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Una turista argentina que murió en Cuba al caer desde un piso 26

Viajó a la isla de vacaciones y falleció en un presunto accidente. Pero su familia pide ahora una investigación exhaustiva.


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Manuela García, de 21 años, viajó en enero pasado a La Habana, Cuba, en compañía de una amiga de la infancia con la que desde hacía tiempo venía planeando la visita a la isla caribeña. En las primeras horas del 22 de enero, cuatro días antes de su regreso a la Argentina, Manuela murió al caerse, por razones que se desconocen, desde lo alto del piso 26 de un edificio en torre, en pleno centro de la capital cubana. Su familia reclamó públicamente al consulado argentino en La Habana que solicite a las autoridades judiciales de la isla que reabran la investigación del caso y que lleguen "hasta las últimas consecuencias" para lograr su total esclarecimiento. Camilo García, hermano de la víctima, dijo a Página/12 que el hecho fue calificado como "muerte accidental", pero la familia cree que "hay dudas que deben ser aclaradas, no para buscar un culpable, pero sí para dejar todo muy claro, por respeto a la memoria de Manuela".

  Camilo García, que es periodista y trabaja como notero del programa "Rumores", que sale al aire por América TV, dijo que toda la familia está "destrozada" por lo que le ocurrió a Manuela, quien durante mucho tiempo estuvo pendiente de su viaje a Cuba. "Quería tener testimonios de la revolución y anduvo preguntando casa por casa; hasta se había conseguido una bandera que fue utilizada por la guerrilla", relató Camilo con la voz entrecortada. El testimonio de aquellos tiempos fue traído a la Argentina por Roxana Salas, la amiga con la que había viajado Manuela.

  Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado 22 de enero, mientras Manuela y Roxana se encontraban en la terraza del edificio donde habían alquilado un departamento. Con ellas estaban dos amigos cubanos a los que habían conocido durante el viaje. "Roxana escuchó el grito de Manuela, pero no vio cómo se produjo la caída porque estaba en el otro extremo de la terraza, de manera que lo que ella dijo allá (en Cuba), ante los jueces, es que le parecía que fue un accidente", comentó Camilo.

  El único testigo presencial de lo sucedido fue "un muchacho del que sólo sabemos que se llama Marlon y que está detenido" como consecuencia del supuesto accidente. "Nosotros no tenemos información ni pudimos investigar nada, de manera que no estamos en condiciones de acusar a nadie, pero queremos saber si no hubo algún empujón, aunque fuera sin intención, porque no podemos explicarnos el porqué de una caída de esa naturaleza". Camilo sostuvo que su hermana "no sufría de vértigo y estaba en perfectas condiciones, de manera que es muy raro que se haya caído sin que mediara alguna circunstancia extraña".

  La familia García desconoce totalmente el contenido de la declaración del joven al que citan como "Marlon". Martín García y Roxana Salas, los padres de Manuela, tienen pensado viajar a La Habana "cuando superen el shock que les ha producido la muerte de mi hermana", comentó Camilo. "Lo que queremos es que se investiguen las causas hasta las últimas consecuencias, porque queremos saber si hubo algo extraño en todo esto. Los papeles correspondientes a la autopsia fueron demorados en forma inexplicable y creemos que es necesario investigar todo."

  La causa de la muerte, según esa primera autopsia, fue por "shock traumático inmediato y contusiones graves". El cuerpo de Manuela fue traído a Buenos Aires el martes pasado, luego de una intermediación realizada por el cónsul argentino en La Habana, Eduardo Porreti, quien dijo a la agencia Télam que esa representación diplomática actuó "desde un primer momento". El propio cónsul tuvo la tarea de participar "en el reconocimiento del cadáver" y luego informó sobre lo ocurrido a la familia que se encontraba en Buenos Aires. El cuerpo fue sepultado en el cementerio de la Chacarita.

  Porreti dijo que para lograr que la investigación se profundice "es necesario que la familia presente una carta oficial ante la Cancillería, algo que por el momento no ocurrió". La primera esposa de Martín García, el padre de Manuela, desapareció durante la dictadura militar.

 

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