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Por Romina Calderaro  Dos aborígenes jujeños que pelean por sus tierras. Una monja que trabaja en un asentamiento de Florencio Varela. Una docente desocupada que lucha en Santiago del Estero para combatir �la dictadura democrática de Carlos Juárez�. Una vecina de La Matanza que atiende a víctimas de la violencia familiar. Un sacerdote brasileño que acompaña y apoya a inmigrantes en Bahía Blanca.
Página/12 recogió las historias de seis de los casi dos mil participantes del XV Seminario de Formación Teológica que ayer finalizó en el colegio San Francisco de Sales de Almagro. Son seis hombres y mujeres que, como todos sus compañeros, pasaron la semana durmiendo en sus bolsas en el piso del gimnasio del colegio. Y que comieron, por solidaridad con los obreros que la tomaban, en una fábrica de aluminio cercana. No eligieron la austeridad para congraciar a Dios: simplemente se adaptaron a sus posibilidades económicas, y sin quejas. En cambio, celebraron la posibilidad de intercambiar experiencias. Explicaron cómo hacen para transmitir el �mensaje de Dios� en tiempos de tanta desocupación y pobreza. Y aclararon que �la prioridad es ayudar al otro, cualquiera sea su religión�.Para ellos, �Dios está en el esfuerzo cotidiano para ayudar a los otros�. Y no sólo aprueba su trabajo social, sino que ese trabajo por los demás es una de las primeras cosas que quiere de un creyente, laico o consagrado. El jueves, por ejemplo, acompañaron la marcha de las Madres de Plaza de Mayo para �expresar la posición crítica de un sector de los católicos argentinos por el rol asumido por la Iglesia Católica durante la última dictadura militar�.  Verónica es monja y descubrió que es distinto hablar de Dios en tiempos de tanta desocupación y pobreza. Es una Hermana Azul a la que delata sólo el crucifijo de madera al pecho. Usa corto el pelo entrecano, tiene unos grandes ojos celestes, no lleva hábito. Es maestra, trabaja en un asentamiento de Florencio Varela. �Hubo un momento de mucha crisis que comienza con el nacimiento de estas nuevas generaciones de niños cuyos padres llegaron del interior. Son chicos que se encuentran con una Buenos Aires conflictiva, violenta y desintegradora. Además, pasan la mayor parte del día solos porque sus padres salen a trabajar�. En ese contexto, explica, �Hay una importante búsqueda de sentido y por eso surgen cantidades de ofertas religiosas. En muchos casos, no en todos, la fe es menos resignada que antes�.Los inmigrantes de Bahía Blanca con los que trabaja el Padre Aldo
Pasqualotto , un brasileño que integra la congregación de los Scalabrinianos, sostienen su fe casi como aferrándose a ella en la tormenta. �El tema religioso es muy importante ante la pobreza, sobre todo para los bolivianos, que tienen gran devoción por Nuestra Señora de la Asunción� explica. La fiesta de la virgen es muy grande y desbordante, lo que no entusiasma a todo el mundo. �Muchos en Bahía Blanca me dicen que los bolivianos toman mucha cerveza, pero esas celebraciones son lo más bíblico que hay. Son muy alegres, muy integradoras, y están más cerca de la multiplicación de los panes y los peces de la que hablaba Jesús�. La monja Verónica asiente con la cabeza. Y agrega: �En Florencio Varela también hay muchos bolivianos que ahora empezaron a hacer con todo sus fiestas. Así apuntalan su identidad y su autoestima. En este país hay muchos pueblos despreciados. Ahora, los que están peor son los peruanos.�El padre brasileño sabe de los problemas cotidianos de los inmigrantes. �Hay muchos chilenos, bolivianos y salteños trabajando en el valle del Colorado. Cosechan cebolla, pero los bajos precios y la falta de comercialización son terribles y hay mucho hambre�, explica el sacerdote. También sufren el problema de la tramitación del documento. �Nosotros entramos mucho por ahí. Los ayudamos a conseguirlo aunque no sean creyentes�, asegura. A pesar de las dificultades, Pasqualotto tiene esperanzas. �Creemos que la dignidad y los derechos de los inmigrantes notienen fronteras. Por eso pedimos en este año de Jubileo una amnistía para que los inmigrantes puedan radicarse y permanecer definitivamente en el país�, subraya.�Farfán, Rubén�, se presenta cuando le toca el chico de rasgos aindiados. Con 23 años, es la primera vez que participa en el seminario. Integra la Red Puna de Jujuy, una organización social que trabaja para que los aborígenes consigan los títulos de propiedad de sus tierras. Tarea que se ha complicado, explica, por un decreto del gobierno provincial que establece que ahora tienen que ir personalmente a hablar con los legisladores para explicar su situación. Que es donde el trámite naufraga por �falta de entendimiento�. Rubén tarda en contestar cuando se le pregunta si solamente ayuda a los creyentes, pero María Guadalupe Tolaba, otra integrante de la Red, también Coya, toma la posta. �La verdad es que los aborígenes de Jujuy, por su idiosincrasia, son todos religiosos�, dice. Y enseguida resume el problema entre los indígenas y los legisladores: �Por un lado, no se entienden por el idioma. Pero lo que pasa es que los diputados creen que un indio, para ser indio, tiene que aparecer con las plumas�.Nelly Borquez trabaja en una Red de Mujeres de La Matanza. Le pusieron al centro Casa de la Mujer Rosa Chazarreta. �Es el nombre de una militante de base, costurera ella. Le pusimos así porque creemos que nunca nadie se acuerda de las trabajadoras anónimas�, explica. Nelly trabaja con víctimas y victimarios de la violencia familiar en La Matanza. �Trabajamos con el golpeador también, porque nos pareció una innovación importante�, cuenta esta mujer que hace poco terminó sus estudios terciarios de Psicología Social. �Dios quiso que las mujeres seamos felices�, les explica a las que se acercan con sus problemas. Pero también usa la Biblia para separar los tantos. �Jesús dijo `Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios�. Eso quiere decir que no nos podemos pasar la vida echándole el fardo al Señor por nuestros problemas familiares: hay que resolverlos�, enseña, didáctica. Cuenta que su aspiración es que el hijo o hija que se crió en una familia violenta no forme a su vez una familia violenta. O simplemente ser �una compañera de ruta frente al dolor y la desesperación�. Dice que �el seminario son mis vacaciones, el lugar donde recargo las pilas para todo el año�.Al tema de �recargar las pilas�, María Dolores Guzmán le agrega un deseo: �vengo a ver si los demás me ayudan a seguir con mi lucha, porque muchas veces pierdo realmente las fuerzas�, confiesa. Su lucha es volver a trabajar como docente en Santiago del Estero �sin corromperme�. Por el panorama que describe, la tarea no es sencilla. Perdió el trabajo hace ya un año, �porque en la dictadura democrática del caudillo Carlos Juárez para acceder a un cargo docente hay que tener avales políticos�. Desde que quedó desempleada, encabeza manifestaciones contra el gobierno. María cree en Dios, pero también en la necesidad de �cambiar las cosas con la lucha�.Sus compañeros la escuchan. Ella habla sin parar, confiesa que necesita descargarse. �La esposa del gobernador se llama Nina, y es ella la que realmente maneja la provincia. Es tan autoritaria, que ha ordenado que en la Casa de Gobierno, las mujeres sean atendidas por mujeres y los hombres por hombres�, dice María Dolores. �Es que cuerpo de mujer no garantiza pensamiento de mujer�, trata de consolarla o de explicar Nelly, que algo sabe de cuestiones de género. �A mí ya me tiene harta�, se rebela María Dolores. �En la provincia me han ofrecido lo que quiera para callarme la boca, pero la cosa no es así�.¿Por qué �la cosa no es así�? ¿Cómo se sigue adelante cuando el desaliento es tanto? Pasqualotto siente que �lo que se va haciendo da un resultado� y pone un ejemplo que lo llena de orgullo. �Yo trabajé muchos años en Guatemala. En el �94 estaban por desalojar a cinco mil familias de un asentamiento. Y se nos ocurrió juntar a la gente en la Plaza Central. Temíamos la peor represión, pero viendo tanta gente junta les devolvieron los terrenos y hoy son propietarios del lote. Dios quiere el bien de supueblo�. Nelly, a su vez, admite que �a veces me agarra fuerte la desesperanza, pero cuando veo a una mujer que vino al Centro y me dice `usted me ayudó, ¿se acuerda? estoy mejor� siento que vale la pena�. Guadalupe sigue �porque tengo fe, porque hay gente que me necesita y porque quiero devolver el amor que me dieron los que me quieren�. Rubén, su compañero en la Red Puna, dice: �Creo en Dios y sé que las tierras son nuestras. Saqué buenas conclusiones en el seminario y voy a transmitírselas a mi gente cuando vuelva�. María Dolores cree que hay que transmitirle a la gente �el mensaje de que no está sola. Porque la sociedad está vegetando y tiene que volver a andar�.Y la hermana Verónica tiene tres respuestas. La primera: �sigo luchando porque muchas veces una cree que no está ayudando y sí lo está haciendo. El otro día me encontré con una mujer que me dijo `si no me hubieran contenido me hubiera suicidado�. Tenía un marido violento al que logramos sacar del hogar. Tiene siete hijos�. La segunda: �A veces una deja de ver a una persona y después ocurre una tragedia. Y una piensa ¿y si hubiera estado?�. La tercera: �porque Dios nos acompaña y nos quiere felices�.
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