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UN MERCADO NEGRO DEL CONOCIMIENTO
Tesis truchas

En el sistema universitario se compran y venden tesis originales, hechas �a medida�. Cuestan entre 500 y 10.000 pesos y circulan tanto en universidades públicas como en privadas y extranjeras. 

Cliente: �Al último me lo presentó su padre, un exitoso empresario. Me organizó una cita con el hijo para ver si podía ayudarlo a tener de una vez un título�.

Servicio: Por el mismo precio, el especialista se encarga de aleccionarlo en todas las artes imprescindibles para defender la tesis ante el tribunal evaluador. 


Por Cecilia Sosa 

t.gif (862 bytes) �Te ayudo con tu tesis.� Tras muchos de los cartelitos que pululan en los pasillos de las facultades, casas de fotocopias y otros locales vecinos de las casas de estudios, se oculta un tráfico ilegal de conocimiento. Las cifras que se manejan no son nada despreciables. �Por una tesis de doctorado se pueden pagar más de 10 mil pesos�, reconoce, en diálogo con Página/12, una socióloga que por estos días �ayuda� a un graduado en Abogacía a obtener el título de Doctor en una institución privada. �Ya me recibí muchas veces�, bromea ella. El comercio de tesis para licenciaturas, maestrías o doctorados �todas hechas por encargo� suele concentrarse en las ciencias sociales y humanas, y en especial en los estudios de posgrado. No discrimina entre universidades públicas y privadas. Incluso se exportan trabajos para aprobar cursos en prestigiosas universidades extranjeras. 
Por obvias razones, las personas que aceptaron hablar del tema con este diario pidieron reserva de sus nombres y de las instituciones involucradas. 
�Escribir monografías por encargo se volvió mi único trabajo estable�, confiesa A.C., una egresada de la UBA que ronda los 30 años y no soporta la rutina de las oficinas, ni resignarse a realizar encuestas para alguna empresa de análisis del mercado. Los contactos, los datos de los posibles clientes, suelen correr de boca en boca. �Al último me lo presentó su padre, un empresario muy exitoso. Me organizó una cita con el hijo para ver si podía ayudarlo a tener de una vez un título �cuenta�. El hijo tenía un cargo ejecutivo importante en un ministerio. Funcionaba como sociólogo sin serlo y necesitaba el título para entrar en una maestría que le iba a pagar el Banco Mundial�, relata. Le preparó una tesis y ahora él tiene su licenciatura. Otro �cliente� que atendió hace poco era un hombre maduro. Desde hacía más de 15 años debía una tesis de grado. �En todo ese tiempo había hecho fichas, tenía mucha información, pero toda desordenada. Fue desesperante organizarla�, cuenta ella. Hoy, él es un profesional. 
Los ejecutores de trabajos académicos por encargo, según pudo averiguar este diario, suelen ser graduados jóvenes, docentes, con alto perfil académico y con pocas posibilidades de ganar, dentro del empobrecido sistema universitario, lo que está dispuesto a pagar quien quiere mejorar su currículum sin esforzar sus neuronas. Las montos que se manejan casi nunca son inferiores a los 500 pesos. Los precios máximos varían de acuerdo con la calidad del título (no es lo mismo uno de grado que otro de posgrado) y con el prestigio de la universidad implicada. En muchos casos se superan los 10 mil pesos. �Las cifras varían mucho. La clandestinidad sujeta el pago a todo tipo de modificaciones�, admite A.C. �No es un mercado que se rija por la oferta y la demanda. Aunque a mí me llegó uno que decía que otro le cobraba muy caro�, ironiza J.G., un graduado en Letras que en sus ratos libres escribe e investiga a pedido. 
Claro que, además de pagar un alto precio, los clientes (y también los vendedores de saber) corren un alto riesgo. Si son descubiertos �y al margen de posibles causas judiciales� las universidades pueden aplicarles diversas sanciones disciplinarias. De tratarse de un estudiante, las penas van desde la suspensión hasta la expulsión. Y si el involucrado es un docente le corresponde sufrir un juicio académico, que puede derivar en la cesantía y la pérdida de su cargo. 
Los ofertantes más experimentados tienen muy claras cuáles son las estrategias necesarias para lograr que el cliente apruebe y obtenga su diploma: venden satisfacción garantizada. �El lenguaje de una tesis debe ser académico, pero tampoco demasiado extraño o complejo. Sobre todo, hay que citar los trabajos de los miembros del jurado�, dice J.G. Asegura que, en los últimos tiempos, el mercado negro se amplió hasta alcanzar clientes que estudian en universidades del exterior, sobre todo por el reciente auge de los centros de estudios latinoamericanistas. �Para un universitario de América latina suelen ser los trabajos más fáciles�, dice. 
El servicio continúa aún después de haberle presentado el trabajo al cliente-estudiante. Por el mismo precio, el especialista se encarga de aleccionarlo en todas las artes imprescindibles para defender el trabajo ante el tribunal evaluador. �Los clientes van desde la hipocresía más grande hasta el cinismo más completo �relata el experto en Letras�. Para una tesis en literatura me tuve que sentar hasta a corregirle las faltas de ortografía.� 
A diferencia del mero plagio de tesis académicas (hoy muy facilitado por la difusión de diversos sites de Internet que ofrecen una amplia gama de monografías), la particularidad de esta clase de estafa es que los trabajos son efectivamente originales: hay producción de conocimiento. �Yo siempre tengo el cuidado de registrar la propiedad intelectual de lo que hago�, sonríe J.G. 
Al menos en el caso de las personas que entrevistó Página/12, la decisión de vender conocimiento es acompañada por un profundo escepticismo. �La excelencia académica no existe. Los maestrías y los doctorados funcionan por amiguismo�, opina J.G. Y, paradójicamente, A.C. dice que nunca aceptaría ponerse del otro lado. �Jamás lo haría. Si Foucault se ofreciera a escribir mi tesis, no lo aceptaría�, asegura. 
Un conocido profesor de Filosofía y Letras y de Ciencias Sociales reconoció la existencia de este velado tráfico de conocimiento en el sistema de educación superior: �Destapar esta olla implicaría para las autoridades la exigencia de replantear todos los criterios de evaluación, algo que, por ahora, nadie está dispuesto a hacer�. Y apuntó: �Todo esto habla del deterioro en la relación académica. Es un índice de la pérdida de sentido social que tiene la universidad. La idea que subyace es �salgamos lo antes posible��. 

 


 

OPINAN AUTORIDADES UNIVERSITARIAS
�Hay que evaluar procesos�

Consultadas por Página/12, diversas autoridades académicas señalaron que la única manera de combatir las tesis truchas es mediante la evaluación de procesos de aprendizaje y garantizando la transparencia y rigurosidad de los jurados. 
  �El único modo de evitar estas irregularidades es que los directores de tesis monitoreen todo el proceso, no sólo un trabajo puntual �detalló Alicia de Camilloni, secretaria académica de la UBA�. El alumno debería presentar un plan inicial de trabajo y, después, ir elevando informes para que el docente evalúe cada etapa y supervise la bibliografía que va usando.� 
�Sabemos que estas cosas existen, pero nunca lo hemos podido comprobar �dijo el titular del Consejo Interuniversitario Nacional, Jorge Bettaglio-. Los procesos de elaboración de tesis deberían estar pautados para que los docentes puedan evaluar los avances. Aunque esto implicaría mayores costos�, advirtió.
Desde la Universidad del Litoral, el rector Mario Barletta apuntó que �la mejor garantía que puede dar una universidad es su rigurosidad y transparencia en el sistema de evaluación. La defensa de las tesis debe hacerse frente a un tribunal de expertos que puedan comprobar la originalidad del trabajo�. 


El tráfico del saber en EE.UU.

�En Estados Unidos son tantas las páginas de Internet que venden tesis ya hechas que un profesor de la Universidad de Berkeley inventó un programa para detectar ese tipo de trabajos. Y se los vende a los profesores�, contó Miguel Tinker Salas, director del Departamento de Estudios Latinoamericanos de Pomona College University. En el área, los temas más taquilleros son México y el conflicto en Chiapas; la crisis del neoliberalismo en México, Chile o Argentina; el efecto tequila; el efecto samba; el efecto tango; y hasta las Madres de Plaza de Mayo. 
Pero tampoco en EE.UU. la oferta trucha es sólo virtual. También se puede negociar face to face. En las cercanías de muchos campus universitarios abundan las oficinas donde estudiantes que están cursando doctorados o maestrías también trabajan por encargo. �La mayoría lo hace para ganarse el sostén y poder seguir dentro del sistema académico�, aseguró Tinker Salas. El menú del Norte incluye también las llamadas �fábricas de títulos� (degree mills): instituciones que directamente venden diplomas de posgrado a profesionales, quienes perciben jugosos aumentos salariales cuando logran un nuevo título. 
La difusión de ofertas académicas fraudulentas creció tanto en los últimos años que el mismo FBI intervino en numerosas investigaciones y hasta en la clausura de más de 40 colleges.

 

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