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Cuando los neonazis cruzaron el charco
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| Por Raúl Kollmann
Cuando Página/12 reveló en septiembre que se había concretado un congreso neonazi clandestino en el Colegio Del Lasalle, el Centro Simón Wiesenthal (CSW), que lidera el legendario cazador de nazis, les dirigió una carta a las autoridades uruguayas para alertar sobre las actividades de los grupos skinheads de Montevideo. La página de Internet de esos grupos está encabezada por la consigna "Debemos asegurar la existencia de nuestra Raza y un futuro para los niños Blancos" y dedican homenajes al ministro de propaganda de la Alemania nazi Joseph Goebbels, al fundador de las SS, Rudolf Hess y a "Mein Führer Adolf Hitler". Junto a varias calaveras que giran en la computadora, aparece la Estrella de David, el símbolo del pueblo judío, y unos párrafos más adelante el reclamo de que "los negros se vuelvan a Africa". El responsable del CSW en Buenos Aires, Sergio Widder, y el embajador Juan Raúl Ferreira mantuvieron un encuentro en el cual el diplomático tomó nota de todos los datos sobre los neonazis uruguayos. "Esto nos sorprende. No sabíamos absolutamente nada", señaló entonces Ferreira. Dos meses más tarde, ya en noviembre, fuentes uruguayas constataron que efectivamente los neonazis habían estado en el congreso del colegio Lasalle y hubo un seguimiento de los grupos violentamente racistas. En la noche del 29 de diciembre último, fue detenido en Montevideo el editor de Orgullo Skinhead mientras pegaba carteles "contra la usura y el aborto". En la casa del marinero Gustavo Vargas, principal imputado por las bombas en Montevideo, se encontró abundante literatura nazi y el propio Vargas reconoció su vinculación con Orgullo Skinhead, aunque adujo que en los últimos meses se decepcionó. En el domicilio se encontraron también elementos idénticos a los utilizados en los artefactos que explotaron la semana pasada. Vargas revista en la Armada uruguaya y es un experto en comunicaciones. En realidad, la relación entre neonazis argentinos, uruguayos, brasileños y chilenos se ha acentuado en los últimos dos años, sobre todo a partir del despegue de las agrupaciones argentinas. Antes de 1996, las franjas de la población que podían tener afinidad con ideas nazis miraban en primer lugar hacia el Modín de Aldo Rico, un proyecto que respondía a los parámetros militaristas. Pero con la crisis del Modín, tanto por su alianza con Eduardo Duhalde como por el acercamiento a Carlos Menem, los neonazis se reafirmaron. La relación con los grupos uruguayos es especialmente estrecha: comparten páginas en Internet, participan de congresos y preparan el encuentro mundial de neonazis a realizarse en Chile en el año 2000. Hay otro elemento que los unifica; la reivindicación de Hitler y de los militares y las dictaduras de las décadas del 70 y 80. Los skinheads argentinos incluso protagonizaron una pequeña marcha de apoyo al ex almirante Emilio Massera. En una entrevista que ayer se vio en Azul Noticias, el líder del Partido Nuevo Orden Social Patriótico (PNOSP) Alejandro Franze, prácticamente se negó a responder, pero dejó entrever la base ideológica de los nazis vernáculos: --¿Ustedes reivindican a Hitler? --No voy a contestar. La ley no permite apoyar a Hitler. --Si la ley no existiera, ¿ustedes lo apoyarían? --No voy a responder. --¿Ustedes respaldaron a Massera en la causa por el robo de bebés? --Es un almirante de la Nación.
--Pero se lo juzga por robo de bebés --No voy a responder.
INFORME DE LA FEDERAL SOBRE EL GRUPO DE FRANZE Quieren ser "fuertes y bellos"
Por R.K.
El PNOSP es el agrupamiento que respaldó a Massera en la causa por el robo de bebés y habitualmente realiza marchas con camisas negras y el saludo hitleriano. Su führer, Alejandro Franze, manifiesta un feroz rechazo por el otro führer local, Alejandro Biondini, jefe del Partido Nuevo Triunfo, pero curiosamente ambas agrupaciones tienen el mismo apoderado, Daniel Schumajer. El grupo de Biondini reivindica abiertamente a Hitler y utiliza la cruz esvástica; la gente de Franze también es seguidora de Hitler pero no lo hace público por temor a las denuncias judiciales. En el informe de inteligencia se consigna la existencia de seis locales del PNOSP y delegaciones en Neuquén, Salta y Rosario. Aunque algunos de esos locales no funcionan, debe considerarse que hace tres años, los grupos neonazis no tenían ni un solo local y menos aún ponían --como lo hacen hoy-- mesas para juntar firmas y distribuir propaganda frente al Shopping Alto Palermo. Los locales se llaman, por ejemplo, Tempestad, Camino Nacional o Juan Manuel de Rosas. En las páginas de Internet se habla de lograr individuos "fuertes y bellos", aunque no explican cómo. Desde el punto de vista legal --señala el paper--, "el total de firmas aprobadas por el juzgado electoral número 1 es de 996", del total de 4000 que se necesitan para obtener el reconocimiento legal en la Capital Federal. En la Carta Orgánica, obviamente suavizada para que sea aceptada por la Justicia, hay claros vestigios de las políticas discriminatorias: "drástico desmantelamiento de la red homosexual", una ambigua frase en la que se propone "una política que asegure la higiene biológica de la Nación" y otro tramo en el que se habla de "crear escuelas especiales para los niños con coeficientes intelectuales superiores al promedio destinadas a criar la dirigencia intelectual que asegure el desarrollo de las futuras generaciones". El documento deduce que unas 25 personas son las que realizan casi todas las actividades del PNOSP. Sobre el PNT de Biondini hay datos y da la impresión de que se mueven más clandestinamente. Hay también referencia a otros grupos --Concentración Nacionalista Argentina y Movimiento para la Reconquista-- que participaron con el PNOSP en un acto realizado en la Librería Marista el 19 de noviembre, Día de la Soberanía. El informe presenta un apartado fotográfico donde se identifica a las personas que estuvieron en el acto. Lo cierto es que las crónicas periodísticas de esa reunión, del congreso en el Lasalle o de las marchas por Malvinas cuentan con informaciones más precisas y sustanciales que el informe oficial. Desde hace unos meses, la Policía Federal puso en marcha la División
Unidad de Investigaciones de Control de la Discriminación, a cargo del comisario Eduardo
Santizo. La idea es que ese organismo empiece a actuar contra los que violan la Ley
Antidiscriminatoria, pero hasta el momento no se conocen sus actividades. |
Dos neonazis
uruguayos fueron procesados ayer por su vinculación con las tres bombas que estallaron en
Montevideo durante la semana pasada. La investigación para detectar a los skinheads
orientales se inició en la Argentina, cuando se determinó que un grupito uruguayo había
participado del congreso neonazi realizado en septiembre en el Colegio Del Lasalle de
Buenos Aires. El embajador uruguayo en la Argentina, Juan Raúl Ferreira, se llevó los
datos y, cuando se produjeron las explosiones, la policía siguió el rastro del grupo
neonazi y consiguió detener a uno de los responsables por las bombas: un ex marino,
integrante de la organización Orgullo Skinhead. En la Argentina, desde hace varios
meses, las autoridades policiales estudian a los grupos neonazis locales que verifican un
lento crecimiento y una actividad cada vez más intensa (ver aparte).