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ENTREVISTA A FITO PAEZ Y JOAQUIN SABINA, UN CHOQUE DE VOLUNTADES

"SOMOS PERSONAS, NO PERSONAJES MEDIÁTICOS"

Su CD conjunto, "Enemigos íntimos", arrancó vendiendo cien mil copias, en una amenaza de suceso. En la entrevista, sin embargo, el argentino y el español parecen más dispuestos a remarcar diferencias que a definir coincidencias, un truco que les sale bien.

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"Estoy orgulloso del resultado, pero no estoy muy satisfecho de mí", dice Sabina.
"Me interesaba un acercamiento puro al castellano. Y Joaquín es una excepción al mundo pop", dice Páez
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Juntos y frente a un grabador, Páez y Sabina hacen honor al título de su disco en colaboración.
"Enemigos íntimos" vendió cien mil copias por anticipado, convirtiéndose en platino instantáneo.


Por Esteban Pintos

t.gif (67 bytes) Los hombres que se miran frente a frente en miles de afiches repartidos por Buenos Aires y alrededores, exitosos vendedores de discos y músicos populares por derecho propio, ahora se ponen (un poco) serios y hablan de lo enriquecedor que ha resultado la experiencia de trabajar juntos, de las cualidades del otro como compositor y/o letrista, del "talento para sentarse al piano y hacer una canción de un tirón" (Sabina sobre Páez), de "tiene el sentido exacto de la palabra, de la emoción" (Páez sobre Sabina). Blablablá, blablablá. Secuelas de una sesión prolongada de entrevistas compartidas que el argentino y el español brindan a propósito de la aparición de Enemigos íntimos, un disco que apunta a convertirse en uno de los sucesos musicales del año (100.000 copias vendidas en Argentina por pedidos anticipados, platino instantáneo) en buena parte de Latinoamérica y España.

En realidad, la noche que reciben a Página/12 ambos recién saldrán del lugar común de sus tareas promocionales cuando se hable del tango, la sobreexposición, las pequeñas-grandes diferencias conceptuales entre ellos y... de ellos mismos. "Este desarrollo de los medios hace que la gente crea que la vida es eso que pasa a través de una pantalla y que los que aparecemos ahí somos personajes. Somos personas, no personajes", dice Fito Páez y Joaquín Sabina aprueba. Están reflexionando desordenadamente sobre el rol que les toca jugar en los medios masivos de comunicación. La salida del compact fue la cristalización de un largo, muy largo trabajo conjunto, en que estos hombres aprendieron que hay muchas cosas que los separan y muchas que los unen, y de ahí surgió el título. En el medio, Paez paró por una serie de problemas de financiamiento el proyecto de rodaje de su primer largometraje como director, y Sabina anduvo haciendo de Sabina por Buenos Aires. El primer clip del CD, "Llueve sobre mojado", filmado en Constitución, ya está rotando por los canales musicales y alguno que otro programa de aire.

Sabina, que ha bebido bastante y lo aclara de entrada ("Estoy lo suficientemente borracho como para decir la verdad", dice), rebota por el salón, hace bromas con sus flamantes amigas y, de vez en cuando, vuelve para sentarse y decir algo gracioso o descolgado o disparatado, también algo lúcido. A veces, tiene complicidad en la sonrisa de Páez. Otra veces, el rosarino hace como que no escuchó y continúa con su discurso. Páez es el opuesto del método Sabina --por lo menos el de esa noche-- para contestar cuestiones periodísticas. Por ejemplo: Sabina dice que está "al 200 por ciento orgulloso de la composición y del resultado; la verdad es que no estoy muy satisfecho de mí" y Páez retruca: "El ya dijo lo que le interesaba, a mí lo que me interesaba era tener un acercamiento más puro al idioma castellano. Y Joaquín es una excepción al mundo pop en ese manejo del idioma".

--Sabina: Haré una queja que tiene que ver con todos, menos con Fito. Cuando venía a la Argentina y oía a Discépolo y tal... notaba un cierto rechazo del mundo pop hacia eso y entonces decía oye, antes de negar a Discépolo, tendréis que mejorarlo.

--Páez: Y después vinieron Virgilio y Homero Expósito, que no sé si lo mejoraron, pero incorporaron a los poetas modernos y dieron un paso adelante.

--Sabina: Si hay alguien a quien amamos y admiramos Fito y yo, es a Charly García. Pero discuto esto con él a los gritos.

--Es curioso, pero hablan de tango y ninguno de los dos ha nacido en Buenos Aires.

--Sabina: No conozco a nadie que haya nacido en Buenos Aires.

--Páez: Creo que nacimos en ciudades periféricas...

--Sabina: No, tú en Rosario.

--Páez: Eso es bueno, llevando la idea de la periferia un poco más lejos. Desde ahí se puede observar las cosas desde un costado más interesante.

--Sabina: Una vez un ejecutivo de mi compañía discográfica me dijo ¿por qué vas a Buenos Aires, si es el culo del mundo? Tenía razón: el culo más hermoso del mundo... (Dirigiéndose a Fito) No me gusta que estés brillante. (Y de nuevo al grabador) Se aprovecha de que estoy fisurado para hacer grandes frases.

--Ambos mantienen un perfil bastante alto en los medios, o por lo menos no suelen entrar en períodos de silencio profundo. ¿En algún momento han pensado en tomar una actitud parecida a la de otros artistas, que directamente no conceden entrevistas?

--Sabina: Me encantaría.

--Páez: Es un tema muy delicado y ahí tenemos el caso de Salinger, que se ha negado a la exposición de una manera brutal.

--Sabina: Pero eso es el colmo de la coquetería.

--Páez: Es una decisión. Pero me parece interesante en este sentido: pareciera que la idea de la promoción desacredita tu trabajo artístico porque uno está haciendo algo para poder vender el producto. Por otro lado, creo que se puede hacer de cualquier instancia un momento interesante, eso depende tanto del entrevistado como del entrevistador y de la circunstancia que rodea al hecho del encuentro. Yo estoy en un momento de mi vida en el que me interesan un montón de cosas, y una de ellas es poder tener charlas como éstas. Trato de enrollarme con todo lo que va pasando. Y es bueno enrollarse, todo es importante, pero si en algún momento pensás que no es bueno enrollarse, hay que retirarse y quedarse solo.

--Sabina: Me estoy deprimiendo un poco y me callo, (dirigiéndose a Fito) entonces hablas tú y me gusta lo que dices. Y no me gusta que me guste lo que dices... (risas).

--Hay una imagen reiterada sobre los artistas masivos que tiene que ver con ese momento en que no pueden salir a la calle, hacer una vida normal. Hay gente que se burló de usted porque cantó eso de que quería estar borracho en el subte...

--Páez: Sí, bueno, lo más interesante que tiene el mundo es la cantidad de individualidades, de subjetividades. Es buenísimo que cada uno diga lo que quiera y creo que la vida y el tiempo te ponen en tu lugar.

--Sabina: No estoy de acuerdo con él, pero digo que la vez que más se enfadó Fito conmigo fue el otro día que me dijo a gritos: ¿creés que yo no estuve en la calle? Yo creo que no está en la calle, pero me gustó que se enfadara. Los medios hacen que la excepción sea, por acción de ellos, la regla. Yo, la verdad, es que estoy muy enfadado con los medios.

--¿Pensó en retirarse de los medios?

--Sabina: ¿Por qué? Yo he venido hasta aquí para traer la Páez y no la guerra.

 


 

DE INVITADO ESPECIAL DE DINA ROT

UNA NOCHECITA CASI EN FAMILIA

t.gif (67 bytes) En un alto de las actividades de promoción de Enemigos íntimos, Fito Páez participó como invitado especial de la noche de debut del espectáculo de Dina Rot, Canciones anónimas tradicionales y sefaradíes. Poetas de España y Argentina. Páez colocó simpáticas pinceladas de color antes del bis con que finalizó el recital del lunes, ante una sala colmada. Sonriente, con el saco ocre prendido sólo en el primer botón, anteojos de marco negro, zapatos de gamuza marrón y medias verdes, parándose en puntas de pie para alcanzar la entonación que la letra exigía, y doblándose apenas un poco sobre el micrófono, el autor ofreció una conmovedora versión de "Yo vengo a ofrecer mi corazón", a dúo con la cantante. Se trataba, en rigor, de una nueva explicitación de un rito familiar: Dina viene a ser algo así como la suegra de Fito. Era ya famosa cuando, en Rosario, Rodolfo Páez estaba aprendiendo a gatear.

Dina, la madre de Cecilia Roth, ya había tenido el honor de recibir a su invitado especial en un emocionante recital de retorno a los escenarios porteños, el año pasado, cuando presentó un repertorio de canciones que incluían poemas de Juan Gelman en sefardí. En esta ocasión, y sin utilizar el aporte de Páez para la promoción, la intérprete se volcó hacia un repertorio amplio, recordando con su público épocas de otras certezas. "Me queda la palabra", sobre un poema de Blas de Otero y "El gusanito, de Jorge de la Vega, fueron un viaje directo hacia la década del '70, cuando la intérprete se convirtió en un personaje de culto en el mundillo musical argentino. Dina deslumbró con su manejo en los matices de la voz cuando interpretó a capella "Nana de Andalucía" --popular española-- y se permitió sendos homenajes a dos de las más grandes autoras de la historia de la música popular latinoamericana, Violeta Parra y María Elena Walsh. El espectáculo, en que Roth canta acompañada por la guitarra de Esteban Morgado, se repitió anoche, y ante la demanda del público se agregó una nueva función en La Plaza para el martes 26 a las 21.


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