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El Nacional Buenos Aires con un predio en peligro

El campo de deportes del colegio puede quedar sepultado bajo el hormigón de Puerto Madero. Así lo autoriza un decreto del Presidente. Alumnos y docentes le darán un abrazo simbólico.

De acuerdo con una ley de 1915, el campo pertenece a la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La Universidad iniciará hoy una causa judicial y presentará además un recurso de amparo.

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t.gif (67 bytes)  Una amenaza acecha al campo de deportes que los alumnos del Nacional Buenos Aires disfrutan desde 1914. El predio puede terminar sepultado por varias toneladas de hormigón, si prospera el proyecto oficial de urbanización de Puerto Madero. De acuerdo con una ley de 1915, el campo pertenece a la Universidad de Buenos Aires (UBA), pero un decreto presidencial de 1989 autorizó a la Corporación Antiguo Puerto Madero a levantar un enorme complejo edilicio (con futuro de oficinas) en el lugar que hoy ocupan las canchas de fútbol, vóley y básquet, la pista de atletismo y los vestuarios. Para luchar contra la desaparición del tradicional campo de deportes, estudiantes, ex alumnos y hasta profesores y autoridades darán mañana, a las 12, un abrazo solidario alrededor del terreno.
Además, la UBA iniciará hoy una causa judicial para reclamar su derecho de propiedad y presentará un recurso de amparo a la espera de una medida de no innovar.
“El sábado vamos a estar todos en el campo, para demostrar que no queremos dejarlo”, anunció el vicerrector Francisco Azamor. “Después del abrazo simbólico, habrá una choriceada. También organizamos torneos de fútbol para alumnos y ex alumnos, y un recital con bandas del colegio”, detalló Diego Fidel, de 16 años, vocal del centro de estudiantes. “Y si los chicos tienen ganas, por ahí hacemos un campamento y nos quedamos a pasar la noche”, comentó Samantha Maldsen, otra alumna.
Al reclamo de los interesados directos se sumó el de la Legislatura porteña. Ayer, por unanimidad, se votó un pedido al Gobierno de la Ciudad para que sus representantes en la corporación Puerto Madero –que también integra el gobierno nacional– exijan respeto por los derechos de la UBA y, en todo caso, se garantice al colegio la cesión de otro predio. “Hicimos la petición porque las empresas concesionarias están avanzando sobre el terreno –explicó el legislador radical Cristian Caram–. Ya sacaron algunos alambrados perimetrales y quisieron demoler la casa del cuidador.”
El predio de la discordia está ubicado en el Dique 4 del puerto, en Presidente Perón y Avenida de los Italianos; tiene 20.236 metros cuadrados y su valor ronda los 15 millones de dólares. “La corporación le ofreció al colegio un terreno lindante, que tiene 3000 metros cuadrados más –le aseguró a Página/12 el vicepresidente de la entidad, César Fazio–. Y tenemos la intención de ayudarlos en los gastos que demanden las nuevas instalaciones.”
Pero en la UBA, donde dicen no haber recibido ninguna oferta, no quieren ni oír hablar de mudanzas: “El terreno es de la Universidad y no hay ninguna razón para aceptar otro”, se ofuscó un vocero. En el colegio también explican su postura: “Si nos ofrecen cambiar el campo por uno mejor, no va a haber problema, siempre y cuando nos aseguren que vamos a disponer de las mismas comodidades”, aceptó el vicerrector del Nacional Buenos Aires.

 


 

EL JUEZ DE CIPOLLETTI ARRESTO A UN COMISARIO
Cómo poner en caja a la policía

t.gif (862 bytes) Otro jefe policial se ganó el encierro en Río Negro. Esta vez se trata de diez días de arresto domiciliario para el comisario Jorge Galera, jefe de la zona II de la Unidad Regional II. El juez que investiga el triple crimen de Cipolletti, Pablo Iribarren, lo responsabilizó de haber otorgado prerrogativas a un oficial detenido como encubridor del homicidio de Verónica Villar y María Emilia y Paula González.
La sanción parece ser un escalón más en los crecientes enfrentamientos entre funcionarios judiciales y policiales al sur de Río Negro. Hoy el juez Iribarren se reúne con el Consejo de Seguridad de la provincia para ampliar su denuncia ante el Ejecutivo sobre los policías que amedrentan a testigos para que no declaren en el caso que investiga.
La sanción administrativa que recayó sobre Galera se debe a la hermandad que demostró hace cinco días con su compañero de armas, el comisario José Luis Torres, procesado por encubrimiento en una causa vinculada con la del triple crimen. Galera fue el encargado de detener a Torres el viernes pasado. Lo hizo después de acordar con él que cenaría con su familia en su casa de Cipolletti y ahorrándole el mal rato de las esposas. Pasaron casi 24 horas desde que el juez Iribarren ordenó la detención y el momento en el que se hizo efectiva. Durante ese tiempo Torres se paseó por Cipolletti y fue visto hasta por los periodistas de la región. Lo más increíble de la situación es que Galera había denunciado judicialmente al propio Iribarren.

 

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