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DIANA CONTI FUE DESIGNADA EN DERECHOS HUMANOS
Subsecretaria con mucha banca

Conti propuso la nulidad de la Obediencia Debida y el Punto Final y asume con el respaldo de los organismos de derechos humanos.

Diana Conti llegó, tras un zigzageo, a la subsecretaría.
Comenzó a militar en el Frepaso junto a Juan Pablo Cafiero.

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Por José Natanson

t.gif (862 bytes) Una reunión en la Casa de Gobierno terminó de sellar la designación de Diana Conti como nueva subsecretaria de Derechos Humanos. El cargo, uno de los pocos de relevancia que permanecía vacante, se completó finalmente con la diputada del Frepaso, una dirigente de buen diálogo con los organismos de derechos humanos que, en 1997, acompañó con su firma el proyecto de derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
La diputada llegó por la mañana a la Casa Rosada junto a su amigo y futuro jefe, el ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra, y se reunió con Fernando de la Rúa, a quien apenas conocía. Fue una charla de una hora durante la que se terminó de confirmar su nombramiento. Aunque la nominación oficial recién se difundirá en los próximos días, por la tarde Conti giró a Presidencia sus datos personales para confeccionar el decreto de designación.
Conti tiene 43 años. Es abogada y psicóloga social. Se especializó en derechos humanos en el Instituto Sudamericano de Costa Rica y en la Corte Internacional de La Haya. Durante la última dictadura trabajó junto al CELS en la reconstrucción de la jurisprudencia destruida por el Proceso, hasta que en 1983 ingresó como secretaria en un juzgado correccional. Más tarde fue secretaria de la Cámara del Crimen, integrada entre otros por el legislador frepasista Raúl Zaffaroni.
Trabajó junto a León Arslanian en el Ministerio de Justicia y, mientras tanto, continuó desarrollando su perfil académico: es secretaria del Departamento de Derecho Penal de la UBA que dirige Zaffaroni, en donde Gil Lavedra tiene el cargo de profesor adjunto.
Conti comenzó a militar en el Frepaso junto al diputado Juan Pablo Cafiero. En 1997 fue electa diputada por la provincia de Buenos Aires en la boleta que encabezó Graciela Fernández Meijide. Poco después de asumir, acompañó con su firma un proyecto elaborado por Cafiero y por el socialista Alfredo Bravo que proponía anular las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, una iniciativa que fue rechazada por la conducción de la Alianza y que generó una de las primeras crisis internas de la coalición.
Fue este último dato el que inquietó a De la Rúa. Luego de las elecciones, cuando radicales y frepasistas comenzaron a definir los espacios del gabinete, todo indicaba que la subsecretaría de Derechos Humanos le correspondería a un dirigente del partido de Chacho Alvarez, que rápidamente postuló a Conti para el cargo. Sin embargo, con el correr de los días la candidatura se fue diluyendo ante la indecisión de De la Rúa, que dudaba sobre la conveniencia de designar a uno de los responsables del proyecto de anulación.
Quince días atrás, Página/12 informó que De la Rúa le había ofrecido el cargo a Federico Polak, abogado y vocero de Raúl Alfonsín. La oferta generó críticas de todo tipo entre los organismos de derechos humanos, que recordaron uno de los antecedentes de Polak: a diferencia de Conti, el vocero alfonsinista se opuso públicamente a los procesos iniciados en España por Baltasar Garzón.
Después de una larga polémica con las organizaciones, Polak confirmó la información publicada por este diario pero añadió que había decidido rechazar la oferta. Una decisión que, más allá de la resistencia de los organismos, estuvo vinculada a la negativa de Alfonsín, quien no aprobó la designación de uno de sus hombres de confianza en un lugar tan controvertido.
Descartado Polak, el único nombre que quedó en pide fue el de la diputada del Frepaso, que cuenta con una gran ventaja inicial: el respaldo unánime de las agrupaciones de derechos humanos. “Conti reúne las condiciones que le faltan a Polak”, expresaron un par de semanas atrás a través de una carta que le enviaron a Gil Lavedra firmada, entre otros, por las Abuelas de Plaza de Mayo y el CELS.
Consultados por Página/12, los organismos ratificaron ayer su conformidad con la designación de la legisladora. “Nos parece acertada. Siempre nos mostró su solidaridad y comprensión por el drama que vivimos. Vamos a apoyarla en tanto se cumplan los reclamos de verdad y justicia”, aseguró Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. “De los nombres que circulaban es el que tenía mayor consenso. Esperamos que se puedan defender los derechos humanos aunque, por definición, es el Estado el que los viola. Esperemos encontrar una pata dentro del Estado para mitigar el conflicto”, señaló José de Lucca, del Movimiento Ecuménico por lo Derechos Humanos.

 

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