Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


PORELORTI, UN ESPEJO MEDÍATICO DE LOS DIRIGENTES ARGENTINOS

Interpretado por el actor Fernado Peña, el político corrupto de "Animal de Radio" suele superar la barrera de la ficción.

 

 

Todas las tardes, Porelorti entrega una feroz parodia política.


"Creo que a los funcionarios, más que enojo, les causa gracia", dice Peña.

na20fo01.jpg (5488 bytes)

Por Angel Berlanga

t.gif (67 bytes) Fernando Peña es actor e interpreta a Rafael Orestes Porelorti, funcionario de negocios y tareas múltiples cuyas conferencias de prensa se emiten en "Animal de Radio", el programa conducido por Lalo Mir (lunes a viernes de 17 a 20, Rock & Pop). Algunas señas del personaje: está al frente del curro nuestro de cada día, maneja a la policía y a la Justicia, no se sonroja ante el retraso en el pago a los jubilados, maltrata a su esposa Chucha y termina las rondas de prensa insultando a los periodistas. Resulta innecesario aclarar que cualquier semejanza con la realidad no es pura coincidencia; Porelorti es, más bien, el espejo de las peores virtudes de la dirigencia argentina.

Para captar los clichés del personaje, Peña escuchó entrevistas a políticos y funcionarios en programas radiales matutinos; de allí que Porelorti apele a latiguillos como "sí, señor periodista", "me alegra que me formule esa pregunta", "hay una suerte de confusión" o "vamos a investigar hasta las últimas consecuencias". Se sabe que también forman parte del gabinete Porelorti los ministros Kojan y Cora, y que el funcionario, de vez en cuando, se toma unos vinos con un tal Gostanian.

"Creo que, si algún funcionario escuchara a Porelorti, no se enojaría: más bien le causaría gracia", supone Peña, quien trabaja desde hace cuatro años con Lalo Mir. La suposición del actor enfoca sobre la degradación cambalachesca de los últimos años, con noticias diarias de funcionarios enriquecidos gracias a sus cargos. Recién los vientos de recontra reelección, con el intento de revertir la imagen de impunidad que la sociedad tiene de los poderes, amenazan con llevar a unos cuantos ex perejiles favorecidos a cárceles de lujo. Peña alumbra con humor las zonas oscuras de los dirigentes. En la primera entrada del programa, el personaje dialoga con Mir y en confianza le explica en qué consiste el curro. Su segunda aparición es en la conferencia de prensa, una fachada de cara a la sociedad para justificar los negocios. Para acercarse al perfil del personaje basta con hacer un repaso sobre sus actividades:

* En carácter de arquitecto, anunció la construcción de 20.000 kilómetros de autorrutas de 32 carriles. No se cobraría peaje, pero al llegar a destino el usuario debe hacer una donación de 200 pesos. "Estuve en un cóctel con la señora del cemento, y me dijo que tenía sobrante... Y como yo le hice un favor, ella me paga con bloques y bolsas...".

* En carácter de médico clínico y psicoanalista, anunció la construcción de Sanatorios Porelorti. "Hay gente de mucho apellido que quiere blanquear su plata, y entonces la pone para hacer hospitales. Entonces les digo: 'Señores, necesito un millón de dólares para comprar camas'; gastamos 200 lucas y el resto lo repartimos".

* En carácter de juez, explicó que no había allanado once templos truchos cuyo dueño era... él mismo. "El señor Porelorti, Rafael Orestes, en su carácter de titular de templos, salía con unas cajas de una sucursal cuando me pescó, lo pescó, un periodista. Tras desaconsejarle que publicara la nota, le aclaré, le aclaró, que se trataba de una mudanza". "¿Y qué hacían ahí dos coches de la policía?", le preguntaron al juez Porelorti. "Bueno, una unidad estaba enfrente, en un restaurante al cual estaban asaltando, y la otra estaba vigilando mientras el señor Porelorti se estaba, nos estábamos, mudando. Es un servicio que cualquier ciudadano puede pedir a la Policía Federal y Bonaerense".

El bochorno de la dirigencia es tan frecuente que cuesta mantener la capacidad de asombro y no es inusual el cruce entre realidad y ficción. Cuando se descubrió la cuenta suiza de Antonio Bussi, y mientras se esperaba la explicación del represor tucumano, Porelorti argumentó un "olvido" ante la prensa. Exactamente lo que hizo Bussi al día siguiente. Luego de que la realidad copiara a la ficción, Porelorti cerró el círculo al imitar a Bussi y apelar al llanto. "He olvidado declarar el dinero que se me atribuye... Quiero pedirles disculpas por mi olvido involuntario... No tengo en este momento la cifra, señores periodistas. Les voy a pedir que no me agredan en estos momentos difíciles que estoy pasando... Soy un funcionario en pena, no me abandonen en el peor momento".


ESA CUBANA DEL AVIÓN

Fernando Peña no tiene libreto para hacer de Porelorti: minutos antes de salir al aire, desde la producción le dicen de qué tema va a hablar. El resto es información de los diarios, improvisación y el carácter cínico del personaje. El actor nació en Montevideo 35 años atrás y desde chico se le daba por imitar voces. "Agarraba la guía, me hacía pasar por azafata y decía que había encontrado un paquete con los datos exactos de las víctimas a las que llamaba --cuenta Peña--. Si no los convencía, también hablaba como capitán de un avión. Hacía un montón de llamados y citaba a todos a la misma hora en el hall del Sheraton; entonces iba, me paraba en un rinconcito y veía cómo empezaban a llegar".

Trabajó una década como auxiliar en una compañía aérea, y en los vuelos solía hablar a los pasajeros como si fuera una vieja cubana simpática. Cuatro años atrás, un viajero llamado Lalo Mir sintió curiosidad, pidió conocer a quien hablaba y así descubrió que la señora Milagritos López era en realidad Peña, que al poco tiempo debutaba en Radio del Plata. A través de otro personaje, Dick Alfredo --un mexicano que mezcla castellano e inglés--, Peña conduce su propio programa en FM Energy (lunes a viernes de 14 a 15) y prepara junto a Ronnie Arias una obra de teatro. Mientras tanto, en "Animal de Radio", los llamados para Porelorti van en aumento. Y ya hay propuestas para un club de fans.



PRINCIPAL