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LOS ARGENTINOS NO VEN CON BUENOS OJOS AL PRESIDENTE

Y yo con estas mechas

La popularidad de Menem no alimenta los sueños de re-reelección: sólo el 18 por ciento de los argentinos tiene una buena imagen del Presidente mientras que para el 48,4 es regular o mala y el 81,8 sostiene que durante el '99 seguirá igual o empeorará. Hay rechazo por la lucha contra la corrupción, pero se acepta la convertibilidad.

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Por Raúl Kollmann


t.gif (67 bytes)  Mientras la idea re-reeleccionista continúa rondando la Casa Rosada, las encuestas siguen mostrándose tercamente adversas a Carlos Menem: apenas el 18 por ciento de los argentinos tienen buena opinión sobre el primer mandatario, en tanto que más de la mitad de la población evalúa mal o muy mal al Presidente. Tampoco hay buenas opiniones sobre la política económica del Gobierno, la lucha contra la pobreza y el control de la corrupción. En cambio, la gente está de acuerdo en mantener la paridad peso-dólar y en darle igual trato al capital nacional y el capital extranjero. El fin de año no encuentra a los ciudadanos muy optimistas respecto del '99: la gran mayoría piensa que le va ir igual o peor que en el '98. En general, el año se va registrando un fuerte malhumor y hartazgo de la gente.

Las conclusiones surgen de una encuesta nacional realizada por la consultora Sofrés-Ibope, que conduce Enrique Zuleta Puceiro. En total fueron consultadas 1200 personas en una amplísima muestra de 30 ciudades, entre ellas Capital, Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario, La Plata, San Luis, San Miguel de Tucumán, Bariloche, Rawson, Posadas, Formosa y Goya. El estudio corresponde a un programa de mediciones mensuales denominado Monitor de Tendencias Económicas y Sociales, y la encuesta se concretó entre el 10 y el 20 de diciembre.

Casi la mitad de los consultados, el 48,4 por ciento, tiene una opinión entre regular y mala del primer mandatario. Respecto del futuro de la imagen de Menem, son pocos los que creen que tendrá una evolución positiva. Nada menos que el 81,8 por ciento sostiene que va a seguir igual o que empeorará durante el '99, dato significativo para quienes alimentan la re-reelección.

Con los resultados a la vista, surge que no hay grandes rupturas ni saltos importantes en la situación. El presidente Carlos Menem sigue con la misma evaluación negativa que tenía hace unos meses, la población mantiene sus cuestionamientos al plan económico y conserva las críticas por el desempleo y la corrupción. Hay una aceptación más bien tranquila de la Alianza, sin que se perciban grandes euforias.

Para Zuleta, "la opinión pública en general ha sacado un balance: no le cierran los números y hay sectores amplios que se sienten excluidos.

Pero no se ven grandes resentimientos ni deseos de volver atrás. Es decir, hay un ambiente para proponer cambios, nuevas condiciones en lo que se está haciendo, pero todo con cierta cautela, sin saltos al vacío".

"Tengo la impresión de que el '99 será un buen año para políticos audaces --sostiene Zuleta--, que propongan compromisos distintos, nuevos. No veo condiciones para un candidato que proponga la continuidad. La gente piensan que más de lo mismo, no. Hay espacio para propuestas alternativas".

Este clima de opinión pública se nota claramente cuando las preguntas se refieren a la Alianza y al presidente Menem. La gente piensa que la imagen de la coalición opositora mejorará el año próximo, en tanto que no ve que se produzcan cambios en la opinión --mala-- sobre el Presidente.

En la encuesta se ve que hay un cuestionamiento general a la política económica, pero al mismo tiempo se respaldan algunos de las estrategias básicas: la paridad peso--dólar, la apertura económica e incluso la reducción del papel del Estado en la economía. Hay dudas en lo que se refiere a la privatización de los servicios públicos y en la flexibilidad laboral, dos aspectos que afectan a la gente cotidianamente. Es evidente que los grandes problemas para los ciudadanos siguen siendo la desocupación y los bajos salarios y los encuestados auguran un '99 difícil en ambos temas, básicamente porque perciben que seguirán los efectos de una crisis internacional.

"Si comparamos los datos de este estudio con el que hicimos un año atrás --concluye Zuleta--, se nota que los ciudadanos están más tranquilos. En diciembre del '97 se había producido una impactante victoria de la Alianza, pero la gente estaba más cautelosa, con miedos sobre el futuro. Ahora eso se ha modificado: a los consultados se los ve con menos temores. No quieren un cambio brusco ni una ruptura, pero el campo está abonado para transformaciones políticas".

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“La reelección de Menem es un tema terminado”

Jorge Yoma, un declarado partidario del tercer mandato consecutivo, dijo que “no hay tiempo político ni jurídico” para insistir con la re-re.

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t.gif (862 bytes) “Creo que luego de la exclusión de Menem y con el avance de los tiempos políticos la reelección presidencial es un tema absolutamente terminado.” Uno de los más firmes impulsores de la habilitación para un tercer período del presidente Menem, el senador riojano Jorge Yoma, utilizó esta frase para señalar que el tiempo de la re-re está agotado. Yoma presentó a principios de año una serie de proyectos para lograr una reforma constitucional que derogase la cláusula transitoria novena, que le impide a Menem aspirar a un tercer mandato consecutivo. Por eso sus palabras sonaron, como mínimo, extrañas.
“En el momento en que yo lo planteaba había tiempos constitucionales, tiempos políticos, se podía impulsar dentro del marco de la Constitución una reforma para posibilitar en aquel entonces una habilitación para que el presidente actual fuera candidato”, fundamentó su posición Yoma. “Creo que luego del renunciamiento de Menem en julio pasado y con el avance de los tiempos políticos la reelección es un tema absolutamente terminado”. agregó el titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara alta.
Yoma también cuestionó a aquellos ultramenemistas que resucitaron el tema de la re-reelección. “Insistir ahora en este tema por parte de algunos compañeros, lo único que hace es descalificar a los candidatos justicialistas Ramón Ortega, a Eduardo Duhalde, que están trabajando con miras a la elección interna del 11 de abril y desmerecer las posibilidades electorales del peronismo”, señaló el riojano.
El senador también alertó sobre las consecuencias de una nueva ofensiva re-reeleccionista al afirmar que “espero que los compañeros que han vuelto a hablar de este tema se den cuenta de que están haciendo mucho daño al peronismo y que, además, vuelven a tensar, institucionalmente e innecesariamente el clima de la República”.
En otro párrafo, Yoma manifestó que “es un tema terminado y no hay tiempos políticos ni jurídicos posibles para intentar una reforma de la Constitución nacional, que por otra parte se presenta como algo absolutamente falto del consenso necesario”.
Desde principios de diciembre, y aprovechando la inamovilidad de Eduardo Duhalde, varios dirigentes ultramenemistas volvieron a la carga con la idea de lograr la habilitación para postularse a un tercer período para el presidente Carlos Menem. Varios de ellos recordaron que en los cajones de los escritorios de los nueve miembros de la Corte Suprema duerme un pedido en ese sentido presentado por Juan Carlos Ortiz Almonacid.
Pero siguiendo la línea marcada por Yoma, ante la falta de tiempos políticos y de consenso, el menemismo diagramó otra estrategia, cuyo pilar fundamental es una presentación judicial de 12 de los 14 gobernadores justicialistas ante el Máximo Tribunal. El triunfo de José Manuel de la Sota significó un espaldarazo para las ansias menemistas.


MEIJIDE ASEGURA QUE NO HABRA RE-REELECCION

“Menem no tiene otro remedio”

t.gif (862 bytes) Las ambiciones re-reeleccionistas de Carlos Menem siempre plantearon un problema dena02fo02.jpg (8852 bytes) difícil resolución para la Alianza. Internamente, los conductores de la coalición se debatieron entre enfrentar abiertamente o ignorar la avanzada, conocedores de los bajísimos índices de popularidad que el Presidente puede exhibir desde hace un buen tiempo y que confirma la encuesta que hoy publica Página/12.
De los dos integrantes de la coalición, el Frepaso fue quien siempre mantuvo la posición más beligerante en público e hizo del tema casi una bandera electoral. Incluso, en los primeros meses del año, el diputado Carlos “Chacho” Alvarez fue el principal promotor de un foro anti-reeleccionista al que convocó a dirigentes de distintos sectores para avivar el debate. Paralelamente, en el Congreso, los diputados aliancistas plantearon el juicio político a los cinco ministros que conforman la mayoría menemista de la Corte Suprema como prevención ante un eventual fallo favorable a los múltiples escritos presentados por dirigentes del menemismo pidiendo que se habilitara al Presidente para un tercer período. El peronismo no dejó que la jugada traspasara los límites de la comisión.
Pero, y pese a todo el fervor que puso la Alianza, terminó siendo el plebiscito que lanzó el gobernador Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires la movida que obligó a Menem a renunciar en público a un nuevo mandato.
La candidata a gobernadora bonaerense, Graciela Fernández Meijide, opinó ayer que, en realidad, el proceso que desembocó en el renunciamiento de Menem se inició a mediados del año pasado con el nacimiento de la Alianza y su inmediata victoria en la elección para diputados de octubre del ‘97. “Los hechos no ocurren aisladamente y, mucho menos, en la política y en la construcción del poder”, analizó la diputada, en tono doctoral.
“Creo que la renuncia de Menem a ambicionar ser de nuevo candidato, que seguramente en su fuero íntimo no es tal pero no le quedó más remedio, marca precisamente el final de un ciclo”, añadió Graciela, quien se mostró segura de que ya no hay posibilidad de una continuidad del menemismo.
Para Fernández Meijide, el abrupto corte de la avanzada del menemismo significó un antes y un después en la política. Y la imagen negativa de la gestión de Menem tiene que ver con la percepción que tiene la gente acerca de la tarea que ahora debe realizarse en el país.
“Lo que es más importante tal vez, es que la Argentina termina este año con la percepción, atrasada respecto a otros países como son todos los países europeos, de que el ciclo del capitalismo salvaje se terminó y que, entonces, hay que construir otro tipo de democracia”, sostuvo.
Ya en campaña, la candidata explicó que a esta nueva etapa “unos le llaman otra vía, tercera vía, no sé cómo le llamarán, pero seguramente que estamos construyendo otro tipo de democracia”.



Nunca digas jamás


A pesar de los dichos de Jorge Yoma, la seguridad de Graciela Fernández Meijide, y el resultado del sondeo que reproduce Página/12 en su tapa, la re-reelección es aún una posibilidad cierta dentro del tablero político nacional. La Corte Suprema de Justicia tiene en manos una presentación del afiliado José Manuel Ortiz Almonacid.
El Gobierno echó a rodar que habrá novedades en febrero y por eso, dicen, para esa fecha Carlos Menem quiere tener encolumnado detrás de él a todo el partido. Esa –aseguran– sería la mejor manera de legitimar políticamente a un candidato que constitucionalmente hoy no puede aspirar a un nuevo mandato.

 

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