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Argentina llega a este encuentro luego de clasificarse
angustiosamente ante Uruguay, por lo que los jugadores y el cuerpo técnico
toman este partido como el inicio de una nueva etapa. "Ahora
empezamos todos de cero", es la reflexión coincidente en la delegación
argentina. En cambio, los brasileños vienen con el ánimo muy alto luego
de golear 9-0 a Colombia, ya que se reivindicaron de la floja tarea que
había desarrollado hasta ese momento.
Lo que todavía no está muy
claro es la formación del conjunto argentino. El entrenador José
Pekerman no brindó indicios sobre los posibles titulares y recién
confirmará el equipo unas horas antes del partido. Sin embargo, se
especula con el retorno de Juan Román Riquelme junto a Pablo Aimar en la
conducción del equipo, y con la posibilidad del ingreso por primera vez
en el certamen de Guillermo Pereyra en la mitad de la cancha. Claro que
esta alternativa estaría ligada a la chance de que Pekerman decida
prescindir de un delantero para el arranque del partido. Tampoco está
definido si la defensa estará integrada por tres o cuatro jugadores, más
teniendo en cuenta que el entrenador no podrá contar con Diego Placente
ni con el capitán, Diego Markic, expulsados ante Uruguay.
El condimento extra que presenta el compromiso es el antecedente de
los cuartos de final del Mundial Sub-20, cuando Argentina derrotó 2-0 a
Brasil, ya que varios de aquellos futbolistas volverán a verse las caras.
Leandro Cufré, Esteban Cambiasso, Román Riquelme, Pablo Aimar, Lionel
Scaloni --autor de un gol--, Bernardo Romeo y Diego Quintana, además de
los suspendidos Placente y Markic, fueron titulares en aquel partido por
el lado de Argentina, mientras que Alvaro, Athirson, Fabiano y Alex
jugaron por Brasil. Otra coincidencia es que antes de ese partido, Brasil
venía de otra goleada histórica: 10-0 a Bélgica.
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