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Un �muy bien felicitado, siga así� del Citigroup

Los deberes bien hechos recogen sus frutos. El principal directivo del holding auguró para la Argentina una mejor calificación para las inversiones.

José Luis Machinea recibió ayer en Economía a la plana mayor del Citigroup con Stanford Weill a la cabeza.
�En poco tiempo, el país alcanzará la calificación de investment grade porque está haciendo las cosas bien.�


t.gif (862 bytes) El Gobierno cosechó ayer no sólo el apoyo del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, sino también el de uno de los holdings financieros más influyentes del mundo: el Citigroup. Su máximo ejecutivo, Stanford Weill, se entrevistó con el ministro de Economía, José Luis Machinea, y le expresó su satisfacción por el rumbo impreso a la política económica. �En dos o tres años, el país alcanzará la calificación investment grade (grado de inversión) porque está haciendo las cosas bien�, evaluó el banquero, que transmitió su mensaje optimista cuando el Gobierno más lo necesita. Por su parte, Fernando de la Rúa y Machinea intentaron restarle importancia al anuncio de que el Gobierno limitará sus gastos en el segundo trimestre. �La recaudación está mejorando y hay índices de reactivación�, sostuvo el Presidente.
A pesar de la confianza de De la Rúa, el jefe del Palacio de Hacienda transmitió a sus pares en la última reunión de gabinete que posterguen gastos hasta comprobar que aumentan los ingresos al Fisco. La ratificación de que se hará el esfuerzo necesario para cumplir con la meta de déficit fiscal comprometida ante el FMI entusiasma a inversores extranjeros. Pero hacia adentro, el Gobierno transmite que no hará falta profundizar el ajuste. A esa tarea se abocaron ayer De la Rúa, Carlos Alvarez, Machinea y Mario Vicens, lo que demuestra la preocupación de las máximas autoridades por este tema. 
�Nos gusta lo que está haciendo el Gobierno y tiene nuestro apoyo�, aseguró Weill, CEO del Citigroup, luego de su encuentro con el titular de Economía y con el secretario de Finanzas, Daniel Marx. Weill estuvo acompañado por Carlos Fedrigotti, presidente de Citibank Argentina, y por los vicepresidentes del Citigroup, William Rhodes y Víctor Menezes. �Es muy importante que el gobierno argentino persista en impulsar las acciones necesarias para alcanzar el investment grade�, subrayó Weill, avalando la decisión de contener gastos. 
La lógica que promueven inversores extranjeros como los del Citigroup es que a medida que el Estado equilibre sus cuentas, el Gobierno atraerá mayor cantidad de capitales, bajarán las tasas de interés y habrá crédito para la producción. Al insistir con la contención del déficit, el FMI, el Banco Mundial y el Citigroup manifestaron su respaldo al Gobierno. �La economía argentina se ha estabilizado luego de una larga recesión�, evaluó Weill, al tiempo que señaló que la entidad que preside estima que este año la Argentina alcanzará �un crecimiento del 3,5 por ciento�. El ejecutivo explicó que estuvo en Brasil participando de la celebración del 85º aniversario de la entidad en ese país. �Nos pareció inapropiado luego de pasar por Brasil no visitar la Argentina, donde tenemos muchos negocios�, comentó.
�Hay que salir de esta crisis con el esfuerzo de todos y el primero que pone el esfuerzo es el Gobierno�, dijo De la Rúa, al explicar los motivos por los cuales se dispuso postergar gastos. �Hay indicios positivos, lo que hay que derrotar es el pesimismo�, añadió el Presidente. En tanto, Vicens aclaró que �lo que hizo Machinea fue reiterar la política de gasto austera y restrictiva para el próximo trimestre, sin que esto signifique un nuevo recorte�.


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Por Maximiliano Montenegro

La ley de la gravedad

Es la ley de la gravedad�, respondió José Luis Machinea, justificando el tener que anunciar ajuste tras ajuste para cumplir con las metas fiscales del FMI. �Aprendieron la ley de la gravedad�, le dijo Ricardo López Murphy a Página/12 a principios del año pasado. Se refería al equipo de economistas �heterodoxos� de la Alianza, liderados por Machinea. El ya había sido excluido de la carrera por Economía al decir que era necesario bajar salarios para salir de la recesión. 
Muy lejos de la burla, López Murphy quería brindar un voto de confianza a su amigo Machinea, a quien los mercados miraban con recelo. Dudaban que ese economista auspiciado por Alfonsín, Chacho Alvarez y la UIA fuera capaz de olvidarse de su agrado por las políticas que meten mano en el mercado, y mantuviera firme el timón del ajuste que Roque Fernández, ya agotado, había empezado a soltar.
La ley de la gravedad es una ley física, válida para cualquier tiempo y lugar. No se menciona en ningún texto de una ciencia social como es la economía. Pero no es casual que López Murphy elevara a semejante categoría la idea de que el ajuste fiscal es siempre bueno, no importa si hay crecimiento o recesión, si se trata de Argentina o de Uganda. Es el ingrediente mágico de la receta del �consenso de Washington�, que el FMI y el Banco Mundial se encargan de sembrar hasta los confines del planeta.
A no ser que Machinea se haya convertido a ese culto, cuyas preceptos tienen la misma fuerza que las leyes de la física, la nueva ronda de ajuste anticipada el martes es, por lo menos, discutible desde el punto de vista de la política económica.
En la (i)lógica del ajuste hay ganarse la confianza de los inversores extranjeros. Así, cae el riesgo país, ingresan capitales y se activa el círculo virtuoso: menos tasa de interés, más crédito para consumo e inversión, más crecimiento, más recaudación y menos déficit. Sin embargo, en la Argentina de hoy las cosas pueden salir al revés. Si el anuncio de mayor austeridad estatal es interpretado por los consumidores como otra señal de que la crisis sigue instalada, entonces podría haber una retracción adicional en el mercado doméstico, donde además compra el Estado. Entonces, la recaudación, basada en el IVA, aflojaría aún más y, en lugar de ceder, el rojo fiscal empeoraría. A los inversores, antes que el déficit, los ahuyentaría la recesión y la ausencia de negocios rentables. 
Volviendo a la física o a las prédicas de Washington, ¿no será la ley de la gravedad la que tira abajo empresas, empleo y clase media? ¿Amenaza la ley de la gravedad con derrumbar el capital político que el Presidente acumuló con tanto esfuerzo?

 

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