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EXTRAÑO SUICIDIO A METROS DE LA CASA ROSADA
Salto al vacío desde la SIDE


Una empleada del servicio de inteligencia se tiró del décimo piso de la SIDE y cayó  sobre Alem. Aseguran que estaba deprimida.

 


La mujer trabajaba en la Dirección de Arquitectura de la SIDE


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Una vez más, la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) fue noticia. Una mujer de 41 años, que trabajaba como empleada del organismo dependiente de la Presidencia de la Nación, se suicidó arrojándose por una ventana del décimo piso ubicada sobre la entrada del edificio que da a la avenida Leandro N. Alem, cerca del cruce con Rivadavia, a escasos metros de la explanada de la Casa de Gobierno. "Todo indica que se trataría de un suicidio, creemos que no hay nada más, aunque igual se están realizando los estudios forenses para corroborar la causa del deceso", comentó a Página/12 una fuente de la comisaría 1ª, cuyos efectivos fueron los primeros que se hicieron presentes en el lugar del suceso.

  En un brevísimo comunicado, con membrete de la Presidencia pero sin la firma de funcionario alguno, como se supone que debe actuar el servicio secreto, se dijo que la trágica novedad se produjo cinco minutos después de las ocho de la mañana de ayer. La mujer fue identificada como María Teresa Toledo, a quien se consignó como "empleada técnica del área de Arquitectura de la Secretaría de Inteligencia de Estado".

  En esos momentos, Toledo se encontraba realizando "sus tareas profesionales en el Salón de Diseño del 10º piso (sic) de la Secretaría". Las fuentes de la SIDE y de la comisaría primera que fueron consultadas por este diario eludieron precisar cuáles son las funciones que cumple, a la hora de hacer inteligencia, la Dirección de Arquitectura. La información oficial aclaró también, por si hiciera falta, que los testigos presenciales quedaron "a disposición" del juez de instrucción número nueve, Eliseo Rubén Otero.

  Cuando la mujer cayó sobre el asfalto, era escasa la circulación de vehículos por la avenida Alem. La ventana desde la que se arrojó al vacío tiene una visión panorámica de la Casa de Gobierno y está frente a la plazoleta 11 de Junio de 1580, donde se levanta el monumento a Juan de Garay que recuerda la Segunda Fundación de la Ciudad de Buenos Aires. El edificio de la SIDE está sobre Alem sin número --no hay ninguna chapa en la puerta de acceso al lugar--, exactamente al lado del que ocupa la Cámara Argentina de Comercio, en el 36 de esa avenida porteña. 

  Junto con los efectivos de la comisaría primera, se hizo presente una unidad criminalística móvil de la Superintendencia de Policía Científica, cuyos ocupantes hicieron una inspección ocular y recogieron elementos de juicio para aportar a la causa, denominada "averiguación de suicidio". El cuerpo fue llevado a la Morgue Judicial donde se realizó la autopsia, cuyos resultados no fueron dados a conocer.

  La policía recogió el testimonio de varios compañeros de trabajo de la señora Toledo. Al parecer, ella había llegado en su horario habitual, sin dar ninguna señal de la decisión que minutos después habría de tomar. En forma inesperada, ante la mirada de algunos de sus compañeros con los que antes había estado conversando, abrió la ventana, se trepó a ella y saltó al vació, todo en menos de un segundo.

  El subcomisario Daniel Fernández, de la comisaría primera, informó que la mujer sufría desde hace un tiempo "un cuadro depresivo porque estaba muy enferma". Otras fuentes aseguraron que meses atrás había fallecido el marido de la víctima, agravando la crisis anímica por la que atravesaba. Una joven, que al parecer trabajaba en la misma sección de la SIDE, se limitó a decir: "Esto es increíble, hace años que trabajaba acá y ninguno de nosotros podemos creer lo que pasó".

  La testigo, que eludió dar el nombre, sostuvo que la señora Toledo había llegado "igual que en los últimos meses, muy bajoneada porque se había quedado sola, pero nadie sospechó que pudiera tomar semejante decisión". La mujer se retiró llorando, mientras los custodios de la SIDE formaban un círculo en torno del acceso al edificio. Para entrar, los empleados tienen que marcar los números que los identifican en un tablero ubicado a la izquierda de la puerta principal, que está siempre cerrada.

 

Muertes sin aclaración

El año pasado, durante los últimos meses de la gestión de Hugo Anzorreguy al frente de la SIDE, dos agentes cercanos al Señor 5 del período menemista murieron en circunstancias aún no esclarecidas. El 4 de agosto, Daniel Guillermo Rossini, un chofer de Anzorreguy, fue asesinado de siete balazos mientras se encontraba dentro de su auto valuado en 40 mil pesos, estacionado en una calle de Parque Chacabuco, con una bailarina de un club nocturno de 16 años. El caso estaría vinculado con un ajuste de cuentas relacionado con la prostitución infantil y el narcotráfico, en el cual estaría también involucrada la Policía Federal.

  Casi un mes más tarde, el 3 de setiembre, fue asesinado Jorge Castro, otro guardaespaldas de Anzorreguy. En este caso, Castro había llegado en su camioneta Isuzu 4x4 a la rotisería Irupé de Ramos Mejía. Allí ingresaron dos individuos que luego de pedir una tarta comenzaron a disparar. Al igual que como ocurrió en el asesinato de Rossini, los atacantes no se llevaron ningún objeto de valor. Por otra parte, el alto standard de vida de los dos agentes generó sospechas sobre las relaciones de los fallecidos con el narcotráfico.

  En torno de otro hecho oscuro del servicio de inteligencia, también el año pasado, un miembro de la SIDE fue condenado por la Justicia por matar a una anciana aplastándola con un portón corredizo.

 

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