Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


ENTREVISTA AL CANTAUTOR ESPAÑOL ISMAEL SERRANO
“Yo combato la desmemoria”

El responsable del hit “Papá, cuéntame otra  vez” debutará cantando en vivo aquí con la presentación del CD “La memoria de los peces”.

Idea: “Los cantautores de mi generación pecan de introspección. A veces pienso que sólo miran para adentro. Por eso me gustan Serrat, Silvio, Aute”.

Ismael Serrano tiene 24 abriles: podría ser un hijo de Serrat.
Su hit radial aquí ha sido el tema “Papá, cuéntame otra vez”.

na27fo01.jpg (14541 bytes)

Por Pablo Plotkin

t.gif (862 bytes) Con su álbum debut Atrapados en Azul, Ismael Serrano surgió de la escena de cantautores españoles como una alternativa renovadora al estereotipo del galancito-hispano-romántico-que-escuchan-las-quinceañeras. La línea artística e ideológica de este madrileño de 24 años tal vez se explique mejor mencionando a dos de sus principales referentes: Silvio Rodríguez y Joan Manuel Serrat. El gran hit de ese disco, un joven pidiéndole a su padre que le cuente otra vez “esa historia tan bonita” de la generación que creyó tomar el cielo por asalto en los 60 y 70, de hecho bien podría haber sido escrita por un hijo de Serrat. La canción, de intensa rotación radial, se llama “Papá, cuéntame otra vez” y al final dice: “Y siguen los mismos muertos/ podridos de crueldad/ ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam”. Influido entre otros por Víctor Jara y Joaquín Sabina, pero de la misma generación de Ricky Martin o Shaki- ra, Serrano parece una rara avis dentro del mercado musical hispanoamericano, de eso no hay dudas.
Serrano subraya que prefiere escribir acerca de algo más que las relaciones de pareja y los ojos azules de una chica: que hay como un intento de cerrar camino a la canción progresista, o en todo caso de descafeinarla. Entre otros símbolos, su primer disco está dedicado a las Madres de Plaza de Mayo y al Ejército Zapatista. Y el segundo, La memoria de los peces, que presentará en vivo aquí el martes 27 de julio en La Trastienda –después de una pequeña gira por Tucumán, Rosario y Córdoba, que empieza el lunes–, incluye una canción llanamente bautizada “A las Madres de Mayo”. Serrano cree a pie juntillas en el valor del héroe colectivo –aunque nunca haya leído a Oesterheld– y busca ejercer el arte de rescatar la poesía de “las tragedias y de las felicidades cotidianas”.
–La primera vez que vino a la Argentina, en 1997, estaba un poco disconforme con el lugar que ocupaba en la difusión radial, por ejemplo, entre los cantantes melódicos latinos. ¿Cree que ya pudo despegar de esa imagen?
–Espero que el tiempo me ponga en mi lugar. Que el público se dé cuenta de mis pensamientos, de mi manera de entender la música, el arte, mis compromisos. Confío en que la gente sepa ubicarme en el lugar al que busca llegar mi música. ¿Hace falta que yo diga aquí que mi actitud política es progresista?
–¿Este disco concentra las canciones en la memoria?
–El título se debe a que una vez un amigo me dijo que la memoria de los peces duraba muy poco, que sólo era cuestión de segundos hasta que olvidaban lo que les había sucedido. Y creo que a veces los seres humanos, nuestra memoria, se parece bastante a la de los peces. Y este disco es una memoria de todo lo que me pasó y de lo que vi pasar, de todas las vivencias que tuve y de las que quisiera tener. No es que sea un ejercicio de nostalgia, ni una manera de salvar el rencor. Es simplemente una manera de intentar no repetir los errores. Los errores de todo tipo: sentimentales, sociales... Es un repaso de quiénes somos, de los viajes que hemos hecho, de las tragedias y de las felicidades que hemos vivido. Después de todo, el mundo en que vivimos es una consecuencia del pasado. Por eso, siento que yo combato la desmemoria.
–A la hora de componer, ¿amor y política van por distintos carriles?
–Es difícil separar el amor de la política. Creo que los cantos revolucionarios son canciones de amor. Así que el límite entre esas dos dimensiones para mí no existe. De todas formas, uno no dirige tanto los discursos. Simplemente es que me expreso mejor cantando que hablando, y las emociones nacen de las de mi entorno más personal y de las tragedias sociales que implican a todos.
–Específicamente donde vive, en Madrid, ¿qué cosas de la realidad son las que más lo inspiran?
–Todas las ciudades tienen sus sures, en todos los sitios hay un mal reparto de la felicidad. Creo que la mayoría de los jóvenes, los cantautores de mi generación, pecan de introspección. A veces pienso que sólo miran para adentro y se olvidan de todos esos jóvenes que padecen los problemas de la gente de nuestra edad: los que quieren irse de sus hogares, los que están en el paro y demás. Yo entiendo que debo reflejar el mundo, además de mi ombligo. Hablar de las tragedias y de las felicidades cotidianas. Y sé que lo cotidiano está lleno de poesía. Por eso mi mundo es el de cantautores como Silvio Rodríguez, Serrat y Luis Eduardo Aute, que saben elevar esas emociones cotidianas a la música.
–Menciona a músicos de otra generación. ¿No encuentra en sus pares artistas con los que se identifique?
–Bueno, sí. Hay una nueva generación de cantautores, como Pedro Guerra, como... bueno, muchos otros, que tienen... tenemos mucho que decir. Con ellos creo que compartimos una forma de expresión.

 

PRINCIPAL