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Las monjas cedieron y Fernanda volvió a clase

Al fin, la estudiante embarazada pudo entrar a la escuela, pero había muy pocas alumnas, por un aparente boicot de los padres. La Asociación de Mujeres Jueces repudió la discriminación.

María Fernanda logró trasponer la puerta de la escuela religiosa.
Ningún profesor hizo referencia al episodio durante el día.


Por Mariana Carbajal

t.gif (862 bytes) Las monjas franciscanas de Formosa depusieron su actitud. Finalmente, María Fernanda Alloi pudo reincorporarse al Instituto Santa Isabel y comenzar a cursar quinto año, luego de protagonizar una ardua batalla legal para lograr ser admitida en el colegio religioso que le negaba la inscripción por estar embarazada. Ayer, el caso fue denunciado ante el Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia (Inadi) y recibió un repudio �enérgico� de la Asociación de Mujeres Jueces de la Argentina. �Fue un día normal�, resumió la adolescente, de 17 años, al concluir la primera jornada de clases. Aunque no hubo incidentes, apenas el 23 por ciento del alumnado del nivel primario y secundario concurrió al establecimiento. Un hecho curioso llamó la atención de las presentes. Hasta que una chica les advirtió a las autoridades escolares, la bandera estuvo izada a media asta, como si se tratara de un día de luto. 
�Lamentablemente fueron pocas chicas�, observó a Página/12 Viviana Mastropaolo, madre de la alumna embarazada. En quinto año faltaron 20 compañeras de María Fernanda: de un total de 45, sólo fueron 25. No obstante, las clases se dictaron normalmente. Con excepción de una profesora que mencionó, sin dar mayores precisiones, que después de la Semana Santa había �unos temas que tenían que hablar�, ninguno de los docentes se refirió a la conflictiva situación que atravesó María Fernanda en los últimos días.
Según se especuló ayer, el faltazo habría obedecido a distintos motivos. Un grupo de padres habría realizado anoche una cadena telefónica pregonando para que no haya chicas en la escuela, como acto de protesta. A esta medida se habría sumado la prudencia de otros padres que prefirieron preservar a sus hijas de la avalancha de cámaras de televisión que seguían el caso en la puerta del colegio. 
La tercera causa que pudo influir en el presentismo fue la confusión y la desinformación: desde que el martes de la semana pasada el Superior Tribunal de Justicia inscribió a María Fernanda por la fuerza, las monjas decretaron sucesivos asuetos escolares con diversas excusas, para impedir el regreso de la adolescente a las aulas y circulaba la versión de que no volverían a abrir las puertas hasta después de Semana Santa. A la puerta del colegio se acercó la esposa del mandatario provincial, Teresa Baldus, quien aclaró que estaba allí como madre, ya que la hija de ambos es compañera de María Teresa. �He venido a informarme de lo ocurrido�, dijo y aclaró que no pudo interiorizarse antes por haber estado de viaje.
�Creemos que mañana (por hoy) van a volver todas las alumnas�, confió la madre de María Fernanda. �Estamos felices. Primero, por las palabras del obispo, y segundo, porque nuestra hija pudo sentarse de nuevo en su banco, especialmente en vísperas de Semana Santa, una celebración que los católicos esperamos todos los años�, agregó la mujer. 
El final de la cruzada contra María Fernanda estuvo marcado por declaraciones del obispo de Formosa, monseñor José Conejero. La carta del prelado, recomendando a las monjas acatar la decisión judicial de recibir a la joven, fue decisiva en la resolución del conflicto. Sin embargo, las hermanas todavía pueden ser sancionadas. Ayer el ministro de Educación de Formosa, Pedro Morales, confirmó que ya está en marcha un sumario administrativo contra los directivos del establecimiento y precisó que las sanciones podrían ser �drásticas�: desde el retiro del subsidio estatal para pagar sueldos docentes hasta la cancelación a la incorporación al sistema oficial educativo.

 


 

SALE DE LA CARCEL PARA TRABAJAR
Tula atiende un negocio

A partir de ayer, Luis Tula, condenado a 9 años de prisión por el crimen de María Soledad Morales, comenzó a trabajar y a estudiar fuera del penal. Fue favorecido con un régimen diario de salidas que la ley 24.660 reconoce para los convictos de buena conducta que no tengan otras causas abiertas o condenas pendientes. Con un tercio de su pena cumplida, como lo requiere esta ley, y un informe penitenciario que considera su conducta ejemplar, la Cámara Penal de Segunda Nominación le otorgó este beneficio. �Me causa mucho dolor e indignación saber que el asesino de mi hija está caminando por las calles de Catamarca gracias a una ley con la cual no podemos hacer nada�, se indigna la madre de María Soledad, Ada Rizzardo de Morales.
Tula podrá salir del penitenciario doce horas por día para trabajar en un comercio de venta de lubricantes, propiedad de su amigo Jorge Torres, y estudiar abogacía en la Universidad Nacional de Catamarca. �Solamente tiene que regresar a dormir�, determina Guillermo Jara, director del Servicio Penitenciario. �Ahora parece que es una buena persona, con un comportamiento intachable. Por qué no fue así de ejemplar antes, cuando yo tenía a mi hija con vida�, reclamó Ada Morales al enterarse del beneficio que se le había otorgado a uno de los asesinos de su hija. 
La familia Morales aún espera que la Corte Suprema de Justicia de la Nación se expida acerca del recurso de queja presentado en 1998 por los abogados de Luis Tula y Guillermo Luque, condenado a 21 años de prisión como autor responsable del delito de violación y asesinato de María Soledad, en el cual solicitan la nulidad de todo lo actuado. �Si algo así sucediera sería una aberración enorme para la Justicia, un verdadero retroceso. Esperamos que finalmente se confirmen las sentencias. Como madre, hoy sólo puedo esperar que los culpables cumplan con sus condenas.�

 

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