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La misteriosa ejecución de un comerciante en Ciudad del Este

Hay dos detenidos por el asesinato de Hussein Taiyen. Las hipótesis sobre las razones del crimen van desde que dejó de financiar al Hezbollah a lo pasional.

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Por Irina Hauser

t.gif (67 bytes)  Hace una semana mataron a Hussein Mohamed Taiyen, uno de los líderes libaneses más populares de Ciudad del Este. Taiyen, de 58 años, era presidente de la Cámara de Comercio local, dominaba casi todos los negocios de la zona y fue el único que le dijo en la cara al ministro del Interior, Carlos Corach, que a su entender el grupo terrorista Hezbollah "es un simple partido que lucha por la liberación de su tierra". Lo asesinaron a sangre fría, con dos tiros en el pecho y en su propia megatienda. El martes pasado la policía detuvo a dos hombres, un supuesto autor del crimen y su cómplice. Uno de ellos dijo que la orden había venido de un jefe de la mafia china. Esta versión, sin embargo, resulta poco creíble para algunos dirigentes locales. En la ciudad que ha ganado fama de concentrar al terrorismo internacional asentado en Latinoamérica se multiplican las hipótesis, pero ni la Justicia ni la fuerza policial se disponen a investigar más allá de los confines de esa urbe comercial.

Los argentinos tuvieron oportunidad de conocer a Taiyen un poco más de cerca cuando en agosto de este año defendió abiertamente al grupo terrorista Hezbollah como un partido de liberación "igual como pelearon ustedes por las Malvinas". El argumento fue desplegado delante de las narices de Corach, quien había viajado a Ciudad del Este para ser condecorado como huésped ilustre. Unos meses antes el ministro había sido declarado "persona no grata" por decir que la ciudad fronteriza era un antro de contrabando y terrorismo en momentos en que se sumaban indicios de que los autores de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA pudieron haber entrado en Argentina por la triple frontera y que tendrían vínculos con células del Hezbollah instaladas del lado paraguayo.

Lo curioso es que, en los últimos tiempos, el empresario libanés había optado por criticar públicamente a sus compatriotas radicados en Paraguay que giran dinero para la causa islámica. Del mismo modo negaba que hubiera miembros del Hezbollah en Ciudad del Este. Con o sin doble discurso, nunca se conocieron a ciencia cierta los lazos de Taiyen con el terrorismo islámico.

Aunque la gente del lugar esté anestesiada frente al promedio de al menos un homicidio diario, éste no pasó inadvertido. Y lo cierto es que si tuviera alguna relación con grupos musulmanes, Paraguay no quedaría demasiado bien parado frente a Estados Unidos y Argentina, junto a quienes este año emprendió una nueva política de control antiterrorista.

Na08fo02.jpg (12368 bytes)Taiyen era multimillonario y, como titular de la cámara que él mismo fundó en 1979, tenía el dominio de los 12 mil millones de dólares que pone en movimiento anualmente la ciudad. Vivía en un lujoso departamento en la planta alta de su negocio, Casa Colombia, en pleno centro, con sus hijas Carmen, Marina y Linda, tres flamantes estudiantes de Derecho. Vendía de todo, electrodomésticos, ropa, perfumes, y facturaba alrededor de 2 millones de dólares mensuales. Oriundo del Líbano, había llegado a Ciudad del Este treinta años atrás con su esposa, después de una estadía de cinco años en Colombia. Al divorciarse, ella volvió a su tierra natal pero sin las niñas. En adelante Taiyen acrecentó su fama de mujeriego.

Cuando lo mataron, a plena luz del día, Taiyen estaba en su negocio, a pocos metros de la entrada. No hubo robo. Un hombre que había bajado de un Volkswagen gris entró, gatilló tres veces directo hacia su víctima y se fugó. Dos días después la policía detuvo a Adelir Caetano Riso, un brasileño de 23 años a quien pescaron mientras intentaba matar a David Chang, un comerciante chino. El joven no portaba la misma arma que mató al líder libanés, pero la policía evaluó que podía ser su asesino porque coincidía el método de silenciador utilizado.

El jefe de la fuerza policial, Héctor Lugo, se pasó 24 horas afirmando que el brasileño era el culpable. Al día siguiente, sin embargo, si bien el muchacho confesaba su participación, aclaraba que el disparo lo había ejecutado un carpintero paraguayo de 26 años de nombre Miguel Angel Orquiola, quien no tardó en ser arrestado pero hasta el momento supo mantener su boca bien cerrada. El brasileño dice que el paraguayo le pagó 800 pesos para manejar el auto que lo llevó a Casa Colombia y que el autor intelectual sería un comerciante chino afincado en Brasil. Ambos detenidos tenían antecedentes de robo y dijeron conocerse del trabajo.

Un vocero de la comunidad judía paraguaya y una funcionaria de la Cámara de Comercio Arabe (un desprendimiento reciente, y no en los mejores términos, de la entidad que lideraba Taiyén) quienes prefirieron guardar anonimato dijeron a Página/12 que estaban extrañadísimos. "Taiyen era un hombre muy querido y de lo mejorcito que había entre los libaneses que viven acá. Estaba en contra de las mafias, tanto la china como la árabe", afirmó la mujer. Jotvino Urunaga, gobernador de Alto Paraná, comentó: "Taiyen era muy honesto. Estaba trabajando en un proyecto para fomentar el comercio nocturno y reclamaba seguridad para los comerciantes. Estamos preocupados".

Uno de los pocos que abrieron interrogantes sobre el crimen fue el actual intendente de la ciudad, Juan Carlos Barreto. "Alguien que murió de esa manera andaría en cosas raras", dijo sin agregar detalles. Al parecer, el intendente y su padre, Carlos Barreto Sarubbi, ex gobernador, señalados como los más expertos contrabandistas dueños de pistas clandestinas de aterrizaje, se habían sentido aludidos varias veces por los comentarios del empresario palestino en relación con las mafias. Un concejal de la ciudad también dio una versión arriesgada: "En realidad Taiyen había suspendido sus aportes al Hezbollah y ya lo venían amenazando", sostuvo.

Así las cosas, no hay ninguna evidencia firme de que los dos detenidos hayan sido los ejecutores del crimen y que estén diciendo toda la verdad. Pero la teoría del crimen por encargo de algún jefe de la mafia china a quien el finado libanés debía unos cuantos dólares fue la más defendida por el comisario Lugo y la fiscal Elizabeth Achinelli al ser consultados por Página/12. "Todavía no hay certezas, pero hay que tener en cuenta que en Ciudad del Este todos los días matan una persona, es terrible pero es así", intentó justificar con resignación la magistrada.

 


LAS HIPOTESIS DE UN ASESINATO A LA LUZ DEL DIA
Los tiros son lo único seguro

 

Por I.H

t.gif (862 bytes) Por ahora lo único que se sabe a ciencia cierta es que el comerciante libanés Hussein Taiyen fue asesinado a balazos dentro de la tienda que le ayudó a amasar su fortuna. En principio, la policía y la Justicia de Paraguay se contentan con buscar el germen del crimen dentro de la propia Ciudad del Este. Concejales y voceros de la comunidad árabe de Paraguay comienzan a sugerir que el ideólogo del homicidio estaría vinculado al terrorismo internacional. El comerciante libanés, dicen, pudo haber traicionado al Hezbollah, el brazo armado del Hamas, que está sospechado de haber organizado los ataques terroristas contra la Embajada de Israel y la AMIA. O quizá atesorara información importante. Estas son, hasta ahora, las hipótesis del crimen:

* La policía y la Justicia paraguayas abonan la idea de que se trató de un crimen por encargo por un ajuste de cuentas. Creen que, como dijeron los dos únicos detenidos, la orden pudo haberla dado algún dirigente de la mafia china asentada en Brasil a quien Taiyen le adeudaba una cifra millonaria. Sin embargo, Said Taiyen, hermano del comerciante, salió a aclarar que eso era imposible porque sus cuentas estaban al día. Los investigadores oficiales tampoco descartaron que pudiera tratarse de un crimen pasional "puesto que Taiyen era de andar con muchas mujeres".

* Miembros de la comunidad árabe deslizaron que podría tratarse de un atentado ordenado por Hamas porque Taiyen los traicionaba al criticar públicamente el envío de fondos para la causa islámica por parte de los comerciantes árabes radicados en Paraguay. Según la versión de un concejal el grupo Hezbollah podría estar a la cabeza del crimen porque "hace un tiempo Taiyen dejó de girarles la plata correspondiente". El hermano de Taiyen dijo que estas alternativas son poco creíbles porque "quien quiere cometer un atentado terrorista pone bombas o mata a una multitud" en algún lugar sigNificativo. Otro argumento para refutar esta posibilidad es que a Hamas no le conviene dar cabida a mayores presiones de Estados Unidos y arriesgarse a perder el negocio que le hace llegar millones de dólares al año desde la triple frontera.

* El disparador pudo haber estado en alguna interna con los comerciantes árabes de la ciudad. El propio Taiyen denunció a algunos de ellos por girar dinero a Medio Oriente para el terrorismo y esto derivó en la detención de ocho personas.

* Aunque Taiyen no acostumbraba revelar sus enemistades, buena parte de la comunidad de Ciudad del Este sabe que las tenía, en especial con el intendente y el gobernador, Juan Carlos y Carlos Barreto, viejos presuntos contrabandistas de la zona. "Lo que nadie dice pero que también cabe pensar es que el tema venga por este lado", dijo un allegado a la Gobernación.

 

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