Por Maximiliano Montenegro 
      
    El candidato Eduardo Duhalde hará este año en la provincia de Buenos Aires todo lo que
    al presidente Menem le está vedado en el gobierno nacional por el FMI y el establishment.
    Mientras Menem debió recortar mil millones de gasto público y suspender el Plan Laura,
    Duhalde aumentará la deuda para financiar un "salariazo" y más obra pública,
    cuyos niveles batirán un record histórico. Además, pese a que el Fondo del Conurbano
    desapareció como tal, los programas sociales del gobernador en campaña por la
    candidatura presidencial del PJ aumentarán este año un 20 por ciento. Hoy, los gastos en
    programas sociales y en obras de la Nación empalidecen al lado del aparato de
    asistencialismo duhaldista. El Fondo Monetario envió una señal de alerta a La Plata la
    semana pasada por la marcha de las cuentas fiscales de la provincia, pero el gobernador
    cuenta a su favor con la sorpresiva e inestimable defensa de Roque Fernández ante el
    organismo internacional.  
    Nadie había prestado demasiada atención a las cuentas de Duhalde en
    la provincia de Buenos Aires hasta que días atrás el FMI puso el grito en el cielo.
    Cuando la jefa de la delegación, Teresa Ter Minassian, que ayer partió de regreso a
    Washington, observó los números de las finanzas provinciales lo menos que atinó a decir
    de Duhalde fue: "No está siendo solidario con ajuste a nivel nacional". En
    otras palabras, Duhalde hace todo lo que a Menem el FMI le baja el pulgar. Por ejemplo: 
    * Este año, el gobernador aumentará el gasto en salarios en casi 500
    millones, un 11 por ciento más que el año pasado. El "salariazo" se distribuye
    así: 200 millones para la recomposición salarial en sectores como salud, seguridad y
    justicia. Y otros 300 millones exclusivamente  
    para educación. 
    * En cambio, aunque sigue su curso en el Congreso, Menem se
    comprometió ante el FMI a archivar el Fondo de Financiamiento Docente de Decibe para
    aumentar salarios en el sector.  
    * Duhalde aumentará este año los "programas sociales
    focalizados" (plan Vida, comedores escolares, cajas alimentarias, programas de
    empleo), identificados con el asistencialismo más puro, en un 20 por ciento. Son 100
    millones de pesos más que, si se concentraran en planes de empleo, representarían unos
    42 mil puestos de trabajo de 200 pesos mensuales. 
    * Menem, en cambio, hará un ajuste sobre el gasto público total de
    1000 millones de pesos, de los cuales 600 millones son gasto social. Por caso, el
    Ministerio de Trabajo achicará en 60 millones sus programas de empleo, lo que representa
    25 mil puestos de trabajo menos.  
    * Duhalde aumentará en casi 150 millones (un 11,9 por ciento) el
    presupuesto en obras públicas.  
    * Menem, en cambio, no podrá utilizar los 400 millones provenientes de
    la venta del Banco Hipotecario para hacer obras. Encima, también como parte del ajuste
    global de gastos, tendrá que recortar en algunos casos y en otros, postergar la
    ejecución de obras ya presupuestadas.  
    Pero lo que más irrita al FMI es que Duhalde esté financiando parte
    de los incrementos salariales, de las obras y de los planes sociales con endeudamiento
    público. Según el Fondo, la provincia tendrá este año un déficit de 900 millones de
    dólares, 33 por ciento más que todo el resto de las provincias juntas (que
    experimentarían un rojo de 600 millones en total). Sin embargo, el ministro de Economía
    de Duhalde, Jorge Sarghini, dice que las cuentas de la provincia cerrarán en equilibrio.
    La diferencia se explica porque el Fondo no admite que los ingresos de la venta de la
    compañía eléctrica provincial (600 millones este año) y los fondos conseguidos en el
    mercado de crédito externo vayan a parar a obras o gastos salariales.  
    De todos modos, aunque en público se muestra duro con los gastos
    provinciales, Roque Fernández salió en defensa de Duhalde ante los funcionarios del FMI.
    En la reunión de la semana pasada, Rogelio Frigerio, quien se encarga en Economía del
    tema provincial y próximamente asumirá como secretario de Política Económica, en
    reemplazo de Carlos Rodríguez, convenció al Fondo de que no había de qué preocuparse.
    Ayer, Frigerio volvió a explicar el punto ante Página/12: "Al FMI le
    preocupa que no estén financiando el aumento de gastos con más ingresos impositivos.
    Pero Buenos Aires todavía tiene el producido de la venta de ESEBA y un acceso
    privilegiado al crédito internacional", afirmó. Y agregó: "En el Fondo saben
    que las espaldas de Buenos Aires están cubiertas para el nivel de endeudamiento que
    tienen. La deuda es sólo el 15 por ciento de sus ingresos totales, es como si el gobierno
    nacional tuviera una deuda externa menor a 10 mil millones de pesos".  
    Sorteado el escollo del FMI con ayuda de Economía, y en consecuencia
    del establishment, Duhalde podrá poner en marcha en toda su dimensión el aparato
    electoral con que cuenta en la provincia. Para tener una idea de la magnitud del aparato
    asistencialista del duhaldismo, bastan las siguientes comparaciones: 
    * Este año Duhalde gastará 1290 millones de pesos en obra pública,
    casi 300 millones más que la inversión del gobierno nacional que se mantuvo planchada en
    los últimos años. En términos de su presupuesto eso significa un 12,5 por ciento del
    total, seis veces más que la Nación. 
    * Sin contar créditos del Banco Mundial y BID, los "programas
    sociales focalizados" de Duhalde llegarán a 620 millones de pesos, la mitad de lo
    que gasta el Estado nacional en planes asistenciales (alimentarios, de empleo, vivienda,
    salud) dispersos en todos los ministerios.  
    * Aunque la educación quedó descentralizada en las provincias, el nivel de este
    "gasto social puro" en Buenos Aires también impresiona: es de 3442 millones de
    pesos, superior al de la Nación. 
      
    
      
         
        Por qué nadie lo critica 
         
        Por M.M. 
          Desde que
        el Fondo del Conurbano bonaerense desapareció como tal y pasó a integrar el Presupuesto
        provincial, tanto en el radicalismo como en el Frepaso parecen haberse olvidado de las
        cuentas del gobierno de Duhalde. Ya nadie lo acusa en público de hacer asistencialismo
        con "vicios clientelísticos", como solía decir la oposición, ni cuestiona la
        asignación de recursos que no está claro si siguen criterios de bienestar social o un
        mero patrón electoral. Sin embargo, Duhalde nunca gastó más fondos --en obras, salarios
        y asistencialismo-- que los que volcará este año en la provincia de Buenos Aires.  
        Tal vez el cambio de los economistas de la Alianza se deba a que sus
        preocupaciones se llaman Carlos Menem, incluso después de que el Presidente desistió de
        sus intentos reeleccionistas. Antes, José Luis Machinea y Pablo Gerchunoff, los dos
        economistas claves en la Alianza, temían que Menem tirara la casa por la ventana (con el
        Plan Laura, aumentos salariales o más gasto público) con tal de mejorar sus chances para
        pelear por un tercer mandato. Hoy, en cambio, temen que --justamente por haber perdido
        toda posibilidad-- Menem repita lo que Augusto Pinochet hizo en Chile: aumente fuertemente
        el gasto público y obligue al próximo gobierno, como le ocurrió a la Concertación, a
        un duro ajuste fiscal apenas asumido. Sin embargo, nadie habla sobre si habrá o no que
        ajustar las cuentas fiscales de Buenos Aires, una vez que se corte el crédito de la
        felicidad que hoy contrae Duhalde en el exterior. 
        Para el establishment de bancos extranjeros Duhalde es, antes que una preocupación,
        una buena fuente de negocios. Prestarle a la provincia de Buenos Aires es mucho más
        seguro que hacerlo a Jujuy o a La Rioja, aunque ésta cuente con el devaluado respaldo
        presidencial. El FMI salió a cruzarlo, pero tan tímidamente que bastó la palabra de
        Roque Fernández para aplacar las críticas. Y Roque, para quien financiar aumentos
        salariales con deuda siempre sonó a herejía, ¿por qué será que no habla de Duhalde?  
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        El asistencialismo a pleno 
         
        Los gastos que más aumentó Duhalde 
        (Comparación presupuestaria, 
        en millones de pesos)  
         
            97      98
            Variación
                     
        Programas sociales focalizados
                519       619
              19,3% 
        Obra pública
                                        1.135
            1.290      12,0% 
        Seguridad
                                             1.047
            1.182     12,0% 
        Remuneraciones *
                                3.957
            4.368      11,0% 
        Educación
                                            3.210
            3.442        7,2%  
         
        * No todo el aumento salarial fue incluido originalmente en el Presupuesto.  
         
        Fuente: Elaboración propia, en base a datos oficiales.   | 
       
     
     
     
    
      
         
        Menem versus Duhalde 
         
        Ejercicio 1998 
        (en millones de pesos y como  
        porcentaje del gasto total) 
        Obra pública: 
        Gobierno nacional:    1.011 (2,1 %) 
        Pcia. Buenos Aires:  1.290 (12,5 %) 
         
        Programas sociales focalizados: 
        Gobierno nacional:    1.239 (2,5 %) 
        Pcia. Buenos Aires:      619 (5,9 %) 
         
        Gasto en educación: 
        Gobierno nacional:    3.020 (6,2 %) 
        Pcia. Buenos Aires:   3.442 (30,2 %)  | 
       
     
    
      
         
        Los gobernadores junto a Menem contra el
        "traidor" 
        
          
            Los jefes provinciales juraron
            fidelidad ayer, en Olivos. Adelantarán las elecciones de autoridades del PJ en apoyo de
            Menem.  | 
              
            La mayoría de los gobernadores
            justicialistas llegaron a Olivos sabiendo que Carlos Menem les iba a pedir otra prueba de
            amor  | 
           
         
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        | Por Diego Schurman   Carlos Menem consiguió ayer el respaldo de la mayoría de los
        gobernadores justicialistas para adelantar la interna partidaria. El Presidente dio así
        un paso más en su ofensiva por retener la conducción del PJ y encolumnar a dirigentes y
        afiliados detrás de su figura. Anticipado de la jugada presidencial, Eduardo Duhalde se
        recluyó en los últimos dos días en el interior de la provincia de Buenos Aires y hoy no
        concurrirá a la firma del Pacto Federal de Trabajo. Ese acto iba a marcar su reencuentro
        con Menem, quien días atrás lo tildó, sin nombrarlo, de "traidor y desleal". 
        A la hora de blanquear sus deseos, Menem se expresó sin ambages:
        "Muchachos, les voy a pedir que me apoyen porque creo que hay que insistir con el
        temario acordado en el congreso del PJ", les dijo a los gobernadores. Todos
        asintieron. Incluso Ramón Puerta y Adolfo Rodríguez Saá, dos de los mandatarios que al
        ingresar a Olivos se habían opuesto a cambiar la fecha de la interna. 
        En la cena estuvieron 11 de los 14 gobernadores justicialistas. A las
        previsibles ausencias de Duhalde y el santacruceño Néstor Kirchner --dijeron no haber
        sido invitados-- se sumó la del salteño Juan Carlos Romero, quien viajó a Europa, pero
        envió en su lugar al vicegobernador Walter Wayar.  
        Menem y Duhalde son los actuales presidente y vicepresidente del PJ, y
        sus mandatos vencen en el 2000. En un encuentro furtivo que el gobernador y operadores
        menemistas mantuvieron en junio en el Hotel Alvear, llegaron a un acuerdo para no
        adelantar la interna. Pero tras fracasar en su intento de ser reelecto, Menem rompió el
        pacto. 
        El que gane ahora en la interna será el jefe del partido durante la
        administración que suceda a la menemista, ya que el mandato del nuevo presidente del PJ
        se extenderá hasta el 2003. Menem apuesta a que un triunfo suyo en las urnas posicione a
        Ramón Ortega, su delfín, y simultáneamente haga trastrabillar las pretensiones de
        Duhalde. 
        En ese caso, el mandatario tendría asegurado el cumplimiento de sus
        dos aspiraciones: una de máxima, entregándole la banda presidencial a Palito (Menem ya
        dijo que quería un hombre al gobierno y él al poder), y otra de mínima, que es
        convertirse en el jefe de la oposición. 
        El menemismo asegura que en una interna lleva todas las de ganar. De
        sus filas reflotaron una encuesta realizada por el sociólogo Hugo Haime, donde Menem
        aparece por encima de Duhalde en intención de voto. Los datos, sin embargo, son
        anteriores al "renunciamiento" presidencial a una nueva reelección. Por lo
        tanto, lo más probable es que, ya a esta altura, hayan sufrido algunos cambios. 
        Menem está deseoso de cruzarse a Duhalde en el camino para cerrar el
        círculo de su venganza personal contra "traidores y desleales". El plan ya tuvo
        como víctimas a Carlos Ruckauf y Carlos Reutemann, dos de los hombres que pegaron el
        faltazo al congreso re-reeleccionista. La ofensiva también tuvo como blanco a Domingo
        Cavallo. Los legisladores justicialistas quieren quitarle los fueros al ex ministro de
        Economía para forzarlo a declarar ante la justicia como un ciudadano común. 
        De todos modos, antes que concurran a las urnas los 3.600.000 afiliados
        peronistas --según un padrón que todo el abanico partidario reconoce como
        "inflado"--, se desatará un fuerte debate leguleyo.  
        Menem llamó a internas en un plazo no mayor a los 90 días basándose
        en la resolución del congreso extraordinario de Parque Norte. Pero Duhalde no sólo
        desconoce esos plazos sino todo lo resuelto en esa cumbre del PJ. Por ello mantiene firmes
        las impugnaciones presentadas ante la Justicia, que recién podrán tener dictamen a
        partir de la próxima semana, cuando concluya la feria judicial. 
        En la conflictiva cumbre también se resolvió llamar a elecciones
        abiertas para definir al candidato a presidente de la Nación. Los menemistas dicen que
        ése uno de los puntos que más teme Duhalde, al entender que Ortega recoge mayores
        adhesiones fuera de la estructura partidaria.  
        El escenario con el que se relamen los principales operadores del
        Presidente es el que muestra a un Duhalde derrotado por Menem en la interna, vencido por
        Ortega para la candidatura a presidente, y, encima, a pocos meses de abandonar la
        gobernación. "Se quedará sin nada, absolutamente nada. Ni siquiera con el aparato,
        que va a seguir siendo controlado por Menem aunque más no sea como jefe de la
        oposición", soñaba en voz alta uno de los más conspicuos laderos del Presidente 
        Duhalde, que en estos días se recluyó en el interior de la provincia
        --algunos voceros dijeron que en Tandil, otros en su casa de Pinamar-- no ve de buena gana
        adelantar la interna. Y sólo lo haría si en forma simultánea se realiza la elección a
        candidato a presidente. "¿De qué le sirve a Duhalde ser el titular del partido si
        después, por ejemplo, no llega a ser el candidato a presidente", dijeron en La
        Plata. 
        Cualquiera sea la estrategia --incluso la de buscar que Menem y Duhalde
        se encuentren--, lo cierto es que a estar altura parace imposible evitar la guerra entre
        las dos cabezas del PJ. Uno de los gobernadores consultados por Página/12 al
        término del encuentro de Olivos fue certero con su minucioso análisis de lo que
        sucederá en el seno del PJ. Concretamente dijo: "Se viene un quilombo
        bárbaro".  | 
       
     
     
     
    
      
         
        Otro faltazo anunciado 
         
          Carlos Menem lanzará hoy
        un Pacto Federal del Trabajo para unificar criterios entre los gobiernos nacional y
        provinciales para el control de las leyes laborales. A la ceremonia, que se realizará en
        la Casa Rosada, fueron convocados todos los gobernadores, incluido Eduardo Duhalde, aunque
        su voceros aseguraron que el mandatario ya tendría decidido pegar un faltazo a raíz de
        su duro enfrentamiento con el Presidente. 
        El Pacto Federal del Trabajo fue diseñado por el ministro de Trabajo,
        Antonio Erman González, y entre sus propuestas se encuentra la creación de un Consejo
        que elaborará políticas laborales y ejercerá tareas de inspección. 
        El proyecto contempla un plan de regularización del "empleo en
        negro", que permitiría a una gran cantidad de trabajadores gozar de los beneficios
        del sistema de seguridad social. También hace hincapié en el trabajo de menores, la
        igualdad laboral entre hombres y mujeres, y el empleo de personas discapacitadas, entre
        otras cosas. 
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        ¿En contra del modelo? 
          Pese a lo
        que podría creerse, los operadores de Duhalde en el Ministerio de Economía provincial
        estaban ayer por la tarde satisfechos con la repercusión del acto de Neuquén, donde el
        candidato dijo que estaba en contra del modelo, al que calificó de "agotado".
        "Logró posicionarse en los medios, de nuevo, bien diferenciado de Menem",
        especuló un funcionario de La Plata. "Esto es lo que la gente quiere oír y no hay
        duda de que el mensaje llegó", agregó la fuente. 
          
        --¿Y no los deja mal parados ante los bancos extranjeros, que les
        financian con más crédito el aumento de gastos? --preguntó este diario.  
        --(Jorge) Sarghini (el ministro de Economía provincial), Jorge Remes (ex minstro y
        actual diputado) y Rolfo Frigeri (titular del Provincia) van a tener reuniones en los
        próximos días con Broda y López Murphy para calmar los ánimos en la city. Pero eso se
        arregla con un seminario. La gente ni sabe quiénes son Broda o López Murphy, y tampoco
        les interesa saberlo. Lo que sí está claro para todos es que Duhalde no quiere cambiar
        la Convertibilidad.  
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