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EL GENERAL BALZA RECONOCIO LA EXISTENCIA DE UN CENTRO CLANDESTINO
�No fueron actos esporádicos�

Ante el juez Adolfo Bagnasco, Balza admitió por primera vez que la represión ilegal fue dispuesta por �una autoridad de alto nivel�. 

El ex jefe del Ejército Martín Balza llegó ayer a Tribunales para ampliar su declaración.
�Respondimos a la agresión a cualquier precio, implantando un terrorismo peor que el criminal�, dijo Balza.


Por Adriana Meyer

t.gif (862 bytes) Martín Antonio Balza, ex jefe del Ejército, aseguró que en Campo de Mayo existió �un lugar de reunión de detenidos civiles�, al que ubicó cerca del �centro geográfico de la guarnición�. El general retirado declaró ayer como testigo ante el juez federal Adolfo Bagnasco, en la causa sobre la práctica sistemática de apropiación de los hijos de los desaparecidos implementada durante la dictadura. Balza avaló los testimonios fundamentales de esa investigación y afirmó que la práctica fue dispuesta �por una autoridad con un alto nivel de decisión�, y no respondió a �actos esporádicos y aislados entre sí�. En otras palabras, confirmó ante la Justicia la posible existencia del denominado plan sistemático de sustracción de bebés y descolocó, de hecho, a su sucesor, Ricardo Brinzoni, que hace diez días dijo: �Yo diría que no hubo un plan sistemático�. Balza ya había calificado como �totalmente justa� la investigación por el robo de bebés pero siempre afirmó que habían sido �algunos pocos� los responsables de la represión ilegal. 
El general que cobró notoriedad a partir de su autocrítica parcial sobre los crímenes cometidos por las Fuerzas Armadas durante la dictadura se presentó puntual y de formal traje gris. Como si estuviera en campaña, les dio la mano a todos los empleados del juzgado. Había sido convocado para terminar de responder el extenso cuestionario del abogado del ex jefe del Ejército Cristino Nicolaides con quien mantiene una intensa polémica por la destrucción de documentación referida a la �lucha antisubversiva� (ver aparte). Pero el juez Bagnasco -en presencia del fiscal Eduardo Freiler� lo interrogó también sobre la maternidad clandestina que funcionó en Campo de Mayo, porque en 1978 Balza estuvo a cargo del Departamento de Enseñanza de la Escuela de Artillería que funciona en ese lugar. El juez está dedicado al análisis de las responsabilidades del Ejército en el plan sistemático y en ese marco llamó a declaración indagatoria al general retirado Santiago Riveros, ex comandante de Institutos Militares, bajo cuyo mando estuvo el centro clandestino que funcionó en Campo de Mayo. 
Riveros se negó a presentarse, acusó al juez y al fiscal de �violar el orden legal� por ser �enemigos de las Fuerzas Armadas que derrotaron al terrorismo�, denunció al magistrado por prevaricato, privación ilegítima de la libertad e incumplimiento de los deberes de funcionario público, y lo recusó invocando la jurisdicción de la justicia militar.
Balza aseguró ayer en el juzgado que �el control de todas las actividades en la guarnición (de Campo de Mayo) en 1978 era rigurosamente supervisado y controlado por las autoridades pertinentes, cuyo jefe era y sigue siendo el Comandante de Institutos Militares�, es decir, el entonces general de división Riveros, mientras que el segundo comandante de la guarnición era el general de brigada Antonio Domingo Bussi. Y agregó que durante ese período �las medidas de seguridad y todo lo relacionado con el control de personal, vehículos, movimientos, era considerablemente más regulado y restringido�, que a principios de esa década.
Los colaboradores del juez, la secretaria Olga Chaves y el prosecretario Gustavo Russo, le acercaron al general retirado las declaraciones testimoniales del ex subdirector del Hospital Militar de Campo de Mayo Agatino di Benedetto, del ex jefe de ginecología de ese centro médico Julio Cesar Caserotto y de las obstetras Nélida Valaris y Josefa Tasca. Di Benedetto había declarado en la causa que atendió a mujeres embarazadas que estaban detenidas en forma clandestina en Campo de Mayo. �No se conocían sus nombres, eran alojadas en el área de epidemiología, no quedaba registro alguno de los nacimientos y eran retiradas por personal militar, al igual que sus hijos�, declaró Di Benedetto.
Bagnasco le preguntó a Balza si los testimonios que acababa de leer le merecían fe. �No tengo ningún elemento de juicio para poner en tela de juicio lo que ellos expresaron�, fue la respuesta. Y fue más allá alafirmar que �la internación de una parturienta en un departamento de epidemiología constituye un hecho que le resulta totalmente anormal�. El ex jefe del Ejército agregó que �no cree que se haya tratado de una burla al sistema de seguridad� porque �si se han vulnerado las normas militares, leyes nacionales, instrumentos públicos y la propia autoridad del director del hospital, sólo podría hacerlo la máxima autoridad de la guarnición�.
Balza enfatizó aún más la responsabilidad de Riveros y expresó que �la lucha contra la subversión se llevó a cabo en compartimentos que constituían una feudalización del accionar, donde cada comandante de zona tenía la totalidad del comando operacional dentro de la misma�. Paradójicamente había utilizado casi las mismas palabras cuando se despidió de su cargo, en diciembre del año pasado, pero en aquel discurso no individualizó la responsabilidad de los comandantes de zona, el argumento que sustenta la existencia de un plan sistemático de aplicación de la metodología represiva en cada región. El general nadador había condenado las �aberraciones� de la dictadura pero destacó que ese �accionar feudal� permitió que fueran �algunos muy pocos� los que las perpetraron. 
�Considero que no solamente fue un error el Proceso de Reorganización Nacional. Los terroristas criminales a los cuales combatimos no respetaron los derechos del hombre y del ciudadano y nosotros incomprensiblemente tampoco, respondimos a la agresión a cualquier precio, en nombre de nuestra civilización e implantando un terrorismo peor que el criminal: el terrorismo de Estado�, fueron sus últimas palabras. Por lo que no siendo para más, se dio por terminada la audiencia. 


El general dixit

  �Por todo lo que se me ha hecho tomar conocimiento el día de hoy, y por todo lo que he ido conociendo a través de distintos medios de comunicación en los últimos meses, y obviamente por mi experiencia profesional aprecio que el objeto de esta investigación no responde y no se ha producido como consecuencia de actos esporádicos y aislados entre sí. Por el contrario, esto fue dispuesto por una autoridad con un alto nivel de decisión del comando de Zona 4 y descarto que se trate de prácticas o actos aislados que pudieran haber sido cometidos por personal del hospital.�
  �Si bien no me consta, creo que el término �centro de reunión� se utilizaba para designar un lugar de detención básicamente de civiles. Pero a ese lugar tenían prohibido el acceso los jefes de día. El lugar exacto no lo puedo precisar, pero estaba en inmediaciones del centro geográfico de la guarnición, alejado de las unidades que la componen.�

El duelo con Nicolaides

�Hay que tener en cuenta que sobre todo lo que se pedían eran listas de personas desaparecidas, básicamente, este documento permite clarificar el porqué no había. Porque el general Cristino Nicolaides ordenó destruir toda la documentación.� Balza se estaba refiriendo al radiograma emitido por Nicolaides donde ordenó �incinerar por acta� los documentos referidos a la represión. La polémica había empezado cuando el general que Bagnasco procesó por robo de bebés señaló la posibilidad de que el Ejército conserve ese material. �Ya es hora de que Balza hable al respecto�, había señalado su abogado, Alejandro Zeverín. El Ejército no tardó en reaccionar, desmintió a Nicolaides y le mandó al juez una copia de aquel radiograma. A principios de marzo, Nicolaides le inició una querella a Balza por falso testimonio agravado, abuso de autoridad y supresión de medios de prueba porque aseguró que lo habían acusado de �mentiroso� en el plano institucional y esto había perjudicado su situación procesal. Y ayer Balza dijo lo suyo. �Nicolaides debe saber quién organizó y sistematizó los archivos, en qué organismo están y a quién se lo entregaron�, antes de la incineración, afirmó. Y reiteró que él como jefe de la Fuerza �carecía de facultades para realizar averiguaciones sobre temas relacionados con la lucha contra la subversión�. En ese momento Zeverín le preguntó por qué creía entonces que su sucesor, el general Ricardo Brinzoni, ha ordenado la búsqueda de documentación. �Son situaciones diferentes, distantes en el tiempo y distintas en su alcance�, contestó Balza. Zeverín quiso saber si durante su etapa de instructor en la escuela de Artillería de Campo de Mayo las enseñanzas se referían a la utilización de la artillería contra grupos guerrilleros. Pero Bagnasco no hizo lugar a esa pregunta. 

 

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