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Asalto con rehenes en una casa de Caballito

Dos chicos que habían sido tomados como escudo resultaron heridos cuando la policía se enfrentó con los ladrones. Un policía también resultó baleado. Los asaltantes fueron detenidos.

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Los asaltantes entraron a la casa de Galicia al 600, en Caballito

Por Horacio Cecchi

t.gif (67 bytes)  En la esquina de Galicia y Rojas, de Caballito, los rostros de los vecinos eran más oscuros que las sombras de la última tarde de invierno. Tenían sus razones: a las 22.30 del sábado, tres hombres habían tomado como rehenes a un muchacho de 18 y a su hermano de 13 para asaltar su vivienda, en Galicia al 600. Pero fueron denunciados a la policía, se tirotearon y huyeron por los techos. Los dos hermanos y un sargento quedaron seriamente heridos. Después de seis horas de persecución por las terrazas de la misma manzana y tras nerviosas negociaciones, los tres asaltantes se entregaron en otra vivienda, a la vuelta, sobre la calle Manuel Rodríguez al 1400, donde habían tomado a otros dos jóvenes como escudo.

"Estaba mirando televisión, justo pasaban una película de policiales, y escuché ruidos en la terraza. Mi marido me dijo que no pasaba nada, pero cuando miré a través de la persiana vi que mi patio estaba lleno de policías. Uno me hizo señas con la mano y me ordenó que no saliera". La mujer hablaba desde la puerta de su casa, de Manuel Rodríguez 1437, sin que el miedo le permitiera dar su nombre ni alejarse demasiado del umbral. "Nunca pasamos por algo semejante". En ese mismo edificio, pero en el departamento 9 del 2º piso, a las 4.30, había concluido la odisea.

Todo había empezado a las 22.30, cuando dos hermanos de 18 y 13 años, después de jugar al fútbol, regresaban a su casa de Galicia 620, una amplia vivienda de paredes de piedras blancas y visor en el portero eléctrico. Sus padres habían salido. El dispositivo de seguridad no les sirvió de nada: tres hombres armados bajaron de un Ford Mondeo --que había sido robado en Belgrano tres horas antes-- y los amenazaron cuando abrían la puerta. "El conductor de una Traffic que pasó por el lugar los vio y le avisó a un policía", aseguró otra vecina.

El agente pidió refuerzos y, a los pocos minutos, cayó la Espiral Urbana. "Nunca vi tantos policías", recordó un hombre, sobre la vereda de Galicia, mientras unos chicos montados en bicicletas relataban sus versiones, y en cada una aumentaban el número de patrulleros y de helicópteros policiales.

El primer refuerzo llegó en un patrullero de la comisaría 13ª. Tres uniformados descendieron del vehículo. Hasta ahí, con pequeñas variantes, todas las versiones de los vecinos fueron coincidentes. Pero a partir de ese momento, todo ocurrió en el interior de la vivienda, y la única versión de los hechos salió de boca de fuentes policiales. Según ese relato, los tres federales encontraron la puerta de calle entreabierta y con las llaves puestas del lado de afuera. Los tres ingresaron, traspasaron el garage para acceder a otro sector de la casa donde, desde otra habitación, "los delincuentes efectuaron los disparos, impactando en el abdomen al sargento Héctor Tucci, motivo por el cual tanto el agente Néstor Paz como el cabo Ramón Lugo repelieron la agresión. Pese a ello, los delincuentes fugaron por los fondos de la finca".

Siempre según la versión policial, además del sargento Tucci, los dos federales encontraron en el lugar a los hermanos heridos y pidieron de inmediato auxilio médico. Ayer, el joven de 18 años, con un disparo en la pierna, fue dado de alta. Su hermano, de 13, con heridas en el rostro, el tórax y las piernas, y el sargento Tucci, se encontraban en grave estado. Por el momento, hay que esperar el resultado de las pericias que determinarán de qué armas provinieron los disparos que hirieron a los dos jóvenes.

A partir de entonces, los acontecimientos se ampliaron a todo el vecindario. A las 23.30, la Espiral Urbana en pleno, incluido un helicóptero de apoyo, inició la persecución a través de los techos y rodeando la manzana. "Los tres tipos corrieron por las terrazas, le dispararon a una parejita que estaba en su casa, por suerte no les hicieron nada, y llegaron hasta la terraza de la vuelta (Manuel Rodríguez 1437) --reconstruyó una mujer que aseguró haber visto "todo desde la ventana"--. Desde ahí saltaron al balcón del segundo piso", el departamento 9, en el que viven dos jóvenes. Los asaltantes tomaron a los dos muchachos como rehenes y sólo se entregaron después de varias horas de negociación. Ayer por la tarde, de los rostros de los vecinos, oscurecidos por el miedo, sólo partían loas a la policía.

 


Otro caso en Colegiales


t.gif (862 bytes) El nuevo estilo de tomar rehenes sumó un nuevo caso ayer, a las 17.30, cuando cinco jóvenes --dos menores, de 16 y 17 años, y tres mayores, de entre 18 y 19--, armados, amenazaron a Leandro Leguizamón (23), que lavaba su auto frente a su casa de Ballivian 2172, de Colegiales. Los asaltantes lo obligaron a entrar en la vivienda, donde se encontraban su padre Raúl, su hermano Mariano (21) y Enrique Mata, un amigo de la familia. Mientras desvalijaban la casa, un vecino vio movimientos raros y llamó a la policía. En este caso, no hubo disparos. La policía logró detener a dos de los asaltantes, mientras los otros escaparon por los techos y se atrincheraron detrás de una pared y un tanque de agua. Rodeada la manzana, finalmente después de media hora, los tres cómplices entregaron sus armas. La policía sospecha que un sexto asaltante que aguardaba en un auto logró escapar.

 

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