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Otra muerte después de tomar la pastilla azul

Un hombre con problemas cardíacos murió en Rosario luego de ingerir Viagra. Su caso es similar al ocurrido en Córdoba en julio: no falleció por la píldora sino por el esfuerzo sexual.

t.gif (862 bytes) La cama de un hotel alojamiento de Rosario se convirtió en el lecho de muerte de un hombre de 58 años, con antecedentes cardíacos, que falleció luego de ingerir la famosa píldora azul contra la impotencia. Según relató la mujer que lo acompañaba –que no era su esposa–, antes de sufrir el ataque cardíaco fulminante, la víctima tomó Viagra junto a sus habituales remedios para la hipertensión arterial y sus problemas de corazón, Enalapril y Atenolol.
El hecho ocurrió en la madrugada del domingo en la habitación 27 del Hotel 77, ubicado en Mendoza 7701, de la ciudad de Rosario. El hombre, cuya identidad no trascendió, se encontraba con una mujer de 55 años, que inmediatamente avisó a los empleados del motel, cuando descubrió con horror que lo que prometía ser una noche de pasión había terminado abruptamente, junto con la vida de su pareja.
La autopsia realizada por el Instituto Médico Legal de Rosario confirmó que no se trató de una muerte violenta y que el fallecimiento sobrevino por un infarto. En su declaración policial, la mujer explicó que su compañero había ingerido la pastilla Vimax –uno de los nombres de fantasía bajo el cual se comercializa el Viagra en el país– y el Enalapril y el Atenolol. Fuentes policiales señalaron que la esposa de la víctima supo de la muerte de su marido a través de la policía. El juez de instrucción que intervino en el hecho, Eduardo Suárez Romero, caratuló la causa como “muerte dudosa”.
Aunque en un primer momento se pensó que la combinación de los tres fármacos podría haber desencadenado la muerte, dos especialistas consultados por Página/12 descartaron que se trate de un cóctel letal.
“La ingestión de Viagra no está contraindicada en pacientes que toman Enalapril y Atenolol. Lo que pudo haber ocurrido es que el hombre tuviera algún tipo de insuficiencia cardiológica que lo ponía en riesgo ante el esfuerzo que implica una relación sexual. No es el medicamento lo que lo mató sino probablemente su condición cardiológica y física”, explicó el presidente de la Sociedad Argentina de Urología, Isidoro Davidzon.
Según informó Amado Bechara, encargado del sector de Disfunciones Sexuales del Hospital Durand, la interacción de ambos fármacos antihipertensivos con el Viagra fue testeada en los estudios clínicos realizados por el laboratorio estadounidense Pfizer, inventor de la pastilla contra la impotencia. “En ninguno de los casos se detectaron cambios significativos en la presión arterial, en el pulso o en los exámenes electrocardiológicos de los pacientes. Incluso, yo mismo tengo pacientes que están tomando el sildenafil –sustancia base del Viagra– con esos medicamentos y no han tenido problemas ni deberían tenerlo”, explicó Bechara.
Los médicos señalaron la importancia de realizar una buena evaluación cardiológica al paciente antes de recetarle Viagra. “La actividad sexual implica una actividad física para la cual una persona puede no estar preparada”, indicó Bechara. “Si no puede jugar un partido de tenis doble no está en condiciones de tener una relación sexual”, ejemplificó Davidzon.
Los especialistas recordaron que la única contraindicación terminante que tiene el Viagra es su combinación con remedios a base de nitratos o nitritos, recetados en general para personas con problemas cardíacos.

 

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