Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


KIOSCO12

LA JUSTICIA FALLO A FAVOR DE LA INDUSTRIA
Napster cerca del KO

Una jueza de San Francisco obligó al sitio a bloquear su servicio de intercambio de archivos MP3. La industria festeja, pero el juicio seguirá, y los abogados de Napster son optimistas respecto de la resolución del caso.

Metallica, uno de los enemigos más encarnizados de Napster.


Por Eduardo Fabregat

t.gif (862 bytes) Los responsables del sitio de Internet Napster perdieron ayer su primera gran batalla: la jueza estadounidense Marilyn Hall Patel ordenó el cese temporal del sistema de intercambio de archivos MP3, medida que debe hacerse efectiva a más tardar hoy a la medianoche. El dictamen de la Corte de San Francisco fue recibido con entusiasmo por los sellos y la Federación de la Industria Discográfica. Napster apeló la sentencia, pero indefectiblemente debe cesar su servicio hasta que el juicio se resuelva. En caso de que gane la guerra, el sitio web obtendrá de sus demandantes cinco millones de dólares por lucro cesante... lo que, teniendo en cuenta la masa millonaria que se mueve en la red, debe ser entendido como cambio suelto.
La decisión judicial es el primer paso efectivo de una guerra que hasta hace poco era sólo verbal, pero no por ello menos encarnizada. Desde que su creador Shawn Fanning lo puso en operaciones, Napster tuvo un crecimiento geométrico que llevó la cifra de usuarios a veinte millones (con una proyección de 75 millones para fines de este año), mientras a su alrededor los responsables de compañías discográficas y artistas como Metallica y Dr. Dre se mostraban indignados y pedían a los gritos que se detuviera lo que consideran un robo. En las últimas semanas se intensificó el lobby con el gobierno estadounidense, lo que provocó una serie de testimonios en el Congreso: allí, Lars Ulrich, baterista de Metallica, afirmó a comienzos de este mes que �Napster pone en peligro a la industria musical, ya que los artistas no reciben dinero por su trabajo. Metallica no se opone a la tecnología, pero los derechos de autor deben garantizarse�. 
A esta altura, debe recordarse el proceso: el usuario de Napster se conecta mediante un software que se baja gratuitamente, y que no difiere demasiado de los programas de chat. Sólo que el diálogo incluye compartir los archivos de audio MP3 de todos los usuarios on-line: allí, según sostienen los demandantes, no hay espíritu de descubrimiento de grupos nuevos sino simple piratería. �Napster se promocionó como un lugar donde se podían encontrar artistas conocidos sin tener que pasar por páginas de desconocidos. Un 87% de los títulos disponibles a través de Napster están protegidos por derechos de autor�, dijo la jueza Patel en su fallo.
Napster, por su parte, argumentó que sólo propicia el intercambio y no viola esos derechos. Según alegaron los abogados del sitio (que incluyen a David Boies, el mismo que le torció el brazo al mismísimo Bill Gates en su lucha con el Gobierno de EE.UU.). Según Napster, la lucha es entre el soporte ya clásico del CD y la tecnología MP3, una batalla en la que el sitio en realidad sólo opera como intermediario. Y para sostener la teoría apeló a un ejemplo del pasado, asegurando que la preocupación de los sellos es similar a la que tenían los grandes estudios cinematográficos ante el advenimiento del video. �En aquella ocasión, el Tribunal Supremo de Estados Unidos falló a favor del video. Con esto sucederá lo mismo�, dijo ayer un vocero de Napster, reiterando a la vez que el uso del sitio �no disminuye la compra de CD�s sino que la incrementa�.
Suceda lo que suceda con el curso del juicio, el dictamen de Patel pone una bisagra en el convulsionado ámbito de la comercialización de música en tiempos de hipertecnología. Con Napster en el freezer, competidores como Gnutella, JustOn o FreeDrive podrán hacerse su agosto, al menos hasta que la Justicia amplíe su mira. Según los últimos reportes, la página que saldrá de servicio hoy era visitada por un promedio de 315.000 personas por día, una cifra que supera holgadamente a sitios tan populares como el del diario New York Times o la señal musical MTV. �La corte envió una clara señal al mundo: levantar un negocio en base a infringir derechos de autor de otros es a la vez malo e ilegal�, dijo ayer un exultante Jay Berman, presidente ejecutivo de la Federación de Industria Fonográfica, con sede en Londres. Mientras tanto, en los salones más privados, los equipos de marketing de los gigantes de la industria siguen diseñando su propio Napster, con todos los sistemas de seguridad necesarios para mantener el status quo por el cual la parte del león siempre se la lleva otro. Algunos músicos aún tienen la ingenuidad de creer que en esta batalla van a poder disputar alguna pieza.

 

PRINCIPAL