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UN DEBATE SOBRE EL CASO AMIA
Cuatro voces en las vísperas del juicio oral

En las últimas semanas se produjeron dos nuevos hechos en el caso AMIA. El Gobierno puso en marcha una Comisión Especial, integrada por fiscales, policías federales y agentes de la SIDE, para investigar el atentado. Por otro lado, el Tribunal Oral Penal Número 3 aceptó la causa y será el que lleve adelante el juicio oral en el que se sentarán en el banquillo el armador de autos Carlos Telleldín y ocho policías bonaerenses, encabezados por el ex comisario Juan José Ribelli. Aquí las opiniones de Laura Ginsberg y Diana Malamud, familiares de Memoria Activa; Luis Czyzewski, de Familiares  y Amigos de las Víctimas; Hugo Ostrower, presidente de la AMIA y Rogelio Cichowolsky, titular de la DAIA. Es un intenso debate sobre la actitud del gobierno de De la Rúa, el papel del juez Galeano, la ley del arrepentido y el juicio oral que se viene.

Juez Juan José Galeano.
Cuestionado investigador del caso.

Ante los ojos del mundo

Por Hugo Ostrower *.
La conformación por parte del Gobierno de la Comisión Especial para el caso AMIA demuestra que había muchos baches en la investigación. Yo recibí a uno de los funcionarios del Ministerio del Interior que me vino a exponer la idea hace un tiempo y le dije lo que hoy repito aquí: es interesante, es importante, pero no alcanza para llenar las expectativas que tenemos con la investigación del atentado. 
La formación de la comisión evidencia que hasta ahora no se hizo lo necesario, ni por el volumen ni por la gravedad del ataque ni por el salvajismo con el que fue perpetrado. Ahora el Gobierno trata de tapar los baches, pero todavía no se pone a disposición de la Justicia lo que verdaderamente hace falta para avanzar.
Acá está claro que fracasó el aparato investigativo. No tuvo logros importantes. Los que han sido descubiertos hasta ahora, los que están presos, son partícipes necesarios del atentado, individuos que fueron claves para que el ataque se pudiera perpetrar. Es importante y se demuestra con la pena que les cabe que es la misma que corresponde a los autores. Pero eso es en el campo jurídico y nosotros tenemos que decir que de los autores materiales, de los que efectivamente pusieron la bomba, no hay señales. Eso es muy grave. En eso consiste el fracaso del aparato investigativo.
Algunos me hablan de que ya no se puede hacer nada y hay algunos que ya bajaron los brazos. Yo no me conformo. Digo que se tienen que aportar los elementos necesarios para encontrar a los culpables, estén en el país o en el exterior. 
Yo creo que en el juicio oral, la comunidad judía, no sólo la AMIA y la DAIA, deben jugarse el resto. No dudo de que los imputados van a contar con un equipo de juristas notables, con mucho dinero, peritos y especialistas a disposición. De nuestro lado tiene que haber un equipo de juristas, abogados y asesores de primer nivel para enfrentar el desafío. Los ojos del mundo van a estar mirando lo que suceda, vendrán delegaciones internacionales a observar y nosotros tenemos que dar respuesta a esa batalla. 
Yo afirmo que los imputados, si son culpables, deben ser castigados. Repito: si son culpables, deben ser castigados. Lo que no podemos permitir -.y que ya ha ocurrido tantas veces en nuestro país-. es que, por artimañas legales o por fallas nuestras, eludan la condena. 
Ante los ojos del mundo, tenemos que estar a la altura de esto que nos toca vivir. 

* Presidente de la AMIA.

 

La misma impunidad

Por Laura Ginsberg y Diana Malamud*.
Y finalmente el sorteo se produjo. Ahora son los jueces del Tribunal Oral Número 3 quienes deberán leer minuciosamente el expediente principal de la causa AMIA y ordenar una instrucción suplementaria para llevar a cabo todas aquellas medidas procesales que los familiares de Memoria Activa solicitamos, que la Cámara Federal aprobó y que Galeano jamás realizó.
En esta instancia del juicio oral, el protagonismo del juez instructor pareciera diluirse. Sin embargo, no es así. Además del apoyo que el ministro de Justicia, Gil Lavedra, le ofreciera personalmente, Galeano será el coordinador de una megafuerza especial de investigaciones sólo para ocuparse de aquello que se conoce como la �AMIA residual�.
¿Qué pasó con los 80 federales que reemplazaron a los insuficientes 8 federales? ¿Cuáles fueron los aportes de la Brigada Antiterrorista durante casi tres años de dedicación exclusiva? ¿Tal vez haber hallado a Mohtari? ¿O a Dos Santos? ¿Realizaron los entrecruzamientos telefónicos con el Excalibur? ¿Encontraron a los proveedores del explosivo? ¿Otra vez Galeano, que debería haberse apartado de la causa hace mucho tiempo, pasará por alto estos detalles? La creación de una megafuerza especial y la sanción de la ley del arrepentido, que Telleldín exigió y Galeano consiguió a su medida, son los caballitos de batalla que esta administración también comparte con la dirigencia comunitaria judía para hacernos creer que así se esclarecerá el atentado.
Otro gobierno, la misma impunidad. 
El 18 de marzo pasado, el ministro del Interior, Federico Storani, sostuvo que �la primera investigación sobre el atentado a la embajada fue una verdadera calamidad. Lo digo como miembro de la Comisión Bicameral que, en su momento, pidió juicio político contra los miembros de la Corte por su negligencia�. En los informes elaborados por dicha comisión no figura ningún pedido formal de juicio político a la Corte Suprema.
El 1º de abril, en relación con la designación de Ramón Verón como ministro de Seguridad bonaerense, Storani manifestó tener �un respeto personal� por el reemplazante de Rico, tras recordar que Verón �tuvo una participación muy importante como auxilio del juez Galeano en la causa que investiga el atentado contra la AMIA�. El ministro Storani olvida que en diciembre de 1995, Verón fue apartado de la investigación al descubrirse que era hermanastro de uno de los asociados de Telleldín y desconoce que, cuando Verón fue a declarar ante la Bicameral, �contestó con la evidente voluntad de no aportar nada�, según dichos de legisladores de la misma comisión a la cual Storani pertenecía.
Otro gobierno, la misma impunidad. 
Como si esto no fuera suficiente, el 29 de marzo pasado, Aníbal Ibarra anunciaba el proyecto de publicar una guía turística sobre las comunidades en Buenos Aires. Y decidió empezar por la judía �como parte de la tarea de reparación que pensamos que tenemos que llevar adelante con esa comunidad�, en obvia referencia a los atentados. Ninguna guía turística puede reparar ni soslayar la responsabilidad del Estado argentino en la falta de esclarecimiento de la masacre, además de insistir con el argumento discriminatorio de que los atentados son un problema judío. Ningún funcionario de Ruckauf, garante institucional de la maldita policía y de las razones de Estado, y ninguna otra megafuerza especial de encubridores pueden esclarecer el crimen de la AMIA después de la sucesión de cuerpos de elite que jamás produjeron un resultado confiable. Al igual que en el caso de ascenso de seis genocidas o el rechazo al pedido del juez Garzón o la pretensión de reestablecer el fuero militar para los juicios por el robó de bebés, la decisión política del Gobierno es clara: seguir sosteniendo al juez Galeano, mantener el delicado trabajo de incumplimiento que realizaron todas las fuerzas de seguridad habidas y por haber y cerrar definitivamente esta causa. Otro gobierno, la misma impunidad. Una vez más hacemos propia la consigna de las Madres.
Después de 25 años, el poeta Juan Gelman encontró a su nieta. La construcción de una red de solidaridades internacionales fue a la vez el motor y el apoyo indispensables en su infatigable búsqueda. Después de casi 6 años, deberíamos seguir el ejemplo de su lucha.

* Integrantes de Memoria Activa. 

 

Trabajo compartido y constructivo

Por Rogelio Chichowolsky * .
Una parte de la instrucción de la causa que persigue el esclarecimiento del atentado ejecutado el 18 de julio de 1994 contra las sedes de la AMIA, de la DAIA y de otras entidades de la comunidad judía, ha sido elevada para su consideración por el Tribunal Oral. Superadas algunas cuestiones de orden técnico y procesal, hace un par de semanas quedó definido que deberá entender el Tribunal Oral Federal Nº 3, a cargo de los jueces Larrambebere, Andina Allende y Pons. En esa instancia deberá determinarse si las pruebas colectadas en la etapa instructoria, son lo suficientemente consistentes como para condenar a Carlos Alberto Telleldín �conocido como revendedor de automotores en forma ilícita�, y a un grupo de ex miembros de la policía bonaerense, que conducidos por el ex comisario Juan José Ribelli, son acusados de haber colaborado activamente con los autores del atentado. En términos generales, la colaboración que se les imputa consiste en haber provisto a los ejecutores la camioneta que terminó sirviendo de carcaza de la bomba que demolió el edificio de la calle Pasteur 633 y ocasionó la muerte de 86 personas y lesiones gravísimas a muchas más. No es posible todavía establecer con precisión la fecha en que formalmente comenzará el juicio oral. Sin embargo, resulta interesante esbozar algún análisis respecto de las conductas que ejercen los distintos agentes involucrados en el proceso. En el así denominado �auto de elevación a juicio�, el Juez instructor, Juan José Galeano, más allá de describir las actividades que se imputan a cada uno de los procesados, consideró oportuno incluir un pormenorizado detalle de los graves escollos �muchos de ellos ejercidos desde diferentes ámbitos del Estado�, que debió enfrentar a lo largo de más de cinco fatigosos años; y de las dificultades derivadas de la inexperiencia y de la carencia en nuestro país de adecuados recursos normativos, humanos y materiales para afrontar tanto las tareas de prevención como las propias de la investigación en casos tan complejos como son los del terrorismo internacional. Muchos de los obstáculos, desviaciones y hasta encubrimientos, ejercidos en nuestro país y también en el extranjero, no han podido aún ser superados. Ello explica buena parte de los importantes baches que surgen de la investigación y la falta de pruebas judiciales que permitan sostener válidamente sospechas que parecen razonables y líneas investigativas que permanecen truncas. El transcurso del tiempo torna cada vez más impresionante la magnitud de la tarea pendiente. Sin embargo, nadie tiene derecho de declinar su compromiso. El objetivo es determinar y asignar las responsabilidades criminales de los autores materiales e ideológicos, esclarecer cuáles fueron sus móviles y cuál fue la metodología empleada. Como tantas veces lo hemos dicho, hoy reiteramos que no cejaremos en nuestro empeño hasta que toda la verdad sea conocida. A pesar del poco tiempo transcurrido desde su designación, el Tribunal Oral Federal Nº 3 ha dado claras señales de diligencia y de su disposición para asumir con energía las graves responsabilidades que deberá dilucidar. El Gobierno ha concretado dos hechos positivos tendientes a dotar de mayor eficacia a la investigación: en un primer momento impulsó y logró la sanción de la ley del arrepentido, y últimamente dispuso reforzar la actividad del Ministerio Público y coordinar más orgánicamente las tareas correspondientes a los organismos de seguridad y de inteligencia abocados a la investigación. La actividad procesal y especialmente la mediática que viene desarrollando la defensa de los acusados �apoyada por un importantísimo despliegue de recursos materiales cuyo origen también debiera ser objeto de investigación�, se orienta con claridad a posicionarse, sobre todo en la opinión pública, en el lugar de víctimas, desdibujando su rol de victimarios. No puedo obviar una consideración sobre la función y la responsabilidad que corresponderá desempeñar a lasquerellas particulares que representan a las víctimas, que son cuatro y que genéricamente pueden denominarse como Familiares de las Víctimas, Memoria Activa, AMIA y DAIA. En ese sentido me parece oportuno reiterar una vez más, en este lugar que nos brinda Página/12, algo que sugiere el sentido común y es la necesidad y conveniencia de intentar conformar un ámbito de reflexión y trabajo compartido y constructivo entre todas las querellas. En la misma medida en que logremos mostrar un bloque consolidado, menos oportunidades tendrá nuestro adversario común de aprovechar los resquicios que genera la falta de un diálogo organizado. En la convicción que a todos nos anima el mismo compromiso por llegar a la verdad, para que se haga justicia y para que los culpables sean condenados, pido que esta propuesta que formulo en representación de la DAIA esta vez sea escuchada. 
Presidente de la DAIA


El juicio oral no es el fin,  es el principio

Por Luis Czyzewski *.
En pocos meses más irá a juicio oral la primera parte del expediente AMIA. En el mismo se juzgará a más de veinte policías y civiles, entre los que se encuentran los tristemente célebres Comisario Ribelli y Telleldín. Este juicio oral abarca solamente lo sucedido hasta el día 10 de julio de 1994, por eso los Familiares y Amigos de las Víctimas decimos que éste es el principio y no el final. A todos los que temen que la elevación a juicio oral implique el cierre de la causa y el final de las investigaciones les decimos que no lo vamos a permitir. Vamos a seguir luchando para que salga a la luz lo que sucedió a partir de ese día hasta el fatídico 18 de julio de 1994. Vamos a seguir reclamando hasta que se sepa toda la verdad y hasta que sepamos que todos los culpables, los que ejecutaron el atentado, la conexión local y los que algo tuvieron que ver reciban la condena que merecen. Vamos a seguir denunciando las numerosas irregularidades cometidas, las obstrucciones, la destrucción de pruebas y la falta de voluntad política para investigar seriamente que tuvo el gobierno anterior. Hoy sabemos claramente a qué se refería cuando decía �vamos a investigar hasta las últimas consecuencias�. Pedimos a los países integrantes del Mercosur que colaboren con la investigación aportando los datos e informaciones que posean y contesten los exhortos que están pendientes, sobre todo al Brasil con referencia a la figura de Wilson Dos Santos, como así también que dejen de lado la actitud mezquina del que piensa que llegar a la verdad es un problema de otro. Reclamamos al actual gobierno la urgente reglamentación de la ley del arrepentido, que se asignen los fondos necesarios para poder poner en práctica la figura del testigo de identidad protegida y que la mención del doctor De la Rúa de que el esclarecimiento del atentado a la AMIA es una cuestión de Estado no sea sólo una expresión política sino el punto de partida para comenzar seriamente a tirar del hilo de la Justicia, sin que importe quién venga atado.
Miembro de Familiares y Amigos de las Víctimas.

 

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