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BUSCAN ASISTIR A LA MITAD DE LOS INDIGENTES
El Plan Social de Graciela

La ministra de Desarrollo Social lanzará el Sistema Alimentario Federal con el objetivo de asegurar la nutrición elemental de unas 362 mil familias, casi 1,5 millones de personas.

Ministra Graciela Fernández Meijide y gobernador de Río Negro, Pablo Verani.


Por Maximiliano Montenegro
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La ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide, intentará recobrar protagonismo en la escena nacional, mostrando una cara del Gobierno distinta de la que le guiña obsesivamente al establishment. Para ello, anunciará formalmente el lanzamiento del Sistema Alimentario Federal (SAF), cuyo objetivo es asegurar los requerimientos nutricionales mínimos de unas 362 mil familias, casi 1,5 millones de personas, en todo el país. El plan se focalizará en familias indigentes, con niños menores de 6 años, con jefes de hogar desocupados y jefas mujeres. Los fondos surgirán de una reorganización de los casi 500 millones de pesos que se venían gastando en programas alimentarios, dispersos en diversos ministerios y sin ninguna evaluación ni control oficial. El SAF alcanzará a casi la mitad de las familias indigentes de todo el país. Para extender la red de protección a la totalidad de los carenciados, en Desarrollo Social calculan que habría que estirar la asistencia a 1250 millones de pesos. El Presidente adelantaría algunos rasgos de la "cara social" de la Alianza mañana, durante la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso.      

  Fernández Meijide quiere impulsar un Pacto Federal Social, para coordinar los programas de la Nación con los provinciales y, al mismo tiempo, comprometer a los gobernadores a una severa rendición de cuentas de las erogaciones sociales. El punto de partida sería el plan alimentario, pero la idea es, bajo el mismo esquema, extender los acuerdos a otras áreas alcanzadas por los llamados planes sociales focalizados: trabajo, salud, educación, vivienda. Así, uno de los desafíos que enfrentará "ella" será posicionarse como interlocutora privilegiada de los gobernadores en el tema social, estrategia que le permitiría

proyectarse, ahora en el rol de funcionaria, a nivel nacional. Ayer, Meijide estuvo en Río Negro, donde firmó con el gobernador, el radical Pablo Verani, un "acuerdo piloto", que en los próximas semanas sería ampliado a otras provincias.

  La ministra de Desarrollo Social tiene sobre su escritorio un resumen ejecutivo de diez páginas que describe los lineamientos esenciales del Sistema Alimentario Federal. En el anexo del trabajo, de sólo dos página, se detallan las pautas que debería seguir el Pacto Social sobre Políticas Sociales.

  Según el documento, al que accedió Página/12, el objetivo del SAF es "generar un sistema alimentario único que brinde complementación alimentaria a hogares indigentes, priorizando aquellos con niños menores de 6 años, optimizando las prestaciones que actualmente se brindan a fin de lograr una mayor eficiencia en el gasto". La importancia de dotar de eficiencia y transparencia al gasto social no es un slogan: estudios realizados por el BID, en poder de los técnicos de la Alianza, demuestran que por cada 1 peso gastado en planes alimentarios durante la administración menemista, sólo 50 centavos llegaban a sus destinatarios. El resto se perdía en la maraña burocrática o se desviaba por los oscuros senderos del clientelismo político.   

  Por eso, el SAF centralizaría "los programas existentes en los distintos ámbitos gubernamentales": Prani, Asoma y Prohuerta, bajo la órbita de Desarrollo Social; Promin, del Ministerio de Salud; y Probienestar, del PAMI. En tanto, también coordinaría programas nutricionales a cargo de las provincias, como el Prosonu y Posoco. Salvo los microemprendimientos agrícolas que alienta el Prohuerta, el resto de los planes distribuyen cajas de alimentos o financian comedores comunitarios, infantiles o escolares.

  Los principales puntos del programa, mencionados en el informe, son los siguientes:

  * El documento reconoce que existen en todo el país 744 mil familias indigentes (con ingresos inferiores a 70 pesos mensuales), el 8,8 por ciento del total de hogares. Pero dice que en una primera etapa se podrá cubrir sólo a 362 mil de estos hogares.

  * Los cálculos oficiales indican que "por cada 3 puntos que crece el PBI disminuye entre 0,5 y 1 punto la indigencia". Esto significa que si el producto creciera alrededor de un 3 por ciento este año, como pronostican los consultores privados, unas 60 mil familias adicionales podrían escapar a la indigencia.

  * Sea como fuere, todavía quedaría desprotegida una franja considerable de los grupos más vulnerales. Por ejemplo, el 60 por ciento de los hogares indigentes, unos 460 mil, tiene niños menores de 6 años. La ayuda del SAF alcanzaría sólo a 200 mil familias en estas condiciones. Mientras que las familias con niños y jefe de hogar mujer suman más de 100 mil, la asistencia oficial apenas protegería a 51 mil.

  Según estimaciones que manejan en Desarrollo Social, si se ampliara la cobertura a todo el universo de indigentes, el costo del programa ascendería a 1250 millones de pesos. Una vez superada la etapa de las mejoras en la eficiencia, Fernández Meijide deberá explicarle a José Luis Machinea, y a los otros influyentes economistas del gabinete desvelados por el déficit fiscal, que con el Presupuesto actual destinado a planes sociales no basta.

 

CLAVES

* Fernández Meijide anunciará un plan alimentario focalizado en familias indigentes, que viven con menos de 70 pesos mensuales, con niños menores de 6 años.
* Los fondos surgirán de una reorganización de los 500 millones de pesos que se venían gastando en programas alimentarios en diversos Ministerios y sin control oficial.
* Estudios del BID demuestran que por cada 1 peso gastado en planes alimenticios durante la administración menemista, sólo 50 centavos llegaban a manos de los destinatarios.
* En el país hay 744 mil familias indigentes, con lo cual el plan cubriría casi a la mitad.
* Todavía quedaría desprotegida una franja considerable de los grupos más vulnerables. Por ejemplo, hay 460 mil hogares indigentes con niños menores de 6 años. Pero la ayuda llegaría sólo a 200 mil familias en estas condiciones. 
* Para extender la cobertura no alcanza con mejoras en la eficiencia sino que haría falta más presupuesto.

 

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