Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


No hubo acuerdo entre el gobernador y los enviados de Menem
Sin romper pero a los palazos

Bauzá, Cafiero y Marín le propusieron que fuera al congreso del PJ. Duhalde se negó y ratificó que el plebiscito no se levanta.

Cafiero y Marín, junto con el senador Bauzá, fueron a La Plata ayer negociar con Duhalde.
El gobernador se mantuvo en sus trece y descartó de plano participar mañana en el congreso del PJ.

na05fo01.jpg (11224 bytes)


Por Diego Schurman

t.gif (67 bytes) Ni siquiera habían servido el café cuando se produjo el primer cortocircuito:

--Si logran un piso del 40 por ciento de apoyo a otra reelección hablamos, pero así como están las cosas no insistan --les advirtió Eduardo Duhalde a los emisarios de Carlos Menem.

--Ah..., entonces no es un problema constitucional sino de números --lo chicaneó Rubén Marín.

A esa altura, el despacho del gobernador bonaerense podía prescindir de calefacción. La temperatura estaba altísima y la prédica conciliadora de Eduardo Bauzá y Antonio Cafiero, así como el pedido de sensatez de José María Díaz Bancalari, de poco sirvieron para evitar el fracaso de las negociaciones. Apenas hubo un acuerdo, de forma, y que se vislumbró en las conferencias de prensa que, por separado, ofrecieron menemistas y duhaldistas. Ambos sectores descartaron rotundamente la posibilidad de una fractura.

Los tres integrantes de la Comisión de Acción Política llegaron a La Plata con el propósito de atenuar la feroz interna justicialista. Con un excesivo hermetismo se trasladaron en helicóptero desde el escuadrón aéreo de la Policía Federal, en la dársena sur, hasta La Plata. Y luego hicieron un corto tramo en una camioneta blanca.

Una vez dentro de la Casa de Gobierno provincial, Duhalde y Díaz Bancalari les prodigaron la mejor sonrisa y se mostraron dispuestos a escuchar propuestas. En ese marco, y apelando al documento antirrupturista redactado por Menem y 12 gobernadores del PJ, Cafiero invitó a los bonaerense al congreso partidario que se desarrollará mañana en Parque Norte.

Para Duhalde fue lo más parecido a un chiste. En la orden del día de esa cumbre se propone elevar a la Justicia una petición a favor de un tercer mandato. Pero, además, las discusiones pretenden llevarse a cabo con un número de representantes bonaerenses muy por debajo del que figura en los padrones, según sostienen en La Plata.

Las cuentas entre unos y otros marcan una diferencia de alrededor de 210 congresales. La jueza federal con competencia electoral María Servini de Cubría avaló los números del menemismo. Sin embargo, un fallo del juez bonaerense Humberto Blanco se inclinó ayer por las cifras esgrimidas por los duhalistas. Por eso es probable que durante esta jornada el apoderado del PJ provincial, Jorge Landau, se acerque al despacho de Servini de Cubría para cotejar los números (ver aparte).

En todo momento Duhalde aclaró que, pese a su negativa a participar de la cumbre, no convocará a un congreso paralelo ni se convertirá en adalid de la prédica rupturista. Hasta ofreció no postularse como candidato a cargos partidarios. Pero en ningún momento se comprometió a frenar su embestida contra el acto de Parque Norte.

Como anticipó Página/12, ayer comenzaron a cursarse telegramas a todos los congresales. En el texto se asegura:

* Que para la cumbre menemista se "eliminaron 410 congresales", entre ellos algunos históricos bonaerenses como Hugo Curto y Manuel Quindimil, y también afiliados de otras provincias.

* Que esa decisión adoptada por el consejo nacional del PJ que preside Menem es "ilegal, arbitraria" y "avasalla la soberanía del congreso" liderado por Duhalde.

* Y, en un claro grito de guerra, que "el peronismo se debe rebelar contra la injusticia social", pero "jamás contra la Constitución" porque eso podría producir un "gran bochorno".

El último punto conforma el argumento con el que Duhalde sustenta su rechazo a la re-reelección. Por eso Marín lo chicaneó cuando el bonaerense descalificó las pretensiones de Menem valiéndose de encuestas realizadas en la provincia. Aún así, el gobernador se mostró dispuesto a "competir" con el Presidente siempre y cuando lo habilite una reforma de la Constitución. Duhalde sabe que para ello hace falta el aval de dos tercios del Congreso. Un imposible.

El mandatario provincial también manifestó sus deseos de realizar en noviembre la interna para definir el candidato a presidente del PJ. La idea de apurar los tiempos le quita posibilidades a Menem no sólo de apuntalar su imagen, sino también de conseguir un fallo de la Corte Suprema.

En ese sentido, el gobernador apuesta todas sus fichas a la consulta popular convocada para el 13 de setiembre. El mandatario sabe que ese plebiscito desvela a Menem y que en el Gobierno harán lo posible para voltearlo o, al menos, desautorizarlo.

Saboreando sandwichitos de miga, Marín les dijo a los bonaerenses que las puertas para continuar el diálogo están abiertas. Y que desde el menemismo se aguarda un nuevo encuentro, ya sea antes o después del conflictivo congreso. Producto de esas palabras ayer abundaron las versiones de una cumbre Menem-Duhalde que los voceros no terminaban de desmentir. "Todo es posible. Esto es peronismo."

Pese a ello, hasta ahora las negociaciones para evitar la fractura avanzaron únicamente en lo formal. Varias horas después de que el ministro Carlos Corach le advirtiera a Duhalde que "los dirigentes que salen del PJ tienen un destino de olvido y decadencia", menemistas y duhaldistas encarrilaron su discurso contra la Alianza, "el verdadero enemigo", según coincidieron.

 

Los números no cierran

La jueza federal con competencia electoral María Romilda Servini de Cubría podría inhabilitar el congreso de Parque Norte si el duhaldismo demuestra irregularidades en el número de congresales que participará en esa cumbre. Servini reconoció que podría tomar esa decisión luego de que trascendieran diferencias entre los números que maneja el menemismo con los que contaría la Justicia de la provincia de Buenos Aires.

Por ahora, la jueza se atiene a las explicaciones del apoderado del partido, el hiperoficialista diputado César Arias, y por eso reiteró que en principio enviará a la cumbre a cuatro veedores para evitar algún tipo de fraude.

 


 

"Que los congresales me digan cómo ser candidato"

Si el Congreso del PJ propone la re-re, Menem estudiará qué camino tomar para presentarse. Dura calificación a Graciela.

Menem negó ayer que esté peleado con el gobernador Duhalde.
Fue cauto pero marcó distancias. Dijo que el PJ no se romperá.

na04fo01.jpg (10032 bytes)

t.gif (862 bytes) Sin parecerse a un novelista español del siglo XIX, el presidente Carlos Menem anticipó que el viernes, en el congreso justicialista que convoca su sector, les dará el "Sí de las niñas" a los congresales que le pidan que se postule para un tercer mandato. Menem también cargó sutilmente contra el gobernador bonaerense Eduardo Duhalde, pero fue aún más duro contra la Alianza, y especialmente contra la precandidata del Frepaso, Graciela Fernández Meijide. "Voy a hablar con los congresales y les voy pedir que me digan qué hacer para ser candidato, para no seguir proscripto y poder competir en las elecciones de 1999", fue la respuesta de Menem ante la consulta referida al programado pedido del Congreso del PJ para que se postule para un tercer mandato y para que los apoderados del partido soliciten ante la Justicia su habilitación.

"Sé que hay un sector importante de la comunidad que pretende que yo me presente un tercer período o con un segundo mandato a partir de la Constitución de 1994", fue la particular lectura de Menem sobre su re-re, marcando cuál será el camino que seguirá en la vía judicial el justicialismo: la cláusula transitoria novena es procriptiva y prohíbe la presentación nuevamente de la fórmula Menem-Ruckauf, y no de cada uno de ellos por separado.

Durante la entrevista concedida al programa "A dos voces", que se emite por el canal de cable Todo Noticias, Menem dijo que no iba a "aceptar algo que no se pueda compatibilizar con la Constitución", en la búsqueda para lograr su re-reelección. Pero se permitió cuestionar la Carta Magna al señalar que "el único que no puede competir el año que viene soy yo. ¿Por qué a mí? Tan sólo a mí, tan sólo a uno de los argentinos. Yo he estado 25 años proscripto; si no hay ninguna salida vuelvo a Anillaco y me preparo para volver en el 2003".

Respecto de la eventual realización de un plebiscito nacional para consultar a la población sobre el tema, Menem prácticamente lo descartó y consideró como un "apresuramiento" la decisión del gobernador riojano Angel Maza de convocar a una consulta popular. "No tiene gracia. ¿Para qué vamos a ir a un plebiscito si se sabe que ganamos?", se ufanó el Presidente del resultado que se habría obtenido en su provincia natal.

Fue en ese momento en donde señaló el destino final de su camino para la re-re: los estrados de la Corte Suprema. "No tendríamos necesidad de un plebiscito ni de cosa que se le parezca si la Corte habilita a otro período", señaló claramente el jefe de Estado.

Sobre la delicada situación que atraviesa el justicialismo, donde duhaldistas y menemistas amenazan con abrir un abismo bajo sus pies, el Presidente fue cauto pero marcó distancias y le echó en cara el cargo y la autoridad que detenta al gobernador Duhalde.

"No creo que sea tan grave. Esto ha sido una constante en nuestra causa, en nuestro movimiento y siempre terminamos superando los obstáculos, las dificultades que se van presentando", afirmó, pero al consultárselo sobre cómo le había caído la convocatoria al plebiscito provincial que hizo Duhalde cambió de gesto y de posición en el sillón, y contestó: "No sé si Duhalde está bien o mal en el ámbito del justicialismo. Pero no necesitaba de un plebiscito para mejorar su imagen, que me parece que es buena".

"Duhalde asumió la responsabilidad de convocar a un plebiscito, y habrá que ver cómo evolucionan las cosas. No es ningún problema, ni nos crea ningún tipo de preocupación en el seno del movimiento justicialista, que no tan sólo es Buenos Aires sino toda la República Argentina, pero hay que respetar las decisiones que se toman a ese nivel, veremos cómo reacciona el partido", agregó, exhibiendo el claro apoyo que recibió el martes de 12 gobernadores justicialistas.

Menem se reservó los últimos minutos de la entrevista para castigar con dureza a la Alianza y eligió como blanco a la diputada frepasista Graciela Fernández Meijide, a quien calificó de "mentirosa, agraviante y difamadora".

"Yo le recomendaría a la señora Fernández Meijide que por favor no se vaya a morder la lengua, porque fallece inmediatamente", fue la dura ironía que usó Menem para responder a la acusación de "enriquecimiento ilícito" que lanzara la semana pasada la precandidata presidencial del Frepaso. Además dijo que se presentará ante la Justicia y "quizás (la diputada frepasista) tenga que explicar dónde está el enriquecimiento ilícito del Presidente". Menem mantuvo la misma sintonía que el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, quien ayer por la mañana calificó de "delincuentes éticos y morales" a los dirigentes de la Alianza.

 


 

PARA JORGE BUSTI, ES UNA PELEA SUPERESTRUCTURAL
"La gente nos va a castigar"

Por Fernando Almirón

t.gif (862 bytes) El gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, fue uno de los protagonistas en la reunión que el presidente Carlos Menem mantuvo con los gobernadores el martes pasado en Olivos. Busti impulsó la búsqueda de un acuerdo con Eduardo Duhalde mediante argumentos que fueron compartidos por la mayoría de los mandatarios provinciales que lo rodeaban. "Los justicialistas no participamos de esta pelea que sin embargo nos compromete y llena de miedo a todos", dijo esa noche. Para los dirigentes, la encarnizada y prolongada interna entre el Presidente y el gobernador bonaerense arrastra al peronismo hacia una nueva derrota electoral, y pone en juego el dominio de sus propios distritos. "Esta es una pelea superestructural de la que no participan los peronistas", aseguró antes de vaticinar que "la gente nos va a castigar" por esto.

--Usted impulsó la búsqueda de un acuerdo con Duhalde. ¿Qué habría que negociar para alcanzar ese acuerdo?

--Retrotraer toda la situación a los momentos previos al conflicto que se produjo en el seno del justicialismo. Esto significa, por una parte, dejar de lado las inconsultas consultas que se propusieron primero en La Rioja y después en la provincia de Buenos Aires sobre la re-reelección de Menem. Por el otro, suspender el congreso partidario convocado para este viernes y pactar la realización de uno nuevo de común acuerdo con Eduardo Duhalde. Y establecer reglas para el futuro que permitan la expresión no ya tan sólo de dos sectores en pugna, sino de todos los afiliados.

--¿A qué se refiere?

--A que, en mi opinión, ésta es una pelea superestructural en la que juegan sólo dos personas, que no sucede entre los afiliados y de la que no participa el peronismo.

--¿El justicialismo está al borde de la ruptura?

--Creo que de seguir así hay serias posibilidades de ruptura. Si Menem, Duhalde, Ramón Ortega y Carlos Reutemann no logran en lo inmediato ponerse de acuerdo en una misma estrategia, me parece que no vamos a tener ninguna posibilidad electoral en el '99.

--¿Menem y Duhalde aún pueden ser candidatos del PJ?

--No me parece que hayan perdido condiciones. Sin embargo, creo que llegaron a un nivel de enfrentamiento donde la victoria de uno representaría el triunfo de sólo una parte del peronismo sobre la otra, y no la de la totalidad del partido.

--¿Ya no hay lugar para los dos en el justicialismo?

--Hay lugar para los dos, pero también tiene que haber grandeza. Esta frase de Juan Domingo Perón que tanto se repite: "Primero la patria, después el movimiento y por último los hombres" debería ser una práctica. --¿No teme que se repita la derrota de octubre?

--Las elecciones de octubre fueron un alerta muy fuerte, y el peronismo no debe ser suicida. Creo que hay que escuchar a los militantes y abrir canales de participación. Nosotros vamos a impulsar un encuentro en Villaguay para que hablen los dirigentes de la provincia y donde vamos a escuchar el clamor de la militancia.

--¿Menem y Duhalde deberían renunciar a sus aspiraciones para conservar la unidad del justicialismo?

--Si no hay unidad seguramente habrá castigo. La gente nos va a castigar. Opino que se debería hacer el sacrificio que haga falta en función de la unidad del peronismo. Cada uno debería saber quién es mejor en cada circunstancia histórica. No hay necesidad de llegar a esta situación. Todo esto le hace mal al peronismo.

--¿Sus congresales votarán a favor de reclamar ante la Justicia la habilitación de Menem para que pueda competir por un tercer mandato?

--En este sentido creo que hay un error en el texto del telegrama que se envió convocando al congreso, porque pareciera que el Partido Justicialista se reúne con el objeto de presionar a la Justicia para que se pronuncie a favor de esta habilitación. Yo creo que un congreso partidario no puede pretender presionar al Poder Judicial de la Nación. Nosotros, si bien no estamos por la proscripción de nadie, tampoco estamos dispuestos a violentar las instituciones y la Constitución. Logramos la unidad del peronismo, o deberemos hacernos cargo del castigo de la gente.

 

PRINCIPAL