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Piumato salió del hospital y pidió 
la renuncia del ministro Storani

Después de dos operaciones, el dirigente del MTA fue dado de alta. Familiares de los apaleados dieron su versión de la represión.

Julio Piumato salió ayer, en silla de ruedas, del hospital.
Hugo Moyano fue a buscarlo. Ambos cargaron contra el ministro


Por F.A.

t.gif (862 bytes) �Julito, vos sí podés decir que la reforma laboral por poco te cuesta un huevo�, fue el chiste fácil con el que parte del secretariado de la CGT disidente, encabezado por Hugo Moyano, festejó ayer por la tarde en la puerta del Hospital Británico el alta del líder del gremio judicial, Julio Piumato. El dirigente recibió un impacto de bala en sus genitales durante la feroz represión policial que en la madrugada del lunes desalojó a un piquete de activistas que se habían instalado en la Plaza de los Dos Congresos en rechazo de la aprobación de la ley de reforma laboral. Pero Piumato no estaba para chistes y reclamó la renuncia del ministro del Interior, Federico Storani, al que consideró responsable del accionar policial. Familiares de los heridos en la refriega narraron detalles de los �excesos� cometidos por los efectivos de la Federal. 
Piumato abandonó ayer el sanatorio en el que fue intervenido en dos oportunidades. Primero para extraerle una bala calibre 22 de sus genitales, y después para limpiar la zona de las esquirlas desprendidas por el proyectil que lo alcanzó mientras caminaba hacia la puerta del Congreso, apenas pasadas las tres de la mañana del miércoles. Justo cuando la guardia de infantería de la Policía Federal iniciaba el operativo de desalojo de los manifestantes convocados por la CGT disidente que imaginaron una �vigilia� frente al Parlamento como preámbulo de una masiva manifestación para manifestar su oposición al tratamiento de la ley de reforma laboral en la Cámara de Senadores. 
Los familiares de una de las víctimas de la ferocidad represiva, Carlos Hernández, castigado por la guardia de infantería ante las cámaras de televisión, dieron la versión del joven internado en el sanatorio 15 de Diciembre� del sindicato camionero. �Ya nos habíamos ido de la plaza, y estábamos subiendo a un micro a varias cuadras del Congreso cuando apareció un grupo de policías. Lanzaron granadas de gases adentro del colectivo y cuando bajamos para entregarnos se nos vinieron con todo encima, nos cagaron a palos�. Hernández permanece internado en el nosocomio debido �a heridas cortantes en la cabeza, contusiones varias y una herida de bala de goma en su abdomen�, detalla el parte médico firmado por el médico José Luis Martínez. 
Otro de los heridos, quien dijo llamarse Horacio, declaró en calidad de testigo en el juzgado federal de Gabriel Cavallo, a cargo de la investigación de los sucesos (ver página 3). Su testimonio coincide con el brindado por Hernández: �Los policías empezaron a romper los vidrios de los colectivos a los que nos habíamos subido para volvernos. Después nos bajaron agarrándonos de los pelos y nos tiraron al piso embarrado donde nos patearon sin asco�. La policía argumenta que debió actuar ya que, en su retirada, los manifestantes �iban produciendo desmanes y roturas de vidrieras, y se procedió a la persecución para que cese esa acción�.
Hasta ayer 14 personas permanecían en diversos centros asistenciales. La mayoría de ellas está alojada en la clínica gremial 15 de Diciembre, de Avellaneda, donde cuatro de los heridos permanecen preventivamente en terapia intensiva, ya que su estado no reviste gravedad. 

 


 

Chispas por la radio

Luego de la represión policial, el ministro del Interior, Federico Storani, se cruzó ayer en Radio Del Plata con Julio Piumato, el gremialista herido de bala. 
�Quiero expresar mis deseos de pronta recuperación. Lo que no quiero es polemizar porque me parece que no corresponde �arrancó Storani.
�Yo le agradezco. Pero le digo al ministro que la CGT tiene, hace más de un mes, un pedido de audiencia, no por estos hechos sino por otras situaciones delicadas que se han producido. Esperemos que después de los graves hechos nos conceda la audiencia �respondió Piumato. 
�Yo no tengo ningún pedido de entrevista. Pero la concedo ya mismo -respondió Storani.
�¿Qué opina de las explicaciones de Storani? �le preguntó Nelson Castro a Piumato.
�La verdad es que me da temor volver a hablar de excesos. Cuando la dictadura militar secuestraba y ponía en marcha el genocidio también hablaba de excesos de la represión. Después lamentamos los desaparecidos, los niños robados. Lo que pasó el miércoles no puede llamarse exceso, fue una represión brutal.
�Yo hablo de excesos �replicó Storani� porque los policías dispuestos a producir el desalojo eran 200, pero fueron doce los implicados, los que fueron pasados a disponibilidad. En la conferencia de prensa yo utilicé el mismo término que Piumato: dije que fue brutal y salvaje este episodio. Por otra parte, todos venimos de ser víctimas de la dictadura. Y no me parece correcto hacer una comparación de un gobierno democrático con la dictadura militar. 

 

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