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El Lole acusó al Gobierno de fraguar una elección

Fue el comicio de 1995. Apuntó a Corach y Kohan. También dijo que, cuando quiso su reelección, manipularon a la Corte.

 

 

 

Lole carga contra Kohan y Corach, que no trataron bien a sus hombres.

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Por Pablo Feldman
Desde Rosario

t.gif (67 bytes)  Carlos Reutemann recuperó las palabras después de un silencio que consideró terapéutico. Manejando los tiempos, ayer puso en su boca, en un reportaje concedido a Página/12, lo que sus operadores repitieron durante los últimos días. Pero, salidas de sus labios, las palabras sonaron más brutales, fundamentalmente las que apuntan al entorno de Carlos Menem, lo que el ex gobernador dio en llamar "la carpa menemista". Las definiciones fueron tan frontales como la embestida que comenzó contra el ala política del Gobierno. "Lole" sospecha que quienes ahora lo llaman "traidor" intentaron fraguar la elección santafesina de 1995, maniobra nacida, según sostiene, en el Ministerio del Interior de Carlos Corach. O de la injerencia de ese mismo sector en el fallo adverso de la Corte Suprema a su intento de reformar la Constitución santafesina para reelegirse. Reutemann está convencido de que los operadores del Presidente no trataron a sus hombres con el respeto que merece su provincia, que lograr la re-re a través de la Corte hubiese sido "quebrar el orden jurídico", y que sus congresales actuaron bien en Parque Norte. Además, dice que no se va del PJ, que aún no se definió por ningún candidato de su partido y que todavía no es tiempo de hablar de su postulación a la gobernación de Santa Fe.

--¿Por qué decidió resignar su candidatura presidencial?

--Yo estaba haciendo mis cálculos. A partir de que el presidente Menem aparentemente no es candidato reflotan otra vez mi nombre como un candidato. Entonces hago estas declaraciones para determinar que no voy a ser candidato nacional, como dije hace tres meses. Ahora se mezcla todo.

--Entonces, ¿por qué volvió a aparecer su nombre?

--Lo que pasó es que al bajarse el principal referente que tiene el justicialismo en la Argentina, se abrieron las gateras para los otros sobre los que eventualmente se hablaba.

--Usted decía que Menem merecía tener su oportunidad vía reforma constitucional.

--Las cosas fueron variando. En diciembre de 1997, cuando se convocó al primer congreso en Obras, la palabra reelección provocaba un gran rechazo. Pero se fue instalando y ya no provocaba ese rechazo. A mí me da la impresión de que Menem pensó realmente en presentarse y, como siempre me gustaron los desafíos, me hubiese gustado que él tuviera la oportunidad. Cómo, no se lo puedo decir. La forma más perfecta era a través de una reforma pero la situación política no lo iba a permitir.

 

--En la Corte estaba el antecedente de la presentación de miembros del PJ santafesino para que lo habiliten a usted para una reelección en la provincia y, esa vez, la Corte votó en contra 9 a 0.

--Eso también tuvo una venia de funcionarios del gobierno nacional en su momento, a mí me lo dijeron directamente. Bueno, pero volviendo a Menem, de la decisión que ha tomado sale muy valorado. Sacando la reelección vía Corte Suprema le hubiera dado a la campaña presidencial del '99 un argumento muy fuerte a la oposición: quebrar el orden jurídico hubiera sido difícil de remontar.

 

--¿Cómo quedó su relación con Menem después de Parque Norte?

--En principio, Santa Fe acreditó en el congreso partidario anterior, en Obras, los 116 congresales que tenía. Pero en este congreso se acreditaron 56 congresales. La provincia de Santa Fe tuvo con Menem un trato institucional muy importante, todo lo referente a obras importantísimas que se hicieron gracias a Menem. Pero creo que siempre el ala política del menemismo se confundió con el trato hacia Santa Fe. Hay episodios que no son muy felices. Por ejemplo: nunca hubo una respuesta contundente sobre lo que pasó en Santa Fe en las elecciones del '95.

--¿Le quisieron robar aquella elección (cuando Jorge Obeid, respaldado por Reutemann, enfrentó a Héctor Cavallero, apoyado por el menemismo --en Santa Fe hay Ley de Lemas--)?

--A esa elección pudimos salvarla cuando vi en el Distrito Militar todas las urnas intactas. Entonces dispuse el recuento voto por voto.

--No me contestó: ¿había alguien que quería manipular la elección?

--Yo no lo puedo probar, pero evidentemente por alguna mente pasó apropiarse de una porción de los votos en blanco durante el transporte de datos entre Rosario y Santa Fe, que después iban al Ministerio del Interior. Eran dos o tres votos en blanco por mesa, eran 7500 mesas...

--La diferencia de 30 mil votos entre Obeid y Cavallero.

--Claro, eso por alguna mente pasó. Algo pasó en las computadoras que sorprendió incluso a las autoridades de Encotesa: todos los sistemas de seguridad que tenían les avisaron que algo raro estaba pasando. Pero que la gente de Santa Fe tenga la plena seguridad, y esto se los puedo asegurar por mi vida, que si hubiese visto una sola urna en mal estado hubiese anulado las elecciones inmediatamente.

--Desde entonces la relación con el menemismo no fue la mejor...

--Siempre se han equivocado en el tratamiento político en una provincia muy ordenada y que en tren de darle respuestas políticas a Menem fue siempre muy contundente con triunfos. Mientras yo fui gobernador y presidente del partido siempre se le contestó con triunfos y sobre todo en la reelección del '95, donde nos tocó pelear, acá en Santa Fe, contra una campaña muy adversa donde se decía que perdíamos por paliza. Y sin embargo la provincia volvió a responder con un triunfo importante. Por eso creo que los aspectos políticos no se manejaron bien, no se le trató a Santa Fe con el respeto político que merecía.

--En estos días lo han llamado Cafiero, Marín, Eduardo Menem, pero no el Presidente. Si lo hubiera llamado, ¿su decisión hubiese sido la misma?

--Después de las cosas que pasaron en este congreso, aun sin haber hablado con nadie, mi sensación es que no hay --sobre todo en la carpa menemista-- buena onda hacia Santa Fe. Creo que es una exageración total pensar que la reelección no sale porque los congresales de Santa Fe no ingresaron al congreso. No es cierto que yo les haya dicho a los congresales que no entren. No le voy a escapar al bulto de todas maneras: se me hace responsable a mí y yo le voy a contestar. Lo que sí es cierto según me han dicho, es que el tratamiento que tuvieron en una reunión anterior fue realmente lamentable. Una vez más se vuelven a equivocar en el tratamiento político hacia Santa Fe.

--No me respondió, ¿qué hubiera pasado si lo hubiese llamado Menem?

--No creo que me hubiera llamado. Además, no creo que esté con ánimo para hablar del tema. Me da la sensación de que Menem no piensa lo mismo que algunos que están en el ala política del gobierno, que creen que los santafesinos fuimos unos desagradecidos porque no "pagamos" todas las obras, ni agradecimos políticamente entrando a ese congreso. Eso es una exageración y no creo que el presidente se equivoque así.

--¿Quién le gusta más, Duhalde u Ortega?

--La verdad es que no me he puesto a pensar en el tema. Honestamente, creo que a Menem le hubiera gustado intentar serlo, pero de lo que viene no se lo puedo decir. Es una situación difícil.

--¿Usted no acompaña a ninguno? Porque Duhalde lo quiere como vice.

--Sí, pero otra vez lo mezclamos con la Fórmula Uno, van a empezar otra vez con que siempre fui un número dos. Además, honestamente me parece que Duhalde lo dice pour la galerie, y todo eso que dice me ha creado muchos conflictos porque el ala ultramenemista siempre dijo que yo trabajé para Duhalde. Pero ahora queda en claro que no es así, porque no hubo acuerdo para nada. Y le digo más: en Obras tuve mucho apoyo para ser vicepresidente de ese congreso y Duhalde no me quería, quería poner a Ruckauf. Esto es una muestra más de que nunca hubo un acuerdo con Duhalde.

--¿En sus planes figura gobernar otra vez Santa Fe?

--Ya me subieron a otra carrera. Pero no quiero hablar de candidaturas.

--Los pies del plato tampoco los saca, ¿no? Por lo de la Alianza y la pata peronista...

--No, yo no hablé con Alfonsín ni con nadie, ni tengo pensado hablar. Por ahí se me mencionó como hablando con Alfonsín, pero es todo mentira.

--De todas maneras, es uno de los pocos dirigentes del oficialismo que goza del reconocimiento de la oposición.

--Eso realmente me reconforta muchísimo porque todos fueron elogios. Pero vio cómo se interpretan acá los elogios.

--Es el abrazo del oso. Con eso corren Kohan y Corach al despacho de Menem y dicen "mirá el Lole".

--Sí. Dirían: "Es un traidor, está arreglando con Alfonsín" (risas).

 


"Kohan siempre trató mal a Santa Fe"

 

Por P.F.

t.gif (862 bytes) "Kohan es uno de los ultramenemistas que siempre trató mal a Santa Fe", dijo Carlos Reutemann al ser consultado sobre los deseos del secretario general de la Presidencia de alcanzar una senaduría nacional por esa provincia.

La enemistad de Reutemann con Kohan no es nueva. A favor del paje del Presidente hay que decir que la historia política del Lole es breve, y se inicia en el verano de 1991 cuando salió a recorrer la provincia acompañado de Carlos "Chango" Funes. Ya entonces, en Buenos Aires el padrinazgo de Carlos Menem era recelado por Kohan, que no confiaba demasiado en ese hombre de pocas palabras. El primer enfrentamiento serio ocurrió el año siguiente, cuando Liliana Gurdulich de Correa, después de 9 años, debía abandonar su banca en el Senado y desde el menemismo se pretendió su reelección. Reutemann se opuso. A partir de allí, Kohan recordó que había nacido en la ciudad de San Lorenzo, vecina a Rosario. El Lole también se opuso y el resultado final fue la elección de Jorge Massat, un reutemista de la primera hora cuya mérito mayor es precisamente ése.

Desde entonces las relaciones entre Reutemann y el secretario general fueron empeorando, y tal vez el punto máximo de esa reyerta se dio la noche del 4 de setiembre de 1995 cuando Kohan junto con Gurdulich (que ya era funcionaria del Ministerio del Interior encargada de los comicios) llegó a Rosario y, sin más datos que un sondeo en "boca de urna" hecho por César Mansilla, le levantó la mano a Héctor Cavallero, ex intendente socialista de Rosario, devenido en menemista. Dos horas después, y sin que entrara un solo dato al Correo Central, Reutemann habló con Carlos Corach, que estaba en vuelo para sumarse a la fiesta menemista. "Si aterrizan aquí se incendia la provincia", dijo el Lole que recién ahora, casi cuatro años después, no niega que "quisieron robarme la elección" (ver reportaje). En la operación --cuyo escrutinio definitivo duró más de 40 días y consagró gobernador al candidato de Reutemann, Jorge Obeid--, según el senador participaron los "ultramenemistas que siempre se equivocaron". Entre ellos Kohan quien, desde entonces, sólo llega a Santa Fe acompañando al Presidente.



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