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LA CRISIS TRAS EL PEDIDO DE QUIEBRA
"Racing puede desaparecer"

Esa es la opinión de la síndico Ripoll. La cancha y la sede corren riesgo de ir a remate en un mes. Carlos Avila podría comprar el club.

Días de fiesta en la cancha de Racing. En 30 días, podría dejar de pertenecer al club.

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Por Adrián de Benedictis

t.gif (862 bytes) "En este momento Racing es una empresa en marcha provisoria. Ahora habrá que esperar que la sindicatura se expida dentro de los próximos 20 días, y luego, será el juez el que decida --tendrá 10 días hábiles-- el futuro definitivo de la institución. Es decir que en 30 días el club puede ser rematado y, como consecuencia, desaparecer", le aclaró la síndico Liliana Ripoll a Líbero. "Mientras tanto no habrá más novedades. Se dirán muchas cosas en estos días, pero la verdad la tendrá el juez. Personalmente cumpliré mi tarea con la responsabilidad profesional que el caso requiere, y con suma transparencia. No habrá lugar para las suspicacias, que quede bien claro", agregó Ripoll. Fuentes cercanas a la institución le confiaron a Líbero que el empresario paraguayo Carlos Avila estaría interesado en comprar la institución. De esta manera, salvaría al club de la desaparición y lo convertiría en una sociedad anónima, imitando a muchos clubes del fútbol europeo.

Durante el tiempo que dure la quiebra, los contratos firmados con anterioridad carecerán de valor. En consecuencia todas las empresas que hayan acordado algún convenio con el club, deberán verificar sus créditos ante el juez Enrique Gorostegui --es el mismo que actuó en el caso Fassi Lavalle--, mientras que las inhibiciones y los embargos quedan sin efecto. Este fue uno de los motivos principales por los cuales Racing presentó su propia quiebra a través de una decisión de Daniel Lalín, presidente hasta ese momento. Los embargos y las inhibiciones lo tenían ahogado económica y financieramente. "Era la mejor salida, todo esto se debe a la superación del pasivo sobre el activo. La Comisión anterior provocó este descalabro económico, a tres días de las elecciones firmaron un contrato con Multicanal hasta el año 2001, es una vergüenza", señaló Lalín.

Los más de 200 juicios que tiene Racing serán revisados por el juez, y por lo tanto, los mismos serán remitidos al juzgado Civil y Comercial Número 16 de La Plata. Curiosamente, las instalaciones del juzgado serán remodeladas especialmente para poder albergar todas la fojas de los expedientes que serán enviados. En el momento en que el juez tenga en sus manos la auditoría, citará a todos los acreedores para comprobar la deuda, y una vez que este procedimiento esté completo, los citados acreedores se reunirán con el síndico para negociar la forma de pago con el club, que pagaría hasta donde alcancen los fondos. "Todo está bajo control, al juez voy a facilitarle todo lo que sea necesario para que pueda desempeñar su tarea con tranquilidad. Los reclamos de deuda deben ser estudiados con mucho cuidado, ahora muchos querrán aprovecharse de esto para aparecer a pedir plata de cualquier lado", remarcó Lalín. El juez Gorostegui tiene a su cargo, desde hace aproximadamente 11 años, 307 procesos en contra de la institución de Avellaneda.

Para que la quiebra se pueda levantar, tendrán que estar de acuerdo todos y cada uno de los acreedores. Uno de los principales es, casualmente, Daniel Lalín, que pretende que el club continúe funcionando con normalidad. El problema lo generarían los pequeños acreedores. Por el momento los socios de Racing continuarán pagando la cuota y podrán acceder a las distintas actividades que realiza el club.

Por el momento todos los jugadores que lleguen a Racing serán a préstamo, ya que la institución no puede inscribirlos como propios. El club solamente les pagará el sueldo. Este es el primer caso en el fútbol argentino en el que la misma entidad solicita su propia quiebra, ya que en casos anteriores como los de Temperley y Deportivo Español, fue pedida por los acreedores.

Por su parte, la agrupación opositora "4 de Noviembre", a través de su apoderado Oscar Cribari, realizó una presentación ante la Justicia para que se investigue la deuda originada durante la gestión de Osvaldo Otero, antecesor de Lalín. El proyecto consta de un proceso en el cual se investigaría a fondo la deuda post-concursal que, según ellos, no sería superior a los 50 millones de dólares, entre deuda exigible y no exigible. Algunos miembros opositores --en sus derechos como socios-- se presentaron la semana pasada ante el juez Gorostegui para que los ponga al tanto de la situación del club.

 

De 12 a 62 millones
Por A. D. B.

t.gif (862 bytes) "La deuda de 62 millones de dólares hay que verificarla porque no creo que sea legítima. Desde que asumimos nosotros, lo único que hicimos fue poner plata. En este club no entra un solo peso, y para colmo está todo cobrado", puntualizó Juan José Tufaro, ombudsman del club. Tufaro aclaró que él seguirá en sus funciones hasta que la Justicia indique lo contrario. "Los balances del año '95 fueron rechazados; alguien tiene que hacer frente a todo esto; el síndico solo no puede. Yo quiero a Racing y por eso doy la cara en este momento", agregó.

Entre los acreedores que citará el juez en los próximos días se encuentra la Municipalidad de Avellaneda. Durante la gestión de Otero, Racing habría firmado un convenio para financiar una deuda entre el club y la Municipalidad. Racing no habría cumplido con lo pactado, y debido a eso la facilidad de pago caducó. "Esa fue una de las tantas maniobras turbias que realizó la anterior dirigencia. Personalmente, creo que los acreedores tendrán que modificar algunas cosas. Lamentablemente, alguien saldrá perjudicado", explicó Tufaro.

Por otra parte, dirigentes vinculados con el club intentarán llamar a una unidad por parte de las distintas agrupaciones para poder sacar a Racing de esta situación crítica. "En este momento no debe existir oposición, estamos en una hora crucial. Confiamos plenamente en la síndico y el juez, y esperamos que la resolución definitiva no provoque la desaparición del club, porque eso puede provocar graves enfrentamientos", dijo uno de los integrantes del departamento de relaciones públicas de Racing.

Las acusaciones hacia la comisión anterior son varias. Una fuente cercana al presidente Daniel Lalín le confesó a Líbero que "lo más insólito de todo este análisis económico y financiero surge de la segunda convocatoria de acreedores --durante 1995-- en donde la deuda ascendía a 12 millones de dólares (a cancelar en cinco cuotas anuales). Esas obligaciones no se cumplimentaron y, por consecuencia, el pasivo se incrementó a 62 millones de dólares".


"Todo es una maniobra"
Por A.D.B.

"Lalín y Otero hicieron este vaciamiento para comprar la quiebra. Todo esto es una estafa, una mentira, una inmoralidad y una vergüenza", disparó el ex presidente de Racing, Juan Destéfano. "Mientras se decreta la quiebra, el club sigue comprando jugadores, esto es una trampa. Que la gente se dé cuenta que el club está manejado por malandras. El juez debe blanquear el club, y si esta gente se llevó plata, debe ir presa", argumentó.

Destéfano aconsejó al juez que efectúe una investigación seria para que "la mafia" desaparezca de Racing. Sobre la abultada deuda del club, el ex presidente admitió tener "una mínima culpa" porque cuando él dejó la presidencia (en 1994) "el pasivo era de 12 millones solamente. De ahora en más que la justicia diga si Destéfano robó, si Otero robó y si Lalín robó. Y si hay alguien que metió la mano en la lata, que sea juzgado".

 

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