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EL CRECIMIENTO NO BASTA, DICE UN EXPERTO DEL BANCO MUNDIAL
“Hay que atacar la pobreza”

Según el economista Haeduck Lee, para que el crecimiento sea equitativo el Estado debe invertir más en educación y salud.

Culpables: “La desocupación tiene relación con la pobreza, pero no es su principal causa. Esta reside en los bajos niveles educativos y sanitarios”.

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Por Cledis Candelaresi

t.gif (67 bytes) El especialista del Banco Mundial en pobreza, Haeduck Lee, coordina junto con funcionarios del BID y la Cepal un programa para mejorar las estadísticas sobre ingreso, al que adhiere la Argentina. En diálogo con Página/12, el economista explicó que, si bien la desocupación afecta más a los pobres, el principal problema de los carenciados no es la pérdida de trabajo sino su incapacidad de conseguir una tarea bien remunerada. La solución sugerida: que los gobiernos inviertan en educación y salud. Para dicha de Ramón “Palito” Ortega, destacó la eficiencia de los programas de ayuda que administra la Secretaría de Desarrollo Social.
–Los usuarios de estadísticas argentinas se quejan de que es muy difícil tener información sobre el nivel de ingreso de los sectores más ricos.
–La subdeclaración de ingresos no es sólo un problema que afecte a la Argentina. Sucede en todos los países, incluido Estados Unidos, donde una mínima proporción de la población concentra la mayor parte de la riqueza. Conocer el nivel real de ingresos de los sectores altos de la población es uno de los objetivos estadísticos más difíciles. Cuesta mucho conocer su capital así como la renta que éste genera.
–¿Por qué cree que los sectores de mayores ingresos subdeclaran?
–Por temor a una inspección impositiva, a que los datos sean utilizados para otros fines. Aunque este temor, en realidad, es infundado, ya que las legislaciones de todos los países protegen el secreto, el anonimato de la información estadística. Estamos ante un gran reto estadístico. Porque si no se tienen datos adecuados sobre los más ricos, no es posible conocer la real pirámide de ingresos del país, y las estadísticas resultan poco confiables.
–¿La desocupación es el principal problema de los pobres o el principal factor generador de pobreza?
–Si en un hogar hay desocupados y, por lo tanto, no hay ingresos, ese hogar cae debajo de la línea de pobreza. ¿Pero cada hogar con desocupados es pobre? No. Algunos hogares tienen su ahorro, que les permite suavizar el impacto de la falta de trabajo. El fenómeno de la pobreza es multidimensional. La desocupación tiene relación con la pobreza pero no es su principal causa. El principal problema de los pobres es su incapacidad para generar ingresos. Por eso es importante que los gobiernos prioricen sus inversiones a educación y salud: las personas no instruidas o enfermas difícilmente puedan conseguir trabajos, menos bien remunerados.
–¿Puede decirse, entonces, que la desocupación es el principal problema de la clase media?
–En la Argentina la desocupación es bastante alta y la clase media la sufre mucho. Tal vez por esto existe el mito de que afecta más a los sectores medios. Pero, en realidad, investigaciones del BID y el Banco Mundial demuestran que, realmente, la desocupación afecta más a los más pobres. Todo depende, también, si se piensa en un trabajo en relación de dependencia o en cualquier tipo de tarea. Creo que la desocupación en los países de América latina en realidad es muy baja, sencillamente porque pocos disponen de alguna renta que les permita sostenerse sin una ocupación. Todos tienen que hacer algo para vivir: deben trabajar diez o doce horas, aunque de manera informal, por ejemplo como vendedores ambulantes. Ustedes tienen una red de protección social con buenos componentes: un seguro de desempleo, y programas de la Secretaría de Desarrollo Social que se aplican eficientemente. Hay buenas evaluaciones del Programa Trabajar; otros con buena llegada a la gente, como el Fopar o el Siempro.
—¿Cómo impactan los programas de ajuste en la distribución del ingreso?
–Cuando hay programas de ajuste toda la población comparte los costos. Pero es importante buscar la eficiencia del gasto social para ayudar a los más pobres.
–¿Y qué efecto puede tener la actual crisis financiera internacional en esa distribución?, ¿a qué sector afecta más?
–Nuestra tarea es averiguarlo, porque en realidad no hay consenso sobre cómo impacta. Para algunos, afecta más a las clases bajas. Pero también hay estudios que indican lo contrario. Lo que está fuera de discusión es que durante las crisis los gobiernos deben asistir a los más pobres.
–En la Argentina se dio el fenómeno de crecimiento económico con mayor pobreza. Algo similar a lo que ocurrió en Brasil durante los ’80. ¿Puede establecerse alguna correlación entre pobreza y crecimiento?
–La literatura clásica sostiene que durante la primera etapa del crecimiento la distribución del ingreso desmejora, situación que después se revierte. Pero estudios sobre los países asiáticos previos a la crisis demuestran que con el crecimiento pueden mejorar todos los sectores.
–¿Cuál es la condición para que esto ocurra?
–En el caso de los países asiáticos el lubricante fue la educación. El buen nivel de educación permitió que todos los sectores acompañasen la pujanza económica. El crecimiento es necesario pero no suficiente para mejorar la distribución del ingreso. Debe acompañarse con un ataque directo a la pobreza.

 

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