Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


BUSSI ZAFO DEL JUICIO POLITICO Y REASUMIO EL CARGO
UN REGRESO SIN GLORIA

La oposición votó en su contra pero no logró los dos tercios necesarios para destituirlo. Bussi reasumió y habló en el balcón con un discurso conciliador, hijo de su debilidad. Perdió el apoyo de su partido, del gobierno nacional y está jaqueado por la Justicia. Operaciones en su contra.

Hubo muchos partidarios del ex dictador en la Plaza.
También represión y escupitajos para los opositores.

Parangón: "No voy a permitir que apóstatas y adulones usen la palabra de Perón", dijo el diputado justicialista para luego comparar a Bussi con Hitler.

na03fo01.jpg (11663 bytes)


Por Felipe Yapur   desde Tucumán

t.gif (67 bytes) Antonio Bussi reasumió como gobernador, pero sin el poder y la fuerza que tuvo el ahora lejano 29 de octubre de 1995. El general amonestado trató de mostrarse firme al menos en el tono marcial de su voz, pero el contenido del discurso puso al desnudo su debilidad: "Necesitamos hacer mucho todavía pero no lo podremos lograr sin todos los tucumanos, más allá de las diferencias ideológicas". Bussi es tan consciente de su debilidad política que desde hace una semana comenzó a cambiar el discurso duro, agresivo contra la oposición y "el pacto de gobernabilidad" comenzó a ser la idea fuerza de cada arenga que realizó últimamente.

Sí, el general amonestado, el gobernador de la dictadura, retornó a la Casa de Gobierno de Tucumán. Las matemáticas, que muchas veces no coinciden con la razón, esta vez fueron aliadas del militar.

Los 19 votos que necesitaba el Tribunal Legislativo para destituirlo apenas llegaron a los previsibles e inalterables 16 votos de la oposición, radical y peronista.

La historia que comenzó con la salida a la luz de la cuenta bancaria y secreta en Suiza dividió a la opinión pública en el jardín de la República. Una división que el propio Bussi reconoció en su discurso, para nada improvisado, en el balcón de la Casa de Gobierno, poco después de conocida la decisión del Tribunal. Hoy, para el ex dictador todos somos o "tucumanos republicanos", o "tucumanos" a secas. Nadie se mantiene al margen, por más que lo anhele, porque él necesita a todos para mantenerse en el poder que tanto desea.

El desenlace fue seguido por un grupo de republicanos que se concentraron en las inmediaciones del Palacio Legislativo de Rivadavia al 100 de la capital tucumana, y que aprovecharon la oportunidad para dar riendas sueltas a su alegría y hostigar a los legisladores opositores.

La elocuencia de algunas fundamentaciones de los votos, vertidas en el seno de la Cámara, por legisladores opositores contrastó con la apatía de una provincia que intuía este final cantado. Sucede que todos sabían cómo terminaría todo y los cincuenta y cuatro días de Bussi fuera del gobierno no alcanzaron a desgastar al general suspendido hasta el punto de obligarlo a renunciar. Pero sí fueron un elemento decisivo para los tiempos que se avecinan.

Bussi retorna al gobierno, pero no a la gobernabilidad. Y eso le da miedo porque sabe que no logrará llegar a 1999 con la fuerza suficiente como para garantizar que su hijo continúe su "obra de gobierno".

Cuando la sesión concluyó se produjeron algunas escaramuzas que no pasaron a mayores. Eso sí, los republicanos se caracterizaron por pegar primero y no se salvaron periodistas, peronistas o radicales.

Bussi volvió exactamente a las 14.44 a ocupar la primera magistratura cuando el presidente del Tribunal, René Goane, dio por finalizado el proceso. La mayoría de los jueces optó por fundamentar su voto. Dos oficialistas, el republicano Carlos Caram y la ex justicialista María de Rija, nombraron al ex presidente Juan Domingo Perón y utilizaron sus célebres frases. Desde la oposición Virgilio Núñez tronó: "No voy a permitir que apóstatas y adulones usen la palabra de Perón", para luego comparar a Bussi con Hitler.

Entre las más claras exposiciones se destacaron los radicales Carlos Courel y Julio Herrera. El primero enumeró todos los desórdenes cometidos por Bussi, mientras que el representante de La Cocha (una ciudad ubicada en el extremo sur de la provincia) destacó que "hoy el gobernador va a festejar por la impunidad, la corrupción y la mentira".

Por su parte, el justicialista Enrique Pedicone habló de la "inmoralidad" de esta Legislatura al tiempo que vaticinó que "ahora va a seguir la rapiña, la violación y el aborto como aseguró el propio gobernador corrupto que sufrimos los tucumanos".

Los discursos de los bussistas fueron simples y los argumentos extremadamente pobres.

Después del final esperado por todos, la pregunta que comenzó a flotar en el ambiente es qué será de este Tucumán paralizado, empobrecido y que ve prácticamente con estupor un divorcio casi definitivo entre el gobernador y la oposición peronista-radical.

Al gobernador restituido le esperan días duros, durísimos. Y como la famosa espada de Damocles, pendiendo sobre su cabeza, está la investigación del juez federal Ricardo Tomás Maturana sobre enriquecimiento ilícito, evasión impositiva y desaparición forzada de una menor.

Por supuesto, éstas son las horas donde las especulaciones están a pedir de boca. Por ejemplo, ya se está hablando de una posible intervención directa del PEN a través del Ministerio del Interior. Algunos legisladores republicanos habrían sido notificados de que cuando la Justicia lo requiera el anciano general tendrá que decirle adiós al sillón de Lucas Córdoba (el primer gobernador tucumano). Como dato que confirmaría esta especulación es la fundamentación del voto por la no condena que hizo el bussista moderado Herminio Pigoni: "Si la Justicia da su veredicto y declara culpable al gobernador, este legislador se va a encolumnar detrás de la Justicia".

Obviamente, los ultrabussistas están de fiesta. Ernesto Padilla, uno de los abogados del gobernador reasumido, coincidió con el discurso de su máximo jefe: "Creo que si nosotros no perdemos la fe la unión de los tucumanos será un hecho. Pero ahora tenemos que hacer una especie de jubileo y mirar para adelante. Tucumán se lo merece". Asimismo advirtió que Bussi acatará lo que diga la Justicia y "concurrirá ante cualquier solicitud siempre y cuando no afecte la investidura de gobernador".

Desde la otra vereda Enrique Pedicone profetiza las siete plagas de Israel para Tucumán: "Con el gobernador corrupto de nuevo en la Casa de Gobierno las posibilidades de crecer como provincia son nulas. En el exterior consideran a Bussi un asesino, genocida y corrupto, por eso no llegan los 100 millones de dólares del Banco Mundial, tampoco los capitales vendrán a invertir. Nos convertiremos en una isla que se irá muriendo de a poco gracias a esa clase política claudicante que conforman los bussistas".

Un dato para tener muy en cuenta es que con un Bussi debilitado la interna en Fuerza Republicana se agudizó y sólo basta con observar el frío abrazo entre el vicegobernador Raúl Topa y Bussi luego de que éste culminara su discurso que dijo de memoria.

 


 

OCHO JUICIOS EN DANZA

Antonio Bussi dijo ayer que el juicio político fue sólo una página en la historia de Tucumán. En lo que respecta a juicios, Bussi tiene muchas páginas por recorrer. Son, por ahora, ocho.

En Tucumán enfrenta los siguientes juicios: enriquecimiento ilícito, falsedad ideológica y un tercero por incumplimiento de los deberes de funcionario público.

En el fuero federal, el juez Ricardo Tomás Maturana investiga al gobernador en otras tres causas: enriquecimiento ilícito, evasión impositiva y por la desparición forzada de una menor.

Esta semana se incorporó una nueva y la declaración ante la justicia provincial de Nelva Pita de Bestani. Su hija desapareció el 15 de junio de 1980 y el propio Bussi, que en ese entonces era jefe del III cuerpo de Ejército, le prometía a la mujer y su esposo, el cónsul del Líbano en Tucumán, que en poco tiempo Marta Elena Bestani aparecería. Un año y medio después la joven apareció asesinada. La madre de Marta lo acusa a Bussi de encubrimiento.

Finalmente está la causa que lleva adelante el juez español Baltasar Garzón que puede derivar en orden de captura (ver aparte).

 



RELATO CUANDO EL DICTADOR FUSILABA EN TUCUMAN
LAS LÁGRIMAS DE UN TESTIGO

Por Silvia Pérez   desde Madrid

t.gif (67 bytes) "Dios mío, no puede ser, no es justo. Esto me avergüenza porque el lugar de los genocidas y ladrones es la cárcel..." prorrumpió en llanto un tucumano en pleno Madrid, a la salida del juzgado de Baltasar Garzón. Era Luis Gallardo, quien desgranó ante el juez Baltasar Garzón un escalofriante relato de los fusilamientos ordenados por Bussi durante la dictadura militar.

Gallardo, sobreviviente de los campos de concentración "La Escuelita" de Famaillá, Jefatura de Policia y Arsenal Miguel de Azcuénaga, aseguró en un estremecedor relato al magistrado español que Bussi daba personalmente las órdenes de ejecución.

Además, manifestó que en los interrogatorios participaban miembros de la jerarquía católica. Al respecto, existen indicios que señalan que el nuncio del Vaticano, Pio Laghi, frecuentaba el Arsenal M. de Azcuénaga.

"La declaración de Luis Gallardo ha sido trascendental porque es una prueba tajante. Es un testigo directo de los fusilamientos por conocimiento real y este hecho implica directamente a Bussi y a otros represores como Antonio Arrechea, Roberto Albornoz, Acdel Vilas, Félix González Naya, Albino Zimmerman y Florencio Hidalgo", afirmó el abogado de la acusación popular, Enrique Santiago, a Página/12, y agregó: "Esto va a facilitar sin ninguna duda que puedan dictarse los autos de procesamiento, órdenes de prisión que solicitaremos en el momento procesal oportuno y que a continuación se dicten las órdenes de captura internacional, especialmente contra el general Bussi". Se espera que estas órdenes sean emitidas dentro de las próximas tres semanas.

A la salida de su encuentro con Garzón, Luis Gallardo, un hombre sencillo y de fuertes convicciones, relataba a los periodistas con suma entereza los detalles de su denuncia. Fue secuestrado tres veces, sometido a palizas, torturas y picana. Pero su serenidad se transformó en un dolido llanto cuando se le comentó que Bussi había sido restituido. "Dios mío, no puede ser, no es justo. Esto me avergüenza porque el lugar de los genocidas y ladrones es la cárcel..."


PRINCIPAL