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EL APAGON SE EXTENDIO Y RECIEN PARA
EL DOMINGO SE ESPERA UNA SOLUCION DEFINITIVA
La luz seguirá siendo ese oscuro objeto del deseo

Edesur restablecerá hoy la electricidad,  pero sólo enalgunas zonas. Habrá cortes rotativos, por turnos de 8 y 12 horas.

Tras las protestas de la gente, el corte llegó al Gabinete.
El Presidente envió camiones militares para repartir agua.

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Por Eduardo Videla

t.gif (862 bytes) Lejos de resolverse, el apagón se extendió ayer a otros barrios porteños y el tono de las protestas de los afectados llegó al punto de realizar improvisadas manifestaciones callejeras, batucadas, cacerolazos y cortes de avenidas. El gobierno nacional acusó el golpe: el presidente Carlos Menem cuestionó la falta de reacción del Ente Nacional Regulador de Energía (ENRE) y pidió sanciones contra la empresa Edesur. Recién después de cuatro días de oscuridad, la empresa reveló que el problema se originó en “una falla de los materiales aislantes” y anunció, ahora, que la solución llegará esta madrugada. Sin embargo, en privado, ante un grupo de legisladores, admitió que en realidad “el servicio sólo se restablecerá en forma rotativa, por plazos de entre 8 y 12 horas, a distintas zonas afectadas”. “La solución definitiva llegará recién el domingo”, reconoció Edesur.
El precandidato presidencial por la Alianza, Fernando de la Rúa, tomó la iniciativa al anunciar que si la coalición llega al gobierno “se revisarán todos los contratos (con empresas de servicios) en todo lo que sea renegociable para protección del usuario”. Menem replicó ordenando al Ejército que suministre agua potable a los afectados, en un intento por “demostrar que responde a la crisis con hechos y no con críticas”, según interpretaron sus voceros.
El apagón fue uno de los ejes de la reunión de gabinete, donde el Presidente le exigió “mayor reacción” a los funcionarios del área de Energía. Fue así que por la tarde, Ester Pandiño, vocal del ENRE, llegó a admitir que entre las sanciones contra la empresa que están en estudio figura “la pérdida de la concesión”. Por lo pronto, el organismo abrió un sumario para determinar si existió “negligencia por parte de la empresa en su accionar después del corte”. El organismo, además, dictó una resolución por la que posterga el vencimiento de las facturas de los afectados hasta el 15 de marzo. En esa liquidación, también, Edesur deberá hacer la bonificación por la falta de servicio, a cuenta de la que se establezca cuando se fije la sanción definitiva. También se le exigió confeccionar un listado de los usuarios afectados por el corte. Como corolario, la Secretaría de Energía recomendó a la población “instrumentar todas las medidas probatorias posibles para demostrar en las instancias administrativa o judicial los daños causados por el corte”.
Tuvieron que pasar cuatro días de apagón y tres fallidos anuncios de solución para que la empresa saliera a explicar el origen del corte. Hasta ayer, los voceros hablaban de un accidente, un incendio producido por un hecho fortuito. Al fin, el gerente general de Edesur, Jaime Manzano Tagle, atribuyó el problema a “una falla en el material aislante” en la conexión de uno de los cables de la subestación Azopardo, que se incendió el lunes a la madrugada (ver aparte).
El gerente de Comunicaciones de Edesur, Daniel Martini, explicó a Página/12 que ese material había sido provisto e instalado por la empresa Pirelli Cables, una de las contratistas encargadas de la construcción de la subestación. “Los mismos técnicos de Pirelli se encargaron de la reparación”, informó Martini. A las tres de la mañana de ayer, hora en que –según lo prometido– debía volver la luz, se hizo la conexión. “Pero el sistema no pasó la prueba y volvió a saltar. Entonces, los técnicos de Pirelli se dieron cuenta que estaban frente a una falla del material y se decidió cambiar de partida. Por eso hay que esperar otras 24 horas”, argumentó el funcionario. La empresa Pirelli Cables, en un comunicado, admitió que el problema se originó en “una falla en el material de empalme, sumada a otras circunstancias” que no explicó.
Si la promesa de solución se cumple, será a medias, según vaticinó el diputado Marcelo Vensentini, quien se reunió durante dos horas con directivos de Edesur, junto a otros legisladores del Frepaso. “Lo que le dicen a la gente es mentira –protestó el diputado–. Manzano Tagle nosexplicó que recién se están reparando tres de los seis conectores que se quemaron, y que el restablecimiento va a ser paulatino. Se le va a dar energía sólo a una zona, entre 8 y 12 horas, y luego se volverá a cortar para darle luz a otra. Así hasta que terminen los trabajos, dentro de 72 horas.”
Para Vensentini, la empresa sigue incurriendo en “negligencia en la información”. “Deberían informar cuál es el cronograma, para que la gente se organice y el gobierno de la ciudad pueda disponer mejor de los generadores que tiene disponibles”, agregó.
Desde la Dirección de Defensa Civil, el subsecretario de Gobierno porteño explicó que se está asistiendo con 15 grupos electrógenos en unos 60 puntos críticos, como geriátricos o grandes torres, “para que puedan cargar sus tanques de agua”. Quienes necesiten el servicio, dijo, deben llamar al 103. A las 20, llegaron al lugar tres camiones del Ejército con 10 mil litros de agua envasada en sachets, que sólo serán repartidos “en casos críticos”.
“Salimos a alquilar todos los grupos electrógenos que había en el mercado”, dijo Martini a Página/12.
–¿Cuántos consiguieron? –preguntó este diario.
–Unos 40. Hubo mucha demanda privada.
Martini negó que se hubiera extendido ayer la zona afectada. No pensaban lo mismo usuarios de San Cristóbal, Parque Chacabuco y Flores, que hasta ayer tenían luz pero se sumaron imprevistamente a los damnificados.

 

El caos
ron2.gif (93 bytes)   El hospital Garrahan sufrió un corte de energía de casi cuatro horas, aunque no padeció inconvenientes graves.
ron2.gif (93 bytes)   El 60 por ciento de los bancos de la zona afectada por el corte tuvo problemas para operar.
ron2.gif (93 bytes)   También estuvieron fuera de servicio buena parte de los cajeros automáticos.
ron2.gif (93 bytes)   La señal de videocable sufrió cortes a lo largo de todo el día.
ron2.gif (93 bytes)   800 semáforos quedaron apagados durante media hora al mediodía, y se sumaron a los habituales 170 que permanecieron fuera de servicio toda la semana.
ron2.gif (93 bytes)   También al mediodía, las líneas A, E y C del subte y el Premetro no funcionaron durante una hora y media. La A se mantuvo con recorrido corto y sólo ocho trenes en marcha.
ron2.gif (93 bytes)   El Congreso estuvo por cuatro día inactivo, aunque en el Palacio hubo actividad a media máquina.
ron2.gif (93 bytes)   Los grupos electrógenos fueron barridos del mercado: ayer ya no hubo dónde alquilar ningún generador.

 


 

LAS ESTRATEGIAS PARA PASAR UNA SEMANA A OSCURAS
Porteños rumbo al exilio interno

t.gif (862 bytes) A cuatro días del apagón, las tácticas aisladas que los porteños habían implementado para lo que en principio se anunciaba como un día sin luz, se transformaron en rutina. Muchos, hartos de cargar baldes con agua por escaleras interminables, abandonaron sus casas y se mudaron al lado luminoso de Buenos Aires. Los que se quedaron eligen la calle como refugio contra el encierro. Pero allí los esperan los embotellamientos, las frenadas abruptas por los 170 cruces sin semáforos y la travesía de lograr llegar a la otra vereda. Los que pueden almuerzan afuera y los que no, compran sólo lo que van a comer en el momento. Todos esperan que, de una vez por todas, “se haga la luz” y la pesadilla termine.
“Esto es un horror, yo no puedo gastar así todos los días”, se quejaba Alicia, de la avenida Belgrano 1853. Cargada con una bolsa de hielo y algo de carne llegaba a su casa. Desde el lunes, volver de trabajar no es un alivio. “Me voy a las ocho y vuelvo a las cinco de la tarde, pero antes de entrar tengo que ir a comprar hielo y la comida del día, y todo antes de que anochezca”, agregaba. En una conservadora mantiene, sólo por un rato, las cosas básicas como carne y leche. Además, el calor, sumado al ventilador y al televisor que no funcionan, tienen mal a su hija Noemí, de 7 años. “¡Quién la aguanta acá encerrada!”, protestaba Alicia.
En San Cristóbal, Mabel Vernardi no dejaba de abanicarse. Tiene 76 años y para hacer frente al infierno de vivir sin luz ni agua, se limita a comer fruta y tomar té. “Nada que haya que cocinar, porque después ¿cómo lo lavás?”, decía. Como no puede caminar demasiado, la encargada le trajo un par de baldes de agua y con eso se arregla. Otros hicieron un exilio interno, a la casa de amigos o parientes, cuando vieron que la promesa de Edesur se aplazaba cada vez más. “En este edificio no queda casi nadie”, comentaban los vecinos de Independencia 3177. Para los que se quedaron, la consigna general parece ser estar en casa lo menos posible. “No cocino, no estudio, no uso la computadora, no hago nada en casa. Como afuera y me baño en la casa de amigos”, enumeraba la vecina del sexto. Y Silvia, que vive en Maza 869, explicaba: “A la mañana compro agua mineral y desayuno, después salgo, como en lo de mamá, y no vuelvo hasta la noche”. Pero tampoco se puede estar demasiado afuera. “A la noche es una boca de lobo, no se puede salir”, se quejaba Silvia.
Mientras, como miles de porteños, María de los Angeles, con sus 72 años a cuesta, subía por las escaleras los 12 pisos que la separan de su departamento de Entre Río 421. En cada descanso tomaba nuevo aliento para seguir, tanteando pasamanos chorreados con cera de vela.

 


 

INVESTIGAN SI HUBO NEGLIGENCIA
El corte pudo ser menor

Por E.V.

t.gif (862 bytes) El Ente Nacional Regulador de Energía deberá determinar si hubo negligencia por parte de la empresa Edesur en la puesta en marcha de la subestación Azopardo, que se incendió el lunes y provocó el descomunal apagón que afecta a media ciudad. Según pudo saber este diario, el corte no habría sido de semejante magnitud si Edesur hubiera actuado de inmediato, después del incendio ocurrido en un primer cable. “La primera explosión ocurrió a las 3.15, y desde entonces hasta que el incendio afectó a todo el sistema pasó media hora”, comentó a Página/12 el diputado Marcelo Vensentini, a partir de información que obtuvo en la empresa.
La subestación fue inaugurada hace un mes, pero recién entró en servicio el lunes en la madrugada, apenas antes del siniestro que la dejó fuera de servicio. Se trata de una obra “llave en mano”, a cargo de las contratistas Alstom y Pirelli Cables, que demandó una inversión de 45 millones de dólares.
Al parecer, a la hora en que ocurrió el hecho no había personal de ninguna de las empresas para atender la emergencia. Tampoco sonó una alarma que hubiera permitido actuar de inmediato e impedir el daño generalizado.
Según pudo averiguar Vensentini, el diseño de la planta “estuvo a cargo de las contratistas y no fue supervisado ni por la empresa ni por el ENRE”. “Si los cables hubieran sido instalados en túneles separados y no en un mismo túnel, no se hubiera dañado toda la instalación con el incendio”, estimó el diputado.

 


 

El hartazgo, a los cacerolazos

t.gif (862 bytes) ”Ponete las pilas, Edesur”, decía el cartel. En una mano una vela, en la otra la cacerola, los vecinos de los barrios porteños afectados por el corte se reunieron espontáneamente en varias esquinas de la ciudad para protestar por la falta de luz que los afecta desde la madrugada del domingo pasado. Fue el signo del día. El hartazgo de tantos pisos subidos y bajados a oscuras, de tanto calor sin ventilador, del agua que no hay.
Los vecinos salieron a la calle golpeando ollas y sartenes en el barrio de Parque Patricios. También lo hicieron los vecinos de Once en la esquina de Boulogne Sur Mer y Valentín Gómez, donde prendieron pequeñas fogatas que se esforzaban por contrarrestar la oscuridad que los envolvía. La protesta se multiplicó en decenas de esquinas volviendo definitivo el caos.
El barrio de Congreso fue escenario nocturno de una manifestación de la misma índole, que se repitió en el mediodía de ayer en la esquina de Rivadavia y Rincón, ya que las promesas del tan esperado retorno de la electricidad por parte de Edesur no fueron cumplidas. Al 2100 de Rivadavia, una rotisería que tenía cerradas sus puertas al público por falta de luz, convirtió la acelga y muzzarella que varios negocios de la zona iban a tener que tirar, en pascualinas que ofreció en la calle a linyeras y desocupados que suelen pasar por allí.
La esquina de Boedo e Independencia fue el centro de dos protestas que congregaron a los vecinos. “La gente se fue juntando a las 11 en la calle y después llegaron los demás con algunos carteles tipo caseritos; nadie les había avisado”, contó Manuel, empleado del bar Popolo, sobre Boedo. La protesta duró una hora y se repitió con mayor convocatoria a las 7 de la tarde. En el ínterin, Fernando de la Rúa apareció en persona con un generador eléctrico de Defensa Civil para proveer de agua a un edificio de 14 pisos cuyos indignados habitantes habían salido en televisión por la mañana. “Lo hizo por publicidad, pura demagogia”, se enojó Adolfo, de 80 años. El hombre aprovechó para denunciar que debajo del edificio se encuentra una cámara transformadora de luz de Edesur que provee a todo el barrio de electricidad en épocas normales, lo que constituye un peligro para sus habitantes.
“Que Dios te ilumine, Edesur”, rezaba una bandera colgada del edificio, que más tarde se trasladó con sus portadores a la esquina donde se comenzaba a juntar la gente (murga incluida) y el golpe de las tapas de cacerola a ensordecer.
“Yo lo que pido es que el Presidente, en vez de pagarle la dentadura a Isabel Sarli, me pague los rolitos que tuve que comprar”, se quejaba una señora mientras formaba el cordón para que no pasaran los autos por la avenida Independencia y desplegaba un recorte de revista del año ‘93 donde se veía a la sonriente Coca junto a Carlos Menem, también sonriente. Los autos igual intentaban pasar, y la policía trataba de ignorar la manifestación. Un auto golpeó en la pierna a Elida, de 66 años, que se había puesto adelante para que no pasara. “Yo me defiendo sola, así que le puse un sopapo”, contaba la mujer. Pero los uniformados no tomaron represalias contra el hombre; en cambio llevaron a Elida a un patrullero “para tomarle los datos”, pero desistieron al ver que cerca de 300 personas iban detrás de ella al grito de “queremos la luz”, mientras algunos manifestantes pedían que se revieran las privatizaciones.

 


 

PIDEN INDEMNIZACIONES POR 750 MILLONES DE PESOS
Se viene una lluvia de demandas

t.gif (862 bytes) Una ola de demandas por daños y perjuicios se cierne sobre la empresa Edesur, como consecuencia de los estragos producidos por el apagón. La primera piedra la arrojó ayer el abogado Ricardo Monner Sans a través de una denuncia penal por “posible defraudación al usuario y a la administración pública, entorpecimiento de los servicios públicos y delitos contra la seguridad común”. La acción también alcanza a las máximas autoridades del ENRE y la Secretaría de Energía, por presunto “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Comerciantes minoristas y consorcistas exigirán por vía judicial una indemnización de 750 millones de pesos por los daños sufridos por el corte. En tanto, la Comisión de Defensa del Consumidor de Diputados citó para el martes a autoridades de Edesur y del ENRE y a asociaciones de usuarios para “acordar una indemnización extrajudicial por los perjuicios ocasionados”, explicó a Página/12 el diputado Héctor Polino.
Monner Sans –víctima también del corte– presentó su demanda en el juzgado de Servini de Cubría. El abogado argumentó que “la imprevisión alegada por la empresa monopólica sólo pudo ser posible por la imperdonable distracción de los organismos oficiales de control”. Consideró que Edesur, pudo “cometer un acto fraudulento capaz de poner en peligro la seguridad de las personas, de los bienes o del Estado”, delito por el cual podría caberle a sus responsables una pena de hasta seis años de prisión.
En conferencia de prensa, Fedecámaras y la Fundación Reunión de Administradores estimó los perjuicios por el corte en unos 750 millones de pesos, y resolvió demandar a Edesur para “que indemnice a los damnificados”.Antes de recurrir a los tribunales, los usuarios podrán reclamar una solución extrajudicial, el martes a las 17, en la reunión convocada por la Comisión de Defensa del Consumidor.

 

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