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DIEZ OPINIONES DEL FUTBOL QUE SE VIO EN EL APERTURA 98

EL JUICIO FINAL

Los méritos de Boca, el fracaso de los otros grandes, la confirmación de las figuras y la aparición de jóvenes con talento bajo la mirada de cinco especialistas de los medios más importantes y de otros cinco de Líbero.

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1)
Fue un torneo de nivel discreto, con Boca como justo y lógico campeón, porque Bianchi supo explotar a las individualidades y armó un equipo compacto, muy solidario y bien compenetrado en su objetivo. No se distrajo en todo el batifondo que significa Boca, algo que ocurrió con Caniggia, Maradona, Bilardo y Veira. Que el torneo sea discreto no desmerece la excelente campaña de Boca. Las campañas de River e Independiente fueron muy malas, muy por debajo de las expectativas. La de Racing fue aceptable teniendo en cuenta que no es un club fácil para nadie, ni técnicos ni jugadores, por las condiciones adversas históricas que arrastra. Rescato la aparición de Daniel Montenegro, que me parece la más importante de este campeonato y que le dio un golpe de aire fresco al torneo, junto con el entendimiento que lograron Palermo y Barros Schelotto. (Claudio Mauri, La Nación)

 

2) Curiosas contradicciones, éstas, de quienes reivindican solvencias defensivas como premisas casi excluyentes y por otra parte consideran mediocre este campeonato con Boca invicto y pocos goles en contra. Poco se dijo de Boca consolidado de adelante hacia atrás porque no hubo irregularidades en el mellizo Guillermo -con el Matute Morales quizá el mejor jugador del torneo- y sí las hubo en la contundencia de Palermo. Debiera quedar claro que quien va a todas, inclusive las "imposibles", se va a equivocar bastante más que quienes toman riesgos mínimos. El fondo de Boca arrancó de menos a más, salvedad hecha de Samuel. Fue creciendo en la medida en que también Serna recordó su matriz futbolística y como colombiano, además de pelear todas, fue mejorando en la entrega de la pelota. Cagna fue un poco el termómetro. Ibarra pudo ser más y seguramente lo será. Bermúdez ganó de arriba, Arruabarrena siguió siendo buena salida, Basualdo se ganó el lugar de a poco y de los chiquilines, el futuro parece especialmente promisorio para Navas, Guillermo y La Paglia. (Diego Bonadeo)

 

3) Me quedo con la sensación que fue un típico campeonato post Mundial, con los equipos y jugadores de más nivel, que llegaron a este campeonato con físicos en condiciones precarias. Esta situación se agravó en Vélez por la partida de Bielsa y en River por las ventas. Fue una combinación de estados físicos precarios más cambios que hicieron inevitable la debacle. Boca supo aprovechar muy bien la ocasión para tener un campeonato a sus anchas. Para lograr esto Boca dejó de pensar en la cuestión mediática -partidos en Tailandia, peleas Caniggia-Nannis, los halcones, las palomas y el cabaret- y pasó a pensar como un equipo de fútbol. Para esto fue clave la llegada de Bianchi. Comparo lo que sucedió aqui con los otros países que son el eje del fútbol. No es casual que grandes equipos europeos que prestaron muchos jugadores para el Mundial estén en serios problemas como el Barcelona, el Real Madrid, Juventus, Inter. El campeonato, ni aun en aspectos mínimos ni en el momento de la definición se cuidaron los aspectos formales. La definición debió haber sido en igualdad de condiciones pero Boca jugó con Independiente todo un tiempo sabiendo que el empate le bastaba para ser campeón. Aun en medio de todas sus crisis, el fútbol argentino sigue descubriendo jugadores como Saviola o Messera que todavía invitan a soñar. (Ezequiel Fernández Moores, Ansa)

 

 

4) El Apertura dejó varias sensaciones: a) De justicia: el campeón fue Boca, el mejor de todos, en medio de la mediocridad. Armó un equipo sencillito y se consagró digna y merecidamente; b) De impotencia: las barras bravas y la TV siguen su ruta; se despidió (mal) a Cappa; se expulsó (muy mal) a Castrilli; c) De esperanza: Se destacaron Montenegro, Guillermo, Saviola, Messera, Walter Gaitán, Aimar, Farías, Alegre, Cambiasso, Javier Villareal, Daniel Albornoz, y otros pibes que representan la reserva ecológica. (Juan José Panno)

 

 

5) Quedó nuevamente evidenciado en el Apertura que a los grandes equipos los forman los buenos jugadores. River y Vélez quedaron muy lejos porque su plantel no tiene el nivel de los grandes jugadores que tenían antes. También se demostró, aunque parezca una contradicción, que un técnico con un perfil bajo y sin rebusques dialécticos exagerados puede imponerle a un equipo cierto orden que le baje la espectacularidad y con eso hacer lo suficiente para dominar a los otros. Bianchi reemplazó con buen funcionamiento el nivel de los grandes jugadores que no tuvo, porque Boca no fue un gran equipo, y con eso le alcanzó para aprovechar el desconcierto de los otros. (Horacio Pagani, Clarín)

 

6) Por una cuestión meramente estadística, que salga campeón Boca hace feliz a más gente que en otros casos. Un punto para la alegría. Por una cuestión de decencia, la marginación de Castrilli -una especie de suicidio inducido a los que estamos tristemente acostumbrados- hace más injusto al arbitraje. Un punto para la impunidad. Por una cuestión de salud, la violencia generalizada nos muestra cada vez más enfermos. Un punto para la estupidez. Por una cuestión de puro gusto, la aparición de Guillermo, Saviola, Gaitán y toda la salita verde de Pekerman nos permite decir, con cierto pudor y vergüenza, que pese a todo disfrutamos con el fútbol. Un punto para el placer. (Juan Sasturain)

 

 

7) Boca demostró que siendo regular y sin la necesidad de ser un gran equipo se puede ser campeón. A partir del final de los ciclos de River y Vélez y de un montón de equipos que fueron irregulares, no malos, entonces Boca con cierta base de solidez y regularidad le alcanzó para ser campeón. Con esto se concluye que la regularidad es un valor muy rentable en el fútbol, porque Boca es un buen equipo pero no un gran equipo. Lo que también deja el Apertura es que la violencia es un tema muy poco interesante para quienes manejan el fútbol y que mientras así sea el problema seguirá existiendo. De nada servirán miles y miles de páginas y cosas que digan los periodistas, diputados y los oportunistas de turno si nadie se quiere meter en el tema y es ya evidente que nadie se quiere meter. (Juan Zuanich, Olé)

 

8) Dentro de lo que fue la mediocridad del torneo, Boca se destacó por dos motivos: porque en su plantel hay jugadores de muy buen nivel y que mostraron su talento, como Córdoba, Samuel, Ibarra, Riquelme, Guillermo Barros, Navas y Palermo; y porque Carlos Bianchi pudo lograr regularidad en todas las líneas. No fue un campeonato deslumbrante, sino uno que estuvo a la altura de los que se juegan tras un mundial de fútbol. Con muy poco, Boca alcanzó el título. Esto no implica quitarle méritos.(Carlos Stroker).

 

9) El campeonato que logró Boca es lo más positivo, porque después de tanto cabaret, como dijo Latorre, llegó un técnico muy ubicado con un perfil bajo que pocos tienen y que yo hubiese querido en la selección, para demostrar las cualidades que tiene. Fue el triunfo de la cordura en un campeonato que tuvo el conventillo a la orden del día, incluyo a Vélez, River, San Lorenzo y Racing, y fue mérito de Bianchi. Boca jugó bien, fue el mejor, el más contundente y mostró todos los atributos que tiene un gran campeón, no un campeón, un gran campeón. Los demás estuvieron muy lejos, quedaron lejos muy temprano. El caso de Racing, siempre con su conventillo a cuestas, San Lorenzo, River especialmente que siempre amaga con destapar una olla que al final no se destapa pero deja en evidencia que la olla existe, Independiente hizo la peor campaña de su historia y no pasa nada, no hay voces discordantes. En este torneo se acentuó y resurgió, a pesar de los esfuerzos de Perrotta, la violencia tanto en el ascenso como en primera división y eso marcó un paso atrás. (Miguel Angel Rubio, El Gráfico)

 

10) La coronación de Boca es el triunfo de Bianchi y por carácter transitivo, la victoria de la sencillez. El 4 juega de 4 y el 9 que haga goles, que siempre llovió de arriba para abajo, el sol siempre salió del mismo lado y la pólvora ya está inventada. En honor a esa sencillez campeona, nada más debe decirse. (Daniel Lagares).

 

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