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Diputados le dio media sancion a la ley impositiva
La DGI ya abre los brazos

El paquete impositivo ya superó el escollo de la Cámara baja. La
semana próxima va al Senado. Aumentan internos, se extiende el
IVA y Ganancias. El Pacto Fiscal con las provincias ya es ley.

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Raúl Baglini, titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
Maratónica sesión de debut de la Alianza como oficialismo.

t.gif (862 bytes)  La Cámara de Diputados le dio anoche media sanción al paquete impositivo elaborado por José Luis Machinea, mediante el cual se prevé una recaudación de 1900 millones de pesos durante el próximo año. La aprobación de los diputados incluyen la rebaja a 1993 pesos del mínimo no imponible en el impuesto a las Ganancias, aumentos en las alícuotas de Internos (gaseosas, cigarrillos, bebidas alcohólicas y telefonía celular) y la extensión de medio IVA (10,5 por ciento) al transporte de media y larga distancia (más de cien kilómetros) y a la medicina prepaga. Senadores recién trataría el proyecto la próxima semana. Diputados también convirtió en ley el Pacto Fiscal con las provincias. Los legisladores darán comienzo al tratamiento del Presupuesto 2000 hoy a partir de las 10.
La sesión de ayer en Diputados fue maratónica: comenzó a las 12.30 y se prolongó durante casi doce horas. Cuando a media tarde la Alianza logró aprobar en general el proyecto, todavía no se habían generado los momentos más duros del debate. La firme resistencia del justicialismo –en su debut como ala opositora después de diez años y medio– apareció cuando en el recinto se trataron en particular tres artículos del paquete impositivo: el incremento de las alícuotas de los impuestos internos, la conformación del fondo de incentivo docente y la imposición –luego frustrada– de un gravamen a las herencias (ver aparte). A último momento, la Alianza dejó de lado la imposición del IVA a las revistas. Y redujo a la mitad la posibilidad que tienen los medios gráficos de computar a cuenta de Ganancias el IVA que pagan al adquirir papel.
“El aumento de los impuestos internos es injusto. Y es el capítulo más regresivo de todo el plan del Gobierno”, criticó la justicialista Ana María Mosso. “Yo entiendo a quienes se oponen a votarlos. Pero sepan que si no lo hacen será necesario crear nuevos gravámenes, o aumentar las alícuotas de otros que ya existen”, le respondió Raúl Baglini, titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda y voz cantante de la Alianza durante la sesión.
La sanción que ahora deberá tratar la Cámara alta contiene los siguientes aumentos en Internos:
u Gaseosas colas y cervezas: del 4 al 8 por ciento.
u Gaseosas no colas: del 0 al 4 por ciento.
u Servicio de telefonía celular y satelital: 4 por ciento.
u Champañas: 12 por ciento.
u Bienes suntuarios (piedras preciosas, alfombras y tapices): 20 por ciento.
u Cigarrillos: del 60 al 65 por ciento (los 370 millones extra que se prevé recaudar se destinarán a la Seguridad Social).
u Autos, embarcaciones y aeronaves superiores a 15.000 pesos y hasta 22.000: 4 por ciento. Por encima de los 22.000 pesos, pagarán una tasa del 8 por ciento.
Según lo votado por Diputados, Fernando de la Rúa podrá incrementar hasta en un 25 por ciento estas alícuotas. O bien eliminarlos, siempre y cuando un informe técnico oficial así lo acredite.
“Están condenando a la industria regional. La champaña es un vino (éstos quedaron exentos del impuestazo), más barato que algunos productos que se dejaron sin gravar”, se quejó el mendocino Carlos Balter. El capítulo de los impuestos internos fue duramente criticado por los legisladores de provincias, en especial por aquellos de las tabacaleras Misiones y Salta, como Luis María Díaz Colodrero y Ricardo Gómez Diez. Al momento de la votación, el apartado de los impuestos internos fue el más peleado: se aprobó por 118 votos a favor contra 106 en contra (PJ, Acción por la República y algunos provinciales).
Entre otros puntos, el paquete incluye la elevación del 0,50 al 0,75 por ciento a la tasa de Bienes Personales para los activos superiores a los 200.000 pesos y un impuesto extraordinario, del 20 por ciento sobre el monto del impuesto a las Ganancias, sobre quienes ganan más de 10.000 pesos mensuales. También eleva de 33 a 35 pesos la cuota del monotributo.
El otro tema que generó gritos en el recinto fue cuando Baglini, ante la derogación del impuesto automotor, quiso que las provincias aporten 120 millones al fondo de incentivo docente. Pero ante la presión del PJ, la Alianza aceptó que el Tesoro nacional aporte los 660 millones necesarios (ver página 16). Esa fue la primer derrota de la coalición en el salón. La segunda fue a las once de la noche, cuando el justicialismo obligó al oficialismo a excluir del proyecto el impuesto a las herencias.

 

“Fue el otro”
“Nadie quiere votar aumentos de impuestos. La lógica es que todo el mundo quiere decir yo no fui, fue el otro. La otra lógica es que tenemos un déficit fiscal de una magnitud enorme”, dijo ayer José Luis Machinea, en tono de reproche a los diputados justicialistas, del cavallismo y de partidos provinciales que se negaron a aprobar la reforma tributaria, y también de justificación por haber impulsado ese paquete, que en definitiva logró media sanción de la Cámara baja. “Es una sociedad democrática, pluralista, y cada uno puede votar libremente como lo sienta su conciencia”, continuó el ministro de Economía. Asimismo, adujo que “hicimos una reducción del gasto público que no tiene antecedentes en la Argentina, impulsamos un paquete legislativo muy importante respecto (al combate) a la evasión y aun así no alcanzó, y por eso fue necesario aumentar impuestos”. “Fíjense cuál es la magnitud del déficit que recibimos”, enfatizó, descargando la responsabilidad del ajuste y del impuestazo en la administración menemista.

Falta el filtro del Senado
La Cámara de Senadores no tratará hoy el paquete impositivo que obtuvo media sanción de Diputados, ante la decisión de la bancada justicialista de tomarse una semana para analizarlo. La discusión de ese proyecto se realizará el próximo miércoles, último día previsto de sesiones extraordinarias. Por su parte, la Alianza continuará hoy –en una sesión que comenzará a las 10 de la mañana– con la intención de aprobar el Presupuesto, cuyo tratamiento quedó postergado luego de que ingresara de urgencia al Congreso la propuesta de intervención a la provincia de Corrientes. De todos modos, se descuenta que la pauta de ingresos y gastos para el 2000 será sancionada sin problemas, tanto en Diputados como en Senadores, porque se ha alcanzado un acuerdo político entre la Alianza y el justicialismo. En cambio, la mayor preocupación del oficialismo es a los cambios que pueda introducir la bancada de senadores peronistas a la reforma tributaria. La Alianza pretendía que ese proyecto fuera tratado hoy en el Senado, pero los legisladores de la oposición reclamaron al menos una semana para estudiarlo a fondo. Y pondrían bajo la lupa especialmente el capítulo de aumento de impuestos internos. Ese rubro fue el que más le costó a la Alianza para que fuera sancionado en Diputados. Los legisladores de las provincias productoras de tabaco y frutas –cuyo jugo se utiliza en la elaboración de gaseosas– se opusieron tajantemente a ese incremento impositivo, por verse afectadas las producciones regionales. Lo mismo podría ocurrir en el Senado, y allí la Alianza no disfruta de la mayoría que tiene en Diputados.


La reforma tributaria se quedo sin maquillaje
El tío PJ desheredó a la Alianza

Por Julio Nudler

T.GIF (862 bytes)“¿Rechazo provincial? En absoluto fue eso. Lo que hubo fue una total resistencia ideológica del justicialismo y de Cavallo.” Así explicó anoche el diputado Jesús Rodríguez el hundimiento del proyecto aliancista de reimplantar el impuesto a la herencia como modo de maquillar una reforma conservadora. Pero, de hecho, en las épocas en que existió, este tributo fue de ámbito provincial, y el que abolió José Alfredo Martínez de Hoz en 1977 fue sólo el vigente en la Capital Federal. Luego, de modo paulatino, las demás jurisdicciones también lo suprimieron. Ahora se lo quería recrear como impuesto nacional, asignado al Instituto de Financiamiento Educativo que manejará Juan José Llach. Alguien había estimado en unos 100 millones de pesos el eventual producido del gravamen. Pero Rodríguez insiste en que ni siquiera su oferta de que el total recaudado se girara para los tesoros provinciales alteró la negativa justicialista. Ahora, por lo menos hasta marzo no volverá a hablarse del tema.
Ayer, cuando Página/12 y otros matutinos revelaron la intención de reimplantar el impuesto a la herencia y a toda transmisión gratuita de bienes, empezaron a sonar los teléfonos en las oficinas de los tributaristas. Cualquier cliente con algún familiar acaudalado y presuntamente próximo a tañer la lira quería saber si no era mejor anticiparse a la ley y a la parca, convenciendo al ser querido de donarle en vida sus bienes, con lo cual el único costo a afrontar sería el honorario del escribano. Quizá como ningún otro, este impuesto dispara reacciones defensivas en el alma burguesa, aunque por su imagen redistributiva goza de alto prestigio entre la izquierda.
Para el experto Arnaud Iribarne, el impuesto a la herencia es uno de los pocos verdaderamente no trasladables, y por esto, y por ser el gravamen directo por excelencia, puede volver menos regresivo el sistema. En el régimen argentino, explica, “está gravada la ganancia permanente, la habitual, pero no la eventual (la llamada ganancia de capital) ni el enriquecimiento por la transmisión gratuita de bienes”. La reforma tributaria aliancista no incluyó la ganancia de capital (que puede provenir de la venta de un inmueble o un paquete accionario) ni las rentas financieras, y la imposición de la herencia naufragó. Por tanto, el sistema seguirá tan cojo como hasta hoy en cuanto a imposición a la renta.
El tributarista Leonel Massad advierte, por su parte, que el impuesto a la herencia no es de alto rendimiento, tanto por su naturaleza como por las vías disponibles para eludirlo. Una manera es llevarse la plata al extranjero. Otra, invertir en títulos públicos al portador y no declararlos, para que los herederos abran la caja fuerte y se los repartan en privado cuando llegue el momento. Pero aunque destaca que este impuesto puede tener el efecto no deseado de estimular la fuga de capitales y que no debería ser implantado entre gallos y medianoche, Massad indica también que es un tributo con fundamento teórico y doctrinario porque capta una exteriorización de capacidad contributiva.
Y prosigue: “La herencia surge de una estructura jurídica que la establece, pero que podría ser diferente. Podría ser el Estado, por ejemplo, quien se apropiarse de todos esos bienes. Por tanto, al Estado le asiste el derecho de gravar ese enriquecimiento a título gratuito. Además, un niño o un joven que por la muerte del padre reciben una fortuna, ¿qué mérito hicieron para obtenerla?”.

 

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