Página/12

"Hay actividades de Lino César Oviedo en relación con el narcotráfico, quien (...) luego de asumir el Comando del Ejército extendió su poder en actividades delictivas." Página/12 accedió en Asunción a documentos secretos que confirman el celo de los organismos antinarcóticos norteamericanos sobre las "evidentes" relaciones del ex general con el negocio de la droga.

Junto con ese material aportado por una fuente segura hay manuscritos en los que un doble agente paraguayo al servicio de la Secretaría Nacional Antidrogas informaba sobre el seguimiento especial de la DEA sobre "L.C.O.", Lino César Oviedo. En los archivos de la agencia norteamericana antinarcóticos Oviedo está "rotulado como un peligroso elemento ligado al narcotráfico, quizá el principal factor de su incalculable fortuna", dijo el informante.

Asunción fue el punto elegido por la fuerza aérea norteamericana y la DEA para basar sus Awacs (Airbone Warning and Control System), virtuales radares aéreos provistos de centros de computación y comunicación que avistan desplazamientos aéreos a miles de kilómetros. Es que el espacio aéreo paraguayo es aire de nadie, "los militares bajo el mando oviedista han impedido la colocación de radares ya llegados al país, no hay ningún control desde tierra".

Para Estados Unidos, con el nuevo presidente Raúl Cubas Grau y su gabinete (monolíticamente oviedista), el que escala al poder es en realidad Oviedo, quien desde ayer es el verdadero hombre fuerte del Paraguay. También en la embajada norteamericana, aunque diplomáticamente, señalan la relación Oviedo-narco.

Durante una entrevista concedida a este diario el 7 de mayo un alto vocero de la embajadora Maura Harty explicó por qué Paraguay ha ingresado a la lista de países "decertificables" encabezados por Colombia y mereció un severo párrafo en el documento anual del gobierno estadounidense. "Los progresos en la represión del tráfico contra drogas no han sido tantos como se necesitaban en estos últimos años; creemos en la necesidad de que se alcancen mejores resultados frente a esta preocupante situación".

--¿Desde que Oviedo asumió la comandancia del ejército el cuadro empeoró?

--El general Oviedo ha sido un oficial muy importante y es un importante líder político. Si usted quiere establecer vínculos entre ese dato y los resultados insuficientes en la acción contra el tráfico y comercialización de drogas, puede hacerlo.

De la entrevista, parcialmente grabada y celebrada en el palacio de la Avenida Mariscal López, participaron el asesor periodístico de la embajada Darío Elías, la periodista Silvia Abaca y este enviado. Como sus antecesores Glassman y Service, la actual embajadora norteamericana tiene en el ex general su obsesión dominante y lo hizo saber a poco de asumir su cargo en 1997. Consultada sobre la actitud de su país frente a otro intento golpista como el de abril de 1996 respondió: "Nuestro país no tomará parte en los asuntos internos ... siempre que eso no sea necesario". Oviedo respondía: "la embajada hace injerencismo".

"El mencionado Oviedo se ha desempeñado durante años como enlace entre el general Andrés Rodríguez y Fahd Yamil" detalla el memorándum caratulado como confidencial, firmado por Nyls Scott y enviado a la Oficina Interamericana de Prevención. Yamil es el jefe del Cartel de Pedro Juan Caballero, un poblado norteño del departamento de Amambay. Desde allí dirige "todo" tráfico, también el de drogas.

Durante la pintoresca clandestinidad de Oviedo (octubre-diciembre de 1997), mil versiones especularon sobre su paradero. Los oviedistas jugaban a medialengua la posibilidad de que Oviedo estuviera en las interminables fincas de Yamil. Alejandro Velázquez era de los contados paraguayos que conocían el número del teléfono satelital del prófugo y su paradero.

En el living de la mansión Oviedo, a la derecha de una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, Alejandro Velázquez dialogaba con este enviado:

--No, claro que no, puede estar en alguna de ellas --cerró Velázquez insinuante.

Los vínculos con Oviedo-Yamil sugeridos por Velázquez están señalados en el memorándum norteamericano clasificado "las actividades de Oviedo con el narcotráfico datan de cuando era nexo del general Andrés Rodríguez y Fahd Yamil". Pero hay más que especulaciones sobre el eje Oviedo-Yamil: el diputado electo por Amambay (Pedro Juan Caballero) es un oviedista de paladar negro, el temible Conrado Pappalardo.

Cómo entra Menem en la grilla de los mafiosos

Las relaciones de Menem no son sólo con Oviedo, sino con narcos como Andrés Rodríguez. Un nexo es Jorge Antonio.

Carlos Menem y la DEA discrepan y mucho acerca del ex general Lino César Oviedo, desde ayer el hombre más poderoso en Paraguay. En favores políticos durante su campaña electoral y jurídicos durante su juicio por el movimiento sedicioso de 1996, el Presidente ha probado su vinculación con Oviedo y cuando su secretario Alberto Kohan desmintió todo vínculo (publicado por Página/12) fue el propio Menem quien dijo: "Oviedo es un buen amigo" precisamente el día que los paraguayos votaban por el oviedista Raúl Cubas, desde ayer jefe de Estado.

Hay más: desde el lunes, en usinas oviedistas aseguraban que el presidente argentino lo visitará en la unidad del ejército donde está preso por el movimiento golpista que encabezó en 1996. El primer político extranjero que visitó a Oviedo luego de las elecciones fue un emisario del general Augusto Pinochet.

Hay más: Fahd Yamil, jefe del Cartel de Pedro Puán Caballero, era compadre y socio de negocios sucios del general Andrés Rodríguez, quien derrocó a Alfredo Stroessner en 1989 usando a Oviedo como su operador principal. Por años, Oviedo fue asistente directo del ex presidente y heredó sus negocios. Hoy es "socio" de Yamil. Yamil y Rodríguez fueron fotografiados juntos en el Hipódromo de Buenos Aires a comienzos de esta década. En setiembre de 1991 Rodríguez fue agasajado en el haras del empresario Jorge Antonio. Allí estuvo Menem y allí Menem se fotografió con la jueza María Servini de Cubría. Jorge Antonio tiene piezas políticas en Paraguay y financió campañas de candidatos oviedistas. Y tanto Yamil como Rodríguez están en la lista de narcotraficantes de la DEA.

El editor de información policial de ABC Color Vladimir Jara es autor de Clave RRR, mafias y corrupción en organismos de seguridad. Allí publicó: "Para los norteamericanos ya en 1994 quedaba revelada la supuesta responsabilidad del ex comandante del ejército con el desmantelamiento del combate contra el narcotráfico".

Jara le dijo a este enviado en la redacción del ABC: "En la embajada y la DEA Oviedo era visto como el `jefe' y a él respondía la Senad y el general Ramón Rosa Rodríguez, asesinado en ese 1994 cuando los hilos de Oviedo parecían trabar la guerra al narco y estar metidos en acciones clandestinas, especialmente en Pedro Juan Caballero y Ciudad del Este".

En 1994 un próspero comerciante de Ciudad del Este, el libanés Mohamed Jamil Rassoul, fue sorprendido con un "enorme" cargamento de cocaína. Fue detenido. Con el libanés cayó un pesado del Cartel de Cali, el colombiano Vicente Wilson Rivera Ramos. La inteligencia americana sospechó que el libanés compartía amistad con el gobernador de Alto Paraná Carlos Barreto Sarubbi y con Oviedo.

Carlos Barreto Sarubbi da el perfil de esos gángsters tropicales a la Graham Greene, gusta de los trajes blancos con zapatos al tono, bigotitos y sonrisa filosa. Dicen que en él se suman el poder político y delictivo imperante en el departamento de Alto Paraná y su capital Ciudad del Este. Durante años Oviedo fue el jefe del cuerpo de ejército con sede allí. Obvio: Oviedo y Sarubbi terminaron siendo amigos.

Días atrás Sarubbi, el amigo de Oviedo ("me consideró un excelente amigo de Menem"), se mostró en amistosa actitud junto a un ministro del presidente argentino. Fue a toda sonrisa en un acto reproducido por la TV argentina: el capo de Ciudad del Este le entregaba al ministro Carlos Corach el título honorífico de Visitante Ilustre.