Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira

 

“FILMS&ARTS” ANUNCIA UN NUEVO PERFIL DE PROGRAMACION
Cine, ópera y rock and roll

Buscando bajar el promedio de edad de sus televidentes y desmentir la fama de "serios o "elitistas", el canal programará recitales rockeros y series políticamente incorrectas.

Harold Gronenthal, responsable del giro que dará la estética del canal.

na25fo06.gif (43264 bytes)

Por Cecilia Bembibre

t.gif (862 bytes) Rock and roll y series políticamente incorrectas en el futuro de Films&arts: el canal cultural cambió su imagen, dejó las mayúsculas del logo en el camino, y se dibujó un horizonte “más fresco, más vibrante, más contemporáneo”, según define Harold Gronenthal, directivo de programación y en parte responsable del giro que dará la estética del canal a partir de la semana que viene. La visita de Gronenthal a Buenos Aires coincide con la realización de las jornadas de cable 99, aunque este año el canal prefirió no alquilar stand en el predio de Costa Salguero, sumándose a una tendencia que comparte, entre otros, el grupo HBO. Aclarando que las novedades son coherentes con la propuesta de calidad que distingue al canal (“negociamos: después de un mes de rock and roll programamos uno de ópera”, señala), Gronenthal comentó las novedades con Página/12.
–Desde el inicio, film&arts tiene seis minutos de publicidad por hora. ¿Cómo mantienen limitado ese espacio?
–La tendencia a poner más publicidad tiene que ver con que los cableoperadores cada vez pagan menos a los canales, y ellos son nuestra fuente principal de financiación. Cuando se presentó el canal, en 1996, pusimos con reparos esos seis minutos de publicidad. Los reparos tenían que ver con la idea de que para el televidente de una programación artística es muy desconcertante que los comerciales interrumpan un concierto, un ballet o una película. Lo que hicimos fue, en vez de situar las pausas cada tanto tiempo, calculamos el momento ideal de acuerdo con el contenido de cada programa. No vamos, por ejemplo, a interrumpir jamás el primer acto de una ópera. De todos modos, hace poco que logramos cierto interés de los anunciantes. Lo cual es bueno, porque necesitamos el dinero. Ahora, en cuanto a incluir más de seis minutos ... creo que va a ser muy difícil: éste es el tipo de canal que somos.
–En este momento, ciertos sectores de la industria del cable comienzan a discutir sobre la transición hacia la transmisión digital, ¿cómo ve usted este proceso?
–El cable digital apenas está despegando en Estados Unidos, pero creo que es una ventaja para el consumidor, porque gana opciones. Más canales, más tecnología. Y no creo que los operadores se resistan a incorporarlo, pero sí que la industria debe discutir cuándo.
–¿Qué aspectos abarca el cambio de imagen de la señal?
–Se hizo una investigación para ver qué esperaban los televidentes. Entre otras cosas, descubrimos que disfrutan de la programación internacional. Esto fue una sorpresa, porque creímos que uno de los reclamos iba a apuntar a la inclusión de contenido local. Se ve que eso lo consiguen a través de otros canales. También tiene que ver con dar una imagen más fresca. Antes, la gente pensaba que éramos muy serios, pero creo que es un prejuicio sobre los canales culturales en general. Nosotros tenemos programación de calidad, pero esto no significa que sea aburrida, ni elitista.
–El 50 por ciento de la programación del canal es cine. ¿Adónde apuntan las preferencias de los televidentes, en relación con el resto de los ciclos?
–Uno de los géneros preferidos es el documental. Por ejemplo: la gente dice que disfruta viendo ópera, o ballet. Pero cuando emitimos un programa documental que habla de esa ópera o ese ballet, hemos notado que los rating son mucho más altos que los del ciclo original. La tarea del programador es ser creativo, detectar la mejor manera de presentar el material al espectador.
–Una de las novedades es que en setiembre van a dar espacio a la música joven. ¿Cómo es el rock and roll según film&arts?
–Vamos a mostrar el proceso creativo, cómo se le ocurrió a Bob Dylan hacer este álbum, y cosas así. Nada de tomar distancia y decir “oh, estosmúsicos tomaban muchas drogas”. Aunque tampoco se verá el enfoque que podría dar un canal de música.
–¿Tienen un perfil del espectador medio del canal?
–Sí. Sabemos que tienen un alto nivel de educación, que sus ingresos son altos y que están muy interesados en todo lo relacionado con el arte y la cultura. El promedio de edad es mediana y alta, pero estamos intentando ser más vistos por los jóvenes. Es por eso que mostramos arte más “contemporáneo”, si se quiere. El viejo Films & Arts jamás hubiera programado un mes de rock and roll.
–El grupo Bravo, al que pertenece film&arts, ofrece en Estados Unidos un canal que emite sólo cine independiente. ¿Tuvieron ofertas para traerlo a la Argentina?
–En Estados Unidos es un canal premium que ofrece una alternativa distinta, es muy interesante. Hemos tenido algunas conversaciones acerca de la posibilidad de traer este tipo de señal a América latina, pero nada en concreto. En la mayoría de los casos, los cableoperadores no tienen suficiente espacio para tantos canales.

 

Las verdades de Michael Moore

Michael Moore es un cineasta norteamericano que se hizo muy famoso a fines de los ochenta por Roger and me. En ese film documental, no estrenado en la Argentina, Moore contrastaba la vida de miles de obreros desempleados tras el cierre de una fábrica en Michigan con sus vanos intentos por conseguir una entrevista con un directivo de la General Motors. El resultado fue una crónica mordaz del lado oscuro del sueño americano, que llenó los cines estadounidenses hasta justificar una secuela. Moore devino en un incomodador profesional, con un programa televisivo en la cadena Fox. Hasta ahora: en octubre film&arts pone en pantalla la nueva producción del director. Es una serie de doce capítulos llamada “La cruel verdad”, en la que continúa su estilo que aúna la denuncia y la ironía. Uno de los episodios a estrenarse muestra a un grupo de personas que se quedó sin voz debido a un cáncer de garganta cantando villancicos –a través de los aparatos especiales implantados en su garganta– frente a la puerta del presidente de una empresa tabacalera.

 

PRINCIPAL