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AHORA SE ES OBESO SIN SER TAN GORDO COMO ANTES

Con la modificación de los criterios para medir la obesidad, el 55 por ciento de la población de EE.UU. tiene sobrepeso. Los peligros para la salud. La situación de los gordos en Argentina.

La grasa en la panza trae más riesgo que la de las caderas.
Entre los riesgos están la hipertensión y la diabetes.

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Por Pedro Lipcovich

t.gif (67 bytes) Precisamente ayer, millones de norteamericanos que se habían acostado flacos amanecieron gorditos: es que el Instituto Nacional de Salud (NIH) de ese país actualizó los criterios para medir la obesidad, lo cual deja a 97 millones de personas, el 55 por ciento de la población, por encima del peso estimable. El NIH introdujo la categoría del "sobrepeso", que incluye a quienes, sin llegar a ser obesos, tienen excedido su "índice de masa corporal": en caso de que, además, tengan factores de riesgo como hipertensión o colesterol, les recomienda adelgazar. Pero también es importante la distribución de la grasa corporal: la pancita, más frecuente en los varones, trae más riesgo de enfermedades, mientras que la grasa en las caderas y los muslos, propia de las mujeres, es menos riesgosa, además de ofrecer otros beneficios. Por otra parte, los especialistas anuncian una globalización de la obesidad, que se agrava en los países en desarrollo. En la Argentina, las estimaciones indicaban hasta ayer un 30 por ciento de obesos pero hoy tienen que ser muchos más, si se acepta que las relaciones carnales no excluyen la grasita.

El índice de masa corporal o BMI (body mass index) se obtiene dividiendo el peso de una persona por su altura elevada al cuadrado: si alguien pesa 80 kilos y mide 1,75 metros, su BMI será 26,12. Con ese índice, en Estados Unidos, hasta ahora entraba en la franja "normal", porque los médicos de ese país tomaban como límite de obesidad el 27,3 para las mujeres y el 27,8 para los hombres. Pero ayer se dieron a conocer los nuevos estándares, que fijan una franja de "sobrepeso" para los BMI entre 25 y 29,9. A partir de la nueva clasificación, 97 millones de estadounidenses adultos, el 55 por ciento de la población, están excedidos de peso.

A las personas que, sin ser obesas, tienen sobrepeso, el NIH les recomienda adelgazar si tienen por lo menos dos de los siguientes factores de riesgo: hipertensión; alto colesterol total; bajo "colesterol bueno" (HDL); alta glucosa en sangre.

Maximino Ruiz, jefe de Nutrición y Diabetes en el Hospital de Clínicas, observó para este diario que "en la Argentina ya nos manejábamos con la diferencia entre sobrepeso y obesidad, reservando este término para los BMI superiores a 30. A partir del BMI 25 empiezan a incrementarse enfermedades como las cardiovasculares, pero el riesgo importante es por arriba de 30". Entonces, a los que están entre 25 y 29, "les proponemos dieta y actividad física a demanda: si el paciente lo solicita. Por encima de 30, en cambio, les indicamos tratamiento, porque ya es una enfermedad".

Los norteamericanos se alinean ahora con los criterios de la Organización Mundial de la Salud, que el año pasado convocó a una International Obesity Task Force para unificar criterios: "BMI de 25 a 29,9, sobrepeso; de 30 a 35, obesidad grado I; de 35 a 39,9, grado II; 40 o más, grado III", precisó el especialista Jorge Braguinsky, integrante de esa Task Force, y aclaró que "esta unificación es importante para comparar cifras internacionales pero, en el consultorio, no alcanza con el BMI".

No alcanza porque "supongamos un hombre y una mujer con similar edad y obesidad según su BMI: es probable que el hombre esté más enfermo porque en los varones la grasa suele localizarse en el abdomen, donde trae más riesgos que en los muslos y caderas", explicó Braguinsky. La grasa abdominal se evalúa midiendo la circunferencia de la cintura: una circunferencia superior a 102 centímetros en el hombre u 89 centímetros en la mujer significa riesgo incrementado para quienes tienen un BMI de 25 a 34,9, según el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos.

Entre los riesgos están la hipertensión, la diabetes, las enfermedades coronarias, los ataques cardíacos, problemas de vesícula biliar, osteoartritis, problemas respiratorios como la apnea del sueño y ciertos cánceres. La obesidad es la segunda causa de muertes prevenibles en Estados Unidos, después del cigarrillo, y le cuesta a ese país unos cien mil millones de dólares por año, según el Instituto.

En la Argentina, según el especialista Alberto Cormillot, "podemos calcular que entre el 25 y el 30 por ciento de la población tiene problemas de obesidad. En todo Occidente hay cada vez más gordos: por el sedentarismo, la escasa actividad física en los colegios, la tercerización de la comida que termina comprándose 'aquí a la vuelta'".

Braguinsky precisó que "en países subdesarrollados, los índices de obesidad son mayores que en Estados Unidos: pese a que sigue habiendo millones de personas desnutridas, el problema nutricional más importante es hoy el exceso de peso. Incluso dentro de Estados Unidos la obesidad es mayor entre los negros, los latinos y los indios".

El informe del Instituto Nacional de la Salud será distribuido a los médicos clínicos de Estados Unidos, e incluye la recomendación de que "todos los adultos determinen su BMI cada dos años".

 

EL RIESGO DE LAS PASTILLAS

Por P.L.
Tan graves como los riesgos del sobrepeso son los de los remedios que tratan de impedirlo. En Estados Unidos esto se toma muy en cuenta desde que se prohibieron el Redux y la combinación "phentermina-flenfluramina" por sus graves efectos secundarios. Según el Instituto Nacional de la Salud, los medicamentos "sólo pueden usarse como parte de un programa que incluya dieta y actividad física, y en pacientes cuidadosamente seleccionados: con índice de masa corporal superior a 30, o superior a 27 si tienen dos o más de los siguientes factores de riesgo: diabetes, hipertensión, alto colesterol o apnea del sueño; y sólo si fracasaron en bajar de peso o mantenerlo con tratamientos sin drogas. De todos modos, no se ha establecido la seguridad y efectividad de ninguna droga superado un año de tratamiento".

 

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