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EDUARDO CALCAGNO EXPLICA COMO SERA SU VERSION FILMICA DE "YEPETO"
"Busco un cine perturbador"

Un guión concretado por Tito Cossa, autor de la obra original y el protagónico a cargo de Ulises Dumont ayudan a definir el espíritu de la realización, que busca profundizar el conflicto generacional.

Brecha: "Me parece fantástico entender qué pasa cuando un intelectual de sesenta años se enfrenta a un adolescente por el amor de una poeta de diecisiete".

na28fo02.jpg (5814 bytes)Para la versión cinematográfica de "Yepeto", Calcagno volvió a apoyarse en Ulises Dumont, ahora acompañado por Nicolás Cabré.
En su estreno teatral, la obra desató un escandalete por el desnudo frontal que concretaba Darío Grandinetti.


Por Hilda Cabrera

t.gif (67 bytes) "Aventura del pensamiento" y "ruleta rusa" llama el director Eduardo Calcagno a los emprendimientos del cine nacional: "Ruleta rusa porque uno puede quedar en la lona cuando el público dice no". Embarcado desde el lunes en la filmación de Yepeto, la premiada pieza teatral para dos actores de Roberto "Tito" Cossa que en 1987 impactó con un desnudo (infrecuente hasta entonces en la escena local), Calcagno logró convencer al dramaturgo de que se encargara de la adaptación cinematográfica. "Tito se sentía muy atado a la obra, pero aceptó", cuenta en una entrevista que concede a Página/12. Productor independiente desde hace 27 años, Calcagno se ha dedicado a la publicidad (durante quince años seguidos filmó los comerciales de Marlboro), ha realizado cortos y mediometrajes (El diablo sin dama, de 1968, y Nunca dejes de empujar, Antonio, de 1978) y cuatro películas. Una por cada uno de sus hijos, dice. Su Fuiste mía un verano, Los enemigos, Te amo y El censor En la adaptación de la obra teatral, se crearon nuevos personajes y hubo que darle voz e imagen a Cecilia, la "amada ausente" en el contrapunto generacional que se establece entre el maduro profesor y el joven Antonio (Ulises Dumont y Darío Grandinetti, en el estreno del 2 de octubre de 1987 en el Teatro Lorange). Un asunto delicado. Algo así como "salir a la caza de fantasmas" con un bagaje de mitos, pasiones y ambiguos sentimientos.

--¿Cossa es entonces el responsable del guión?

--Sí, es todo de él. Yo solamente le tiré algunas puntas para hacer después el encuadre cinematográfico, nada más. Hace un año y medio que estamos trabajando en este proyecto. Convinimos en que era necesario partir de cero y en destacar el tema del enfrentamiento generacional. En la película va a estar mucho más marcado porque Dumont tiene diez años más y Nicolás Cabré (Antonio), diez menos de los que tenía Grandinetti cuando compuso ese papel. Esto conduce a una estética y una narrativa diferentes.

--¿Diferentes en qué?

--Una misma frase no suena igual si el que la dice, en lugar de tener 30 años, tiene 18. Además, la película tiene sorpresas, como la aparición de Cecilia (papel que compone Malena Figó), y esto es fantástico. El cine nos da todas las posibilidades. Alejandra Flechner hace de Patricia, una ex alumna del profesor que pasa a ser su compañera.

--¿Qué idea tiene del profesor?

--En 1987 podía creerse que se trataba de un tipo convencido de que la palabra estaba por encima de la vida. Hoy esto parece una gran mentira. A este profesor le gusta disfrutar de la vida, de las mujeres... Mi intención es quitarle melancolía y subrayar su costado irónico. Para mí es un poeta porteño, algo cascarrabias nada más.

--Por lo visto el tema del enfrentamiento generacional le interesa especialmente.

--Me interesa así como está planteado en Yepeto. A mí me decían de pibe que la juventud siempre gana, y yo entonces no lo entendía mucho. Ahora sí, y me parece fantástico hurgar en el texto de Tito, entender qué pasa cuando un intelectual de casi sesenta años se enfrenta a un adolescente por el amor de una joven poeta de diecisiete. Por eso creo que, como la obra, la película nos va a enriquecer a todos.

--¿Cuál sería su aporte?

--Mi intención es hacer una película de sentimientos. De alguna manera Yepeto me recuerda las discusiones que tenía con mi padre (Raimundo Calcagno, "Calki"). El era un intelectual, un crítico de cine muy conocido, y yo un adolescente al que sólo le gustaban el fútbol y el tango. No me interesaba la lectura ni leía las cosas que mi padre escribía. El pensaba que los que no se preocupaban por el estudio eran unos imbéciles. Llegué a decirle fascista. Con el tiempo me di cuenta de cuánto debió haber sufrido por eso. Yo fui siempre un reo de barrio. Recién después, cuando ingresé en el periodismo, entendí esos conflictos de intelectual. Me fascina trabajar sobre esta obra, porque le encuentro cosas que se relacionan con mi vida y creo incluso que así puedo ser más honesto.

--¿Le ocurrió lo mismo con las anteriores películas?

--Sí, salvo con la primera, que hice a los 28 años (Fuiste mía un verano, de 1969). Trabajaba Leonardo Favio, pero no era una película mía. Fue un encargo. Las siguientes en cambio partieron de ideas propias: Los enemigos (1983), Te amo (1986) y El censor (1995). Yepeto es la primera en la que abordo un texto que es totalmente de otro, aunque no puedo decir que a Tito lo sienta un autor ajeno.

--¿De dónde cree que viene esa identificación?

--En primer lugar de que Tito es muy porteño, como yo, pero también de esta posibilidad de indagar --a través de la figura del profesor-- en un mundo intelectual que conocí de chico. Recuerdo a Beatriz Guido decir en casa "no es de los nuestros", refiriéndose a un escritor. Ella venía seguido a cenar con Leopoldo Torre Nilsson, que era amigo de mi padre. Yo vivía muy mal esto, me daba bronca ese sectarismo. Me sentía del otro bando. Ahora me pasa algo parecido, pero con otras cosas. Por ejemplo, cuando escucho a algunos comentaristas de nivel deplorable. Esa invasión de mediocridad me aterra. No estoy en contra de las películas de entretenimiento, pero me gustaría que tuviéramos un cine perturbador...

--¿Se propone perturbar con Yepeto?

--Eso depende del espectador. Pienso que hay gente a la que puede inquietarle que una chica de 17 años se enamore de uno de 60, o que un hombre de esa edad se sienta atraído por una adolescente. A mí me interesa mostrar personajes contradictorios, como en El censor, donde lo lineal hubiera sido atacar a la figura de Miguel Paulino Tato. Yo preferí mostrarlo como un tipo convencido de que la censura puede ser un bien para la humanidad. Esta actitud puso en mi contra a gran parte de la crítica. Yepeto no es un proyecto reciente. Hace diez años que pensé en llevar esta obra al cine. No es una metáfora, pero uno se juega la vida en cada película. Y no lo digo desde el llanto, sino desde la alegría, porque me considero un afortunado. Por lo menos sé por qué cosas tengo que pelear.

--¿También en la película el profesor le pide a Antonio que se desnude?

--También, y el profesor admite que es realmente bello. Quiere saber quién es ese pibe que le roba el amor de Cecilia siendo él un escritor, un tipo inteligente. Su reflexión es la de un adolescente o la de un enamorado. Nos pasa a todos. Uno se siente incompleto frente a las personas que ama.

 


 

ANTONIO BANDERAS PROMOCIONA "EL ZORRO"
A Pedro Almodóvar le encantó

t.gif (862 bytes) El máximo galán latino del cine internacional, Antonio Banderas, está concentrado en su próximo trabajo en la versión fílmica del musical El fantasma de la Opera, con lo que espera cambiar radicalmente la imagen que el público estadounidense tiene de él, mientras espera con ansiedad el estreno de La máscara del Zorro, basado en la famosa serie televisiva. El fantasma... "no sólo es mi decisión, es mi sueño", declaró el actor español, que en agosto cumplirá 38 años. "Vi la obra seis veces", agregó. "El personaje me fascina. Es un hombre luchando consigo mismo, un hombre en soledad, con un defecto físico que lo aparta del mundo, un hombre con tremendo amor, pasión, el poder para estallar en ira".

Banderas comenzará el camino a la recuperación del terreno perdido el 17 de julio, cuando se estrene en Estados Unidos La máscara del Zorro, en la que tiene cifradas sus esperanzas de éxito, sobre todo ahora que cuenta con la aprobación de su amigo y compatriota Pedro Almodóvar. "Llevé a Almodóvar a ver la película", contó Banderas, que comenzó su carrera bajo las órdenes del famoso director en La ley del deseo, Mujeres al borde de un ataque de nervios y Matador. "Es muy crítico conmigo, y no le gustan mucho los films de acción, pero le encantó El Zorro." Banderas agregó que, a la salida del cine, Almodóvar le dijo: "Esto es grande. Me gusta. Es divertida. Me sentí como si estuviera viendo una película de los años 40 y que trabajaba Errol Flynn. Has hecho una aventura clásica".

Banderas resaltó con orgullo que el autor de El fantasma..., el británico Andrew Lloyd Webber, lo eligió a él para protagonizar la película, a la que califica de "mía, y también de la gente de Warner". "Muchas cosas pueden pasar en el proceso, pero es lo que más quiero hacer como actor", señaló. Banderas dijo que piensa prepararse durante un año con el fin de alcanzar la voz apropiada tanto para los parlamentos como para las canciones que deberá interpretar. Además, le pedirá a Lloyd Webber que le permita actuar en el musical en cinco o seis funciones con el fin de familiarizarse con el personaje y recibir la reacción del público.

Banderas llegó a Estados Unidos hace ocho años con el prestigio de las películas de Almodóvar, pero en Hollywood no mantuvo su nivel debido a que, según dijo en un reportaje que publicó ayer la revista de cine Movieline, eligió mal. "Tenía que enviar dinero a mi familia, y lo haría de nuevo", explicó. "Hice seis películas en 1995 y algunas se estrenaron casi al mismo tiempo." El público "se cansó de Antonio Banderas", expresó. Pero agregó: "Nadie estaba más cansado de Antonio Banderas que yo".

 


 

ENZO VIENA

Fuera de peligro

El actor Enzo Viena evolucionaba favorablemente ayer del infarto que sufrió el sábado, y hoy será trasladado a una sala común del Hospital Italiano. El jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Italiano, Oscar Bazzino, informó que su evolución es óptima. El viernes Viena "tuvo molestias en el pecho durante todo el día, pero no les prestó atención. El sábado las molestias se hicieron más intensas y llamamos a una ambulancia y lo trajimos al hospital", contó su hijo Gustavo. "Ese día le hicieron una angioplastia (una limpieza de arterias obstruidas) y después se normalizó todo. También le hicieron una ecografía que dio resultados positivos, ya que mostró que su corazón está en buen estado", relató. El último trabajo de Viena en televisión fue "Gino", el ciclo que protagonizaron en Canal 13 Arnaldo André y Katja Alemann en 1996, donde interpretaba al padre del actor paraguayo. La comedia tenía varios puntos de contacto con "Nino", el programa con el que el actor saltó a la fama. Formado en la escuela de Paulina Singerman, Viena trabajó en más de 50 películas y sumó miles de horas televisivas, además de éxitos como "Nino". En la pantalla chica protagonizó comedias como "Aquí llegan los Manfredi", que en los '80 le sirvió para cortar una racha de desocupación que lo llevó a creer que era el fin de su carrera. Los '90, en cambio, fueron oscilantes, ya que durante cuatro temporadas fue el padre de Carlos Calvo en "Amigos son los amigos", hace dos años trabajó en "Gino", pero desde ese momento no volvió a trabajar en televisión.

La Cosa cumple

Con veladas tituladas "Guarda con lo' bicho", "Glorias olvidadas", "Ed Wood" o "Frank Stein", la revista de cine fantástico y bizarro La Cosa --definida por sus responsables como "La única en castellano"-- se propone festejar su tercer cumpleaños dentro de la muestra Buenos Aires no duerme. Entre el sábado 24 de julio y el 1º de agosto, entre las 2 y las 6 de la mañana, la revista presentará un programa de cuatro horas con películas como La matanza caníbal de los garullos lisérgicos y El día que paralizaron la Tierra.

 


 

Ahora sí, el coronel tiene quién lo filme

Luego de una espera de tres décadas, el cineasta mexicano Arturo Ripstein está dándose el gusto de filmar "El coronel no tiene quien le escriba", con el visto bueno de Gabriel García Márquez.

Ripstein se caracteriza por un cine atípico, sin concesiones.
García Márquez demoró más de treinta años en ceder su obra.

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T.GIF (862 bytes) El controvertido cineasta mexicano Arturo Ripstein hará realidad una meta que ansía desde hace tres décadas: finalmente comenzó el rodaje de la película El coronel no tiene quien le escriba, adaptación de la obra homónima del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. El tradicional pizarrazo inicial tuvo lugar ayer en la localidad de Chacaltianguis, en el estado de Veracruz (México). Allí trabajará durante los próximos dos meses un elenco de primera, liderado por el también mexicano Fernando Luján y la española Marisa Paredes, una de las "chicas Almodóvar".

Director de al menos 20 films, galardonado con el Premio Nacional de las Ciencias y Artes, Ripstein (nacido en el Distrito Federal en 1943) tuvo un precoz inicio en el mundo del celuloide. Cuando apenas tenía 21 años, ya estaba filmando su primera película Tiempo de morir, basada en un guión del mismo García Márquez. Pero le costó por lo menos tres décadas convencer al Nobel para adaptar El coronel no tiene quien le escriba. El laureado escritor finalmente dio la esperada luz verde en 1994, durante un encuentro con Ripstein en el marco del Festival de Cannes, donde presentó La reina de la noche (1994). El coronel... es una obra previa a la multiaclamada Cien años de soledad, por la que García Márquez alcanzó fama mundial. Para gran parte de la crítica especializada y del público lector, las dos constituyen las mejores obras del vasto universo literario del Nobel colombiano. A un costo de dos millones de dólares, la película estará basada --tal como en la novela-- en un poderosísimo personaje: un coronel, retirado, viejo y obsesivo, que espera interminablemente que llegue una carta con su pensión por ser veterano de las batallas cristeras.

"Esta novela nació para filmarse", dijo Paz Alicia Garciadiego, la inseparable compañera sentimental y artística de Ripstein, nuevamente encargada de escribir el guión del film. Ampliamente reconocida en México, Garciadiego forma una exitosa sociedad con Ripstein desde El gallo de oro (1986), basada en una obra de Juan Rulfo. Y tiene toda la confianza de García Márquez, quien prometió no intervenir en la filmación de la película y sólo aparecer el día del estreno. Fiel a su convicción de hacer cine en casa y no sucumbir ante los falsos destellos de Hollywood, Ripstein escogió a artistas mexicanos para formar el elenco: Patricia Reyes Spíndola, Daniel Giménez Cacho, Rafael Inclán, Odiseo Bichir, Esteban Soberanes y Julián Pastor.

Para el protagonista, el también mexicano Fernando Luján, también conocido por sus papeles en el género de la telenovela, la invitación de Ripstein representa uno de los mayores retos de su carrera. Marisa Paredes, por su parte, tiene una amplia trayectoria en el cine español y europeo y, esta vez, se acercará a la realidad latinoamericana de la mano de un realizador que ella admira por "la parte oscura y dolosa" de sus personajes. En efecto, Ripstein se caracteriza por el dramatismo de su lenguaje cinematográfico cada vez más admirado por el público europeo, como se demostró este año en Cannes donde, con su película El Evangelio de las maravillas, cautivó a los cinéfilos de todo el mundo.

En Argentina, el nombre de Ripstein comenzó a resonar fuera del círculo de los conocedores especialmente con Profundo carmesí, una historia de pasión amorosa mezclada con una trama de asesinatos, en la que quedaba nuevamente plasmado el gusto del cineasta por dedicarse más a la pintura de personas --con sus convicciones y debilidades-- que de personajes estereotipados. Un camino similar recorrió La mujer del puerto, hasta ahora la última obra del mexicano visto en las salas locales, en la que pintó con singular crudeza un asfixiante relato que tenía por escenario un sórdido prostíbulo.

 

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