Por Gabriel Alejandro Uriarte
 En 1973 un ejército norteamericano en descomposición abandonó Vietnam. Dos años después caía la capital survietnamita Saigón y el país finalmente fue unificado bajo liderazgo comunista. El espectáculo del pánico y caos de la evacuación de la embajada norteamericana de Saigón confirmó que se había producido la primera gran derrota de Estados Unidos. Hoy es el 25 aniversario de esa derrota. Pero aún el paso de tantos años no ha logrado eliminar la falta de certezas sobre la guerra. Vietnam, como la historia definida por Peter Geyl, se ha transformado en �una discusión sin fin�.
La guerra necesaria
(título de un libro de 1999 de Michael Lind)
La teoría del dominó es la que más se usa para explicar cómo comenzó la guerra de Vietnam. Si caía Vietnam del Sur, los �frentes nacionales� modelados en el Vietcong pintarían de rojo el mapa del Tercer Mundo. El adjetivo que se usa para describir esa mentalidad puede ser �militarista� o �paranoico� de un lado del debate, y �realista� o �pragmático� del otro. Sin embargo, esa explicación no aclara demasiadas cosas. Si bien deja en claro por qué Estados Unidos temía la caída de Vietnam del Sur, no explica por qué intervino de la manera en que lo hizo. Esto último fue por: a) las teorías de �guerra limitada�, y b) el pensamiento militar norteamericano.
Hay que entender que en la década de los �50 y �60 el debate estratégico en Estados Unidos estaba dominado por el concepto de �guerra limitada�.
Era una respuesta a la �represalia masiva� de la era Eisenhower. En un influyente libro en 1960, el general Maxwell Taylor argumentó que esa política �sólo ofrece a nuestros líderes dos alternativas: el comienzo de una guerra nuclear o el compromiso y la retirada�. La solución a ese atolladero era el desarrollo de las fuerzas convencionales para poder ganar guerras limitadas. La idea de que la guerra limitada era posible y esencial para mantener el balance de poder bipolar estuvo detrás de la primera intervención de tropas de combate norteamericanas en Vietnam.
Ya había asesores militares desplegados prácticamente desde la retirada francesa después de Dien Bien Phû en 1956. En 1965, con su cliente de Saigón al borde de la derrota, Washington decidió desplegar tropas en puertos claves del país. Pero el pensamiento militar norteamericano se rebelaba contra un papel estático en el que el Vietcong podía atacarlos casi con impunidad. Fue por eso que la Casa Blanca aprobó las primeras operaciones de �búsqueda y destrucción�. Estas consistían en fuertes patrullajes por unidades norteamericanas apoyadas por enorme poder de fuego. �Búsqueda y destrucción� tuvo éxito en impedir una victoria del Vietcong. Sin embargo, una vez comenzadas, exigía más y más tropas, en tanto las fuerzas principales del Vietcong se replegaban hacia el interior. El aumento en el nivel de tropas fue dramático. En marzo había 20.000, en abril se aprobó enviar 82.000, en julio 194.000. Hanoi aumentó la infiltración de tropas. En 1966 hubo feroces batallas cerca de la frontera con Laos. El número de soldados norteamericanos seguía aumentando: 350.000 en julio de 1966, 400.000 en 1967. El número de muertos norteamericanos ya ascendía a 15.000. Y en enero de 1968 el Vietcong lanzó su ofensiva del Tet. El general William Westmoreland pidió entonces 206.000 hombres adicionales. Pero la Casa Blanca ya había decidido frenar la escalada. Era tiempo de reevaluar sus tácticas y su estrategia en Vietnam.
�Ganamos todas las batallas�
(general norteamericano)
Hasta ese momento Estados Unidos había buscado infligir el máximo número posible de bajas al enemigo. Y las unidades comunistas de mayor tamaño se encontraban en las fronteras y zonas marginales. Allí el mando militar norteamericano podía aplicar su poder de fuego para producir el mayor �body count� (número de cadáveres) enemigo. En términos numéricos, la estrategia parece haber sido exitosa. Las bajas comunistas eran varias veces las de los norteamericanos. Para llenar esos huecos �y los que dejósu ofensiva del Tet� Hanoi tuvo que enviar cada día más hombres desde Vietnam del Norte. Los infiltrados desde el norte no se hacían ilusiones. Su lema era �Nacido en el norte, para morir en el sur�.
Sin embargo, se puede considerar que las sangrientas batallas en las zonas fronterizas no fueron más que una gigantesca maniobra de distracción. Es que la clave de la inestabilidad de Vietnam del Sur se hallaba en sus propias aldeas. Allí los cuadros del Vietcong locales mantenían un gobierno paralelo e impedían, por su mera presencia, la �pacificación� de las provincias. El Vietcong basaba su control de las aldeas en dos factores: las propuestas a los campesinos y el terror. Lo primero constaba de reformas que acabarían con la subordinación del campesinado a los terratenientes. El Vietcong omitía toda mención de la colectivización. El terror era un arma mucho más simple. En una ocasión, una unidad comunista atacó una aldea con lanzallamas. En Hue, durante el Tet, el Vietcong masacró en sangre fría a cerca de 2800 civiles de religión católica.
Estados Unidos combatió estas tácticas con reformas propias y esfuerzos de pacificación. Parecía estar cerca del éxito luego de la ofensiva del Tet, que diezmó los cuadros del Vietcong. Pero Estados Unidos nunca lograría ganar �la guerra por el campo�. El asesor Jack Weissinger explicó por qué: �Los campesinos siempre estaban más asustados por los dedicados y persistentes cuadros del Vietcong. En algunas aldeas sólo quedaban dos o tres, pero eso les bastaba para aguantar�. Sin pacificación, la guerra sería interminable. ¿Cómo reaccionaron los combatientes al estancamiento?
�Vas a volver en un ataúd�
(canción de las tropas norteamericanas)
El ejército norteamericano es el que más sintió los efectos de la falta de progreso. Los comunistas al menos tenían un motivo para combatir. Y tras el Tet todo indicaba que el gobierno norteamericano sólo buscaba una salida honorable para sus tropas de combate. Un escape inmediato para las tropas norteamericanas fueron las drogas. Primero la marihuana y después la heroína se convirtieron en un enorme dolor de cabeza para el mando militar. Eran preocupantes, además, las crecientes tensiones entre oficiales y soldados. En los últimos años de la guerra habría cada vez más casos de �fragging�, asesinato de oficiales por sus tropas. También se notó un importante aumento de la tensión racial. Muchos sospechaban que los negros eran llevados al frente para morir. Pero, como señala Ronald Spector, �los negros estaban sobrerrepresentados en las unidades de combates no por ser negros sino por ser pobres�. Es el mismo motivo por el que la clase obrera estaba sobrerrepresentada en Vietnam.
El otro desarrollo preocupante de la guerra fue el creciente número de atrocidades contra la población civil. La guerra siempre había causado enorme sufrimiento para ésta. Muchísimos civiles murieron como �efectos colaterales� de las bombas norteamericanas. Una sola provincia sufrió en un mes 300 civiles muertos, 400 heridos y 3100 casas dañadas. Pero había rumores en aumento de masacres deliberadas perpetradas por tropas norteamericanas. La masacre de My Lai fue vista por muchos como un ejemplo típico de lo que Estados Unidos estaba haciendo en Vietnam. Pero dentro del ejército, la mayoría de los mismos soldados vieron el hecho como una aberración y no querían tener nada que ver con las unidades implicadas. De hecho, es notable que el número de masacres cometidos por el ejército norteamericano no haya sido mayor. Estados Unidos nunca utilizó las tácticas tradicionales de ejércitos enfrentados con guerrillas: la destrucción de aldeas en represalia, la toma de rehenes, la ejecución sistemática de la población adulta masculina, etc. Ante la cifra final de víctimas, sin embargo, nadie recordaría esa �moderación�. Probablemente con justicia.
�Estados Unidos corrompió a Vietnam�
(Frances Fitzgerald)
Para 1973 las tropas norteamericanas en Vietnam habían sido retiradas. La guerra era ahora responsabilidad de los survietnamitas. Estos no duraron mucho por su cuenta. En 1975 caía Saigón, lo que terminó la guerra. Era el momento de contar el costo. De los 8,5 millones de norteamericanos que estuvieron en un momento u otro en Vietnam, 58.000 murieron en combate y 270.000 fueron heridos. Miles desaparecieron, perpetuando la agonía para sus familias, que no sabían si sus seres queridos estaban vivos en prisiones vietnamitas.
Vietnam pagó un precio trágico por su unificación. Se estima que un total de 3,8 millones de vietnamitas murieron, 2,6 millones más fueron heridos de gravedad y 300.000 siguen desaparecidos. Muchos sufrieron por los efectos de los herbicidas norteamericanos, que crearon defectos de nacimiento congénitos. Para los survietnamitas, la derrota fue desastrosa. Un millón huyó a Estados Unidos, 400.000 fueron llevados a campos especiales de �reeducación� y un millón y medio fueron desplazados hacia zonas marginales en proyectos de colonización.
�Acabamos con el fantasma de Vietnam�
(George Bush tras la Guerra del Golfo)
¿Qué queda de Vietnam 25 años después? Para la izquierda en todo el mundo fue una muestra bienvenida de que Estados Unidos no era invencible. Ya no eran sólo sus clientes los que eran derrotados (como en Cuba), eran los mismos grandes batallones del Tío Sam. En el Tercer Mundo fue crucial que el agente de su caída hubiera sido una guerrilla rural. El ejemplo del Vietcong tendría una enorme influencia. La mayoría de las veces el resultado fue el fracaso y una reacción sangrienta desde la derecha. �Crear un Vietnam� resultó ser mucho más difícil de lo que parecía.
Nadie necesitó recordarle a Estados Unidos la magnitud de su derrota. A veces se dice que la Guerra del Golfo eliminó el �síndrome Vietnam�. Pero la Operación �Tormenta del Desierto� fue un blitzkrieg clásico en terreno abierto contra un enemigo convencional. Donde hay señales de que se enfrentará a guerrillas rurales en junglas (como en Nicaragua o Colombia), Estados Unidos se conforma con la ayuda y el entrenamiento. Otra alternativa son los ataques aéreos. Allí también se puede distinguir la influencia de Vietnam. El imperioso deseo de Nixon de una �paz con honor� lo llevó a intensificar la campaña de bombardeos contra Vietnam del Norte. Esta arrasó con varias ciudades y dejó un número indeterminado de muertos civiles. Y funcionó. Quizás en Kosovo la OTAN recordó la lección de Vietnam de que los bombardeos aéreos pueden ser la continuación de las negociaciones por otros medios.
�Uno, dos, muchos más Vietnam�
Para el Tercer Mundo, Vietnam indicó nada menos que el futuro. Y el fin de la Guerra Fría sólo potencia su perduración. El historiador y veterano norteamericano Ronald Spector especuló que �en un mundo que recientemente se ha convertido en un lugar seguro para las luchas regionales y étnicas, regionales, la interminable y sangrienta Vietnam podría ser el patrón del futuro�. En vista de las guerras en Yugoslavia, Chechenia, Colombia y Africa, no pueden quedar muchas dudas al respecto.
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Las tropas norteamericanas se habían replegado de Vietnam en 1973. Dos años más tarde ocurría toma de Saigón por las fuerzas del comunista Vietnam del Norte. Saigón era la capital de Vietnam del Sur, el aliado de Estados Unidos.