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EL GOBIERNO NACIONAL LO ACUSO DE MENTIR, PERO EL INSISTIO EN SU VERSION
Al Ñato Rico le va a crecer la nariz

Un duro comunicado oficial explicó que el custodio que aparecía en una foto junto a De la Rúa era un policía y no el Indio Castillo. Rico porfió defendiendo su versión. El gobierno provincial hizo silencio de radio.

La foto en la que basó su denuncia Aldo Rico, tomada el 24 de febrero en la AFIP.
Quien aparece detrás del Presidente es, según el carapintada, el Indio Carlos Castillo.
Una foto tomada desde otro ángulo prueba que el custodio presidencial es otro Carlos.
Se apellida Beraldi y es principal de la Federal (de uniforme en la foto superior).

Por Laura Vales y Raúl Kollmann

t.gif (862 bytes) El Gobierno desmintió de manera rotunda a Aldo Rico. �La información suministrada por el ministro de Seguridad de la Provincia es falsa�, sostuvo a través de un comunicado oficial. El Ejecutivo aclaró así que la persona que aparece detrás de Fernando de la Rúa en la foto que el ex carapintada repartió a los medios no es en realidad Carlos �El Indio� Castillo �como había asegurado Rico a los cuatro vientos�, sino Carlos Alberto Beraldi, efectivo de la Policía Federal. Un hombre muy cercano al Presidente le dijo después a Página/12: �Rico está desesperado por despegarse de Castillo, un personaje acusado de los peores delitos�. Pero lejos de retractarse por el blooper y de mala manera, el ministro insistió en acusar al gobierno nacional. Ningún integrante del Ejecutivo bonaerense salió a respaldarlo en su embestida, que con el correr de las horas se transformó en un auténtico papelón.
Esta vez, el ministro de Seguridad bonaerense convocó a los medios para hablar sobre la desarticulación de una banda de traficantes de heroína. La conferencia de prensa se realizó por la tarde, cuando todo el mundo estaba al tanto de que el Gobierno había negado la pertenencia del Indio Castillo a la custodia presidencial. Todo marchaba sin mayores sobresaltos hasta que, desde el fondo de la sala, un cronista levantó la voz y alcanzó a preguntarle por el tema.
�La foto es evidente �lo cortó Rico.
Y se retiró del lugar con un seco �no hay más comentarios�.
Sus voceros fueron un poco más elocuentes:
�El Gobierno puede decir lo que más le guste �respondieron a este diario al ser consultados sobre la desmentida oficial.
Rico había difundido el lunes una foto en la que aparece una persona muy parecida al Indio Castillo haciendo de guardaespaldas de De la Rúa a la salida de una visita que el Presidente hizo a la Administración de Ingresos Públicos, el 24 de febrero pasado. Fue una reacción directa a la nota publicada el domingo por Página/12, en la que se reveló en exclusiva la detención de quien fuera su hombre de confianza hasta tres años atrás. Castillo es un matón del sindicato de marítimos acusado de haber intentado asesinar al intendente de la localidad correntina de Monte Caseros y dueño además de un extenso prontuario: está señalado como represor de la dictadura, integrante de la Triple A y sospechado de haber participado en varios asesinatos.
Junto con la foto, los hombres del ministro de Seguridad distribuyeron también una especie de comunicado que concluía de la siguiente manera: �Página/12 no deja ningún tipo de dudas: el Indio Castillo es empleado de la SIDE. Ningún periodista se ha preguntado qué hacía Castillo en la custodia del Presidente De la Rúa (...) Las imágenes no dejan dudas acerca del �empleo� actual del personaje en cuestión�.
La SIDE lo negó la misma noche del lunes. Y ayer, el comunicado del gobierno nacional agregó que �en la copia de una fotografía distribuida por el señor Rico, la persona que él identifica como Carlos Castillo es en realidad el oficial principal de la Policía Federal Carlos Alberto Beraldi, quien prestó servicios en la División Custodia Presidencial hasta el 17 de marzo y actualmente se desempeña en la comisaría 38ª� de la Capital.
El Gobierno también mostró una segunda fotografía, tomada en la puerta de la AFIP el mismo 24 de febrero, en la que se ve de cara entera al guardaespaldas de De la Rúa, y que no deja dudas de que se trata de una persona distinta a Castillo.
Otros elementos se confabularon ayer contra el ministro de Ruckauf: desde Paraná, fuentes de la investigación por la que se detuvo a Castillo aseguraron a este diario que el día en que se tomó la foto en cuestión el Indio ya estaba en aquella ciudad, a cientos de kilómetros de la Capital Federal. �Se registró en el hotel San Jorge en la madrugada del 25 defebrero, pero había pasado por ese hospedaje la tarde anterior para conocer el lugar y preguntar precios�, sostuvieron. Y antes de eso, agregaron, Castillo había estado alojado en otro hotel también de la capital de Entre Ríos. En realidad, todo indica que el prófugo se instaló allí a fines del año pasado, aunque nadie sabe para quién estaba trabajando ni qué hacía con documentación falsa, una pistola 9 milímetros, otra calibre 38, dos granadas, una chapas patente del Congreso Nacional y tarjetas de apoderado del Modin.
No es un secreto que Castillo y Rico son viejos conocidos. El Indio acompañó al ahora ministro de Seguridad en las rebeliones carapintadas, trabajó con él en la Cámara de Diputados e incluso pasó tres años preso luego de ser capturado con un arsenal descubierto a pocas cuadras de la residencia de Olivos que �se dice� pertenecía al Modin. Y según él mismo sostiene, fue una de las personas que transportó el dinero con el que Eduardo Duhalde le había pagado a Rico sus votos para conseguir la reforma de la Constitución provincial y su reelección.
El gobernador Carlos Ruckauf partió ayer rumbo a Estados Unidos sin hacer declaraciones sobre su ministro y el gabinete bonaerense se llamó a un estruendoso silencio. Allegados a Felipe Solá aseguraron que el vicegobernador, a cargo del Ejecutivo, citará a Rico para pedirle las explicaciones del caso. A los voceros no les faltó tiempo sino voluntad para formular declaraciones: fueron consultados a primera hora de la tarde, cuando Rico se preparaba para la conferencia de prensa en la que redobló su apuesta contra el gobierno nacional.

 


En la Alianza hacen cola para pegarle

Marcelo Elias *.
�Es Rico, sin duda�

�La primera observación es que estamos seguros que el que ayer dio la conferencia de prensa es efectivamente Aldo Rico. La segunda, que Carlos Castillo pertenece a la banda de Rico porque hay datos históricos que así lo certifican. La tercera, que los familiares directos de Rico están en problemas por el tema de la nafta, y no precisamente por el precio del crudo a nivel internacional. Es evidente que Rico, en la misma línea que su gobernador, decide usar como pretexto al gobierno nacional para tapar su ineficacia como ministro de Seguridad. Es una vergüenza para la provincia que esté tan mal informado, agreda al Presidente de la Nación e insista en esa agresión con datos falsos. �
* Diputado bonaerense. Vicepresidente del bloque de la UCR.

Eduardo Sigal.
�Muchas dudas�

�Como ministro de Seguridad de todos los bonaerenses Rico tendría que revisar su propio sistema de información si no quiere seguir cometiendo errores. Con la seguridad y tranquilidad de la gente no se puede especular ni jugar, tampoco se pueden manejar con superficialidad informaciones y acusaciones que intentan, como en este caso, mellar la figura presidencial. Rico tiene que dedicarse a hacer una evaluación profunda sobre qué está haciendo para combatir la delincuencia en la provincia de Buenos Aires. A la luz de lo ocurrido podemos preguntarnos cuán confiables son las cifras que acaba de difundir asegurando que la policía está esclareciendo el 50 por ciento de los delitos que se cometen en Buenos Aires.�
* Senador del Frepaso.

Graciela Podesta.
�Desesperación�

�Lo de Rico fue una actitud desesperada para despegar su figura de la del Indio Castillo. Da la impresión de que ni siquiera consultó con Ruckauf antes de dar esa foto a los medios, simplemente se jugó de una manera loca a salir del pozo y terminó quedando en una situación peor. Es realmente grotesco tener un ministro de Seguridad con estas características, que no obedecen sólo a su personalidad sino también a su entorno y a una situación de debilidad por las investigaciones judiciales que lo rozan. El ministro debe responder, por otra parte, por qué no hizo la denuncia pertinente si reconoció a Castillo en los noticieros de televisión el 24 de febrero, cuando estaba prófugo de la Justicia.�
* Diputada del Frepaso.

Alejandro Mosquera.
�Gran mentira�

�Es claro que Rico intenta montar una gran mentira para tratar de esconder el debate real: su vinculación con Carlos Castillo. Rico no puede estar al frente de la seguridad de los bonaerenses, y habría que preguntarle a Ruckauf si va a seguir sosteniéndolo luego de que trató de salpicar la figura del Presidente en base a datos falsos. Al margen de si lo hizo o no de manera intencional, es decir sabiendo que el de la foto no era Castillo, lo que queda en evidencia es su ineficacia como ministro de Seguridad para contar con información veraz. Y la duda es quién le acercóesa fotografía, ya que la policía de la provincia no puede hacer inteligencia no preventiva fuera del territorio de la Capital Federal.�
* Diputado del Frepaso.

 

EL GOBIERNO LE DIO DURO A RICO PERO por ahora ELUDIO ATACAR A RUCKAUF
Mucho respeto hacia el dueño del circo

Por F.C.

�Aclaren eso�, fue la directiva de Fernando de la Rúa a su secretario privado. Era el mediodía y para entonces ya había llegado a la Rosada el informe de la Policía Federal sobre la identidad del robusto hombre ubicado detrás del Presidente aquella mañana del 24 de febrero, según las fotos tomada por las agencias de noticias: se trataba del oficial principal Carlos Alberto Beraldi, nada que ver con el siniestro Carlos �El Indio� Castillo. Con el alivio de la noticia, se elaboró un comunicado en el que se desmintió con dureza al ministro de Seguridad bonaerense, Aldo Rico. �La información suministrada es falsa�, dijo el documento. Pero la reacción oficial por ahora llegó hasta ahí y no avanzó, en un intento de preservar en lo posible la armoniosa relación que armaron De la Rúa y el gobernador bonaerense y jefe de Rico, Carlos Ruckauf.
�Acá adentro, dudas siempre hay�, admitían ayer en la SIDE, sobre la acusación que había lanzado Rico acerca de que Castillo era empleado de la Secretaría. La información fue desmentida el mismo lunes a la noche por el jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes, que ayer se mantuvo activo en el tema. Revisando los legajos de personal confirmó que �El Indio� nunca había trabajado en la SIDE, luego se comunicó con la jueza que lo detuvo en Paraná para averiguar si era cierto que Castillo tenía una credencial y había invocado el nombre del jefe de la delegación local de la central de espías. Más tarde, él y el ministro del Interior, Federico Storani, consultaron a la Policía por el hombre de la foto.
La Federal les envió un informe sobre Beraldi que no dejaba lugar a dudas, no sólo por la precisión de los datos sino �y sobre todo� porque acompañaban la foto del legajo policial �la misma que se publica en esta edición� que zanjaba la cuestión. En la carpeta enviada por la jefatura policial se detallaba que Beraldi era un oficial que había estado destinado en la División Custodia Presidencial y que el 17 de marzo había sido cambiado de destino. Actualmente, según la resolución número 52 publicada en el Boletín Oficial, Beraldi se desempeña en la comisaría 38 del barrio de Flores.
En la SIDE no descartaban que Rico hubieran recibido información �infectada� de algunos de los despedidos de la Secretaría. �Están tratando de ensuciar a la nueva conducción�, aseguraban en la SIDE, como explicación al insólito error de Rico.
Aunque algunos asesores cercanos al Presidente eran de la idea de darle una buena difusión a la desmentida �tal vez en una conferencia de prensa, el mismo recurso que había utilizado Rico�, en el área de Comunicación del Gobierno prefirieron bajarle decibeles a la cuestión, tal vez por no lastimar el vínculo entre De la Rúa y Ruckauf. En el mismo tono de cautela, los funcionarios involucrados trataron de evitar hablar sobre la cuestión, aun cuando por la tarde Rico confirmó lo que había sostenido el día anterior. �Lo de Rico es un papelón�, respondió el ministro del Interior, Federico Storani, uno de los pocos que habló.

 


 

La SIDE ascendió a un espía echado y reciclado

Se trata del mayor (R) Alejandro Brousson. Fue echado del Ministerio del Interior, cuando lo conducía Beliz, acusado de espionaje ideológico a estudiantes y docentes. Ahora es director de Contrainteligencia.

En la SIDE respaldaron al militar retirado que ellos ascendieron.
�Lo único que hizo Brousson fue cumplir órdenes�, lo justifican.

Por Fernando Cibeira

La actual jefatura de la SIDE decidió colocar en un área sensible como es la Dirección de Contrainteligencia al mayor Alejandro Brousson. Este militar retirado es quien se desempeñó como director de Inteligencia del Ministerio del Interior bajo el mando de Gustavo Beliz, puesto al que debió renunciar en medio de un escándalo por actos de espionaje ideológico. Entre otras cosas, Brousson era encargado de recolectar datos de inteligencia sobre sindicatos, organizaciones sociales y hasta estudiantes y docentes. Pese a estos antecedentes, el jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes, decidió premiar a Brousson ascendiéndolo a un cargo estratégico. Con todo, la medida es defendida en la secretaría a capa y espada: �Lo único que hizo Brousson fue cumplir órdenes. Además, la Justicia lo sobreseyó�, respondió a Página/12 un alto funcionario de la sede del espionaje criollo.
En su momento, Beliz zafó a medias de aquel entuerto con la excusa de que la orden la había dado en diciembre del �92 su antecesor José Luis Manzano, aunque luego fue ratificada. Se trataba del denominado �Plan Anual Región� por el que los jefes de policía de todo el país debían actualizar los archivos oficiales espiando no sólo a políticos y gremialistas, sino también en las escuelas secundarias, lo que constituía toda una novedad. La directiva fue caratulada como �estrictamente secreta y confidencial� y establecía que el plan �comprende la colección sistematizada que, sobre distintos elementos informativos, necesita la Dirección Nacional de Inteligencia Interior�. Para eso ordenaba �información básica a requerir en los siguientes aspectos: político, gremial, educacional, religioso, delictual�.
La directiva fue ratificada en una reunión realizada en febrero del �93 por el Consejo de Seguridad cuando Beliz ya era ministro y Brousson, su director de Inteligencia. En el encuentro se insistió en la necesidad de recopilar datos tales como orientación ideológica de alumnos del secundario para �poder expresar una situación de estrategia nacional de Inteligencia�. Es más, según el acta de la reunión, Brousson aseguró que, �si la información no llega, la Dirección Nacional de Inteligencia Interior no existe�.
Luego, una denuncia puso en evidencia el plan que, a todas luces, iba a contramano de lo dispuesto por la Ley de Seguridad Interior. Entre otras consecuencias, el escándalo terminó con la carrera de seis jefes policiales de la provincia de Buenos Aires y provocó el relevo del titular de Gendarmería Nacional.
Por su parte, Beliz dispuso relevar al responsable directo del operativo, el mayor retirado del cuerpo de ingenieros del Ejército Alejandro Brousson. Cuando quedó fuera de Interior, Brousson consiguió reciclarse en la SIDE: su jefe anterior, Hugo Anzorreguy, lo nombró en la Subdirección de Terrorismo Internacional, conocida internamente como �área 34�. Con la llegada de De Santibañes, el mayor parece haber ganado en consideración y pasó al área 85, que es la jefatura de la Dirección de Contrainteligencia.
Esta dirección es una de las áreas más sensibles del organismo de espionaje civil del Estado: es el encargado de recabar información dentro de las fronteras del país y posee una de las infraestructuras más grandes dentro de la secretaría. Hasta la llegada de De Santibañes, Contrainteligencia estuvo comandada por Jorge Lucas Casado, hombre de la línea de la SIDE y de confianza de Anzorreguy.
En la SIDE aseguran que el antecedente que impulsó la salida de Brousson del Ministerio del Interior no influye en nada en las condiciones que debe poseer un funcionario a cargo de una oficina de esas características. �Brousson es un funcionario con muchos años en �La Casa� y merece toda la confianza�, aseguraban ayer en la secretaría que conduce De Santibañes. Según explicaban, Brousson tuvo un rol activo durante los despidos masivosdispuestos en la SIDE el mes pasado, razón de más para ganarse las simpatías de las nuevas autoridades y que adjudiquen cualquier dato en su contra a �operaciones de los que quedaron en la calle�.

 


 

AMENAZO A PERIODISTAS Y MACARTEO A UNA FISCAL
Ministro con betún en la cara

El blooper que Aldo Rico protagonizó el lunes al mostrar una foto en la que aseguraba que el represor Carlos �El Indio� Castillo había custodiado al presidente Fernando de la Rúa el 24 de febrero no es el primero en el que se ve involucrado el ministro de Seguridad bonaerense. En los primeros días de enero, cuando no llevaba ni un mes en su cargo, Rico amenazó a un grupo de periodistas con enviarles la policía para perseguirlos, en la ciudad de Pinamar y a pocos días de cumplirse un nuevo aniversario del asesinato de José Luis Cabezas. Unos días después puso en nuevo brete al gobierno de Carlos Ruckauf al acusar a una fiscal de la ciudad de Dolores, de �zurda�.
El 7 de enero de este año, Rico realizaba una visita rutinaria a Pinamar para inaugurar una comisaría y comer con el intendente Blas Altieri. Ese día, Rico sacó a relucir su habitual malhumor aunque en este caso las víctimas fueron los periodistas. Mientras almorzaba con Altieri, Rico se levantó intempestivamente y salió del restaurante para agredir a los periodistas. �Ustedes siempre confundidos y desesperados�, les dijo a los fotógrafos y cronistas. Un rato más tarde se dirigió al helipuerto de la ciudad, donde volvió a amenazar a los hombres de prensa.
�¿Para qué quieren más fotos, no les alcanzó con las que ya hicieron? ¿Ustedes se masturban con las fotos?�, con esta frase Rico inició su perorata que luego se tornó mucho más grave. �Les voy a mandar a la policía para que los persiga�, fue la amenaza del ex militar, luego de que los periodistas se identificaran. El incidente tuvo una repercusión que Rico no deseaba al punto de que Ruckauf le reclamó que pidiera disculpas, aunque el ministro de Seguridad aseguró que se trató de un malentenddido.
Bajo la presión de Ruckauf, quien le dijo que le daba �una última oportunidad�, Rico coordinó una reunión con los periodistas, a la que jamás asistió. A fines de enero, el ex militar volvió a protagonizar un incidente, aunque en este caso se trató de una amenaza a una fiscal de Dolores. Un grupo de policías bonaerenses había disparado contra dos jóvenes sin ningún motivo, y ante la decisión de los afectados de radicar una denuncia y de la fiscal Gabriela García Cuervas de investigar, el titular de la cartera de Seguridad se refirió a ella como �una zurda que quiere sacarle plata a la provincia con el juicio�.

 

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