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REGRESO LA DISPUTA POR EL PRESUPUESTO UNIVERSITARIO
El contraataque de la tijera

La cartera de Educación elaboró un proyecto de presupuesto para el 2000 que recorta 100 millones destinados a un aumento salarial.

Shuberoff reclamó la inclusión del dinero. Espera confiado.
Con esos fondos debía pagarse un aumento a docentes y empleados.

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Por Javier Lorca

t.gif (862 bytes) Después de las masivas protestas que desató en mayo pasado, el presupuesto universitario ha vuelto a ser el vórtice de las disputas. El Ministerio de Educación ya elaboró una propuesta con los fondos que requerirá para el año 2000. Incluye un importante incremento, pero brilla por su ausencia una partida de más de 100 millones de pesos: la correspondiente a un aumento de los salarios docentes y no docentes que el Gobierno se había comprometido a pagar.
Ante el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) –que reúne a los rectores de las casas de estudios públicas–, el titular de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), Aníbal Jozami, anticipó el martes cuál será el proyecto de presupuesto que intentará elevar al Congreso para el próximo año. Si bien se incluye un aumento cercano a los 110 millones (y eleva el total a 1898 millones), los fondos prometidos para el incremento salarial fueron omitidos. “La propuesta del ministerio no incluye los 105 millones que nos deben del presupuesto de este año, ni tampoco los 125 millones que habían comprometido para el año que viene. Nos dejan con los sueldos definitivamente congelados”, se indignó Daniel Ricci, desde la escindida Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu).
De hecho, en 1998 y tras una larga negociación entre Educación y los gremios docente y no docente, se aprobó un plan de recomposición salarial para ambos sectores, cuya contraparte sería una reforma de los estatutos de trabajo. Lo pautado era que en 1998 se distribuyera un aumento de 65 millones; en 1999, otro de 105 millones; y en el 2000 y el 2001, correspondían sendos 125 millones. Pero nunca se cumplió. El aumento del ‘98 terminó pagándose este año, después de varias amenazas de huelga. El incremento del ‘99 fue suprimido y pospuesto para el año que viene. Y, ahora, Educación lo obvió del primer borrador del presupuesto 2000. “Es una tomada de pelo. A que el Ministerio de Economía intente hacer recortes ya estamos acostumbrados, pero que lo haga la propia SPU, la encargada de defender los fondos de la universidad, es intolerable”, protestó Ricci.
Por ahora, en el comité ejecutivo del CIN cunde la confianza. El rector de la UBA, Oscar Shuberoff, contó a Página/12: “Le hicimos notar al secretario de Políticas Universitarias la ausencia de la partida para el aumento salarial y dijo que iba a agregarla”. Pese a que afirmó estar satisfecho con que se sometiera a consideración del CIN el próximo presupuesto, Shuberoff aclaró que el aumento de fondos “no resolverá los problemas de las universidades, pero servirá para afrontar las cuestiones más imperiosas”. De gambetear los vetos del Ejecutivo y ser aprobados por el Congreso, los 110 millones que ganarían las universidades se destinarían a financiar, entre otros programas, nuevas instituciones, la educación a distancia, el mejoramiento de la calidad (FOMEC) y becas para alumnos.

 

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