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  En 1971, cuando estaba en Ibiza, Miguel Abuelo decidió tener
    un hijo con su mujer, Cristina Bogdan, Crisha, bailarina y actriz, unas de las fundadoras
    del Grupo Lobo, la compañía teatral que fue vanguardia en el mítico Instituto Di Tella.
    Tres años antes, en la Argentina, Miguel Abuelo había iniciado su carrera, primero con
    Los Abuelos de la Nada, después como solista. Pero poco después decidió viajar a
    Europa, de donde no volvió hasta 1981. Nos casamos en el 72 Yo dejé las anticonceptivas
    y nos disfrazamos los dos de blanco, yo con la colcha crochet de la cama y Miguel con un
    trajecito que se encontró por ahí. Nos pusimos flores en el pelo y descalzos recorrimos
    la isla y le contamos a todo el mundo que nos habíamos casado. Enseguida quedé
    embarazada. En España, como estaba Franco, había que casarse por Iglesia primero y
    después tener un montón de documentos que tardaban una vida. Como no era esa nuestra
    historia seguimos a Madrid, ahí trabajando cuero juntamos plata y nos fuimos a París, de
    ahí a Londres donde nos casamos nada más que con el pasaporte. Yo tenía 8 meses de
    embarazo, recuerda Crisha. Ese bebé que esperaba es Gato Azul Peralta, que desde 1997
    integra una nueva versión de Los Abuelos de la Nada. Pero las cosas no son tan idílicas. Porque las relaciones entre Crisha Bogdan y la nueva
    encarnación de Los Abuelos de la Nada no son las mejores. Todo lo contrario. Hoy ella
    vive sola en una antigua y bella casa de Luis Guillón, donde supo andar Tanguito, que fue
    durante años pareja de Teresa Bogdan, la hermana de Crisha. En esa casa, además, están
    las grabaciones inéditas de Miguel Abuelo, sus poemas, sus dibujos, y gran parte de su
    producción en Europa, durante esa década en la que nadie en la Argentina supo de él.
    Crisha es muy concreta al explicar los motivos que tiene para no permitir que ese material
    caiga en manos de los integrantes de Los Abuelos de la Nada. Y por qué, legalmente, ni
    siquiera tienen derecho a usar ese nombre. El nombre Los Abuelos de la Nada es una marca
    registrada por Miguel. Y si Miguel hubiera querido que fuera de su primo, de su sobrino o
    de otra gente, lo hubiera registrado a nombre de otros también, explica. Lo registró
    nada más que a su nombre para que lo heredemos mi hijo Gato y yo. Mi hijo está enfermo
    y, aprovechando su enfermedad, lo involucraron al armar la banda sin haber pedido mi
    consentimiento. Yo tengo el 50 por ciento de los derechos de la marca, y tiene que ser de
    común acuerdo.
 Hace dos meses, Crisha Bogdan inició una demanda judicial en contra de quienes considera
    están usurpando el nombre que legítimamente le pertenece. Me obligaron a iniciar una
    acción judicial contra mi hijo y los otros integrantes. Gato no está en su sano juicio y
    piensa mal, y como es joven no sabe nada de leyes, no tiene ni idea de qué se trata. Tuve
    que iniciar la acción legal después de muchas cartas documento y avisos en Sadaic y al
    no haber recibido respuesta, para proteger la marca registrada cuyos titulares somos Gato
    y yo. No quiero que se la queden los otros, que por todos los medios posibles están
    adjudicándose algo como si fuera de ellos y no de Miguel... Los Abuelos de la Nada fue el
    trabajo de toda su vida. El los hizo famosos, él les dio el lugar. Y la última puntada
    fue tomarlo a mi hijo. Yo sé que no estoy accionando contra él, sino que estoy
    protegiendo sus intereses, su patrimonio. Y estoy protegiéndolo de la gente que está
    usurpando el lugar de la familia.
 De todas maneras, la intención de Crisha no es que el material que ella tiene no vea la
    luz. La idea es editar un libro este año, que seguramente saldrá con un compact que
    incluya las grabaciones inéditas de Miguel Abuelo. Tengo todos los inéditos de Miguel,
    tanto grabaciones como una gran producción poética, más ilustraciones y toda la
    documentación de su vida. Miguel me dio todo el material, porque así como la familia
    usurpadora se robó todo (no tengo fotos del colegio de mi hijo), no pudieron robarse la
    documentación: antes de internarse, Miguel me lo dio todo a mí. Y llegó el momento de
    que el libro salga, porque ya latergiversación de la historia es inconcebible. Es
    imprescindible que la vida y obra de Miguel salgan a la luz.
 Hace años, la viuda detuvo un proyecto de película acerca de su marido. Ni siquiera me
    avisaron, insiste. Tenía un argumento tendencioso, sin contar que por otro lado era
    estúpido. Como la mentira de la película de Tanguito, que era mi cuñado, un hermano
    nuestro. Todo es falso y absurdo. La de Miguel era mucho más estúpida. La detuve
    mediante cartas documento. Quiero que los libros sirvan para que una vida tan rica como la
    de Miguel no quede reducida a lo que quieren reducirla. Y que se cuente una parte de la
    vida de Miguel de la que pocos saben algo.
 ¿Y qué pasa con Miguel Abuelo a diez años de su muerte?
 A diez años de la muerte de Miguel el único objetivo que tiene esta gente es el lucro,
    el comercio. No tienen escrúpulos, no les interesa el estado en que está mi hijo.
    Obviamente lo tienen que alejar de mí para que eso suceda, de mí y de toda la gente que
    lo quiere bien, que la hay, gente que quería bien a Miguel y jamás intentó negocios con
    él. Porque siendo un enfermo, Gato está con los que le facilitan su enfermedad.
 En este rincón.
 Mientras tanto, ¿Los Abuelos de la Nada? están notificados de la demanda judicial que
    los suspende de toda actividad, por no tener derecho al uso de la marca y el nombre
    registrados por Miguel Abuelo. Eso los tiene parados. Y sin embargo, tienen próximamente
    una fecha para tocar, que, paradójicamente, coincide con el cumpleaños de Miguel Abuelo.
    Gato Azul, que cada día está más parecido a su padre, habla así de la demanda: Tenemos
    la intención de hacer un disco nuevo, ya tenemos listos los temas, pero hay problemas
    legales con mi madre, cosa que era previsible. Mi mamá siempre tuvo una vida muy distinta
    a la nuestra, y nunca participó de la familia. La familia está unida como siempre Y
    Chocolate Fogo insiste con la continuidad de la banda, a pesar de todo. Estamos tratando
    de retomar la posta. Miguel dejó un disco inédito después de Cosas mías, y todos somos
    responsables de que no se haya hecho jamás, por el hecho de que era el disco de Los
    Abuelos de la Nada. El laburaba así, no le importaba quién se hubiera ido de la banda.
    Siempre fueron músicos rotativos. Eso queda inconcluso, a medio terminar, con letras
    hechas. Tenemos el acceso restringido a ese material por Crisha. Nuestra idea es mantener
    al poeta, aunque no esté. Si no sigue el grupo es una forma de perdérselo a Miguel, hay
    pibes de quince que nunca escucharon sus temas en vivo y les encanta. No queremos vivir
    del éxito pasado: hay temas nuevos y tenemos un buen nombre para sacar un muy buen disco.
 El disco nuevo tendría temas de Bazterrica, Corbella, el mismo Fogo y Gato Azul. Pero lo
    cierto es que siendo el nombre una marca registrada, de la que Crisha Bogdan tiene el 50
    por ciento, la banda está virtualmente paralizada. Y que después de shows durante el
    año pasado que no fueron buenos, mantuvieron el perfil bajo. Chocolate Fogo asegura que
    la poca aparición pública de la banda obedece a otros motivos. Miguel dejó un
    rompecabezas. Y diez años después, la realidad de Gato y mía, que somos un poco la
    familia, y compartimos los últimos años, es que nos quedó un rompecabezas que estamos
    armando. Queremos seguir molestando con este grupo, esto empezó hace un año, de vuelta.
    El perfil bajo es una cuestión de fogueo porque Gato tiene que luchar contra el monstruo
    de su padre cuando se sube al escenario con ese nombre. Está bueno que se foguee y que
    todos nos fogueemos. Con Polo nos vemos después de 10 años. A un mediano plazo esto va a
    rendir sus frutos. El compromiso es enorme por el nombre. Por eso no queremos hacer ruido.
 MARIANA ENRIQUEZ     
 Otros tiempos. Crisha y Gato Azul 
 
 
 El recuerdo de Andrés CalamaroEra gaucho y rolling stone
 Son diez años sin el Abuelo Miguel. El está en el cielo, entre Luca y
    Federico. Nunca volví a encontrar a otro como Miguel, pero sin embargo pude encontrar
    pistas en España de su inspiración. Miguel era gaucho y era rolling stone, era popular y
    sofisticado. Y era parte de la Argentina, matón y distinguido, con el tablón y con la
    poesía. Siempre se acordaba de los presos, los olvidados, los poetas malditos. Estaba
    hecho con pedazos de barro de la Argentina y con pedazos de cielo. Era un aristócrata
    vagabundo. Miguel era nacional y universal: estaba muy inspirado y cuando no estaba
    inspirado, estaba tocando. Lo conocí en 1981, en la casa de mis viejos en Las Heras, con Cachorro López. Pero para
    mí Miguel ya era grande por los Abuelos, por ³Mariposas de madera² y por el disco
    Miguel Abuelo y Nada, un disco que grabó en Francia, codiciado por los coleccionistas
    psicodélicos del mundo. Hay copias, pero yo hablo de un original: en este momento Miguel
    Abuelo y Nada puede costar 400 dólares. O más.
 Miguel era actitud y canciones. Tendría que estar siempre en el podio con Luca, con el
    Indio, con Federico, con Fito, con Spinetta. Para mí fue una gran inspiración. Teníamos
    bastantes años de diferencia y cuando yo lo conocí había vivido mil vidas, las mil
    vidas de Miguel. Yo terminé de entender muchas cosas cuando estuve en España, porque
    Miguel tenía un compás distinto. El rock se divide en cuatro, pero Miguel dividía en
    12, como en el flamenco. Tenía el mismo color en la piel que Camarón y Bob Marley.
    Vivió en el sur de España y en Europa: esa época, esa década, son diez años de la
    vida de Miguel de la que nadie sabe contar nada, es su década secreta.
 Cuando dejó este mundo dejó los escenarios vacíos, no sólo los de los Abuelos, sino
    los del rock en general. Ya nadie los volvió a pisar como los pisaba Miguel, con esa
    presencia, con esa actitud. Yo creo que cuando nos quedamos sin Miguel, Luca y Federico el
    rock perdió mucho de libertad, fuerza moral y valor amoral. Ahora necesitamos parches de
    fútbol, de TV, de liberalismo. Perdimos mucho tiempo y hoy estamos por detrás. Cuando en
    el año 80 morían Bob Marley y John Lennon el rock quedaba huérfano de convicción y
    actitud. Lo mismo nos pasó a nosotros hace 10 años. Los propios Abuelos que quedamos no
    supimos qué hacer durante mucho tiempo. El 24 y el 25 de mayo de 1984 tocamos con los
    Abuelos de la Nada en el Luna Park. El Luna es un escenario de envergadura simbólica, por
    eso quiero terminar mi gira de Alta Suciedad ahí. Tocaron Los Gatos con Almendra, tocó
    La Pesada del Rock¹n¹Roll y la gente rompió todo. En el Luna terminó Sui Generis,
    después volvieron Invisible y Crucis. Era el escenario máximo. Cuando tocamos con Los
    Abuelos llevamos una mujer barbuda, forzudos y lanzallamas, además de una banda de
    músicos de Mar del Plata con trompetas y tambores. No recuerdo mucho más, pero sí me
    acuerdo de que pasaron el himno por los parlantes el 25 de Mayo, porque era fiesta patria.
    Lo mismo pasaba en todos los cines. Ya no era la dictadura, pero el nacionalismo seguía
    (y sigue) vigente.
 El era muy funky, pero también encontró inspiración en los libros y en el flamenco.
    Nunca quiso tocar rock y blues. Cuando entró Pappo en los Abuelos le pareció poco
    interesante, y le regaló la banda a Pappo.
 Yo en los Abuelos no tengo ningún mérito porque estaba muy verde, era potro sin galopar,
    como dice el Indio Solari. Pero fui parte de la pandilla y del aguante de Miguel. Y me
    alegro de ser uno de los que colaboró para que Miguel volviera a brillar, como el sol,
    otra vez. Ahora la mitad de mis amigos está en el cielo y la otra mitad está durmiendo.
 
 
  
 Un rey linyeraPor Willy Crook  Linda la pulpería, lindo el
    pulpero y muy lindo el pulpo. Nuestro hombre está en camino y NADA debería detenerlo. Ni a él ni a su rural FIAT 1500
    Yonqui spiritual wagon.
 Un rey linyera mezclando escuelas.
 Lo que gané con mis callos no me alcanza para comprar un buen fracaso, nos decía.
 Un caballero.
 Un espíritu hinchapelotas.
 Y ahora que es puro espíritu, supongo que también sería puro hinchapelotas.
 No me es muy fácil escribir sobre un amigo que no está.
 Que Dios reparta suerte.
 Caminante incansablePor Juanjo Carmona *  Si hay que elegir un destino como se elige un buen libro o una buena
    bebida, Miguel Angel Peralta, Abuelo para la gran familia argentina, eligió el que más
    se acomodó a su necesidad existencial. Fue un hijo de la calle, de los libros y del buen
    humor, que descubrió su camino a golpes de contradicción llegando a convertirse en un
    espía del inmenso accionar universal. Su jerga macarra, picante y alegre (sólo vista en poetas como González Tuñón) se
    volvió melodía que alimentó nuestro espíritu y nos hizo bailar por siempre.
 Sin duda fue un caminante incansable, un crítico mordaz que resumió todas las
    frustraciones y los anhelos de una generación que cultivó un cambio en la sociedad.
 La libertad fue su única bandera.
 Una figura polémica, sugerente y extraña que protagonizó una vida fascinante, intensa
    como pocas, que lo cruzó de vereda cuando todavía era demasiado pronto.
 
 * Autor del libro Himno de mi corazón, biografía de Miguel Abuelo y
    sus Abuelos de la Nada, de próxima aparición. Algunas fotos de esta producción, muchas
    de ellas inéditas, pertenecen a este libro.
     
 Mil vidas 1966 Miguel Abuelo tiene una pieza en
    la pensión Residencial Norte, el mismo lugar donde paraban Moris y los integrantes de los
    Beatniks. Junto a personajes como Javier Martínez y Tanguito se pasaban el día en La
    Perla y la Cueva. 1968 Nace la primera encarnación de Los Abuelos. Miguel toma el nombre de la banda
    de una frase del escritor Leopoldo Marechal en el libro El banquete de Severo Arcángelo.
    La frase era ³padre de los piojos, abuelo de la nada². Integraban la banda Claudio
    Gabis, Pipo Lernoud, Pomo, Alberto Lara, su hermano Micky, Pappo y Mayoneso. Miguel Abuelo
    tenía 22 años. El simple tenía los tema ³Diana divaga² y ³Tema en Flu sobre el
    planeta². Pronto, Miguel Abuelo deja la banda y se dedica a su carrera solista. Por el
    sello Mandioca edita un simple con los temas ³Oye niño² y ³¿Nunca te miró una vaca
    de frente?².
 1981 Vuelve Miguel Abuelo de Europa. En Francia había grabado un disco. La nueva
    formación era Polo Corbella, Gustavo Bazterrica, Daniel Melingo, Cachorro López y
    Andrés Calamaro.
 1982 Se edita Los Abuelos de la Nada, el primer disco luego del regreso de Miguel.
 1983 Sale Vasos y besos, el disco que tenía hits como ³Mil horas² y ³Así es el
    calor².
 1984 Llenan el Luna Park dos días seguidos, junto a números circenses, mujeres
    barbudas, lanzallamas. Ese mismo año sale el disco Himno de mi corazón. También en 1984
    se edita un disco solista de Miguel Abuelo: Buen día, día.
 1985 Se edita el álbum en vivo Los Abuelos en el Opera.
 1986 Ya no están en la banda Calamaro, ni Bazterrica, ni Cachorro López. Había
    estallado un problema de liderazgo entre Abuelo y Calamaro. Se edita Cosas Mías con
    Kubero Díaz, Marcelo ³Chocolate Fogo², Polo Corbella y Miguel Abuelo.
 1988 El 26 de marzo muere Miguel Abuelo.
 1995 Cachorro López, productor hoy de Diego Torres, produjo Los Abuelos de la Nada
    1 y 2, dos recopilaciones con un remix de ³No te enamores de aquel marinero bengalí².
 1997 Sin Miguel, vuelve a formarse la banda con Gustavo Bazterrica, Polo Corbella,
    Chocolate Fogo, Gato Azul Peralta (hijo de Miguel) y Alfredo Desiata. Estuvieron invitados
    en muchos shows Willy Crook y Andrés Calamaro.
 
  
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