Página/12

Ni el ignoto Juan Carlos Ortiz Almonacid ni el ex interventor del PJ riojano Roberto Fernández. La re-reelección de Carlos Menem fue solicitada ayer por primera vez en un escrito por el propio Carlos Menem. El Presidente hizo público su deseo a la hora de redactar los telegramas de convocatoria al congreso justicialista del viernes. El texto no deja lugar a la duda: propone que el partido --y no afiliados en forma individual-- consiga la habilitación judicial para un tercer mandato. La reacción de Eduardo Duhalde, quien a lo sumo admite abordar el tema mediante un plebiscito, no se hizo esperar. Durante esta jornada el gobernador bonaerense se presentará ante la Justicia para cuestionar la legalidad de la cumbre del PJ. Pero la sola posibilidad de que desista de participar de ese acto coloca al peronismo al borde de una fractura.

Menem delineó el contenido de los 700 telegramas en un encuentro con Eduardo Bauzá, uno de los principales estrategas de la causa re-reeleccionista. El senador terminó de pulir la letra en una reunión posterior, también celebrada en la Casa Rosada, aunque con Carlos Corach, Miguel Angel Toma, Jorge Matzkin, César Arias y Juan Carlos Mazzón como interlocutores.

Además de exigir puntualidad, en el texto de convocatoria al congreso de Parque Norte se incluyó una orden del día moldeada a los intereses del Presidente. El punto tres es el determinante. Propone que Corach y Arias, en su carácter de apoderados del partido, peticionen ante la Justicia para que Menem pueda presentarse como candidato a presidente en 1999.

En los círculos de poder todos coinciden en que la alternativa judicial es la única que hoy por hoy allanaría el camino a una nueva reelección. La imagen del Presidente está devaluada y según la mayoría de las encuestas no saldría indemne de un plebiscito. Por eso la posibilidad de una consulta a nivel nacional se torna cada vez más lejana en el horizonte menemista.

Si el fin de semana se especuló con un plebiscito para mediados de noviembre ayer se prefirió sacar el pie del acelerador. En el orden del día oficialista se habla --más bien por compromiso-- de instruir al Consejo Nacional que preside Menem para que efectúe las consultas necesarias para evaluar el llamado a un plebiscito.

El menemismo quiere abortar de cualquier manera el plebiscito bonaerense y para ello redobló la apuesta amenazando con uno nacional. "El gobernador Duhalde no puede tomar decisiones aisladas al conjunto del PJ", argumentó Corach. "Duhalde es sólo el 33 por ciento del electorado", se sumó Ramón "Palito" Ortega. Los hombres del Gobierno encontraron un aliado impensado. El senador provincial Eduardo Florio, que reviste en las filas del radicalismo, pidió que se trate en la Legislatura bonaerense la convocatoria a la consulta popular del gobernador. Ese plebiscito fue convocado por decreto.

Aún así, la certeza de que los votos esta vez no acompañarán los deseos de Menem lograron que Alberto Kohan desnudara la estrategia del Gobierno. El secretario general de la Presidencia insinuó la posibilidad de bajarle el pulgar a las consultas populares si antes la Corte Suprema convalida algunos de los pedidos re-reeleccionistas. "Eso resolvería la base del plebiscito", aseguró.

Duhalde ya había manifestado sus reparos a un eventual fallo de la Corte Suprema a favor de la re-reelección. "Sería el derrumbe de la seguridad jurídica en Argentina, Cuando no se respeta la Constitución nada es seguro. Ni la estabilidad democrática ni la económica", dijo en línea con la denuncia de "golpe de estado jurídico" realizada por el ex presidente

Raúl Alfonsín. En un reportaje en Clarín, el fin de semana volvió sobre el tema, aunque apuntando los cañones contra los operadores menemistas que estarían "manoseando" a los ministros de la Corte.

La estrategia oficial es ahora recurrir a la Justicia ya no en forma individual sino a través de una presentación del partido en su conjunto. El sustento jurídico, de todos modos, no será novedoso. Coincidirá con los argumentos que esgrimió Carlos Ferraro. Según el gobernador jujeño la Constitución nacional impide la reelección de la fórmula Carlos Menem-Carlos Ruckauf pero no la reelección de cada uno de ellos por separado.

Duhalde acusó el golpe y anunció que el apoderado del PJ provincial, Jorge Landau, se presentará hoy en el juzgado de María Servini de Cubría

para que se expida sobre la legalidad de la cumbre. El gobernador asegura que ese encuentro no puede llevarse a cabo hasta que la magistrada dictamine sobre otra presentación, realizada por el menemismo, para determinar el número de congresales habilitados.

Duhaldistas y menemistas se internaron anoche en una disputa leguleya sobre la legalidad del encuentro de Parque Norte. Los primeros aseguraron que sólo el gobernador, en su carácter de titular del congreso, puede convocar a esa cumbre. Los operadores del Presidente se valieron del artículo 20 de la carta orgánica del partido, que obliga a una reunión ordinaria anual o a otra extraordinaria si es pedido por un tercio de sus miembros y avalado con la firma del presidente del Consejo, en este caso Menem.

En su afán por recuperar la iniciativa política, Menem no sólo puso su firma al pie de los telegramas. También anunció para hoy una ronda de encuentros que incluirá a la cúpula de la CGT --la misma que le quitó respaldo político al mandatario bonaerense-- los gobernadores (no estarán, previsiblemente, Duhalde ni el santacruceño Néstor Kirchner) y diputados del partido.

La agenda presidencial prevé para la próxima semana un desembarco en tierras del mandatario bonaerense. Concurriría de la mano de su candidato muleto, Palito Ortega, con la excusa de compartir actos específicos con intendentes críticos de la gestión duhaldista.

Claro que Duhalde intentará alistar a su tropa y por eso invitó a su quinta de San Vicente a los 24 intendentes de las circunscripciones primera y tercera. En las huestes del gobernador dicen que es hora de sumar costillas. En ese marco amenazan con formar un sub-bloque en el Congreso integrado por los diputados bonaerenses y otro grupo legisladores de provinciales arriados por el formoseño Vicente Joga.

"Deben los legisladores nacionales por la Ciudad de Buenos Aires aprobar una ley que habilite la reforma de la Constitución nacional para permitir la re-reelección del actual presidente de la Nación." Esa será la pregunta que los porteños deberán responder por sí o por no el próximo 13 de setiembre, en caso de que la Legislatura local sancione el proyecto de convocatoria a la consulta popular que ayer presentó formalmente el diputado duhaldista Jorge Argüello.

"Soy moderadamente optimista en cuanto el éxito de la iniciativa", declaró Argüello, y manifestó su confianza de que "en el curso de esta semana se generen las condiciones políticas propicias" para su aprobación. La apuesta del ahora diputado duhaldista es convencer a la Alianza de que un pronunciamiento popular contra la re-reelección "va a poner punto final a este intento de violentar lo que prescribe la Constitución de la República".

Pero a Argüello le resultará difícil persuadir, sobre todo, a los diputados del Frepaso. Los radicales también se oponen a la consulta popular, pero resolvieron no rechazar de plano el proyecto que promueve su convocatoria y dejar que siga el trámite correspondiente en la Legislatura.

Argüello explicó en los fundamentos de su iniciativa que "lo más adecuado hoy es convocar a una consulta popular no vinculante para que los ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires instruyan a sus representantes nacionales sobre la re-reelección del Presidente en ejercicio". Y subrayó que "al estar concebida como instrucciones a los legisladores por la Capital Federal, se ajusta a los dispuesto en el artículo 66 de la Constitución, norma que fue pensada para cuestiones en las cuales es necesario escuchar a los vecinos como parte esencial del proceso de toma de decisiones". De ese modo, intentó contrarrestar las interpretaciones --de la Alianza y también de Nueva Dirigencia y el PJ-- acerca de la "inconstitucionalidad" de la convocatoria a una consulta sobre un tema en el cual la ciudad no tiene competencia.

El menemismo sabe que el respaldo popular a una re-reelección del presidente Carlos Menem hoy por hoy es escaso y que la forma de conseguirlo es "peronizando" la acción de gobierno, esto es, ampliando la ayuda social y para eso necesita a los líderes partidarios, a los gobernadores, a los intendentes y a los legisladores. En el marco de esa estrategia, todo el bloque de diputados del PJ, incluidos los duhaldistas, concurrirán hoy por la mañana a la quinta de Olivos, que por la noche será escenario de un encuentro con los gobernadores justicialistas que ya tiene dos ausencias garantizadas: la del bonaerense Eduardo Duhalde y la del santacruceño Néstor Kirchner. Recurriendo a la jerga turfística, Menem es "el candidato", Duhalde "el enemigo" y Kirchner "el díscolo".

Mientras en la Casa Rosada suelen quedarse mudos cuando reciben los números que marcan la popularidad más baja de Menem desde que está en el Gobierno, el Presidente y los operadores de su re-reelección prefieren elaborar respuestas en busca de apoyo interno y extrapartidario para conseguir la habilitación que le permita postularse por tercera vez.

La parte fundamental de esa estrategia es brindar asistencia a todos los líderes distritales, sean del color político que fueren. "Hablar con aquel que quiere darles a sus comprovincianos, a sus vecinos, el agua, la luz, el gas y las cloacas. Y darle todo el apoyo para que esto se concrete", explican los menemistas. El apoyo consiste en otorgar los subsidios que sean necesarios y repartir los ATN (Aportes del Tesoro Nacional) en forma discrecional para luego reclamar que en ese distrito se haga una presentación judicial en favor de la re-re o que a la hora de realizarse el congreso justicialista todos se encolumnen detrás del pedido de re-reelección.

Hace un par de meses, un legislador jugaba con su imaginación ante Página/12 moviendo los subsidios y los ATN como si fueran piezas de ajedrez: "Estamos manteniendo una muy buena relación con gobernadores e intendentes de partidos provinciales y del radicalismo. Si no descartamos la hipótesis de que la Alianza se va a quebrar, a la hora del crack-up, ¿de qué lado se van poner esos dirigentes si nosotros nos 'atrasamos' un poco con los aportes?".

Con la puerta de "los graneros del país" en la mano, el Gobierno juega con la posibilidad de conseguir la adhesión de alguna figura del radicalismo y su preferido es el gobernador cordobés Ramón Mestre, una provincia con la que están al día, aunque Corrientes y Tierra del Fuego se cuentan también entre las más favorecidas.

Con los diputados, las negociaciones son más difíciles que con los gobernadores, ya que, en la mayoría de los casos, es mejor no apretar mucho, ya que el voto o la ausencia de un legislador puede sepultar o cambiar radicalmente una ley. Esta situación y sus --recién descubiertas-- dotes de equilibrista son las que le permitieron al presidente del bloque del PJ, Humberto Roggero, sostener una delicada tregua interna.

Desde que la guerra se declaró dentro del PJ, Roggero viene reuniéndose diariamente con los ultramenemistas, a los que encabeza Miguel Pichetto, que cuentan con el apoyo de los orteguistas, y con los duhaldistas, que se dividen en dos vertientes: los pierristas, más favorables a acordar y a evitar la fractura, y duros como Hilda Chiche Duhalde y Eduardo Caamaño.

Ayer, ambos sectores se reunieron por separado y luego se juntaron con Roggero. Los ultramenemistas le aseguraron que no exigirían una definición del bloque sobre la re-re y los duhaldistas le prometieron que asistirán al encuentro previsto para hoy con el presidente Menem. Anoche el bloque se reunió en el despacho de Roggero y acordó que en el encuentro matinal con el Presidente sólo se tratarían temas estrictamente parlamentarios.

La reforma fiscal, la reforma laboral, la ley foresto-industrial serán los temas sobre los cuales los diputados le plantearán sus objeciones a Menem, según una lista que se elaboró en la reunión del bloque.

Durante la reunión en la residencia de Olivos, que comenzará a las 11, sólo Roggero hará uso de la palabra en nombre de los legisladores en un encuentro en el que extrañamente todos aseguraron que no se tratará el tema de la re-re. La lógica lo indica, Menem necesita el bloque unido para poder sacar adelante estas leyes y no que la onda expansiva de la explosión partidaria desmembre a la bancada oficialista. A la reunión de bloque faltaron Hilda "Chiche" Duhalde y la santacruceña Cristina Fernández de Kirchner, dos voces cuya ausencia evitó que sonaran los tambores de guerra.

"El Grupo de los Ocho reafirmó su compromiso de continuar la liberalización del comercio y ratificó su convocatoria a todos los países a la apertura de sus mercados resistiendo al proteccionismo." Este es uno de los párrafos de la carta que el primer ministro británico Tony Blair envió a Carlos Menem, presidente pro tempore del Mercosur. En la misiva, el líder laborista inglés informó al primer mandatario argentino sobre las principales conclusiones a las que se arribó en la última reunión del G-8, que nuclea a las principales potencias industriales.

Blair fue el anfitrión del último encuentro del G-8, celebrado entre el 15 y el 17 de mayo en la ciudad inglesa de Birmingham. En la misiva que le envió al presidente Menem, con fecha del 5 de junio, el primer ministro británico sostuvo que "hemos puesto especial énfasis en atacar la exclusión social, el desempleo de largo plazo y en los jóvenes" y añadió que "estaríamos gustosos de discutir las posibles soluciones con los países del Mercosur". La carta, que deberá ser girada por Menem al resto de sus colegas del Mercosur, también hizo referencia al crimen organizado. "Hemos suscripto un plan de acción sobre los delitos de alta tecnología y la intensificación de acciones contra el lavado de dinero y el crimen financiero."

Esta no es la primera comunicación epistolar entre Menem y Blair. El 28 de abril, antes de la reunión, el líder británico envió una carta al presidente Menem informándolo sobre la agenda del encuentro. Luego de consultar con el resto de los países miembros, Menem le respondió en nombre del Mercosur.

La carta de Blair fue girada a cuatro meses del viaje de Menem a Gran Bretaña. La visita, prevista para fines de octubre, será la primera de un presidente argentino a ese país desde la guerra de Malvinas.