Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


ONCE


Por Ernesto Tiffenberg

t.gif (67 bytes) Hace once años los diarios tenían ese tono gris que queda en los dedos después de leerlos. Pero hace exactamente once años nació Página/12, en riguroso blanco y negro, y el periodismo cambió de color. Los títulos subieron de tono, el lenguaje de las notas se acercó al lenguaje que cada uno elige para contarle una noticia al amigo, con el suspenso y la simpleza que merece una buena historia. El humor, y sobre todo el humor corrosivo que sólo se usa para hablar de uno mismo, dejó de estar prohibido y demostró no ser contradictorio con la más extrema rigurosidad en la información. Lo que hasta entonces era un reflejo pasivo de lo difundido por los jefes de prensa se convirtió en un a veces desaforado pero siempre refrescante periodismo de investigación, que cambió la relación entre el poder y los medios en la Argentina.

Por suerte, once años después, todo eso dejó de ser patrimonio exclusivo de una única aventura periodística. Cierto desenfado invadió diarios que parecían inexpugnables en su acartonamiento; el saber que este diario las publicaría impulsó a otros a difundir noticias antes destinadas a morir en el cajón del editor. El propio Página/12 --a veces más aburrido de lo que quisiéramos, a veces más brillante que el más brillante de nosotros, siempre bien informado y valiente-- se vio obligado a desafiar su voluntad de cambio para actualizar su propuesta de renovación. Después de once años esas son todas buenas noticias. Como el orgullo de no haber tenido que esperar once años --o el final de una dictadura o de un compromiso económico-- para confesar que donde se dijo una cosa en realidad se debería haber dicho otra. En sus once años de existencia, cuando alguien debía decir algo, Página/12 simplemente lo dijo.

 

PRINCIPAL