del ex ministro de Economía Domingo Cavallo, Bergesio lo citó a declarar como testigo. Cavallo entregó al juez la documentación sobre las empresas y el aparato de seguridad de Yabrán que el juez federal Jorge Urso no había aceptado en la querella por injurias del cartero depuesto contra el ministro cesante. "A partir de allí, Bergesio orienta toda la prueba hacia la operatoria de las empresas de Yabrán y algunos ilícitos que se habrían cometido en relación con el correo", dice Argibay Molina. El juez fue recusado por haber recibido documentación de los abogados de Cavallo de noche en su domicilio y la Cámara Federal de San Martín lo separó de la investigación. Marquevich sucedió a Bergesio y, a pedido de Yabrán, requirió al ex secretario de seguridad Luis Lugones todos los antecedentes de Inteligencia que tuviera respecto de Yabrán. "Suponíamos que existían y que habíamos sido objeto de seguimiento y de observaciones. Eso es ilegal. La ley orgánica de la policía de Buenos Aires del año 80 habla de hacer Inteligencia en caso de delitos económicos, salvo que la jurisdicción fuera militar o federal. En este caso es federal, ya que Edcadas funciona en el aeropuerto de Ezeiza. Por algún motivo especial el 14 de diciembre de 1994 se abre este expediente, con una nota periodística sobre la muerte del brigadier Echegoyen, de abril de 1991. Lo más llamativo es que las amenazas al chofer de Echegoyen son el mismo argumento con el que se reabrió la causa seis años después, en marzo de 1997. La tapa del expediente dice Tomo 1, pero no existe tomo 2. Hay folios correlativos de diciembre de 1994 hasta que aparece de golpe una foja del 10 de febrero de 1997. Hay un salto de tres años, que suponemos corresponde a los tomos 2 y 3 que han desaparecido", dice Argibay. (A partir de aquí preguntas en bastardilla)

--¿Han desaparecido o durante tres años no hubo motivos para investigar?

--Tiene que haber habido motivos. Precisamente en ese período se produce el caso Boyler en Pinamar, que la Cámara ordenó investigar, y del que no hay nada. En cambio está el episodio del hermano de Yabrán con la periodista de La Prensa en Entre Ríos. Si el legajo estaba archivado desde enero de 1996, alguien lo movió para agregar este papel del 10 de febrero de 1997, posterior al asesinato. Allí aparece un artículo de 1992 de la revista Humor sobre el Concejo Deliberante, que no tiene nada que ver con Yabrán ni con Edcadas. El mismo episodio está referido en el libro de Cavallo La hora de la verdad. Este es un dato decisivo para nosotros de que ha habido alguna intercomunicación.

--¿Qué menciona Cavallo?

--Un supuesto grupo de Inteligencia que estaría vinculado a un diputado Benedetti y a la Escuela Shopping. Es decir algo que no tiene nada que ver con Edcadas y que sin embargo aparece misteriosamente en la foja 39 del legajo de Inteligencia. No sabemos por qué figura acá.

--Será porque vinculan ese servicio de informaciones con Yabrán. Es conocida la relación entre Benedetti y usted.

--Es un tema del estudio Fontán Balestra que yo integraba. Habíamos asumido la defensa de Daniel Szeimbaum en la causa de la Escuela Shopping. Y de ahí conozco a esos otros personajes. Pero no tienen nada que ver con Yabrán.

 

--Pero Fontán y usted eran abogados de Yabrán.

--Lo fuimos hasta setiembre de 1995.

--Que en un expediente de Inteligencia figure una causa que lleva el estudio Fontán Balestra, que atendía los asuntos de Yabrán, no tiene nada de sorprendente.

--El común denominador de esta línea desaparece en el libro. Cavallo me atribuye a mí la relación con Corach, con quien no tengo nada que ver, y haber nombrado a todos los jueces y orquestado esta campaña. Todo esto es una falacia. La relación con Corach es de Fontán Balestra. Yo no he designado ningún juez.

--Nada de eso prueba nada sobre el crimen.

--Esto es como el homicidio de Marcelo Dupont, que le atribuyeron a Massera para liquidarlo políticamente. Cuando Fontán Balestra y Jorge Ibáñez, que estaba casado con una cuñada de Dupont, fueron a Coordinación Federal, los interrogaron sobre los hábitos de Dupont y con esos datos luego se hizo una simulación de viaje, como si hubiera salido por Paso de los Libres y hubiera pasado por Porto Alegre. También en ese caso, como en el de Cabezas hubo un área liberada y una tarjeta, que Dupont habría entregado a un seudo compañero de viaje, que viajó de Porto Alegre a Buenos Aires para comprar una cadenita de dos pesos. Todo absurdo. Pero Dupont tenía una llaga de picana en el brazo, un golpe de desmayo y ninguna lesión de defensa. Pregunté en el CELS cuántos casos había con una marca similar y me dijeron que ninguno. En cambio en la causa por el secuestro de Combal, que fue mi cliente, había otro secuestrado, Tomasevich, que tenía una llaga similar, y en uno de los allanamientos se secuestró un soldador eléctrico, con el que se podría haber hecho. El episodio Dupont tuvo el objetivo político de descalificar a Massera como candidato.

-La idea de que una marca de tortura significa que no fue Massera es verdaderamente curiosa. ¿Y a quién se intentaría descalificar con el asesinato de Cabezas?

--A Menem, por medio de Yabrán. Por las características del personaje, que no se cuidaba en nada, sabían de memoria con quién hablaba, de qué hablaba, cuáles eran los negocios en los que podía estar vinculado. Se utiliza a Yabrán para perjudicar a Menem. Este fue el segundo capítulo del episodio Cóppola. Hay una continuidad. Por eso la divulgación del Excalibur. El objetivo era vincular a Yabrán con Menem, con Corach, con Jassan, con toda esa estructura política.

--Pero Yabrán está vinculado con todos ellos.

--Eso no está en discusión. Yo me refiero a la utilización que hacen de eso. Que esa relación existía lo tenían clarito. Y eso es precisamente lo que falta en este expediente de Inteligencia, entre el 94 y el 97, las escuchas, y todo lo que se usó después. Nosotros creemos que acá falta toda la prueba que se usó para hacer la Inteligencia de Yabrán, todas las grabaciones telefónicas que después se ventilaron como Excalibur y que ellos las debían tener antes. Habían reconstruido la estructura de contactos, habían elegido la temática a emplear, porque sabían lo que le importaba la privacidad a Yabrán, y la repercusión de sus episodios con la prensa. Eligieron el lugar, Pinamar, por la habitualidad de las fiestas de Andreani, eligieron a la víctima, el primer fotógrafo que lo había retratado. Y todo eso debe haber estado en los folios que faltan en este legajo de Inteligencia. No discutamos lo que pueden ser políticamente Menem y su equipo o Yabrán y sus negocios. Eso ya lo tenían todo. El problema es cómo lo plantean ante la sociedad. Lo tenían y se usó de acuerdo a las conveniencias partidarias. Tan es así que después hubo acuerdos de no seguir divulgándolo.

--¿Acuerdos entre Menem y Duhalde?

--Acuerdos políticos. No sé si ellos directamente o los emisarios. Pero eso es lo que estuvo en discusión. La clave está en una pregunta que hizo el abogado de la familia Cabezas Alejandro Vecchi: ¿por qué no aparecen las fotos de los autos que se desplazaban por la ruta el día del asesinato, o aparecen borrosas? Porque ahí deben estar los que realmente fueron. Si hubiera sido la de Prellezo nos la hubieran dado enmarcada, con vidrio, autografiada y servida con papas fritas. Y también en una nota de Andrés Klipphan en Página/12, sobre un papelito colorado recogido frente a lo de Andreani, donde hablan de dos tiros, de las esposas, del cartel de Cali, cuando todavía no se sabía que Cabezas tenía dos disparos. Eso debió ser hecho por alguno vinculado con los que se iban en aquellos autos.

--¿En qué consiste el primer capítulo que menciona como episodio Cóppola?

--Como lo entendió toda la gente. Una maniobra encaminada a golpear un entorno político determinado, del presidente.

--Es sugestivo que ustedes digan que a Massera, a Menem y a Yabrán les hicieron lo mismo. ¿Por qué no le preguntan por los dos casos al Tigre Acosta?

--No creo que Yabrán tenga relación con ese personaje. Me manejo exclusivamente con el expediente que me tocó conocer por la viuda de Marcelo Dupont, María del Carmen Firpo, y con lo que hemos obtenido en la causa 6119 de San Isidro. Es llamativo que cuando se llega a la referencia de Cavallo el legajo se corte y haya un salto a un artículo periodístico de la revista Noticias. La foja 53 termina diciendo que "siempre por las fuentes de la mencionada maniobra en su oportunidad habría tenido conocimiento el doctor Domingo Cavallo, el cual habría indicado que siempre que se dejara" y se pasa a la foja 54 que es el artículo de Noticias de noviembre de 1994. Es razonable pensar que faltan muchas más cosas. En otra foja dice que "los últimos acontecimientos que involucran a Yabrán respecto del ataque a periodistas han tenido una importante repercusión". Pero a esta fecha, el 14 de diciembre de 1994, únicamente había habido un episodio con gente de la revista Noticias que se había subido al muro de la casa para sacar fotografías. Y luego se agrega toda la temática del hermano, no sabemos por qué está ahí, ni por qué se habla en plural sobre los episodios con periodistas.

[La respuesta surge de la carpeta de Inteligencia que el propio Argibay entregó a este diario. Un recorte de prensa archivado allí relata otros incidentes, con periodistas y reporteros gráficos de La Nación y de la revista Gente, apedreados al fotografiar la fortaleza de Yabrán en Acasusso. Otro informa de un reclamo al ministro del Interior por la seguridad de los periodistas de todos esos medios agredidos. Un tercero consigna una declaración de repudio por esas agresiones de ADEPA, AEDBA, UTPBA y FATPREN. También sendos editoriales de La Nación y La Prensa unen los episodios de Entre Ríos y Acasusso.]

--Aunque se hubieran subido al muro, eso no justifica tirotearlos.

--Nunca quedó claro si no fue la custodia de la casa de enfrente.

--La relación conflictiva de Yabrán con los periodistas no es un invento de Duhalde ni de Cavallo. La tarjeta hablando de un jarrón para romper en la cabeza de un periodista, la rayadura de la carrocería de los coches de Noticias, la pinchadura de las gomas del auto de Cabezas.

--Ignoro cómo fueron. Pero es razonable pensar que es precisamente aprovechando de ese comportamiento cómo se construye esto. La fecha del 10 de febrero en que se reabre el expediente es la misma de la detención de la banda de los horneros en otra causa en La Plata.

--¿Y eso qué significaría?

--Que saltamos de los pepitos a los prellezos. Todo hace pensar que sería algo dirigido contra Larry Flint.

--¿Larry Flint?

--Es difícil explicar muchas de las cosas que Yabrán hace y su comportamiento. Pero como en la película, cuando llega a la Corte Suprema de Justicia, Larry Flint les explica a sus pares que por ser tratado como el peor, su defensa garantiza los derechos individuales del resto de la población.

--No dice que es tratado como el peor. Dice que es el peor de todos.

--Yo no puedo decir eso.

La respuesta

Página/12 interrogó al ministro de Justicia y Seguridad de Buenos Aires, Carlos Arslanián, quien pidió 24 horas para ponerse al tanto sobre el legajo de Inteligencia. El viernes 1º, en una ciudad desierta por el feriado, Arslanián dijo que "ante hechos políticos, gremiales o delictivos de resonancia la Inteligencia policial juntaba el material periodístico y lo ordenaba en forma muy poco prolija en un legajo. Después hacía una síntesis o evaluación de ese material. Eso es lo que ocurrió en el caso de Yabrán, pero no hubo ninguna investigación particular sobre él". (A partir de aquí preguntas en bastardilla.)

--El abogado de Yabrán dice que faltan fojas._

--No es así. La foja que él supone trunca, corresponde a un papel de fax, que estaba doblado cuando se fotocopió para remitir al juzgado. Quedaron tapadas por el doblez un par de líneas, que dicen "traslucir cierta transparencia en el negocio, él no se opondría al mismo". Nada importante.

--Según Argibay Molina faltan las fojas con la información que se habría usado para elegir como víctima a Cabezas, para dañar a Menem a través de su relación con Yabrán.

--Eso es descabellado. Cualquier hipótesis que pretenda ver en ese burdo legajo la preparación de algo es un dislate, una fantasía delirante. Esos legajos de Inteligencia son precarios en su concepción y diseño, completamente inocuos, producto de una estructura de otro tiempo, que siguió existiendo sin recursos y con un poder residual, consistente en juntar papeles en forma autónoma. Yo la he disuelto por Resolución ministerial, y no figura en la ley orgánica enviada a la Legislatura.

--También hay un informe a máquina sobre una oficina en el centro de Buenos Aires, que Yabrán usaría para lavar dinero proveniente de actividades ilícitas. ¿Qué tiene que ver la policía provincial con el lavado de dinero en la Capital?

--Nada. Por eso estamos corrigiendo tantas cosas.

--Argibay también dice que la provincia no tenía jurisdicción sobre Edcadas, que era federal.

--Es posible. Pero el legajo empieza con la muerte del brigadier Echegoyen, un homicidio común.

--¿Por qué lo llama homicidio común?

--Común o no, es un crimen que tuvo mucha repercusión.

--¿Por qué dice crimen y no suicidio?

--Repito lo que dicen los diarios, la familia. No tengo información propia. Pero todo eso que hay en el legajo ni siquiera merecía el nombre de Inteligencia, era pura alcahuetería, una reunión de recortes periodísticos y a lo sumo informes de buchones, fuentes que no se pueden exhibir ni compulsar. Recién ahora estamos organizando con equipos de criminólogos un aprovechamiento científico de la información proveniente de fuentes legítimas como los sumarios policiales y las causas judiciales, que tienen una riqueza informativa que no se recupera por falta de aptitud. Todo eso se volcará en una base de datos para cruzar informes y detectar patrones de conducta, con puntos de conexión entre delitos, cantidad de gente que interviene, coincidencias y afinidades. Estamos construyendo una red informática que conectará online a cada departamento judicial de la provincia con La Plata. Esto permitirá que tanto la policía judicial como los fiscales conozcan al día cada delito que se cometa. Esa red conectará a las direcciones de investigaciones con la central, donde trabajarán expertos. De ese modo, en cuestión de meses desaparecerá hasta la última banda de delincuentes de la provincia. La ventaja que tenemos es que hay que hacer todo desde cero, construir sobre la nada. En las comisarías habrá estudiantes universitarios que recibirán las denuncias, sobre un formulario de multiple choice, que en apenas tres minutos permitirá recoger toda la información relevante sin perder un solo dato, aprovechar la máxima riqueza informativa con el mínimo de esfuerzo. Esos formularios ingresarán de inmediato a una base de datos. Seis o siete hechos similares permitirán detectar un patrón delictivo y confeccionar los identikit. Eso es policía científica, no la porquería que hubo hasta ahora. Hoy manda la tecnología, y las buenas cabezas para saber qué pedirle a la máquina e interpretar la respuesta. Vamos a tener hasta una página en Internet para que cualquier usuario pueda conocer el mapa criminológico de la provincia.

--Volviendo al tema: entre las cosas que faltarían en el legajo de Yabrán, su abogado menciona las escuchas telefónicas, que luego se habrían usado para comprometer a Menem.

--En primer lugar, le repito que en ese legajo no falta nada. Pero además, Inteligencia no hace escuchas. Carece de tecnología para operar en ese sentido. Era una dirección residual que se limitaba a juntar papeles sin ningún valor ni utilidad. Nadie fue más perjudicado que Duhalde por el asesinato de Cabezas. Pensar que pudiera beneficiarlo es puro surrealismo.

 

¿Por qué ahora?

Por H. V.

t.gif (67 bytes) Las declaraciones del abogado de Yabrán implican un cambio de personero y de táctica. Argibay Molina había sido desplazado del primer plano luego de un fuerte cruce con Chacho Alvarez, quien lo llamó "el abogado de la mafia". El rol que cumplía se repartió entre varios: Wenceslao Bunge como vocero personal, Guillermo Ledesma que actúa en la causa de Dolores, Julio Virgolini, Jorge Sandro, Carlos Espinosa, Pablo "El Petiso" Medrano y el estudio Iribarren en otras menos conocidas.

La reaparición de Argibay se produce en un momento especialmente complicado para Yabrán. En pocos días más la jueza Laura Elías lo interrogará por falso testimonio. La Cámara de Dolores condenó a un año de prisión en suspenso al suboficial del Ejército Claudio Manuel Boyler por lesiones leves y daños a dos periodistas de Mar del Plata, quienes fueron agredidos a las 9 de la mañana del 9 de enero de 1995, cuando se acercaron a la vivienda de Yabrán en Pinamar. Yabrán negó toda relación con Boyler pero los jueces consideraron probado lo contrario y ordenaron procesarlo. Hace dos semanas, además, la misma Cámara confirmó la prisión preventiva de Gregorio Ríos, a quien llamó "jefe del servicio de custodios o vigiladores" de Yabrán como instigador del crimen de Cabezas. También ordenó al juez José Luis Macchi que dirigiera la investigación a la asociación ilícita de la que formarían parte policías, delincuentes y "el grupo para el cual Ríos cumplía funciones de servicio" y que profundizara respecto de "la autoría intelectual, la táctica desarrollada, y el facilitamiento de medios económicos y humanos" para el asesinato.

 

El valor del símbolo

Por H. V.

t.gif (67 bytes) El 9 de diciembre de 1985, el presidente de la Cámara Federal de la Capital León Carlos Arslanián leyó la sentencia que condenaba a los ex dictadores Jorge Videla y Emilio Massera a prisión perpetua y a sus congéneres Roberto Viola, Armando Lambruschini y Ramón Agosti a penas de 18, 12 y cuatro años y medio de prisión, por las privaciones ilegales de la libertad, tormentos y homicidios cometidos durante la guerra sucia militar contra la sociedad argentina. Otro de los camaristas que firmaron aquella sentencia era Guillermo Cándido Ledesma, quien durante los últimos meses de la dictadura militar había declarado inconstitucional la ley de autoamnistía.

Arslanián es hoy el primer titular del flamante ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Ledesma asiste al principal sospechoso de la opinión pública en la causa por el asesinato de José Luis Cabezas, que es uno de los campos de batalla por la conducción del justicialismo, entre el presidente Carlos Menem y el aspirante a sucederlo, su ex vicepresidente Eduardo Duhalde. El juicio a los nueve ex Comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas, tres de los cuales habían usurpado además la Presidencia de la Nación, conserva así el valor de un símbolo. Fue el acto fundacional de la institucionalidad democrática, que puso fin a más de medio siglo de inestabilidad y autoritarismo. Tres lustros después, en una sociedad con un anhelo insatisfecho de ética, los jueces que actuaron en aquella causa gozan de tal respeto que a ellos recurren quienes necesitan blanquear su imagen pública.

 

Dice que dijo

t.gif (67 bytes) El abogado de la AMIA, Luis Dobniewski aclaró que el simulacro de explosión de un volquete fue "una experiencia absolutamente privada a cargo de los periodistas Néstor Machiavelli y Raúl García, quienes tuvieron la gentileza de invitar a nuestro perito en explosivos". Añade que "esa experiencia independiente de los periodistas citados integró un documental que fue comercializado en forma particular y en forma parcial por el equipo autor de la iniciativa" y que la AMIA sólo adquirió a posteriori sus derechos de uso en programas de difusión. En un artículo publicado en La Nación el 25 de noviembre de 1997, que García y Machiaveli hicieron llegar a este diario, se informaba que la propuesta fue presentada por los dos periodistas, aceptada por el juez Juan José Galeano y resistida por la AMIA. El artículo de La Nación también reproduce la opinión de Dobniewski previa al simulacro: "Para nosotros es una prueba innecesaria" (HV).


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