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Narcos, guerrillas, paramilitares,  y ahora viene la huelga en Colombia

Hoy comienza un paro por tiempo indefinido. El canciller venezolano mandó “a la mierda” la idea de intervención militar en Colombia.

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Por Pablo Rodríguez
t.gif (862 bytes)  Colombia no gana para sustos. El gobierno y una guerrilla que controla el 40 por ciento de su territorio no avanzan en el proceso de paz. Los grupos paramilitares continúan con sus matanzas. Estados Unidos intenta lograr una intervención en su territorio aludiendo a la lucha contra los cultivos de narcóticos. Su moneda es la que más se devaluó este año en Latinoamérica junto con la de Ecuador. En este contexto, las principales organizaciones sindicales del país convocaron para hoy a un paro cívico por tiempo indeterminado en protesta por la política económica del gobierno. El presidente Andrés Pastrana, que recibió a su par dominicano Leonel Fernández, procuró en vano que se levantara la medida de fuerza. En cuanto a las versiones de intervención de una fuerza militar multinacional en Colombia, el jefe de la diplomacia venezolana, José Vicente Rangel, fue tajante. “Que se vayan a la mierda esas versiones”, declaró. “Me gustaría usar esa expresión para que los medios irresponsables se vayan exactamente a donde él dijo”, respondió su par colombiano Guillermo Fernández de Soto.
El titular de la Federación Nacional de Trabajadores del Estado, Wilson Borja, aclaró que durante la jornada de protesta no habrá movilizaciones, para evitar que se produzcan actos violentos. Sin embargo, y a pesar del refuerzo de la vigilancia por parte de la Policía y el Ejército, los pequeños atentados ya estuvieron ayer a la orden del día: autobuses quemados, ataques a sedes sindicales y bombas desactivadas en las principales ciudades. El director operativo de la Policía, general Alfredo Salgado, informó que algunos “grupos subversivos” apoyaron a través de Internet el cese de actividades y anunciaron una serie de atentados contra instalaciones de esta institución. Los operativos de vigilancia en las ciudades se redoblaron y el ejército está acuartelado.
Funcionarios diplomáticos colombianos y de otros países, y hasta el propio zar antidrogas norteamericano Barry McCaffrey –que hizo una gira por Sudamérica la semana pasada– salieron a desmentir la existencia de un plan de intervención sobre Colombia previsto para el año próximo. Aunque no lo hicieron en los términos de Rangel. La coincidencia entre los cancilleres venezolano y colombiano fue acompañada con un gesto de reconciliación por parte de Rangel. Las relaciones entre ambos países se habían tensado luego de que el presidente venezolano Hugo Chávez manifestara su deseo de conversar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sin autorización de Pastrana. Ayer, Rangel aclaró que las negociaciones con las FARC son necesarias porque “después de Colombia, el país más afectado por la violencia es Venezuela, pero ese hecho no significa que les estemos reconociendo estatuto de beligerancia a las FARC o que desconozcamos al gobierno legítimo de Pastrana”.
El canciller Fernández le dará mañana a Chávez una carta de Pastrana durante la asunción de la presidenta panameña Mireya Moscoso. “Debemos solucionar nuestras discrepancias de manera diplomática y no por los micrófonos”, declaró Fernández. Por su parte, el canciller de Costa Rica, Roberto Rojas, consideró que Colombia “está en todo su derecho” de buscar la ayuda de una fuerza multinacional y criticó la actitud de Chávez por actuar “en contra de todos los principios del derecho internacional”.
Pero esta cuestión de los asuntos internos de otro país no parece valer para Estados Unidos. Luego de las visitas de McCaffrey y del jefe del Comando Sur norteamericano, general Charles Wilhelm, ayer llegaron a Bogotá los congresistas norteamericanos Cass Ballenger y William Delahunt, miembros del Comité de Relaciones de la Cámara de Representantes. Ballenger y Delahunt estudiarán la cooperación antinarcóticos entre Colombia y Estados Unidos y la marcha del estancado proceso de paz que impulsa el gobierno.

 

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