Por José Natanson
 El 29 de noviembre de 1998, la interna abierta de la Alianza se había definido con un triunfo rotundo de Fernando de la Rúa. En los pisos superiores del Comité Capital el calor y la tensión eran insoportables. A las ocho de la noche, rodeado por dirigentes, militantes y familiares, el candidato meditaba una decisión. Algunos, como Enrique Nosiglia y Melchor Posse, lo alentaban para que no cediera la candidatura a gobernador bonaerense. Al fin y al cabo, había sacado 33 puntos de ventaja en el total nacional y más de 13 en la provincia. Otros lo instaban a mantener los acuerdos. De la Rúa dudaba. �Decidite, Fernando, que parecés Don Arturo�, le dijo Alfonsín en referencia a Illia. De la Rúa escuchó, titubeó un poco y finalmente llamó a su operador dilecto. Transpirado y exhausto, Rafael Pascual subió a un taxi y se reunió en el Café Tortoni con Alberto Flamarique. El radical le anunció que la provincia quedaba para Graciela Fernández Meijide. De la Rúa había decidido preservar la Alianza.
Hoy ningún frepasista duda de la voluntad aliancista del Presidente, pero son muchos los que temen que la dinámica del Gobierno y la superioridad estructural de la UCR terminen licuando el peso de su partido. �Entre los máximos dirigentes prima la idea de que la forma de gobernar �hoy y en el futuro� es a través de la Alianza. Eso está muy claro arriba, pero a veces no llega a las segundas líneas�, reconoce Darío Alessandro.
Quizá por eso se traman otras movidas. Para evitar los riesgos, Alvarez evalúa adelantar la discusión con el radicalismo sobre las listas del 2001, cuando se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y la totalidad del Senado. Es complicado, porque implica la definición de varios distritos, pero crucial para el futuro del Frepaso. El objetivo, que ya fue sugerido por Alvarez al Presidente, es asegurar que el reparto de candidaturas le permita al Frepaso mantener los 38 diputados nacionales y elevar de uno a por lo menos cinco el número de senadores. �Si no, los radicales van a esperar hasta último momento y después van a querer internas. Y ahí nos destruyen�, aseguran cerca del vicepresidente.
En el Gobierno
�La manera de preservar nuestro lugar en la Alianza es demostrar buena administración en los espacios que tenemos�, sostiene la diputada Nilda Garré, refiriéndose a los dos ministerios que, contra las especulaciones iniciales, quedaron en manos del Frepaso: Desarrollo Social y Trabajo.
Se trata de las dos carteras que deberían encargarse de paliar los efectos del ajuste, lo que �según Fernández Meijide� no es casual. �El papel del Frepaso siempre ha sido significativo en el tema social. Por eso el rol de nuestro partido en el Gobierno sigue siendo trabajar por la equidad y la igualdad de oportunidades�, asegura la funcionaria.
El dato, que parecía alentador, más tarde se reveló complicado: el acontecimiento de la gestión de Flamarique fue la reforma laboral �una ley conflictiva, escasamente popular y resistida por muchos frepasistas�, mientras que el trabajo de Graciela quedó limitado por la falta de fondos. Para colmo, los dos ministerios fueron los primeros en ser atacados por el peronismo. �Lo que pasa es que estamos gestionando las zonas de contacto con los intendentes y gobernadores, que están presionados por la situación económica�, asegura Flamarique, descartando otras hipótesis. Aunque admiten que no hay un comando unificado entre Hugo Moyano, Carlos Ruckauf y los gobernadores del PJ, lo cierto es que algunos frepasistas tienen una visión más conspirativa: aseguran que el PJ olfatea la debilidad relativa del Frepaso en la Alianza y que detrás de los ataques hay una estrategia para esmerilar los �pocos� espacios que tienen en el Ejecutivo, apostando a mediano plazo a una división del oficialismo.
Movidas
Por ahora se trata de una hipótesis de largo plazo, pero lo cierto es que Alvarez analiza cambiar su domicilio para poder presentarse como candidato a gobernador bonaerense en el 2003. Una jugada arriesgada, que aún está en pañales, pero que también tiene su lógica: una victoria de Aníbal Ibarra consolidaría al Frepaso porteño y haría innecesaria su presencia en el distrito. Existe además un riesgo adicional, que los frepasistas se animan a admitir sólo por lo bajo: la necesidad de ubicar a algún candidato de peso en la provincia como opción ante un eventual desgaste de Fernández Meijide, cuya postulación a senadora del 2001 peligra ante la posibilidad de que la UCR candidatee a Alfonsín.
La estrategia apunta a garantizar la presencia en los dos distritos claves y a potenciar a los pocos dirigentes de peso del interior. Por eso, los jefes del Frepaso imaginan la posibilidad de pelear con chances la gobernación de Santa Fe en el 2003, con Hermes Binner como candidato. El socialista, el único frepasista con una larga �y exitosa� experiencia de gestión, el año pasado decidió apostar a seguro y pelear su reelección en Rosario. La Constitución provincial le impide a Carlos Reutemann presentarse para un nuevo mandato, por lo que el camino quedaría abierto.
�Hemos roto un issue de debilidad: antes los únicos dirigentes del Frepaso importantes eran Chacho, Graciela y Aníbal en potencia. Hoy tenemos 550 concejales, 100 legisladores provinciales, 40 diputados y un senador. Lo que pasa es que el Frepaso, como cualquier partido, se consolida cuando se generan opciones electorales�, explica Flamarique.
Perfil
�El Frepaso no está desdibujado. Desde nuestro lugar tenemos que contribuir a la revitalización de la política, aun cuando esto pueda producir crujidos en algunos lugares�, señala Fernández Meijide. �Siempre hubo una tensión entre los que querían construir una alternativa opositora y testimonial y los que planteaban una alternativa de mayorías. Primó esta segunda opción. Eso implica dejar de lado algunas aristas ideológicas para buscar un camino común con otras fuerzas�, sostiene Alessandro.
Pero cada vez son más los frepasistas que reclaman una mayor democracia interna para que el Frepaso recupere el tono progresista bajo el que nació (ver recuadro). En este sentido, el planteo parece responder al Teorema de Baglini, pero en versión frepasista: la resistencia a aceptar el debate interno es directamente proporcional con la cercanía a Chacho Alvarez.
La falta de estructura complicó el crecimiento en el interior y fue determinante para la derrota de Fernández Meijide frente al radicalismo. Pero, al mismo tiempo, le permitió a Chacho moverse con libertad, sin condicionamientos ni contrapesos internos. �Equivaldría a ponerle un cerco a lo que ya tenemos�, sostiene Alvarez cada vez que alguien saca el tema.
La Capital
La elección del 7 mayo será determinante para la salud política del partido. �No siento que el futuro del Frepaso dependa de la Capital, porque creo que va a ser una victoria de la Alianza, no sólo de una parte�, sostiene Aníbal Ibarra. Y agrega que el acuerdo entre Domingo Cavallo y Gustavo Beliz contribuyó a cristalizar las cosas. �Aclara el panorama de la ciudad: una opción progresista, la Alianza, contra un polo de derecha, asociado al menemismo. En realidad, es una reedición de la discusión que dimos desde la oposición en los últimos diez años.�
En caso de triunfar, Ibarra se convertiría en lo que Graciela no pudo ser por su derrota en la provincia: el único frepasista que administra una �en este caso virtual� gobernación. Su victoria lo transformaría en unode los líderes nacionales de la fuerza, compitiendo en protagonismo y poder sólo con Alvarez y Fernández Meijide.
Si la victoria sucede, el Frepaso gestionaría el segundo distrito del país y podría comenzar a revertir su lugar de minoría respecto de la UCR. Seguiría transitando un escenario complejo, pero entraría fortalecido al próximo año y se ubicaría en un lugar de mayor fortaleza para discutir con el radicalismo las candidaturas del 2001.
Una derrota sería catastrófica para el Frepaso. Lo dejaría sin ningún espacio territorial relevante y sin dirigentes con experiencia de gestión. Se consolidaría como el socio minoritario de la Alianza y se ubicaría en un escenario en el que la única garantía de supervivencia sería la astucia de sus dirigentes y la magnanimidad de Fernando de la Rúa.
| Rebeldes de varias rebeldías
�La gestión va a confundir los márgenes de los dos partidos. Las diferencias van a pasar por los hombres�, sostenía Carlos �Chacho� Alvarez el año pasado, cuando lo consultaban sobre el perfil ideológico de su partido. La predicción de Alvarez parece haberse cumplido, pero hoy son muchos los frepasistas que critican esta nueva realidad.
El año pasado, en plena campaña electoral, Eduardo Jozami se animó a pelear una interna contra la conducción de la fuerza cuestionando a Alvarez por �limitar las minorías� y �diluir el protagonismo del Frepaso�. �No cambiamos nuestros cuestionamientos, pero la elección de la Capital modificó la coyuntura�, dice el legislador, que hoy trabaja en la campaña y tiene chances de ocupar un lugar en una futura gestión de Ibarra.
Las críticas llegan hoy de lugares diferentes. �El Frepaso de la provincia está desdibujado en el tema de la seguridad. Fue al pie de Ruckauf y terminó avalando la tortura�, sostiene Juan Pablo Cafiero en referencia a la decisión de la bancada de su partido (y del radicalismo) de aprobar en la Legislatura las leyes propuestas por el gobernador. Sin embargo, la decisión que despertó mayores rechazos fue la reforma laboral. �Nuestro perfil está desdibujado. El Frepaso no puede operar como un control ideológico de la UCR, pero tampoco puede ser su furgón de cola�, sostiene Alicia Castro, diputada e integrante de la conducción del rebelde MTA. Jorge Rivas, diputado frepasista por el Socialismo Popular, también se opuso a la sanción de la ley. �La precariedad institucional nos obliga a llevar afuera diferencias que podríamos resolver previamente�.
La última medida del gobierno que generó resistencias fue el ascenso de los militares cuestionados, a la que se opusieron unos pocos radicales y el único senador frepasista: Pedro del Piero. Alberto Flamarique justifica la decisión del Ejecutivo. �Tiene que ver con las responsabilidades de gobierno. Tenemos que pensar desde el punto de vista institucional. No podemos tener una visión infantilista de las cosas. No hacemos sólo lo que nos gusta, sino lo que debemos hacer�, colige. |
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