Racing le va tomando el gusto a la sensación de ganar seguido

  En cuanto Racing le sopló fuerte, a Olimpia se le vino abajo la casita, como en el cuento infantil de los tres chanchitos. Pif, hizo la ordenada defensa paraguaya y permitió la celebración corrida del equipo de Cappa, con motivos. Ganó, volvió a jugar bien, encontró un poco de equilibrio, respondieron algunas de las pruebas que hizo con el equipo de suplentes del primer tiempo y con los tres puntos de anoche quedó muy cerca de ganar el Grupo C de la Mercosur, lo que significa estar al borde de la clasificación para la segunda ronda.
Pero, siempre hay uno en Racing, también hay que anotar algunas cuentas pendientes. Cappa reservó a varios titulares para los 45 iniciales. Delgado, Morales, Bezombe fueron al banco, Sessa, Diego Capria, “Tapita” García y Gonzalo Gaitán a la platea. Esa formación inicial hizo un primer tiempo discreto. Olimpia, con inteligencia, le sacó la pelota y se defendió con ella y como Racing, por ahora, sin pelota es inocuo, nunca lastimó a Tavarelli. Tan poco hubo que el canal que emitió el partido debió buscar con lupa alguna jugada digna de ser reiterada en el entretiempo. Con el cero, Olimpia se fue más que contento.
Cappa aplicó el Plan B. A la cancha Delgado y Bezombe, afuera el tímido Giménez y el inexpresivo Villalba. Racing cambió pero no sólo por la modificación de hombres sino por actitud y posiciones. Los dos recién llegados abrieron bien la cancha y todo el equipo se paró más adelante. Latorre tuvo con quien tocar y los paraguayos se la vieron venir. Se equivocaron: dejaron de defenderse con la pelota y se agruparon atrás condenando a la soledad a González y Caballero. El tiro de gracia fue el ingreso de Morales por Lux y fue Bingo. Cappa tenía al equipo titular del medio hacia adelante, menos Capria. Primero advirtió por izquierda con delgado. Luego por derecha con Latorre. Definió por ese lado cuando Bezombe le dio a Delgado y éste sacó una media vuelta fortísima que reventó en el travesaño y Latorre empujó de cabeza al arco. Ya no hubo equivalencias pese a los esfuerzos de Cubilla por revertir el asunto con gritos desesperados: “¡Salgan, salgan!” y los ingresos del pibe Santa Cruz y de Neffa (¿se acuerda de Neffa?). Racing lo tenía controlado y resuelto.
Enseñanzas. Eso dejó este 1-0, además de los tres puntos en la bolsa. Aunque fue poco empleado, Bizarri transmite más seguridad que Sessa. Banegas hizo un buen partido aun con el atenuante de la timidez paraguaya para atacar y si su inclusión fue una prueba tras el “desastre” del domingo (recordar los dos goles de Lanús), todo indica que debe ser titular con Ubeda, que anoche también levantó. Que si Racing toca pero sus hombres no se mueven, el toque es inútil, como en el primer tiempo. Cuando eso pasa la pelota la monopoliza Capria que parece no haber aprendido nada y sigue tirando pelotazos a dividir, para colmo, imprecisos. Que del medio hacia arriba Racing conserva su potencial si están los que tienen que estar. Y que parece haber encontrado el equilibrio, nunca se desesperó ni dejó esos huecos enormes atrás de Michelini que invitaban a atacarlo a fondo.

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