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EL MECANISMO DEL BANQUERO PREFERIDO DE MENEM PARA SACARLES EL JUGO A SUS BANCOS
Moneta, un gran banquero de sí mismo

Página/12 tuvo acceso a nuevos y jugosos detalles que revelan cómo hizo Moneta para preservar su fortuna. Una historia de autopréstamos, préstamos a la familia directa, préstamos a los tíos, préstamos a la familia de su mujer y también préstamos a empresas formadas por parientes o amigos.

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Por Susana Viau
t.gif (862 bytes)  Será difícil convencer al juez mendocino Luis Leiva de que lo que tiene ante sus ojos es la cartera de deudores del Banco República y no el árbol genealógico del financista Raúl Juan Pedro Moneta. Es que la nómina de clientes beneficiados por los créditos más elevados resulta un muestrario de sociedades constituidas por el propio banquero, su parentela y su círculo de amigos.
El 5 de abril, tres días antes de la caída de los bancos de Moneta, Pedro Pou, presidente del Banco Central, había autorizado un redescuento destinado al República por 89 millones de pesos. Las normas del Central exigen que el banco privado entregue a cambio, en garantía, una parte de su cartera de deudores, que pasarán así a ser deudores del Banco Nación. En la que el República endilgó al Estado figuran varios de los nombres y entidades mencionados y alguno que otro autopréstamo:
u República Inversiones (85 millones).
u Los Cuatro Vientos SA (400 mil pesos).
u Cecilia Lucini de Franco, prima de Raúl Juan Pedro Moneta (200 mil).
u Alejandro Tachella Costa, hombre de confianza de Moneta y escribano de la mayor parte de sus operaciones (107 mil).
u Noel Werthein, de la sociedad Los W, ex integrante del CEI (997 mil).
u Roberto Dromi, ex ministro y autor intelectual del milagroso recurso de amparo que permitió a Moneta quedarse con los dos bancos mendocinos (700 mil).
u Saúl Menem e Hijos (273 mil).
Como quien no quiere la cosa, el redescuento llegó a la banca estatal con dos importantísimos autopréstamos bajo el brazo, el otorgado a República Compañía de Inversiones y a Los Cuatro Vientos. En ambos se encuentra no sólo el banquero prófugo sino la flor y nata de su familia:
u República Compañía de Inversiones. Formada por el Banco República, con el 97 por ciento de las acciones; Benito Jaime Lucini, hermano de la madre de Moneta; Raúl Moneta y Monfina, los tres con el 1 por ciento cada uno. ¿Qué es Monfina? Sencillamente “Moneta Finanzas”, accionista a su vez del Banco República. De acuerdo al talante familiero del banquero errante, a Monfina no podían ser ajenos los miembros de su clan: la constituyen a partes iguales Raúl Juan Pedro Moneta (el prófugo); su hermano, Fernando José Moneta, y sus hermanas María Alicia Moneta de French y María Alejandra Moneta de Moy. El directorio de Monfina lo preside el tío Lucini, actualmente prófugo, secundado en la vicepresidencia por su exitoso sobrino Raúl Juan Pedro. Para disuadir cualquier acusación de nepotismo, fue incorporado al directorio de Monfina Jorge Saúl Maldera, el procesado en la denuncia sobre la que pivotean el gobierno y la defensa de Moneta para que la causa por asociación ilícita, vaciamiento y subversión económica calificada que involucra al financista, a sus parientes y buena parte del empresariado mendocino salga de la jurisdicción del arisco Luis Leiva y quede radicada en el juzgado federal de Gustavo Literas.
u Los Cuatro Vientos. La sociedad fue constituida en 1988 con un modesto capital de 4 mil australes. Sus accionistas son: Trans Investissement SA –creada en Uruguay un mes antes–, representada por José Antonio Cilley; Patricio French, marido de María Alicia Moneta y por lo tanto cuñado de Raúl Juan Pedro; Marcelo Moy, casado con María Alejandra Moneta y también cuñado de RJP. A nadie, ni siquiera a los directivos del Banco Central, que iban a heredar la deuda, le provocó escozor que Los Cuatro Vientos hubiera fijado domicilio social en Sarmiento 336, es decir la propia sede del Banco República. El escribano Alejandro Tachella Costa, otro redescontado a cargo del erario, protocolizó las escrituras de constitución.
Dos meses antes de la anunciada caída del República, sus principales deudores eran República Inversiones, de los Moneta (85 millones); CEI Citicorp Holding, sociedad en la que Moneta es principal accionista (51 millones); Banco Mendoza, entidad controlada por Moneta y Magna Inversora (46 millones); Provincia de Mendoza, 21 millones; Candia Inversora (casi 10 millones, ver aparte); Inversora Ancona (casi 10 millones, ver aparte); Cabaña Los Gatos (más de 3 millones y medio); Pedro López, socio de Moneta en el Banco Mendoza (3 millones); Corporación de los Andes, controlada por Federalia y Maypa, ambas de Moneta (casi 3 millones); TYC, sociedad en la que confluyen Moneta y Daniel Vila (2 millones); República Valores (1 millón trescientos mil) y Los Cuatro Vientos, de Moneta y familia (400 mil).
Una verdadera sorpresa depara el expediente archivado en la Inspección General de Justicia donde se revela que Cabaña Los Gatos era nomás otra perla de la corona. La cabaña tenía como autoridades a Raúl Juan Pedro Moneta y su esposa. En 1995, Los Gatos hizo un revalúo técnico del campo situado en Santiago del Estero, que con inmuebles y mejoras dio un monto de casi 23 millones de dólares. Moneta pidió al año siguiente un segundo revalúo. La finca había aumentado su valor en 2 millones ochocientos mil dólares. Lo bastante para hacerse merecedor de un autopréstamo del República.

 

Claves

ron2.gif (93 bytes) El banquero predilecto de Menem es investigado en dos causas paralelas por su actuación al frente de los bancos Mendoza y República: una a cargo del juez Luis Leiva (Mendoza) y otra en manos de Gustavo Literas (Capital).
ron2.gif (93 bytes)En ambas, el eje de las denuncias es la cantidad de préstamos otorgados por el Mendoza a empresas en poder del propio Moneta y de sus familiares, con garantías dudosamente fiables.
ron2.gif (93 bytes) Moneta y su clan familiar tejieron una red de empresas inversoras que resultaron beneficiarias de millonarios créditos, que no podrían haber obtenido en otro banco privado.
ron2.gif (93 bytes) El Banco Central otorgó redescuentos (créditos) a favor del Banco República por 89 millones de dólares apenas tres días antes de su previsible caída. El banco de Moneta los garantizó con la cartera de créditos a sus familiares.
ron2.gif (93 bytes) Leiva pidió la captura de Moneta bajo los cargos de asociación ilícita, subversión económica y defraudación fiscal. Literas avanza en el mismo sentido. Moneta sigue prófugo.

 


Un tipo con mucha Pulenta

Por S.V.
Las redes de solidaridad que vinculaban al banquero Raúl Juan Pedro Moneta con sus socios parecen aflojarse. Ayer el hijo de otro prófugo, el titular del Banco Mendoza Jacques Matas, sostuvo que el financista los había defraudado “moralmente”, según informó el diario mendocino Los Andes. Y de esos mismos círculos cada vez más laxos parte la versión, que especialistas de la city dan por segura, de que Moneta se habría valido de los préstamos de sus propios bancos Mendoza y República para comprar la bodega que más factura en el país: Peñaflor, de la familia Pulenta, allegada, por cierto, al presidente Carlos Menem.
En verdad la operación mediante la que Peñaflor habría pasado a ser controlada por las sociedades Ancona Inversora y Candia Inversora tiene una tramitación curiosa. Ancona y Candia fueron constituidas el mismo día, 15 de agosto de 1997, y con el mismo domicilio social: la calle Reconquista 336 de Capital Federal. En ambas estaban los miembros de la familia Pulenta, en sus distintas ramas y en ambas el capital social y el aporte de acciones era idéntico.
Tan idéntico como idéntica fue la resolución del directorio del Banco República que en la misma fecha les otorga un crédito mellizo de 9.900.000 pesos a cada una de las sociedades. Cuestión de parapsicólogos, de acuerdo con el acta de directorio número 23, el mismo día de noviembre de 1998, el otro banco de Moneta, el Mendoza, aprobó dos créditos para Ancona y Candia por 9.300.000 pesos cada uno. Los montos superaban con largueza el límite de 2,5 de la responsabilidad patrimonial exigida como límite por la normativa del Banco Central que, en esos momentos era para el Banco Mendoza de 1.859.000.
La suma total de los cuatro préstamos roza los 40 millones de pesos y, sostienen los trascendidos, luego de hacer efectivo el cobro los Pulenta habrían transferido las acciones de Candia y Ancona al prestamista Raúl Juan Pedro Moneta. Los créditos de casi 10 millones dados a las dos sociedades las colocan entre las deudoras más importantes del Banco República. Si lo que se murmura fuese cierto, no haría sino confirmar que el banquero se las ha bancado solo.

ASI EMPEZO LA ERA DE ESPLENDOR DEL COUNTRY TORTUGAS
Pmto. regio lote p/otro mayor valor

Por S. V.
T.gif (862 bytes) Los fines de año y los veranos no son buenas fechas para negocios. Aunque la regla tienena03fo02.jpg (10665 bytes) excepciones y una de ellas la protagonizó un tal Gino Maini, el 30 de diciembre de 1988, cuando se presentó ante el escribano como mandatario de Maypa, sociedad de Raúl Juan Pedro Moneta, y un nutrido grupo de amigos con apellidos relevantes para efectuar una permuta y dar nacimiento así a la era de esplendor del country Tortugas.
Ese día caluroso, Maini, desafiando la superstición, llevó consigo 13 representaciones. La de Moneta era la fundamental pero algunas de las otras no eran menores: María Cristina Graffier, madre de la hija más pequeña del empresario Francisco Macri, Carlos Alberto Anzorreguy y Gustavo Adolfo Anzorreguy, hermanos del afable titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy. También estaba presente el entonces intendente del partido de Pilar, Alberto Di Meola. Era el otro término, indispensable, del trueque.
Los 13 representados de Maini acreditaron su condición de propietarios de un predio de 111 mil metros cuadrados del partido de Pilar, que junto a Luján y General Rodríguez son las zonas preferidas por Moneta para sus inversiones inmobiliarias.
El intendente Di Meola aportó el acta de asunción del cargo levantada por la escribana del partido, Pilar Marta Balbiani, por una de esas casualidades de la vida, homónima de la mujer de Gustavo Adolfo Anzorreguy, Graciela María Balbiani.
Di Meola había transportado hasta la escribanía un cargamento de ordenanzas y decretos para que nadie dudara e la legitimidad y transparencia de la operación. Entre ellas la 44/88, por la que un puñado de calles del partido quedaban “desafectadas del uso público”.
Di Meola no tenía nada propio para permutar contra los 111 mil metros cuadrados que poseían los mandantes de Maini. Pero su partido sí los tenía: 111 mil metros cuadrados, de propiedad municipal, aunque ubicados en la zona de Pilar conocida como “Tortuguitas”, precisamente ahí donde las calles habían sido desafectadas del uso público como garantizaba la ordenanza.
El intendente Di Meola, generoso, procedió a permutar unos terrenos por otros. Total, la superficie era la misma y la titularidad de los de Tortuguitas de una comunidad que no podía acceder a sus calles. No se habló ante la escribana Balbiani, una extraña al fin, de valuaciones inmobiliarias, ni diferencias de precios. Las parcelas fueron intercambiadas mano a mano.
El fin de año y el calor no habían sido un obstáculo para el negocio de Raúl Juan Pedro Moneta y sus amigos. En el municipio, amodorrado por el verano, pasó inadvertida la permuta.


Literas quiere conocer el respaldo de los créditos

Como el juez cuyano, su colega porteño está convencido de que Moneta puede ser procesado por subversión económica, asociación ilícita y defraudación fiscal. Y quiere hacerlo él.

Por Raúl Dellatorre
T.gif (862 bytes) Con los elementos reunidos en los allanamientos a los bancos Mendoza, República y al Banco Central, el juez federal porteño Gustavo Literas empezará a analizar la responsabilidad de Raúl Moneta y el resto del directorio de la primera de las entidades mencionadas. Investigará las presuntas irregularidades por maniobras de autopréstamo a empresas vinculadas o controladas. Según fuentes de Tribunales, Literas contará, al concluir el análisis, con pruebas suficientes para inculpar a Moneta por los mismos cargos que ya le imputó el juez federal mendocino Luis Leiva: asociación ilícita, subversión económica y defraudación fiscal.
na02fo10.jpg (10115 bytes)El juez Literas convocó a una comisión de expertos para que se expida sobre el manejo del Banco Mendoza. La comisión está conformada por técnicos designados por la Facultad de Derecho, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), además de peritos contadores nominados por el propio juzgado.
El presidente del Banco Central, Pedro Pou, se comprometió a presentar hoy ante el juzgado nueva documentación sobre las garantías crediticias ofrecidas por el Mendoza contra los redescuentos otorgados a su favor por la autoridad monetaria. Según dejaron trascender allegados a la defensa del ex banquero menemista, los créditos de garantía conforman una cartera “con alta calificación” y duplicarían prácticamente, en monto, las facilidades recibidas del Banco Central.
Sin embargo, las referencias hechas públicas sobre la solidez de la cartera de préstamos del Banco Mendoza indican lo contrario. El juez Literas está abocado no sólo a analizar los mentados autopréstamos (en favor de empresas y entidades del Grupo Moneta), sino también a estudiar el respaldo patrimonial de la entidad. En este sentido, las reiteradas transferencias de la propiedad del Edificio República (Tucumán 1 de Capital Federal, actual sede de Telefónica de Argentina y del multimedios CEI Citicorp Holding) entre empresas del mismo grupo, están bajo la lupa de los investigadores judiciales.
Literas mantiene una disputa de competencia con el juez mendocino Luis Leiva. Este último ordenó la captura de 10 ex directivos del Mendoza, incluido Moneta, de los cuales tiene actualmente en prisión a dos. A instancias del fiscal Bernardo Montenegro, el magistrado porteño solicitó la inhibitoria de Leiva para acumular las causas en Buenos Aires. Pero Leiva resolvió, el último jueves, la unificación de la causa del Mendoza República con otra anterior (originada en 1996) iniciada contra la gestión oficial del banco cuando estaba en manos de la provincia. Así, pretende quitarle a Literas el argumento de que éste tiene la causa más antigua (iniciada en agosto de 1998), para retener la investigación en la provincia cuyana.
En tanto, en los estrados porteños se especula con que la acumulación de pruebas de irregularidades en el manejo del Mendoza irá rompiendo los lazos entre los accionistas. El Grupo Magna (conformado por un núcleo de conocidos empresarios mendocinos) tuvo una participación del 28 por ciento en el capital de la sociedad que se adjudicó el Banco Mendoza. Pero al fusionarse con el República, de Raúl Moneta, su participación quedó reducida. Por otra parte, los miembros de Magna aseguran que “nunca” tuvieron manejo real de la entidad, la cual fue asumida desde un principio por el Grupo República.


A Pou lo apoya un Loser

T.gif (862 bytes) El principal respaldo del presidente del Banco Central, Pedro Pou, autor de la frase “Moneta hizo un buen trabajo”, no se encuentra en el Palacio de Hacienda ni en la Casa de Gobierno, según señalaron a Página/12 dirigentes políticos del oficialismo y la oposición. La principal apoyatura al sostenimiento del funcionario, pese a las graves responsabilidades que se le imputan en la caída de los bancos Mayo, Patricios y Mendoza, entre otros, es el responsable para América Latina del Fondo Monetario Internacional, Claudio Loser. Además de haber cosechado una amistad personal con Pou durante su paso en común por la Universidad de Chicago, Loser confía en el hombre fuerte del Banco Central por su postura ortodoxa “in extremis” en materia de políticas monetarias. Pou no sólo es mirado con recelo desde el ámbitona02fo01.jpg (8388 bytes) político. Entre los banqueros locales, saben de su gusto por un sistema financiero concentrado, en manos de bancos grandes y preferentemente extranjeros. Por ello, le temen a las filtraciones del Banco Central acerca de las dificultades de los bancos locales, que suelen derivar directamente en un retiro de depósitos que los condene en forma definitiva. Aseguran que tal fue lo ocurrido con algunas de las caídas de bancos en los últimos años.
Desde la oposición, creen que la única alternativa es esperar. Loser se jubilaría el año próximo y, hasta entonces, consideran que no habría posibilidad de desplazar a Pou sin provocar un poco deseado “disgusto” del FMI.

 

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